Desde tempranas horas de este jueves, cientos de familiares forman filas para visitar a sus parientes presos en la Penitenciaría de Tacumbú, luego del sangriento motín que costó la vida de siete reos, el martes pasado. Los asistentes intentaron cumplir con todo un protocolo sanitario antes de ingresar. Sin embargo no se logró evitar aglomeraciones para mitigar riesgos de contagios de COVID-19.

En su totalidad se acercaron madres, hermanas, hijas, esposas y novias de los reclusos, que también llevaban alimentos para sus parientes presos. Bajo el intenso sol aguardaron durante mucho tiempo para poder ingresar a la penitenciaría de Tacumbú durante este jueves.

Por su parte, la ministra de Justicia, Cecilia Pérez, expresó que, hasta el momento, aún el clima continúa tenso en la principal cárcel del país, a dos días el fatal amotinamiento.

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“El motín se iba hacer como distractor”

Pérez aclaró que se encontró el túnel por el que supuestamente escapar los reclusos. Agregó que el motín se llevó adelante para distraer a los guardiacárceles al momento del escape. Se sospecha que los ahora fallecidos filtraron un plan de fuga del grupo lide­rado por Orlando Efrén Bení­tez, el recluso trasladado a la Agrupación Especializada.

“Ahora está un poco tenso todavía, ayer había bastante tensión en la revisión. Tenemos la información de la ubicación del túnel, pero no lo voy a revelar. Esa parte está totalmente ajada ya. Creemos que se aprovechó el motín para tapar la evidencia. No quiero revelar ningún dato de la investigación. El motín se iba a hacer nomás luego como distractor para la fuga por la vía de un supuesto túnel o de otra cosa”, afirmó.

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“Indicios de muchos malos tratos”

Esta mañana, el director de Medicina Legal del Ministerio Público, Pablo Lemir, manifestó que los fallecieron fueron sometidos a torturas con armas de diferentes tipos.

“El término tortura se aplica cuando se trata de agentes del Estado. Desde el punto de vista médico se considera a cualquier apremio físico de parte de cualquier persona. Hay algunos cuerpos que tienen indicios de muchos malos tratos, en el sentido de muchos cortes, muchas puñaladas y un largo etcétera que no quiero entrar por el morbo”, expresó Lemir en contacto con 780 AM.

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Además se reveló que cuatro de los siete presos fallecidos no tenían condena por los delitos de los que eran acusados, como robo y hurto agravado. Especia­listas califican que se trata de una muestra aleatoria que expone el fracaso del sistema judicial en el Para­guay.

De los siete fallecidos, Julio César González Cáceres (35) y Julio Shareamm Barrios (31) eran dos personas con condenas firmes y ejecutadas. Mientras que Roberto Ríos (49) y Fernando Ortiz Eche­verría (26), tenían causas en pleno proceso sin contar aún con culpa ni pena. Alcides González, Carlos Casco Rojas y Francisco Leiva completan la lista de víctimas fatales.


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