En sus redes sociales, la XXI Compañía de Areguá divulgó el obsequio que recibió uno de los uniformados que participó de las tareas para sofocar el fuego en los últimos días. Se trata de Jesús Franco, quien fue fotografiado por una persona anónima mientras combatía la quema de pastizales en dicha ciudad.
“La foto que volvieron viral, donde se ve a nuestro móvil AB-212 con personales evacuando a causa del incendio, ya tiene postal. Una persona anónima se acercó al cuartel a obsequiar el cuadro al BVC Jesús Franco, quien aparece en la imagen mencionada”, señala la publicación hecha en Facebook.
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El pasado jueves, el fuego se reavivó nuevamente en la zona del Cerro Kõi, Areguá, afectando en esta ocasión al área urbana de la capital del departamento Central. Varios focos de incendio se registraron a los costados de los ramales que interceptan el distrito. Uno de ellos es la zona conocida como Conavi 2 - Caacupemí. Las llamas empezaron a alcanzar las primeras viviendas.
Antecedentes
Un voraz incendio consumió la zona boscosa del Cerro Kõi durante los últimos días; fue combatido por más de una docena de carros de bomberos de distintas compañías y vecinos del lugar, quienes incansablemente sumaron esfuerzos con baldes de agua para tratar de aplacar el fuego.
Ante esta situación, bomberos lamentan la situación que están atravesando actualmente por la falta de infraestructura, a pesar de recibir los recursos económicos que les corresponde, por parte del Ministerio de Hacienda. Estiman que hubo más de 15 mil focos de incendios en los últimos días.
Hasta este sábado se pudo constatar que a nivel país se redujeron de forma importante los focos de calor. Desde el Instituto Forestal Nacional del Paraguay (Infona) informaron que se detectaron 357 focos en las últimas 12 horas.
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Fernando de la Mora: controlan incendio de grandes proporciones y salvaron a dos loros
Este miércoles, un incendio de grandes proporciones se registró en un local de venta de aceites para vehículos en la ciudad de Fernando de la Mora y ya fue controlado por el Cuerpo de Bomberos Voluntarios del Paraguay (CBVPY). Durante el siniestro lograron salvar a dos loros, que fueron entregados a sus dueños.
El incendio inició en horas de la tarde de hoy, en un local ubicado en la zona Sur de Fernando de la Mora específicamente sobre la calle Moros, casi Independencia Nacional. En el sitio se dedicaban a la venta de aceites y en otro piso tenían un depósito, donde se habría originado las llamas.
A estas horas, los bomberos siguen trabajando para enfriar la zona. No se reportaron personas heridas y los voluntarios lograron rescatar a dos loros que estaban dentro del local, estos fueron entregados a sus dueños, quienes solo querían que rescaten a sus mascotas.
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“Estamos haciendo el enfriamiento de un salón comercial que se tenía en el lugar y el tercer nivel que funcionaba como depósito del lugar. No se tuvo ningún tipo de incidente tanto de civiles como al personal de los bomberos y logramos rescatar dos loros que serían de los propietarios del local”, detalló en capitán Ray Mendoza, en entrevista con C9N.
Afirmó que hasta el momento es difícil presumir cómo se habrían originado las llamas. “Hay mucho aceite derramado en la zona, por lo menos hasta unos 200 metros y que representa un peligro para los transeúntes así como también para los automóviles que circulan a la zona”, puntualizó.
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Fotógrafa mexicana recibe el Princesa de Asturias de las Artes
- Barcelona, España. AFP.
La mirada innovadora y profunda de la fotógrafa Graciela Iturbide fue galardonada este viernes pasado con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2025, para quien las potentes imágenes de la mexicana invitan “a mirar más allá de lo visible”. El jurado ensalzó igualmente en su decisión el “mundo propio” de Iturbide, que abarca “desde lo primitivo a lo contemporáneo; desde la crudeza de la realidad social hasta la magia espontánea del instante”, según el acta que acompañó el fallo del premio convocado por la Fundación Princesa de Asturias, la heredera al trono español.
