El historiador David Velázquez Seiferheld, se refirió a episodios que marcaron la historia del Paraguay y que tuvieron como protagonistas a jóvenes. Velázquez fue invitado a conversar sobre estos hechos en el programa Asamblea por el canal GEN, bajo la conducción del periodista Augusto Dos Santos.
“La palabra juventud está compuesta por diversas variables, siendo la edad una de ella, pero hay diferentes maneras de vivirla según aspectos como el sexo o los lugares en donde lo vive”, comienza explicando Velázquez. Mencionó que las expectativas de vida también se configuran dentro de las variables cuando hablamos de una persona joven.
Las trágicas situaciones por las que ha atravesado Paraguay a lo largo de su historia, muchas veces han hecho que el paso entre el niño y el adulto haya sido más corto, por eso es que muchos jóvenes tuvieron apariciones destacadas en situaciones que bien podrían corresponder a algún adulto.
Atribuyó a ese fenómeno, el hecho que pocos niños, una vez terminada la educación primaria, continúen con la secundaria. En 1929, de un total de cien mil niños que componían realizaban la primaria, solo setecientos accedían a la educación secundaria y solamente aquellos quienes consideraban realizar una carrera universitaria lo hacían. La educación secundaria era considerada una antesala de la universidad y no una continuación de la educación primaria.
Jóvenes que dejaron huellas
El historiador recordó el caso de los jóvenes del 23 de octubre de 1931, que fueron acribillados frente al Palacio de Gobierno durante una protesta ante lo que consideraban la inacción del gobierno en defensa del Chaco. Más adelante mencionó a José Asunción Flores, quien fuera enviado como una especie de castigo a la banda de músicos de la Policía y terminó creando la guarania a los 21 años.
Entre las mujeres jóvenes y destacadas, el historiador mencionó a las hermanas Speratti, por ejemplo, introdujeron en Paraguay en 1890, cuando aún no habían alcanzado los treinta años de edad, el sistema de escuelas graduadas, así como Serafina Dávalos, quien a los 27 años de edad, en 1904, había creado la primera escuela mercantil.
Un grupo de jóvenes también fueron quienes trajeron la reforma universitaria desde Córdoba en 1928 y los jóvenes que participaron en las manifestaciones obreras de 1959, quienes en su gran mayoría terminaron exiliados, fueron protagonistas en la vida política nacional tras la caída de la dictadura en 1989.
El despertar de los jóvenes siempre ha sido muy intenso en las élites sociales del Paraguay, pero estas actitudes se han ido modificando a través del tiempo en la medida en que los jóvenes fueron integrándose más a la educación secundaria, aunque la vida rural siempre ha corrido por un camino paralelo", explicó el historiador.
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“Gracias al Paraguay ahora vivo mi vida más plenamente”
En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al documentalista e influencer estadounidense Nathan Seastrand, quien reside en nuestro país hace varios años, se casó con una paraguaya y es padre de un pequeño paraguayo. Personaje popular en las redes, se presenta como un yanquiguayo y recorre los diversos escenarios naturales de nuestro país, especialmente en el Chaco, del que se declara como un profundo amante.
- Fotos: Emilio Bazán
–¿Cuándo fue que saliste de donde habías nacido y qué es lo que te inspiró a venir a Paraguay?
–Mi historia es muy extraña. Yo era un misionero mormón. Yo soy de Utah. Los mormones tienen en su cultura mandar a los chicos a los 18 años a diferentes países. Y vos no escogés. Cuando yo tenía 18, me dijeron: “Vas a Asunción, Paraguay”. Y realmente en esa época yo estaba superfeliz. Aunque no conocía nada, me parecía fantástico porque era Sudamérica en el corazón.
–Y después ¿qué pasó?
–Pasé dos años como misionero. Yo estaba en la Chacarita, el Bañado. Llegué a amar a esa gente, amar la cultura única que hay en el Bañado. Después volví a mi país y extrañaba Paraguay. Yo siempre pensaba en Paraguay. Buscaba videos en Youtube de Paraguay, que en esa época no había muchos. Y siempre pensaba en volver acá a Paraguay. Y mi sueño era, porque no tuve la oportunidad en mi misión, de salir de Asunción, siempre escuchaba sobre el Chaco. Entonces tenía en mi mente muy fijo volver a Paraguay e ir al Chaco, conocer a los indígenas, el mundo salvaje. Yo siempre amé la aventura y el Chaco me parecía ese lugar mítico. Y yo sabía adentro de mi corazón que algo especial me esperaba.
–Ese amor por la aventura y el monte ¿viene ya de alguna cuestión de tu niñez o tenía más relación con tu presencia en Paraguay?
