Una comitiva encabezada por el arquitecto Jorge Rubiani visitó días pasados al presidente Mario Abdo Benítez, a fin de presentarle unos documentos y joyas que se presumen pertenecieron a la época de la Guerra contra la Triple Alianza. Historiados y conocedores del acervo de la historia del Paraguay sentenciaron que tales documentos son apócrifos, a lo que Rubiani responde que aún no fueron autenticados pero se presume que son verdaderos.
“Es toda una colección de documentos que se presume son auténticos y si fueran auténticos son documentos extraordinariamente importantes porque se originan en los gabinetes de los tres hombres más importantes del siglo XIX y probablemente de toda la historia del Paraguay, tales como el Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, Carlos Antonio López y Francisco Solano López”, indicó Rubiani en comunicación con 970 AM.
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Agregó que muchos de esos documentos y joyas aún no se pueden divulgar antes de que se analicen y se demuestren si son auténticos o no pero que los que saben de historia como él, con las características podrían sospechar que los mismos son verdaderos. Entre los documentos se encuentran por ejemplo el financiamiento de las adquisiciones que realizaron los gobiernos de Carlos Antonio López en tiempos previos a la Guerra contra la Triple Alianza.
“Esas adquisiciones incluyeron la contratación de varios profesionales de nivel mundial para construir un Paraguay distinto al que en ese momento se pensaba. Cuando eso llevábamos casi cuarenta años de producirse la independencia nacional, después de miles de años de monarquías absolutas cambiar por algo que la gente no sabía, no tenía experiencia ni siquiera mirando el costado para ver si donde se habían instalado gobiernos alternativos a las monarquías absolutas”, explicó Rubiani.
Afirmó que la tendencia original y primaria de los patriotas de la independencia fueron replicar los modelos que acababan de dejar, incluso el mismo San Martín proponía para Perú un emperador y otros proponían dictaduras porque era imposible inducir al pueblo a adoptar actitudes que fueran extrañas a sus costumbres y a sus conocimientos.
“Hay que entender el contexto. Esas personas tuvieron que construir en Paraguay algo distinto y por supuesto que fueron tachados de autoritarios porque no había otra manera en ese momento porque el entorno de Paraguay se desangraba en anarquías tremendas con miles de muertos, cosa que en Paraguay se preservó y venían a buscar refugio en el país en tiempos de Francia y los López porque el resto del continente y fundamentalmente la región estaba ensangrentada por las luchas civiles”, añadió el arquitecto.
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En ese sentido, sospechan de la autenticidad de los documentos ya que muchos de esos hechos él como historiador ya conocía, así como los miembros de la comitiva que participaron de la reunión con Abdo Benítez.
“Hay acciones concretas en estos documentos a esa situación. La gente puede decir, ni siquiera nosotros podemos afirmar que los documentos son auténticos hasta que se verifique pero nosotros tenemos los documentos. La gente que dice que son apócrifos jamás los vio. Esos documentos no fueron vistos jamás y el Dr. Jarolín cometió tal vez la imprudencia de poner en las redes algunos de esos documentos y a través de esos documentos la gente sentenció que eran apócrifos”, expuso.
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Agregó que nadie puede inventar más de 5.000 papeles, todos ellos papeles antiguos, con tinta de la época ya borrosa, firmas de la época y que habría que contar con una legión de estafadores para concretar semejante falsificación. Asegura que se hablan de al menos de miles de papeles, objetos, reliquias, joyas y que existen, cosas muy evidentes como las botas del mariscal López.
“Tenemos una fotografía de Juan E. O’Leary, fotografiándose a lado de las botas del mariscal López que estaban en una vitrina en el Museo de la Historia Nacional de Río de Janeiro, esas botas están aquí ahora, son las mismas, con las mismas características, la misma leyenda en una rodillera agregada a las botas que se había comprado en París antes de la guerra”, señaló Rubiani.
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Procesan a productores por retención ilegal de 2,4 millones de kilos de granos
Ciudad del Este. Agencia Regional.