Nacida el 16 de mayo de 1942 en Ciudad de México, Iturbide comenzó estudios de cine, pero se interesó por la fotografía tras asistir a las clases de Manuel Álvarez Bravo (1902-2002), contemporáneo y amigo de gigantes como el francés Henri Cartier-Bresson.
La joven fotógrafa empezó a acompañarle al inicio de los años 1970 por todo México, pero pronto tomó su propio camino, que le llevó a recorrer a fondo su país, al que miró con profundidad, así como numerosos lugares de Latinoamérica y del mundo, retratados en sus icónicas imágenes en blanco y negro. “Para mí las fotos son la manera (...) de conocer el mundo. Y pasas del ser humano al paisaje. Y ahora el principio del mundo”, indicó en una entrevista con la AFP en 2022.
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“Pasión y disciplina”
Con una premiada producción, Iturbide es autora de obras clásicas de la fotografía contemporánea, como su serie sobre los indios seri, en el desierto de Sonora (noroeste de México, 1978), o su libro “Juchitán de las mujeres”, sobre un pueblo del estado sureño de Oaxaca.
De su objetivo, sin embargo, también salieron otras aplaudidas imágenes captadas por el mundo, como la serie sobre India que realizó junto al brasileño Sebastiao Salgado.
“Para ser buen fotógrafo hay que tener pasión y disciplina, nada más. Y puede ser a la vuelta de tu casa si quieres. Pero claro, si quieres conocer el mundo y tienes una cámara, es maravilloso”, explicó en su encuentro con la AFP.
Su obra fue expuesta en centros de gran relevancia artística mundial, como el Centro Pompidou de París, el San Francisco Museum of Modern Art, además de valerle numerosos reconocimientos.
Oficial de la Orden de las Artes y las Letras de Francia, o doctora honoris causa por el Columbia College de Chicago, Iturbide recibió también el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México o el William Klein de la Academia de Bellas Artes francesa.
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Excepcional
El de Artes ha sido el cuarto de los ocho galardones de esta edición de los premios, considerados los más prestigiosos del mundo iberoamericano, que cada año, y normalmente a ritmo de uno por semana, otorga la Fundación Princesa de Asturias.
Este debía haber sido el primero de la serie de 2025, pero el masivo apagón eléctrico que afectó a la península ibérica el 28 de abril obligó a posponer el fallo previsto para esa semana.
El año pasado, en esta categoría, el reconocimiento fue para el cantante y compositor español Joan Manuel Serrat, una voz esencial para varias generaciones de españoles y latinoamericanos, distinguido “por el alcance de una trayectoria artística que trasciende la música”.
En otras ediciones también fueron premiados en este apartado músicos como Ennio Morricone, Paco de Lucía y Bob Dylan, así como figuras del cine como Meryl Streep, Woody Allen o Pedro Almodóvar, o arquitectos como Óscar Niemeyer.
Este año ya se fallaron el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, que recayó en el filósofo y ensayista alemán de origen surcoreano Byung-Chul Han, y el de las Letras, concedido al español Eduardo Mendoza, por ser un “proveedor de felicidad para los lectores”. El pasado miércoles se desveló también el de Ciencias Sociales, que fue para el sociólogo estadounidense Douglas Massey.
Estos premios, instituidos en 1981, están dotados con 50.000 euros (unos 56.600 dólares) y una escultura creada por el fallecido artista catalán Joan Miró. Los galardones, que toman su nombre del título de la heredera al trono de la Corona española, la princesa Leonor, son entregados por ella y los reyes Felipe VI y Letizia en octubre en una ceremonia en Oviedo, capital de Asturias.
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Falleció el fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado a los 81 años
- París, Francia. AFP.
El fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado, conocido por sus grandes imágenes en blanco y negro de la Amazonía o de algunos conflictos del mundo, murió este viernes en París a los 81 años, informó su familia y la Academia de Bellas Artes francesa. “Recibimos una noticia muy triste (...) la muerte de nuestro compañero Sebastiao Salgado, si no el más grande, uno de los más grandes y mejores fotógrafos que el mundo ha dado”, reaccionó el presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva.
