Pese a que el río Paraguay ya va bajando, hasta la fecha los damnificados de la Chacarita que abandonaron sus hogares con la última crecida registrada en el mes de febrero, tras las intensas lluvias a nivel país, no reciben asistencia por parte de la Municipalidad de Asunción.

Según expresaron los afectados por la crecida, desde la comuna les advirtieron que si no iban a los refugios habilitados para los damnificados no recibirían la asistencia, por lo que hasta la fecha siguen en las plazas cercanas al Congreso Nacional más cercanas a sus viviendas sin agua y baños.

“Eso nos dijeron luego que si estamos acá no hay asistencia y el lugar no nos quisieron luego ceder. Nosotros nomás ya entramos porque no teníamos dónde irnos, nos quisieron llevar a los refugios, pero ya no hubo tiempo”, explicó Gabriela Palavecino, vecina afectada.

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Indicó que salieron de forma urgente de sus viviendas y que la mayoría tiene hijos, por lo que la reubicación era urgente y no podían esperar a cumplir todos los trámites como para ingresar a un refugio, por lo que optaron por lo más rápido, en este caso las plazas.

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“Tenemos muchas necesidades, principalmente el agua y el baño”, mencionó y explicó que deben caminar mucho para poder acarrear el agua. Así también, para el uso del baño que en muchos casos recurren a familiares o vecinos que los dejan utilizar sus sanitarios. “Lo que más les pido es agua y baño”.

En tanto que otra vecina, también afectada por la crecida, resaltó que debieron ir a un refugio habilitado por la comuna, en zona Costanera de Asunción, para recibir la asistencia correcta. “Teníamos que ir a los refugios habilitados para recibir la ayuda como: chapa, terciada, algunos puntales, baño y agua, nada más, pero no pudimos ir hasta allá. Fue más fácil acá”, sentenció Silvia Palma.

Hay que destacar que ambas coincidieron en que pese a que el río Paraguay esté descendiendo, prefieren permanecer en las precarias viviendas en las plazas porque atendiendo las condiciones climáticas y la temporada, las aguas podrían volver a invadir sus viviendas ubicadas en la ribera del río.

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