El fiscal Víctor Adolfo Santander, titular de la Unidad Penal 4 de Hernandarias, imputó a dos productores, uno brasileño y otro paraguayo, por haber fraguado, presuntamente un contrato privado para quedarse con 773.500 kilos de soja y 1.657.500 kilos de maíz (2.431.000 kilos).
Se trata de Doacir Bianchet (63) y Gervacio Galeano Coronel (45), procesados por la supuesta comisión del hecho punible contra la prueba documental (producción mediata de documentos públicos de contenido falso). La imputación fue presentada ayer lunes 14 de julio de 2025, a las 10:00.
No obstante, a las 12:55, la defensa de los procesados recusó al representante del Ministerio Público. De acuerdo a la denuncia y la investigación fiscal preliminar, ambos procesados habrían simulado un contrato de arrendamiento de inmuebles rurales con financiamiento de siembra, suscrito ante la escribana Gladys Beatriz Chaparro de Arenhs, en fecha 15 de enero de 2025.
En el documento, el señor Doacir Bianchet, en su carácter de representante de la firma Agrofort Agropecuaria S.A., de la cual es propietario, habría alquilado tres fracciones de terreno ubicados en el distrito de Itakyry (Fracción C1, padrón 5708; Fracción C2, padrón 5709, y Fracción C3, padrón 5710), a favor del coimputado Gervacio Galeano Coronel, por un plazo de dos años.
Sin embargo, desde el año 2022 los citados inmuebles se encontraban en posesión efectiva de la firma A.N.R. S.A., conforme a un contrato de arrendamiento suscrito con Inversiones Agrícolas S.A. en fecha 14 de septiembre de 2022. El contrato seguía vigente y la empresa afectada continuaba abonando el alquiler correspondiente.
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Inicio de juicio contra empresa
A pesar de esa situación, el 18 de enero de 2025, el señor Bianchet, en nombre de Agrofort Agropecuaria S.A., inició un juicio contra A.N.R. S.A. sobre ejecución para que entregue la posesión del inmueble.
El 27 de mayo de 2025, la firma Agrofort presentó otra demanda, esta vez contra el señor Galeano Coronel, solicitando el embargo preventivo de los cultivos de soja y maíz supuestamente sembrados por este en los inmuebles mencionados.
La acción civil, tramitada ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de Presidente Franco, a cargo de la jueza Cynthia Pineda Morel, dio lugar a una resolución el 30 de mayo de 2025, mediante la cual se concedió la medida cautelar de intervención judicial sobre 773.500 kilos de soja y 1.657.500 kilos de maíz, designando como interventora a la firma Agrofort, con facultades para contratar personal y realizar la cosecha.
Asimismo, se decretó el embargo preventivo y secuestro de los granos, que fueron entregados a Agrofort en calidad de depositario judicial en fecha 31 de mayo de 2025, durante un procedimiento llevado a cabo por el oficial de Justicia Mario Peralta.
A raíz de estos hechos, el representante legal de A.N.R. S.A. presentó ante el Ministerio Público documentos que acreditan que la empresa tenía la posesión legal y pacífica de los inmuebles desde 2022, realizando actividades agrícolas bajo un contrato de arrendamiento.
Compra de tierras
Tras la compra de las tierras por Agrofort a Inversiones Agrícolas S.A. el 15 de febrero de 2024, mediante escritura pública otorgada ante la escribanía de Dilson Gilmar Fulber en San Alberto, Agrofort asumió dicho contrato.
En ese contrato de compraventa se dejó expresa constancia de que la posesión directa no sería exigible a la vendedora, y que la compradora (Agrofort) asumía la responsabilidad de gestionar la desocupación ante eventuales ocupantes.
No obstante, en lugar de accionar contra A.N.R. S.A. por vía ordinaria, Agrofort celebró un nuevo contrato ficticio con el señor Galeano Coronel y utilizó ese documento como sustento para iniciar una segunda demanda de ejecución.
