El general (SR) Fernando Nolding, quien comandaba la nave que aterrizó segundos después que el vuelo 402 de la Fuerza Aérea Paraguaya que se estrellara en el sector del estacionamiento de la Comandancia de la base aérea de Ñu Guasu a menos de 1.500 metros de la pista del aeropuerto Silvio Pettirossi, habló sobre lo sucedido en comunicación con C9N.
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Nolding fue quien confirmó a la torre de control que era el vuelo 402 de la FAP el que había capotado exactamente a las 14:32, según lo revela la grabación de la conversación con la controladora de vuelo.
Lo vi ingresar para aterrizar
“Como piloto y como amigo, muy triste fue todo lo que aconteció el día de ayer. Yo lo tenía en vista, porque me autorizaron a aterrizar detrás de él. Lo vi ingresar para aterrizar y luego ya me correspondía a mí el siguiente turno”, recuerda el general.
Explicó que lo tuvo en vista en todo momento, salvo en dos o tres segundos que miró a otro lado para realizar la maniobra de aterrizaje. El general Nolding compartió con la tripulación el almuerzo y todo transcurrió normalmente. “El hijo del coronel Pérez Trigo es mi alumno, despegamos casi juntos y volamos en línea recta, a la misma altura y nos llevamos una distancia de entre 5 y 10 kilómetros, era todo normal”, indicó.
Si hay duda, se aterriza
Explicó que en caso de notar que se presentaba un problema, el comandante Pérez Trigo no iba a dudar en aterrizar, pues en la zona hay muchos lugares para hacerlo. “Eso es algo que corresponde, pues si hay alguna duda, se aterriza y no pasa nada”, añadió.
“No corresponde a mi edad, un general retirado opinar qué pudo haber pasado y hay que dejar a la Fuerza Aérea que haga su trabajo. Están los mejores hombres capacitados en aviación y en uno a dos meses, aseguro que se tendrán las conclusiones de lo que ha pasado. Lo único que puedo decir es que en ningún momento el avión presentó anomalías, no hubo ningún problema con los pilotos, hicieron todo lo correcto, pero lo que aconteció en esos dos segundos no lo vamos a saber”.
La última comunicación
La comunicación entre el vuelo 402, un Cessna bimotor C-402, matrícula FAP 0221 de la Fuerza Aérea Paraguaya (FAP), que se precipitó a tierra alrededor de las 14:30 del martes pocos metros antes de aterrizar en el aeropuerto Silvio Pettirossi, no revela ninguna irregularidad antes del accidente, según lo que se puede escuchar en la última conversación entre la tripulación y la torre de control.
“Dios nos guarde; sí señora, es el 402. Que bárbaro, que bárbaro y estábamos juntos, che”, respondió el comandante Nolding a la pregunta de la torre de control.
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Ycuá Bolaños: una tragedia que se vive, se recuerda y se lucha por sanar
Cada 1 de agosto el pueblo paraguayo recuerda uno de los días más terribles y luctuosos de su historia: el incendio del supermercado Ycuá Bolaños. Aquel domingo soleado del 2004 se vio teñido por el fuego, las cenizas y las lágrimas de casi 400 paraguayos fallecidos. Han pasado 21 años, pero la herida sigue sangrando, sigue doliendo.
El sol quedó cubierto por el negro humo que cubrió la ciudad, que se volvió gris y doliente por el terrible suceso que marcó para siempre al barrio Trinidad, donde en cada cuadra había al menos una víctima.
Las llamas habrían iniciado cerca del mediodía en la cocina del patio de comidas del super, el cual, debido al día y el horario, estaba lleno de familias que estaban compartiendo en el lugar o iban a retirar el almuerzo para compartirlo en sus casas.
Los múltiples testimonios refieren que segundos después de escucharse una explosión, el sitio estaba rodeado de llamas, las cuales se extendieron de manera voraz, generando pánico, miedo y un descontrol entre todos los que estaban en el lugar y que, al intentar huir del sitio, se encontraron con los portones y las salidas de emergencias cerradas, quedando atrapados en el infierno que, tras 21 años, permanece en la memoria de todo un pueblo.
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La historia de cientos de sobrevivientes ha sido contada año tras año, con la esperanza de que aquella tragedia nunca sea olvidada. Rocío Melgarejo es una madre que casi pierde a su hija aquel domingo. Ese día la siguió por años, ya que su hija no solo sobrevivió milagrosamente, sino que debió luchar por recuperarse y sanar.