–Desde niño. Mi papá es un hombre muy de la naturaleza. Desde niño nos llevaba a las montañas en Estados Unidos para ver alces, osos, arroyos. Y yo también fui un boy scout. Yo estaba decidido. Yo sabía que Paraguay era donde tenía que volver.
–¿Y un día armás la mochila y te vas para el Chaco?
–Yo volví a Paraguay en 2018. Tenía un amigo que conocía un poco de Filadelfia y Neu land. Y él me dijo: “Yo conozco a los nivaclé”. Y nos fuimos y tuve mi primera aventura en el Chaco en 2018.
INSPIRACIÓN
–Y supongo que empezaste a leer a gente que trabaja esta temática, ¿no?
–Yo veo a José Zanardini como mi padrino de todo esto. Yo leía todos sus libros. He hablado con él varias veces. Sus libros, en especial “Los indígenas del Paraguay”, me enseñaron la base de todo y también su amor hacia los ayoreos, él habla ayoreo. Eso me inspiró mucho. Su vida en sí. Él es, como yo siempre decía, el Indiana Jones de Paraguay. Él es el original. Yo aspiro mucho a ser como él.
–Tu tarea esencialmente es el registro fílmico, o sea, sos realizador, videasta, ¿no? Y te nutrís de temas de biología, de antropología y todo lo demás, ¿verdad?
–Sí, básicamente con algunos otros amigos extranjeros. Un húngaro, mi hermano que también es estadounidense y un lituano. Nosotros estamos formando un estudio de cine acá en Paraguay que se llama Deep Jungle. Y nuestra idea es contar las historias desconocidas, perdidas, de los lugares más lejanos en el Chaco o de la selva que nadie conoce. Esa es nuestra misión como cineastas y documentalistas. Cada uno tiene su rol. Yo conozco más por la parte antropológica, mi otro amigo es más el biólogo, el otro conoce lo logístico, mi hermano es el camarógrafo. Así trabajamos en equipo.
–¿Cómo en estos años que estás en el Chaco has visto que la modernidad ha cambiado o no la vida y la cultura de las comunidades?
–Es algo tan complicado. No es blanco y negro. Es difícil de decir porque, por un lado, obviamente tener agua potable, tener la facilidad de comida, tener una casa digna. Nadie va a discutir que eso podría ser algo bueno, pero yo no sé si valió la pena la muerte extrema de su cultura antigua. Porque en el momento del contacto que hace un silvícola al mundo moderno, cuando ya entra en el proceso de cambiar a ser una persona entre nosotros, su mundo cambia tan radicalmente y en casi ningún caso ha sido bueno para la gente. Ellos siempre han tenido enfermedades, grandes cantidades de ellos han muerto, han perdido toda su identidad como personas. Hay un grupo de ayoreos que fueron contactados en 2004. Es el último grupo de silvícolas que entraron en el mundo moderno.
–¿Por qué salen? ¿Ya no tienen alimentos? ¿Porque sencillamente cambiaron de cultura?
–Yo le pregunté a Zanardini lo mismo. Él habló con los ayoreos directamente y ellos le dijeron que el monte ya no era como antes. Antes era como un supermercado. Ahora es un poco más difícil de encontrar tu alimento. Y también dijeron que los yaguaretés se estaban poniendo más y más bravos con cada año que pasaba. Ellos realmente pensaban que entrar en el mundo del coñón, del hombre blanco, les iba a proteger. Pensaban que unirse con nuestro mundo era la respuesta a sus problemas.
–¿Ellos tienen fórmulas para enfrentar el monte y a los animales peligrosos?
–Sí, claro. Hacer ruido. El yaguareté nunca se va a acercar a vos si hacés ruido. Por ejemplo, si nosotros vamos ahí en plan de ver animales, todos estamos en silencio. Nadie hace un sonido, nadie fuma, nadie está orinando. Justamente tienes que aguantar tus ganas de orinar porque tu orina ya hace un olor, los animales ya saben que un humano está cerca. Entonces tienes que básicamente ponerte como en tu manera más silvestre, natural. No hay que ducharse por unos días porque hasta el jabón y esas cosas te pueden oler. Los animales están increíblemente adaptados para evitar humanos porque saben que nosotros somos su mayor amenaza. Los humanos somos los animales más peligrosos del Chaco. Yo tengo mucho más miedo de un humano en el monte que de un yaguareté.
TRANSCULTURACIÓN
–¿La cultura de ellos te parece que sigue muy vigente o creés que están perdiendo su cultura, sus tradiciones, sus cantos?