De esta forma, la Fiscalía presume que los imputados habrían intentado dar apariencia de legalidad a una relación contractual inexistente, con la finalidad de despojar de forma irregular a A.N.R. S.A. de los cultivos sembrados legítimamente en los terrenos.
Ante esto, el fiscal Santander decidió imputar a los presuntos responsables por la producción mediata de documentos públicos de contenido falso.
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¿Paraguay fue una potencia antes de la guerra contra la Triple Alianza?
Uno de los principales tópicos en el imaginario nacional respecto al Paraguay de la preguerra del 70 es que nuestro país era una potencia que despertó la envidia de los vecinos, que se conjuraron para destruir a una nación próspera y rica. Los historiadores Margarita Miró Ibars, Mary Monte de López Moreira y Jorge Coronel Prosman brindan sus puntos de vista sobre esta histórica controversia.
- Por Jimmi Peralta
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos Gentileza / Archivo
“El único país independiente de toda América”
Paraguay era una potencia. Era realmente el único país independiente de toda América. Y su potencial era gigantesco. Uno de los celos que despertó Paraguay es que contrataba los técnicos para venir a hacer las instalaciones como la siderurgia, los arsenales, el ferrocarril, que eran todas empresas estatales, es decir, estaban a cargo del Gobierno.
Entonces, toda esa autonomía y ese poder que tenía era lo que, por supuesto, despertaba celos porque era un mal ejemplo para América, que se estaba independizando. Entonces, no podían hacer que se copiara ese modelo de gobierno. Poco se analiza desde el gobierno del Dr. José Gaspar Rodríguez de Francia, porque él dejó un país rico, disciplinado, con las mujeres que tenían autonomía económica, que las liberó de la esclavitud española. Ellas podían comercializar, disponer de sus productos y todo eso hacía que haya un circulante de dinero y la producción, que era algo en lo que él insistía.
Una de las obras que generó más envidia es la fabricación de hierro. La Rosada de Ybycuí se manejaba a carbón vegetal y sin importar hierro. El hierro y los otros materiales que se necesitaban eran traídos de San Miguel, Caapucú y de los alrededores, llevados en carreta y también por agua, a través del Tebicuary. Fue también una obra financiada totalmente por el Gobierno paraguayo y también se fabricaba el acero, que era en ese entonces lo fundamental para las piezas más delicadas que necesitaban cierta ductilidad y ese acero se hacía con carbón vegetal.
¿Cuál era la ventaja de ese acero a carbón vegetal? Que era de mejor calidad que el resto de las industrias que lo hacían con carbón mineral, ya que esto hacía que el material fuera contaminado. Además, también había astilleros donde se fabricaban barcos de la Armada Nacional.
“Paraguay estaba dispuesto a convertirse en una potencia”
Paraguay estaba dispuesto a convertirse en una potencia, estaba en vías de desarrollo como los demás países. Lo que a Paraguay le diferenció de sus países limítrofes es que durante el gobierno de Carlos Antonio López se habían contratado más de 200 técnicos especialistas en diversas actividades. Fueron traídos además maestros, arquitectos e ingenieros ingleses que instalaron el ferrocarril, que mucha gente dice que fue el primer ferrocarril del Río de la Plata y no es cierto.
Argentina ya tenía el ferrocarril en el año 1857. Se inauguró una línea desde el Teatro Colón hasta el barrio La Floresta en Buenos Aires. Si bien Brasil no tenía ferrocarriles, tenía una red de tranvías que comenzaron hacia 1859, Chile tuvo ya 1851 y fue una de los primeros países en Sudamérica.
El Paraguay inauguró su ferrocarril el 21 de octubre de 1861, una línea corta que iba del puerto hasta cerca de Trinidad y posteriormente recién hacia 1912 el ferrocarril llegó hasta Encarnación. Pero era un país que estaba siendo desarrollado. Lo importante es que el Paraguay en 1850 tuvo la primera fundición de hierro del Río de la Plata, tenía astillero y también tenía telégrafos. Si bien Uruguay inauguró una línea telegráfica en 1855, se utilizó recién hacia 1860.
