Por Viviana Orrego

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El 20 de marzo del 2020, el presidente de la República Mario Abdo Benítez y su entonces hombre de confianza, el doctor Julio Mazzoleni, exministro de Salud, informaban de la implementación de la cuarentena total obligatoria o “Aislamiento Preventivo General”, bajo el decreto Nº3478/2020. El anuncio se dio luego de la confirmación del primer deceso a consecuencia del COVID-19, la víctima fatal, el doctor Pérez Diez.

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Mañana sábado se cumple un año de aquella disposición que obligó a la población paraguaya al confinamiento, bajo la promesa de que durante ese tiempo se equiparían los hospitales con medicamentos, camas de internación y terapia intensiva, laboratorios y la contratación de más profesionales.

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Gráfico: Sandra Vallejos.

Sin embargo, actualmente ocurre todo lo contrario, nuestro país se encuentra con hospitales colapsados, sin stock de medicamentos ni específicos ni esenciales, con el sistema de salud manchado de corrupción, pacientes sin camas. A menos de un año el “capitán Mazzoleni” abandonó el barco.

Esta situación obligó nuevamente a la implementación de medidas restrictivas, mientras la ciudadanía salió a las calles a expresar su rechazo a las autoridades del Gobierno.

Incluso se estudió la posibilidad de un juicio político al jefe de Estado, pero finalmente no prosperó por no tener los votos necesarios. La indignación ciudadana mezclada con la furia de grupos de inadaptados terminó con partes del “Colorado Roga” incendiada.

Un año después de ser ejemplo mundial, el Gobierno afronta manifestaciones ciudadanas e incidentes por su gestión de la pandemia. Foto: Pánfilo Leguizamón.

Medidas restrictivas

Varios sectores se vieron afectados por las restricciones, tanto del año pasado como las recientemente implementadas. Se suspendieron diversas actividades que representan aglomeración pero que generaban movimiento económico.

Vendedores ambulantes, pequeños comercios, restaurantes, fueron los más afectados. También hubo suspensiones laborales a trabajadores de diversos sectores. Pese a que el Gobierno proporcionó ayudas económicas, no todas las familias lograron beneficiarse con el subsidio.

Las micro y pequeñas empresas (mipymes) fueron las más afectadas; quedaron con deudas impagas, muchas inclusive cerraron sus puertas. Mientras que otras se encuentran luchando, incluso con pérdidas para mantener a flote el negocio.

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“Esta pandemia dejó un alto porcentaje de empresas quebradas, muchas de ellas no pudieron recuperarse ni con los créditos que salieron en su momento. Muchos sectores como el de eventos, de restaurantes, bares, hotelería, turismo, son sectores que hoy día están facturando entre un 30 y 40% y otros absolutamente nada. Para la economía en general llevará entre cuatro a cinco años su recuperación”, indicó Luis Tavella, presidente de la Federación Paraguaya de mipymes.

Agregó que la microeconomía manejada por las mipymes no tiene ingreso y el confinamiento total representó pérdida en todos los sentidos. Con la situación epidemiológica actual cree que la mala racha seguirá hasta fin de año.

Pasó un año del impacto económico de la cuarentena, y el sector sigue afrontando casi la misma incertidumbre. Foto: Archivo.

Tavella señaló además que si bien tuvieron apoyo crediticio, no fue suficiente. Cerca de 27.000 empresas accedieron a los créditos FOGAPY con el Banco Nacional de Fomento (BNF) y cerca de 50.000 microempresas accedieron a préstamos a través del crédito agrícola que son créditos pequeños de hasta G 50 millones.

“Ayudó pero si tenemos en cuenta que el registro dice que tenemos 250.000 mipymes como mínimo dentro del sector formal y se llegó apenas al 50% de las empresas por lo que fue evidentemente insuficiente. El sector informal le costó al Estado cerca de UU$ 200 millones y al sector formal le costó apenas UU$ 100 millones”, lamentó.

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Sector gastronómico

Otro de los sectores afectados a causa del confinamiento fue el gastronómico, que cerró sus puertas desde marzo del 2020, quedando como saldo varios empleados suspendidos laboralmente o despidos en medio de la crisis mundial.

Durante la cuarentena inteligente volvieron a operar, pero el pasado domingo 14 de marzo por poco y quedan nuevamente restringidos para trabajar, pero finalmente las medidas fueron adaptadas a su favor.

Los restaurantes reabrieron luego de meses. Foto: Eduardo Velázquez.

“Los gremios golpearon un poco más la mesa exigiendo seriedad y gestión a los miembros del Gabinete. No es hacer un borrón y cuenta nueva, porque ahora hay un nuevo gabinete, no podemos empezar las cosas de cero ni mucho menos cometer los mismos errores que ya se aprendieron a un año de estar con esto”, indicó Aramí O’Hara, una de las portavoces del gremio de trabajadores del rubro gastronómico, en contacto con La Nación, al ser consultada sobre las nuevas restricciones.

Agregó que si bien, sigue habiendo restricción horaria a partir de las 20:00, los clientes de restaurantes y de bares podrán desplazarse hasta sus casas portando la factura de consumición hasta las 00:00, disposición que les permite seguir operando.

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