La Academia de Bellas Artes de Francia, de la que Salgado era miembro desde 2016, anunció su deceso en la red social X y lo describió como un “gran testigo de la condición humana y del estado del planeta”. Su familia también confirmó su fallecimiento y detalló a AFP que “contrajo una forma particular de malaria en 2010, en Indonesia, en el marco de su proyecto Génesis”, el libro que publicó en 2013.
“Quince años más tarde, las complicaciones de esta enfermedad derivaron en una leucemia grave que le pasó factura”, añadió en un comunicado.
“A través del objetivo de su cámara, Sebastião luchó incansablemente por un mundo más justo, más humano y más ecológico”, continuaron sus familiares.
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El artista tenía previsto inaugurar el sábado en Reims, en el noreste de Francia, una exposición de dibujos de su hijo Rodrigo, de 45 años y portador del síndrome de Down, informó a AFP la agencia encargada de promover la muestra.
Nacido el 8 de febrero de 1944 en la localidad rural de Aimorés, en el estado de Minas Gerais (sureste), Salgado tenía también la nacionalidad francesa. Se exilió al país europeo en 1969 para huir de la dictadura militar con su futuro esposa, Lelia Wanick, con quien tuvo dos hijos.
“Espejo de la sociedad”
Desde Ruanda a Guatemala, pasando por Indonesia y Bangladés, el brasileño documentó hambrunas, guerras, éxodos y explotación laboral en el tercer mundo. En los últimos años centró su trabajo en la protección de la naturaleza, aunque ya en 1998, había formado junto a su esposa el Instituto Terra.
El objetivo era regenerar los bosques y la biodiversidad desaparecidos debido a la deforestación, un exitoso proyecto al que hasta en 2022 se habían sumado unos 3.000 propietarios de tierras.
Comprometido con la causa climática, fue un crítico feroz del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) por su política de abrir la Amazonía a actividades como la agricultura y la minería.
Las fotografías de Salgado se publicaron en la prensa internacional y en revistas como Life o Time, y fueron objeto de innumerables libros y exposiciones, sobre todo en París, donde vivió gran parte de su vida.
Fue, de hecho, en la capital francesa donde comenzó su carrera como autodidacta en 1973, trabajando sucesivamente para las agencias Sygma, Gamma y Magnum hasta 1994.
Junto con su esposa, fundó entonces Amazonas Images, una agencia dedicada exclusivamente a su trabajo, que se convirtió en su estudio.
El artista veía en la fotografía “un poderoso lenguaje para intentar establecer una mejor relación entre el hombre y la naturaleza”, recordó la Academia de Bellas Artes francesa en su biografía.
En una entrevista con AFP en Londres en abril de 2024, afirmó que la fotografía era “el espejo de la sociedad”.
El fotógrafo, de formación economista, trabajó casi exclusivamente en blanco y negro. Lo consideraba tanto una interpretación de la realidad como una forma de transmitir la dignidad irreductible de la humanidad.
Salgado recibió prestigiosos galardones, como el Príncipe de Asturias y el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad. También fue protagonista del documental nominado al Óscar “La Sal de la Tierra”, de Wim Wenders, en el que se relató sus viajes a lugares tan lejanos como el Círculo Polar Ártico y Papúa Nueva Guinea, que alimentaron su libro “Génesis” (2013).
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El fotoperiodismo elevado al arte
El fotógrafo brasileño Sebastiao Salgado, fallecido este viernes a los 81 años, inmortalizó durante cinco décadas lo mejor y lo peor del planeta: desde los remotos tesoros naturales hasta las calamidades humanas, con un estilo inconfundible que alió belleza con compromiso.
Autodidacta, Salgado, que tenía también la nacionalidad francesa, deja un icónico testimonio de centenares de viajes, publicado tanto en grandes revistas como “Life” y “Time”, como exhibido en museos de capitales como París, donde residió buena parte de su vida.
Desde Ruanda a Guatemala, pasando por Indonesia y Bangladés, el brasileño documentó hambrunas, guerras, éxodos y explotación laboral en el Tercer Mundo con la mirada empática y no condescendiente “de quien viene de la misma parte del mundo”, solía decir.