CONTRATACIÓN DE TÉCNICOS
De todas maneras, Paraguay sobresalió por la contratación de técnicos que no tuvieron los demás países. Lastimosamente vino la guerra y el proceso de esta primera modernidad en el Paraguay fue interrumpido.
Los viajeros que venían al comienzo del gobierno de Carlos Antonio López decían que Asunción era como una aldea, ya que las casas eran todas de techos de paja, de un solo piso, con algunas excepciones.
Sin embargo, cuando vienen los técnicos a partir de 1853-54, la fisonomía de Asunción y de muchas ciudades del interior cambió. De hecho, estaba en vías de desarrollo con los demás países gracias a estos técnicos. Con ellos se tuvo un desarrollo tecnológico importantísimo, una inversión que el gobierno estaba haciendo con todos estos adelantos técnicos.
Lastimosamente luego vino la guerra. Además del cercenamiento de nuestro territorio, porque la Argentina y Brasil llevaron más de 144.000 kilómetros cuadrados, también se ocasionó un déficit extraordinario en la demografía. Quedaron cerca de 200.000 habitantes, en su mayoría mujeres y niños, y unos 30.000 hombres útiles de 14 a 60 años. Se los llama hombres útiles porque podían trabajar.
Se calcula que antes de la guerra Paraguay tenía casi 500.000 habitantes y más de la mitad de la población murió en esa hecatombe. Además, también fueron llevados niños a los países aliados en calidad de esclavos. Los soldados regalaban a los niños o los vendían.
Esta hecatombe retrasó al Paraguay por un siglo en todos los aspectos, no solamente en el aspecto material, sino también en el aspecto cultural, educativo y científico.
“Tenía todo para convertirse en un polo de desarrollo”
En líneas generales el Paraguay tenía una diferencia importante con los países de la Alianza, ya era un Estado-nación. En cambio, Brasil era un Estado esclavist a, Argentina estaba en una pelea casi inacabable entre federales y unitarios, y eso afectaba a todas las provincias, provocando profundas divisiones. Y Uruguay, sobre todo luego de la derrota de José Gervasio Artigas, tampoco encontraba un camino como nación, atrapado en la tensión entre los intereses argentinos y brasileños, y su población o sus líderes formaban parte de una u otra tendencia, lo que en definitiva impedía su consolidación como nación.
Paraguay, sin embargo, en la década de 1860 ya tenía características propias. Eso le permitió ser el país, en la región, que tenía un Ejército nacional, cosa que no ocurría con Brasil, que tenía una guardia nacional, integrada por pequeñas milicias locales. Paraguay sí ya tenía su ejército, que al comienzo de la guerra se calcula que tenía reclutados más o menos 65.000 hombres.
Militarmente tenía un ejército bastante numeroso, pero no logró avanzar en cuanto a la tecnología, no llegó a modernizarse antes de desatarse el conflicto. Los fusiles, los cañones, los barcos no eran los nuevos armamentos que se estaban ya usando en Europa y que el Ejército aliado sí usó masivamente. Cañones rayados y fusiles a repetición, belgas y franceses como el fusil Minié, no a chispa como eran los de Paraguay, y barcos militares acorazados, etc.
Económicamente, los países del Plata también tenían diferencias. La administración del Dr. Francia había dejado un país económicamente consolidado, con reservas para el Estado, lo que le permitió ser uno de los pocos países que no tenían deuda externa, cosa que no pasaba con Brasil, Argentina o Uruguay, que tenían fuertes deudas con la banca británica, principalmente.
Pero tampoco se puede concluir que era un país rico y poderoso. Era un país con una economía rural-campesina, relativamente pobre, pero con tierras propias. Si bien legalmente las alquilaba el Estado, era de hecho una finca familiar propia, con una calidad de vida donde la igualdad era bastante llamativa. Las crónicas de la época informan que no era fácil ni barato contratar mano de obra en Paraguay, pues la población prefería trabajar su tierra.