“Mi hija Luna tenía 4 añitos apenas, pero ella cada domingo iba a la iglesia con mi hermano Nelson y su novia María Luisa. Ese domingo no fue la excepción, pero al salir del encuentro fueron hasta el super para almorzar; ellos estaban en el estacionamiento cuando el fuego los atrapó”, relató Rocío a La Nación/Nación Media.
Continúo recordando que, en medio de la densa humareda y las llamas que tomaban el lugar, casi por un milagro un pastor amigo de la familia apareció para ayudar a su hermano a rescatar a la pequeña Luna y su cuñada María Luisa, quienes lograron salir de las llamas al igual que su hermano Nelson, pero con graves secuelas.
“Ese día yo no entendía lo que pasaba, porque a mi hermano lo derivaron a un hospital, a mi cuñada a otro y a Luna al IPS; ahí me dijeron que estaban y fui a buscarla, desesperada. Cuando llegó una de las doctoras, me mostró unos aritos, muy peculiares, cuadraditos; eran los de Luna”, comentó Rocío.
Destacó que en los minutos posteriores a la tragedia, y en medio de la búsqueda y el hallazgo de su hija, no podía dimensionar todo lo que había pasado, pero al llegar a ver a su hija, quedó completamente paralizada, ya que si bien no podía creer el estado en el que se encontraba, sabía que era su retoña.
“Yo entré a la habitación y vi a Luna, estaba en una camilla, y tenía toda la cara colorada, hinchada, con respiradores y soporte médico; no podía creer que era mi hija. Miré sus piecitos, me detuve a mirar sus pies y sabía que era ella, me convencí de que era ella. Ella sufrió un paro respiratorio, estaba muerta al momento en que la rescataron; después volvió a la vida, pero no se sabía cuánto tiempo estuvo sin respirar”, indicó Rocío.
Entre las explicaciones médicas sobre el estado de Luna, surgían posibilidades terribles, como el hecho de que su capacidad del habla y desarrollo se hayan visto comprometidas debido a la falta de oxígeno sufrida, eso sin contar las quemaduras que habían sufrido.
“Luna sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en un 20 % de su cuerpo, pero si bien esa cifra suena poco, ella era muy pequeña y esto hacía que la situación fuera muy grave según los médicos, y que la agravante era la zona de las quemaduras, ya que le afectaba la cara, parte de la cabeza, el cuello y las manos; además, pasamos por infecciones y otras dificultades”, explicó la madre de Luna.
Una vez fuera de terapia intensiva y con la capacidad de ser trasladada, la pequeña Luna inició su camino en una nueva vida, una vida donde debía aprender a lidiar con el dolor de las heridas, los tratamientos por quemaduras y los cuidados para la cicatrización.
La búsqueda de la recuperación total de Luna la llevó hasta Chile, hasta la Caoniquem, que es una corporación que se dedica a la rehabilitación de niños, niñas y adolescentes con quemaduras y otras cicatrices, donde por meses recibió atención médica especializada; debió quedar internada e inclusive permanecer en un albergue junto a su madre.
Rocío recuerda con resiliencia y fortaleza los procesos médicos a los que debió acompañar a Luna, incluyendo las cirugías de injerto y los procesos de confección de sus ropas compresivas que debía utilizar la pequeña para garantizar una rápida y buena recuperación.
“Ella usaba su máscara y ropas de compresión todo el tiempo, siempre; no se las sacaba porque se quería curar. Los primeros años de la escuela las usaba ahí y, si bien nunca me contó que haya pasado mal, sé como mamá y mujer que en algún momento se sentía incómoda por la forma en que nos miraban o hablaban, pero todo lo fuimos superando”, destacó Rocío.
Con una larga lucha, y algunas marcas tanto en la piel como en la memoria, hoy Luna tiene 25 años, trabaja, estudia y se destaca como una persona sumamente afín al arte, ya que baila, canta y pinta, logrando expresarse completamente a través de estas plataformas que la apasionan.
Hoy Rocío relata como un milagro que su hija y su hermano hayan sobrevivido, y recuerda con amor y cariño a su cuñada María Luisa, quien debido a la inhalación de humo y el paro que sufrió no logró sobrevivir. Hoy, a pesar de 21 años de perspectiva, Rocío nunca olvida aquel domingo que marcó la vida de su familia.
Esta madre es el fiel ejemplo de miles de familiares que perdieron a alguien aquel trágico 1 de agosto, pero que también lograron abrazar a un ser querido que fue arrebatado de las llamas aquella mañana, una madre que comprende que el milagro puede nacer en medio de una tragedia y que no existe nada que el tiempo, el amor y la dedicación no curen.