Su universo en blanco y negro, de estética elegante, también fue una celebración de los paisajes más bellos, como los ‘ríos voladores’ de la Amazonía, y a la vez un aviso de la necesidad de protegerlos ante la emergencia climática.
Salgado recibió prestigiosos galardones, como el Príncipe de Asturias y el Premio Internacional de la Fundación Hasselblad y fue protagonista del documental nominado al Óscar “La Sal de la Tierra”, de Wim Wenders, sobre sus periplos a lugares recónditos como el Círculo Polar Ártico y Papúa Nueva Guinea, que alimentaron su libro “Génesis” (2013).
África, Reagan y minas
Nacido el 8 de febrero de 1944 en la localidad rural de Aimorés, en el estado de Minas Gerais (sureste), Salgado se crió junto a siete hermanas en la finca propiedad de su padre, ganadero. De su infancia en una tierra donde visitar a un allegado requería días de trayecto, decía haber aprendido la paciencia, primordial para un fotógrafo que debe saber esperar “la fracción de segundo” que busca captar.
Empezó Derecho, pero en seguida saltó a Economía, cuyo máster obtuvo en la Universidad de Sao Paulo. Militante de izquierdas, se trasladó en 1969 a Francia huyendo de la dictadura en Brasil, junto a la que sería su compañera de vida, Lelia Wanick.
Empleado en la Organización Internacional del Café, el brasileño viajaba a menudo a África, donde empezó a fotografiar, después de probar por primera vez en 1970 una cámara que Lelia había comprado.
“Me di cuenta de que las instantáneas me producían más placer que los informes económicos”, confesó.
Salgado descartó entonces una suculenta oferta laboral del Banco Mundial en Washington para entregarse a la fotografía. Entre tanto, Lelia criaría prácticamente sola a sus dos hijos, Juliano Ribeiro y Rodrigo, nacido con síndrome de Down.
África, donde se sentía “como en casa” por su peso cultural en Brasil desde los tiempos de la esclavitud, fue objeto de sus primeros reportajes sobre sequías y hambrunas en países como Níger y Etiopía, lo que le abrió la puerta de la legendaria agencia Magnum en 1979.
Con esta, fue por una vez fotógrafo de una ‘breaking news’ mundial: el intento de asesinato de Ronald Reagan en 1981, que presenció cuando cubría un acto del presidente en un hotel: tomó 76 fotos en 60 segundos.
Pero fue su primer libro, “Otras Américas” (1984), retrato de pueblos indígenas, lo que hizo despegar su fama, consagrada dos años después con las fotos de Serra Pelada (Brasil), la mayor mina de oro del mundo a cielo abierto, donde durante 35 días convivió con miles de hombres cubiertos de lodo y en condiciones inhumanas.
Siguió otra obra antológica, “Éxodos” (2000), sobre migraciones forzadas en 40 países. Algunas voces le acusaron de hacer “estética de la miseria”, pero Salgado las ignoró, manteniendo la fe en su trabajo.
Bolsonaro en la mira
Antes de disparar “hay que estar ligado al fenómeno”, explicaba Salgado, justificando el tiempo pasado con sus sujetos, a los que retrataba con las tres cámaras Leica que llevaba colgando alrededor del cuello.
La fotografía es “una forma de vida. Corresponde a mi ideología (...) mi actividad humana y política, va todo junto”, confesó a la AFP en 2022, al presentar en Sao Paulo su exposición “Amazonía”, fruto de un trabajo de siete años en la mayor selva tropical del mundo.
Comprometido con la causa climática, Salgado fue un crítico feroz del presidente ultraderechista Jair Bolsonaro (2019-2022) por su política de abrir la Amazonía a actividades como la agricultura y la minería.
En su estado natal, fundó además el Instituto Terra para regenerar los bosques y la biodiversidad desaparecidos debido a la deforestación, un exitoso proyecto al que hasta en 2022 se habían sumado unos 3.000 propietarios de tierras. Preguntado por lo aprendido a lo largo de su periplo planetario, Salgado resumió en 2016: “Que existe una cosa artificial que se llama fronteras. En todas partes, vi al mismo ser humano. El extranjero no existe”.