ADQUISICIÓN DE TECNOLOGÍA
En la década de 1850, Paraguay empieza a comprar tecnologías, ferrocarril, telégrafos, arsenal, siderúrgica y gran parte de eso se pagaba al contado. Es decir, Paraguay poseía esa capacidad de pagar al contado las compras de barcos, trenes y pagar sus técnicos. Esto sin necesidad de recurrir a los bancos, a los que estaban recurriendo los países de la Alianza.
Sin embargo, no se puede hablar aún de una potencia industrial. El astillero era más bien para barcos mercantiles y casi artesanales, la siderúrgica de Ybycuí producía, principalmente, pequeña cantidad de utensilios, balas, herramientas, etc. Es difícil caracterizar eso como industria siderúrgica. El ferrocarril, si bien novedoso para la región, tenía pocos kilómetros de vía y un solo ramal, Asunción-Paraguarí.
También en la educación se habla mucho sobre las varias menciones de extranjeros, describiendo un Paraguay sin analfabetos.
Esto no es del todo cierto porque, por ejemplo, las mujeres en general no recibían ninguna educación. Pero en líneas generales los hombres recibían una educación y eso quedó también patente en la guerra.
El Ejército paraguayo fue bastante burocrático en el sentido de que todas las órdenes eran escritas, permitiendo que queden bastantes documentos. Eso significaba que una gran parte de los oficiales escribían y leían.
También la proliferación de los periódicos de trinchera jocosos, como Cabichuí, Lambaré y otros, que estaban destinados para levantar la moral de los soldados. Es decir, la gente leía, los soldados paraguayos leían, a diferencia de las tropas de la Alianza (que estaban conformadas sobre todo por esclavos y gauchos reclutados forzosamente, ndr).
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¿Toldo o árbol? Experimento de un arquitecto revela cuál da más sombra
A la hora de buscar una buena sombra en patios, terrazas y jardines: ¿conviene más un toldo o plantar un árbol? Aunque ambos ofrecen protección contra el sol y el calor que conlleva, las diferencias en temperatura y confort son más significativas de lo que parece a simple vista. El arquitecto técnico y profesor @jordimartix, ha compartido a través de un vídeo de instagram la solución de este dilema con un ejemplo práctico y revelador.
Bajo condiciones similares, el análisis comparativo muestra cómo la sombra depende del objeto que la proyecta, además de cómo interactúa con el entorno. Textura, temperatura y circulación del aire son elementos clave para determinar qué opción es más efectiva a la hora de crear espacios frescos y agradables en pleno auge del calor.
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El toldo: sombra uniforme pero caliente
El toldo genera una sombra continua y notablemente densa. Al ser un tejido reflectante, impide que los rayos solares penetren con fuerza, reduciendo la incidencia directa de luz. Sin embargo, este tipo de cobertura también actúa como una superficie caliente, ya que absorbe y acumula temperatura con el paso de las horas, sobre todo cuando está expuesto al sol durante mucho tiempo.
Además, al colocarse cerca de paredes o techos, el aire tiende a quedar atrapado por debajo de la superficie del toldo. Como señala el arquitecto, “aquí el aire caliente no puede escapar hacia arriba”, y esta falta de ventilación impide la salida del calor acumulado, generando así una sensación térmica mayor, a pesar de la sombra.
Incluso si se instala con separación entre el toldo y la estructura, como recomienda @jordimartix, “si el toldo queda un poco separado de la pared, os aseguro que se nota”, la diferencia de temperatura con respecto a otras soluciones naturales se mantiene notable. La sombra es efectiva, pero el entorno puede seguir sintiéndose sofocante.
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El árbol: sombra natural y aire más fresco
Las hojas de un árbol también reflejan la luz solar, aunque su sombra no es del todo opaca. Aun así, esa dispersión de luz favorece la ventilación y permite que el aire circule de forma natural. La estructura abierta del follaje facilita que el aire caliente ascienda y se renueve, creando un microclima más agradable bajo sus ramas.
