Muy popular en Paraguay, Brasil y España, el piki vóley ha sido deporte de exhibición durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016. Este deporte, mezcla de fútbol y voleibol, nació en las playas brasileñas siendo Romario, aquel destacado exjugador de la selección brasileña de futbol, campeón del mundo en Estados Unidos 1994, su más conocido promotor y jugador.

En nuestro país, es un juego que se practica en las plazas, en las calles, al costado de las rutas, en los pueblos del interior y casi en cualquier lugar donde se pueda colgar una red o simplemente una piola.

El nivel al que ha llegado el piki vóley en Paraguay es tan elevado, que una dupla guaraní derrotó a los brasileños en la final de la Olimpiada de Río en el 2016 y antes ya habíamos conquistado el campeonato mundial en el 2011, también en la capital mundial del carnaval.

Aparte de la altísima calidad a la que han llegado nuestros compatriotas en el piki vóley, este juego popular se caracteriza por los pintorescos apodos creados por la inmensa afición que sigue las competencias. Tal es el caso de “Chore’i” Lugo, quien fuera uno de los ganadores de la final olímpica en Río 2016.

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Apodos llamativos

Este viernes 16 de octubre, se prepara en la ciudad de Horqueta, departamento de Concepción, una jornada desafío. Estos juegos se desarrollan en parejas, por equipos o simplemente de manera individual.

En cuanto a los apodos, en esta competencia organizada por la Federación de Futvoley de Alto Paraná en la ciudad mencionada, participarán “Velo´i” representando a la ciudad de Horqueta, así como “Veliño de Oro”, el “Chico Mago”, el “Famoso Resorte” y “Braian Chacarita”.

Para otro juego fueron llamados “Curepa”, el “Mejor del Norte” y “Anguyita” contra el “Gran Guasu’i”, quien hace equipo con “Renso” y “Angu”.

Los desafíos individuales siempre aparecen en cartelera y el “Mejor del Norte” estará frente a frente a “Mbarigüi”. La jornada concluye con un enfrentamiento entre Alcides Alarcón, el único con nombre y apellido y “Monito de la tierra” ante “Cesarito” y el “famoso Pirikito”.

Ojalá que este deporte vaya ganando en organización, pues sin duda Paraguay y Brasil, como en aquellos gloriosos tiempos del fútbol de salón, se reparten los títulos en los eventos internacionales.

Por ahora, el piki vóley goza de buena salud gracias a la simplicidad para jugarlo y las jugosas apuestas que se generan a su alrededor. Los apodos de los competidores trascienden al juego mismo y suponemos que forman parte de alguna estrategia de marketing popular, muy pintoresca y paraguaya.

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