El 1 de agosto del 2004, el incendio del supermercado Ykua Bolaños se cobró la vida de 364 personas y resultaron con heridas graves más de 200, hombres y mujeres. Las familias de todos ellos nunca olvidarán la pérdida, el miedo y la injusticia vivida aquel día, en especial porque si las puertas no hubieran sido cerradas, quizá aún podrían abrazar a quienes aman.
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Venezuela: accidente de avión militar deja siete muertos y tres heridos
Siete personas murieron al estrellarse este miércoles un avión militar de Venezuela durante un vuelo hacia un asentamiento indígena en la región amazónica, informó el Ministerio de Defensa. Tres personas sobrevivieron, incluido el capitán de la aeronave. Entre los pasajeros había indígenas yanomami.
El avión Cessna C-208B se precipitó a tierra el miércoles a 14 km al este del aeropuerto que sirve a Puerto Ayacucho, capital del selvático estado de Amazonas (sur).
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La aeronave “cumplía misión de traslado de personal de la comunidad indígena yanomami a la población de Parima B”, al extremo este del estado, muy cerca del límite con Brasil, indicó un comunicado oficial. “Retornaría con material y equipos” utilizados en las elecciones de alcaldes del domingo pasado.
Las autoridades abrieron una investigación del siniestro. El gobierno informó de la muerte del copiloto de la aeronave y de otras seis personas, sin identificar si todas eran yanomami.
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La aeronave pertenecía al Grupo 9 de la Aviación, enfocado en la atención de comunidades indígenas en la región. Otro avión C-208B del Grupo 9 se estrelló en noviembre de 2022 durante un vuelo de entrenamiento. Cinco oficiales murieron entonces.
Fuente: AFP
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¡Inexplicable!: paso de combustible fue cortado antes del accidente de Air India
El suministro de combustible de los motores del avión de Air India que se estrelló el mes pasado se interrumpió poco antes del impacto, según un informe preliminar del suceso, en el que murieron 260 personas.
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El Boeing 787-8 Dreamliner se dirigió desde Ahmedabad, en el oeste de India, a Londres cuando se estrelló poco después del despegue. Murieron 241 personas que iban a bordo y otras 19 en tierra. Sólo hubo un superviviente, un pasajero.
El informe de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreos de India, publicado la madrugada del sábado, no ofreció conclusiones ni atribuyó responsabilidades por la catástrofe, pero indicó que un piloto preguntó al otro por qué había cortado el combustible, y el segundo respondió que no lo había hecho.
En su informe de 15 páginas, la oficina de investigación indicó que, una vez que la aeronave alcanzó la velocidad máxima registrada, “los interruptores de corte de combustible del Motor 1 y del Motor 2 pasaron de la posición RUN a CUTOFF uno tras otro con un intervalo de 0,1 segundos”.
“En la grabación de voz de la cabina, se escucha a uno de los pilotos preguntarle al otro por qué había cortado el suministro de combustible. El otro piloto respondió que no lo había hecho”, indicó.
La aeronave comenzó a perder altitud rápidamente. Los interruptores volvieron entonces a la posición RUN y los motores parecían estar ganando potencia, pero “uno de los pilotos transmitió ‘MAYDAY MAYDAY MAYDAY’”, mensaje de alerta en la aviación, según el informe.
Los controladores de tráfico aéreo preguntaron a los pilotos qué ocurriría, pero entonces vieron el avión estrellarse y llamaron a los servicios de emergencia.
La conclusión va a tardar
Esta semana, el sitio web especializado The Air Current, citando varias fuentes cercanas a la investigación, informó que esta “se había centrado en el movimiento de los interruptores de combustible del motor”.
También señaló que el análisis completo del accidente podía “llevar meses, si no más” y que “el enfoque de los investigadores podía cambiar en ese tiempo”.
El informe de la agencia india señala que la Administración Federal de Aviación estadounidense había emitido un boletín en 2018 alertando sobre “la posible desactivación de la función de bloqueo del interruptor de control de combustible”.
Aunque ese aviso no se demostró una “condición insegura” que justificara acciones más serias, Air India explicó a los investigadores que no llevó a cabo las inspecciones sugeridas porque eran “recomendadas, pero no obligatorias”.
Air India cumplió con todas las directivas de aeronavegabilidad y los boletines de servicios de alerta de la aeronave, agrega el informe.
La oficina declaró que no se habían recomendado para los operadores ni fabricantes de motores del B787-8 y/o GE GEnx-1B, medidas que sugieren que no hay problemas técnicos con los motores (GE) ni con la aeronave (Boeing).