Otro factor determinante es la transpiración vegetal. Las hojas liberan vapor de agua constantemente, un proceso que enfría su superficie y, como consecuencia, reduce la temperatura del aire circundante.
Según destaca @jordimartix, “las hojas no irradian calor hacia nosotros y el toldo sí”. Esa sencilla diferencia explica por qué, incluso con sombra parcial, estar bajo un árbol resulta mucho más refrescante. En términos de bienestar térmico, con el árbol no solo se gana en frescura, sino que también aporta beneficios ambientales y estéticos de largo plazo.
Fuente: Europa Press.
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Fabio Martínez: “No hay paraíso sin serpientes”
- Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
El escritor colombiano Fabio Martínez estuvo recientemente en Asunción para presentar su libro “La búsqueda del paraíso. Una biografía de Jorge Isaacs”. Se trata de una crónica de no ficción en la que de manera novelada cuenta la historia del destacado escritor romántico, quien en su faceta de político se pronunció a favor de la causa paraguaya durante la guerra contra la Triple Alianza. En esta entrevista con La Nación/Nación Media, el autor caleño nos cuenta sobre lo que representó Isaacs más allá de la novela “María” y de la hermandad entre nuestros países.
–¿Cómo empieza su interés hacia la figura de Jorge Isaacs?
–Yo escribí una biografía de Isaacs porque la institucionalidad de la época en su momento invisibilizó la vida y la vida política del escritor. Al investigar la vida de este personaje llegué a la conclusión de que es uno de los intelectuales más importantes no solo de Colombia, sino de América. Cuando él publica la novela “María” en 1867 enseguida se convierte en una especie de best-seller desde España, pasando por México, Centroamérica, Venezuela, Perú, Paraguay, Uruguay y Argentina. En los currículos académicos de las escuelas y de los colegios de bachillerato estaba vigente la novela “María”. Hace poco tuve la oportunidad de visitar Paraguay y varias personas se me acercaron y me dijeron que habían leído “María”. Mi interés pasa primero porque es paisano. Él nació en Cali, la tercera ciudad colombiana, que está situada en el suroccidente del país y en segundo lugar por ese ninguneo que hubo sobre su vida política, su vida también como científico, etc., que fue muy interesante. En Colombia muchas generaciones hemos leído “María”, pero no se conocía su vida como tal, que está articulada a su obra literaria. Entonces, ese fue mi interés por rescatar esa vida tan importante que tuvo la segunda mitad del siglo XIX.
SOLIDARIDAD
–A pesar de ser una figura descollante de las letras latinoamericanas, se sabe muy poco del vínculo de Jorge Isaacs con el Paraguay. ¿Podría hablarnos sobre cuál fue la posición del escritor respecto a un acontecimiento que marcó la historia de nuestro país?
–En 1868 Isaacs fue elegido representante en la Cámara y como él tenía una relación fluida epistolar con los principales intelectuales de América Latina se informó de esa guerra terrible, la famosa guerra de la Triple Alianza contra la nueva República del Paraguay. Enseguida empezó a establecer relaciones con los intelectuales de la época y promulgó en el Congreso de la República la ley 78 de 1870, donde se plantea de una manera clara que Colombia se solidariza con el pueblo paraguayo. Fue el primer país que realmente se solidarizó con el pueblo paraguayo. Él era un escritor reconocido y es muy posible que él haya redactado este decreto, que es un decreto breve, pero es un decreto de apoyo y solidaridad con el pueblo paraguayo. Yo diría que a partir de esa fecha es que se inician las relaciones de hermandad entre Colombia y Paraguay. Es muy importante que recordemos ese decreto tanto en Paraguay como en Colombia porque hace parte de la unidad latinoamericana que tanto necesitamos. En este junio se cumplen 155 años de la firma del decreto en apoyo a los paraguayos y ahí se inician las relaciones de hermandad entre Colombia y Paraguay. Y es algo muy simbólico y muy importante para los dos países.
–A pesar de ser un eminente escritor, en la política Isaacs no tuvo la misma suerte, ¿no?