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Areguá albergará encuentro internacional de ceramistas
Del 28 al 30 del corriente, la programación recorrerá el casco histórico de la Ciudad Creativa, abrirá puertas de talleres sobre la Ruta Nacional de la Artesanía, ofrecerá un seminario internacional con exposiciones y actividades vivenciales, entre otros eventos.
La ciudad de Areguá, con sus colinas rojizas y su memoria de barro, se afianza en el mapa del mundo creativo al celebrar su Tercer Encuentro Internacional de Ceramistas, un festival donde la tradición y la innovación se funden como el fuego y la arcilla. El evento se realizará la próxima semana, desde miércoles 28 hasta el viernes 30, con la participación de representantes invitados de Argentina, Ecuador, Brasil, México y otros. Con modalidad presencial y virtual, este intercambio de saberes y experiencias es ya un hito en Areguá.
En ese marco, el viernes 30, Areguá será escenario también del Foro Latinoamericano Virtual de Ciudades Creativas de Artesanía y Arte Popular. Estas actividades se desarrollan en el Mes del Ceramista, cuyo día internacional se celebra el 28 de mayo, fecha en que se inaugura este importante evento. Durante esos días, saberes de antaño y lenguajes actuales se encontrarán sin prisa, compartiendo herramientas, relatos y silencios en un espacio que honra la creación como raíz y horizonte.
“Este es un logro tejido con muchas manos: espacios culturales, asociaciones, autoridades y, sobre todo, nuestra comunidad de artesanos que lleva siglos modelando y enriqueciendo la identidad de Areguá”, señala Gabriela Frers, directora de Estación A, Núcleo Cultural, y coordinadora de la Gobernanza local ante la Unesco.
PROGRAMA
La programación recorrerá el casco histórico, abrirá puertas de talleres sobre la Ruta Nacional de la Artesanía, ofrecerá un seminario internacional con exposiciones y actividades vivenciales, como acto final, una ceremonia de fuego en el horno Noborigama, donde la tierra, el aire y la llama hablarán sin necesidad de intérpretes.
Será también una oportunidad para compartir estudios sobre el impacto de la designación de Areguá como Ciudad Creativa de la Unesco y para presentar un proyecto que busca optimizar energéticamente los hornos alfareros, apostando por la sostenibilidad sin renunciar a la esencia.
El viernes 30 de mayo se desarrollará en paralelo el Segundo Foro Latinoamericano de Ciudades Creativas, con representantes de San Cristóbal de las Casas (México), Chordeleg y Montecristi (Ecuador), Trinidad (Cuba), Pasto (Colombia), João Pessoa (Brasil) y Areguá (Paraguay). Voces diversas que aportarán miradas sobre cómo el arte popular impulsa el desarrollo local y la identidad.
El encuentro tendrá, además, talleres vivenciales conducidos por ceramistas de Itá y Misiones (Argentina), la exposición “Cuerpo a tierra”, en el Centro Cultural del Lago y, posteriormente, una feria de ceramistas los días 31 de mayo y 1 de junio, que será el epílogo festivo de esta gran celebración de la arcilla en el Mes del Ceramista.
EXPECTATIVAS
La próxima celebración del Tercer Encuentro Internacional de Ceramistas está rodeada de mucha ilusión, entusiasmo y expectativas por parte de la comunidad de artesanos aregüeños.
Para Agustina Rejala, el evento “es muy importante porque conocemos a otros compañeros ceramistas, compartimos conocimientos y también pueden surgir nuevas ideas y proyectos. Así fue en los anteriores y espero que este año también. Además, es una oportunidad de comercialización en ferias y de abrir posibles mercados en otros países”, dice.
Por su parte, la ceramista Hortensia Chamorro destaca que es un valioso espacio de intercambio de saberes y técnicas. “Es una oportunidad para que artistas y artesanos compartan conocimientos, aprendan nuevas formas de trabajar en la cerámica y se inspiren mutuamente. Es una forma de rendir homenaje al trabajo manual, a la paciencia y al arte que implica transformar el barro en algo bello y significativo”, expresa.