Agregó que la investigación estaba en curso y que se había solicitado información a las distintas partes involucradas.
En un comunicado, Boeing dijo que iba a “continuar respaldando la investigación” y añadió que “sus pensamientos siguen” con los afectados por el desastre.
De su parte, Air India dijo que estaba “trabajando estrechamente con las partes implicadas, incluidos los reguladores” y se comprometió a “cooperar plenamente” con las autoridades “mientras progresa su investigación”.
La Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) de Naciones Unidas estipula que los países que investigan un accidente aéreo deben publicar un informe preliminar en los 30 días posteriores al suceso.
De los 230 pasajeros que transportaba el avión, 169 eran indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense. Los tripulantes eran 12. Un pasajero británico sobrevivió milagrosamente y ya recibió la alta hospitalaria.
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Fuente: AFP
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India: identifican a 135 víctimas del accidente aéreo
- Ahmedabad, India. AFP.
El trabajo de identificación de las víctimas del accidente del vuelo Air India 171 prosigue en Ahmedabad, en el noroeste de India, al mismo tiempo que los funerales de quienes fueron devueltos a sus familias. El accidente el pasado jueves del Boeing 787 de la aerolínea india, justo después de su despegue con destino Londres, causó al menos 279 muertos, según el último balance oficial. Es el peor siniestro aéreo en el mundo desde 2014.
Las autoridades habían identificado ya a 135 víctimas gracias a las muestras de ADN facilitadas por familiares, según un responsable del gobierno local, Harsh Sanghavi. En total, unos 50 cuerpos fueron devueltos a las familias, lo que permitió celebrar los primeros funerales, que prosiguieron este lunes en la ciudad y en otros lugares, indicaron periodistas de AFP.
Muchos de los allegados se mostraban frustrados por la lentitud del proceso de identificación. “Nos dijeron que llevaría 48 horas (...) pero seguimos sin tener respuesta”, declaró el domingo a AFP Rinal Christian, de 23 años, cuyo hermano mayor iba a bordo del vuelo 171.
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“Mi hermano era el que mantenía a toda la familia. ¿Qué vamos a hacer ahora?”, se preguntó. El Boeing 787 de Air India, con 242 personas a bordo, se estrelló el jueves en un barrio residencial de Ahmedabad justo después de despegar a las 13:39 locales (8:39 GMT).
Según la aviación civil india, en el aparato iban 230 pasajeros - 169 indios, 53 británicos, siete portugueses y un canadiense -, además de 12 tripulantes. Un solo pasajero sobrevivió milagrosamente a la caída del avión sobre los edificios de un barrio situado fuera del aeropuerto.
Según el último balance oficial, al menos 38 personas murieron en dicho barrio como consecuencia de la caída del aparato. Los investigadores de la aviación civil descubrieron el domingo la segunda caja negra del Boeing, la que registra las conversaciones en el cockpit.
La primera caja, que registra los parámetros técnicos del vuelo tales como velocidad, altitud, trayectoria y motores, fue recuperada el viernes en la cola del avión. Según los primeros elementos de la investigación, el piloto emitió una llamada de emergencia justo después del despegue.
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Trágico destino para dos niñas
Dos niñas británicas quedaron huérfanas cuando el avión de Air India se estrelló, ya que su padre, que había viajado a la India para esparcir las cenizas de su madre, murió en el accidente mientras iba de regreso al Reino Unido. Arjun Patoliya había viajado a la India para cumplir con los rituales funerarios y esparcir las cenizas de su esposa Bharti, fallecida unas semanas antes. Estaba regresando a su casa, en el Reino Unido, donde quedaron sus dos hijas de cuatro y ocho años, cuando el avión se estrelló.
“El esposo fue a realizar los ritos en India y al regresar estaba a bordo del avión. Deja a dos niñas pequeñas huérfanas”, declaró Anjana Patel, alcaldesa del distrito londinense de Harrow, durante una vigilia multiconfesional en homenaje a las víctimas del accidente aéreo del jueves.
En total, 279 personas —incluidos pasajeros, tripulantes y personas en tierra— murieron cuando un Boeing 787-8 Dreamliner con destino Gatwick, en el Reino Unido, se estrelló en el este de India poco después del despegue. Entre las víctimas había 52 británicos. “No tenemos palabras para describir lo que deben estar sintiendo las familias y los amigos, así que lo que podemos hacer es rezar por ellos”, destacó Patel. El británico Vishwash Kumar Ramesh, de 40 años, sería el único superviviente del accidente.