–Con la Constitución de 1886 de Colombia, Isaacs fue uno de los derrotados políticos. Isaacs comenzó su labor legislativa como miembro del Partido Conservador, como su padre, el señor George Henry Isaacs, pero rápidamente cambió de partido y se unió al Partido Liberal y al Partido Radical. Entonces, el establecimiento lo quiso borrar.
BIOGRAFÍA NOVELADA
–¿Podría hablar de cómo se inició el proceso de elaboración de su libro y de qué género es?
–La obra es una biografía novelada. Pienso yo que ese género cala muy bien en los lectores. Una biografía novelada que está sustentada en la historia colombiana y latinoamericana de la segunda mitad del siglo XIX. Justamente ahí yo menciono el tema de la guerra de la Triple Alianza con Paraguay y el decreto. Yo en ese momento me encontraba haciendo un doctorado en Semiología en la Universidad de Quebec en Montreal, Canadá, y mis horas del día las pasaba fundamentalmente en la biblioteca. Allí descubrí un libro muy interesante de un académico norteamericano, Donald McGrady, que estaba dedicado justamente a la vida de Jorge Isaacs, cosa que no existía en Colombia. Enseguida me acerqué a una primera biografía que había escrito (Luis Carlos) Velasco Madriñán y cuando regresé a Colombia dediqué varios meses a investigar sobre ese periodo histórico, que es tan importante para Colombia y para América Latina, porque en ese periodo se empiezan a consolidar las nuevas naciones latinoamericanas que se independizaron de España. Entonces, me zambullí en la historia política y cultural de la segunda mitad del siglo XIX y de allí rescaté una serie de documentos que me dieron claridad sobre algo contundente: que Jorge Isaacs había sido más y había hecho más cosas que la novela “María”, que había sido un personaje emblemático, un ícono de la cultura hispanoamericana. Entonces, el mejor género para hacer esto es una biografía novelada, porque es un estilo grato, casi una crónica, como se dice en el mundo del periodismo, una crónica larga sustentada en hechos históricos de la época, en archivos y documentos.
PARAÍSO
–Yendo un poco a lo que es el título del libro, ¿cuál es ese paraíso al que hace alusión?
–Esa idea del paraíso viene desde Colón. Él en uno de los diarios dice explícitamente que ha llegado al paraíso terrestre. Por supuesto, América en el siglo XV era un paraíso con una naturaleza exuberante, con el paisaje, con los ríos, los mares, los valles, las montañas. En 1815, cuando Simón Bolívar se dirige a Kingston, en Jamaica, allí conoce al señor George Henry Isaacs, el futuro padre de Jorge de Isaacs, y él le habla de que lo invita a que visite el país que se va forjando aquí. Pero como yo digo en uno de los apartes de la novela, no hay paraíso sin serpientes. Entonces, esta idea del paraíso siempre ha existido en todas las épocas. A nadie se le ocurre hacer un viaje hacia el infierno, aunque hay seres humanos que lo han hecho y lo siguen haciendo . Entonces, el título de mi libro viene por ese imaginario que a través de toda la historia de la humanidad siempre se ha constituido como el gran topos, el gran lugar donde todos tenemos que llegar, la búsqueda del paraíso.
–Isaacs fue hijo de un rico hacendado caído en desgracia luego de la abolición de la esclavitud. ¿Cómo influyeron en su obra estos acontecimientos de su vida?
–El señor George Henry Isaacs se entronca directamente con las élites terratenientes de la época, compra tierras e incluso llega a tener unas tres haciendas. Entre ellas está la famosa hacienda El Paraíso, que queda a 70 kilómetros de Cali y donde transcurrió la novela “María”. Hoy en día es un museo nacional muy visitado por colombianos y latinoamericanos. Yo siempre he dicho que nuestros países surgieron a raíz de las estancias. Esa fue la primera conglomeración de tipo social y económica que permitió más adelante que estos territorios se constituyeran en naciones independientes después de la guerra de liberación de España y Portugal. Entonces, él se entronca directamente con las élites, pero se produce inmediatamente la liberación de los esclavos, que sustentaban el trabajo en estas haciendas. Entonces, eso produce una crisis económica. El señor George Henry Isaacs quiebra económicamente. Él tenía pensado en vida enviar al joven Jorge Isaacs a estudiar medicina en Londres y ante la quiebra no lo puede hacer y deja a la viuda, doña Manuelita Ferrer, una cantidad de deuda. Esa crisis hace que el joven novelista se siente a escribir, él toma un poco la escritura como una especie de catarsis. Efectivamente, en la novela, si bien es cierto en la vida real él no hace el viaje a Londres, el personaje literario Efraín, que es una especie de alter ego, sí viaja a Londres a estudiar medicina y es ahí donde recibe esa fatal noticia a través de una carta de que su novia María ya estaba enferma. Entonces, él realiza un viaje de regreso, llega por el Pacífico al puerto de Buenaventura. En esa época no existía el canal de Panamá, sino que tenía que bajar al sur del continente y atravesar del Atlántico al Pacífico y cuando llega a la hacienda El Paraíso le encuentra muerta. Por eso es una novela romántica.
ILUSTRACIÓN
–¿Qué ocurre luego del éxito de la novela?
–Después de la publicación de “María”, él se mete de lleno en la política. El joven Isaacs es un hombre culto, es un hombre ilustrado. En su casa de Cali tenía una gran biblioteca y es allí donde se vincula al mundo de la política. Él era un personaje ilustrado que quería ayudar a la construcción de estas naciones que estaban un poco a la deriva todavía. Si bien es cierto eran ricas en lo económico, todavía no tenían un Estado sólido ni habían configurado un Estado democrático importante que pudiera estar al frente de las soluciones de los problemas del país. Lo que yo descubro en la biografía, y guardando las distancias, es que Isaacs fue un poco nuestro Gabriel García Márquez de la segunda mitad del siglo XIX. Así, era necesario reivindicar su historia de vida.
“EN ASUNCIÓN ME SENTÍ COMO EN CASA”
Al tiempo de recordar a figuras de la cultura paraguaya como Augusto Roa Bastos y Rubén Bareiro Saguier, Martínez destaca de su visita la cordialidad con la que fue recibido y subraya la necesidad de que nuestros países asuman posiciones en bloque en el seno de los espacios de decisión de la comunidad internacional.
“Yo no conocía Asunción, yo no conocía Paraguay. Lo conocí a través del maestro que ustedes tienen de la literatura paraguaya, Augusto Roa Bastos, porque en los años 80 lo leíamos. Cuando estuve como estudiante en la Universidad de la Sorbona en París fue a darnos una conferencia a unos 20 estudiantes que veníamos de todas partes del mundo. Fue una charla muy acogedora, era un hombre muy culto, muy noble, muy humilde, muy sencillo. Para mí desde los años 80 Roa Bastos fue un gran referente de la literatura hispanoamericana. En ese mismo ciclo de estudios también conocí a Rubén Bareiro Saguier, un intelectual y académico paraguayo. Estuve en la Feria del Libro y me acordé de él porque en una de las librerías había una fotografía grande de él. Quiero decir que estoy muy agradecido por la invitación que me hizo la Embajada de Colombia en Asunción, con los organizadores de la Cámara del Libro de Asunción también y estoy muy agradecido con los paraguayos y paraguayas que tuve la oportunidad de conocer. En Asunción yo me sentí como en casa, yo no me sentí un extranjero. Los viajes literarios sirven justamente para eso, para unir. Hoy más que nunca los colombianos y los paraguayos tenemos que continuar afianzando esas relaciones de hermandad que tenemos desde el siglo antepasado a través de proyectos de tipo económico, energético, etc., y también a través de proyectos y convenios interculturales, sobre todo en estos tiempos en los que los países se expresan unitariamente en forma de bloques. Nosotros estamos en la necesidad de unificarnos, de cumplir con el sueño latinoamericano que alguna vez planteó el libertador Simón Bolívar”, concluyó.