–Los que viven en el monte, hasta donde sabemos, ellos son casi 100 % como siempre eran. Aunque se encontró una zapatilla en el monte lejano que no va a ser de un latino ni nadie y nos mostraron y no era de su manera. Era de una rueda de goma que ellos habían encontrado y hecho una zapatilla. Ellos van a usar lo que ellos pueden agarrar. Entonces ahí sí vemos que el mundo moderno va entrando en su mundo también. Hay incluso flechas que tienen alambre. Hay cambios grandes adentro de su cultura. La mayoría ya no cree en su dios antiguo, son católicos o evangélicos ahora. En la parte religiosa los misioneros han hecho mucho trabajo, yo diría por mal, y yo siendo un exmisionero creo que puedo decir eso. Lamento eso, la pérdida de cultura siempre hay que lamentar, porque la diversidad de culturas es lo que hace al mundo interesante. Cuando todos somos lo mismo ya nada es interesante.
–¿Cuáles son los aspectos más fuertes que te parece que no pierden?
–Número uno, su idioma. Los ayoreos fuertemente hablan su idioma. En otras comunidades indígenas que ya casi no hablan su idioma, hablan guaraní o español, los ayoreos no. Los ayoreos hablan ayoreo y hablan cerradamente ayoreo. Ellos también saben todavía cazar en el monte. Ellos saben todo eso extremadamente bien. Las mujeres saben hacer la artesanía antigua del caraguatá de una manera muy especial. Con sus pies sacan el hilo y pueden hacer bolsas y eso no se ha perdido.
–¿Se puede temer que eso se pierda o por de pronto no?
–De lo que yo he visto, hasta ahora no. Si siguen ahí en el Chaco, si siguen rodeado por naturaleza, nunca se va a perder eso. Pero si el monte desaparece, su cultura va a desaparecer enseguida, pero por ahora todavía queda suficiente. La gente a veces quiere ser muy negativa en cuanto al mundo ambiental. Yo siempre quiero ser positivo. Vale la pena luchar por eso, porque yo quiero vivir en un mundo donde todavía hay los misterios de la selva.
EL LENGUAJE CINEMATOGRÁFICO
–¿Te parece que hay poca presencia de los académicos o estás satisfecho con lo que ves?
–Yo estoy satisfecho con lo que hay escrito, como Zanardini, como la gente que ha hecho un trabajo increíble. Muchos antropólogos, biólogos que han trabajado ahí. Se puede leer mucho, pero no se ve tanto. Yo espero que nuestro estudio de cine sea el primero y el más fuerte en mostrarlo en el mundo del video, el mundo cinematográfico. Por eso justamente yo creo que mis redes están teniendo muchas vistas y repercusión.
–¿Cómo es un día en la vida de tu grupo?, ¿qué hacen?, ¿cómo producen?, ¿qué producen?
–Nuestro lema es nada ficticio, nada fingido y nada actuado. Nosotros somos 100 % real. Tal cual como nos ven ahí es exactamente lo que sucedió, lo que nosotros hacemos en los documentales y los videos que producimos. Nosotros queremos volver a una época en la que la expedición era real, donde lo que ven ahí es lo que pasó. Hay muchos grandes en el mundo de hoy en día que salen en National Geographic y yo sé con seguridad y ya se ha filtrado varias veces que todo eso es fingido. Ellos ponen una escena.
–Y toda la producción ¿tiene como vehículo de difusión las redes sociales o están pensando también en algún documental más extenso?
–Todo lo que hago en las redes solo es extra. Todo lo que estamos haciendo es para un documental grande. De hecho, estamos trabajando en dos proyectos a la par. Uno que se enfoca más en una aventura por el río Paraguay que va a terminar hacia la frontera de Bolivia y otro que tiene que ver netamente con los ayoreos y su cultura. La idea es mostrar de una forma que nadie nunca ha mostrado.
CONTRASTES
–La vida en el litoral es un ambiente totalmente distinto al ambiente silvícola, ¿no?
–Sí. El mundo del río y lo que nosotros estamos haciendo por ahí es distinto. De hecho, queremos mostrar las diferentes caras del Chaco también, porque el Chaco cerca del río Paraguay es muy distinto al Chaco cerca de la frontera con Bolivia. Ahí es muy seco, cerca del río es muy verde, parece más como acá en el Jardín Botánico.
–Supongamos que un grupo de amigos sin ninguna intención depredatoria ni nada quiere sencillamente conocer esos lugares. ¿Es muy difícil llegar ahí?
–Sí, sin una guía sí. Aunque la ruta Transchaco ya no es lo que era antes. Hay buen asfaltado hasta Filadelfia, pero más arriba sí es más complicado. Cuanto más al norte vayas, más salvaje se pone básicamente.
–Finalmente, ¿cuáles son los valores o ideas que aprendiste en este tiempo en que viviste en Paraguay que considerás un aprendizaje?
–Acá en Paraguay he aprendido mucho. Paraguay me enseñó muchísimo. Yo agradezco mucho a la gente de Paraguay por lo que pude madurar en este tiempo. Yo antes era un niño y ahora me considero más un hombre. Y eso yo sé que es por mi vivencia acá. Aprendí a tomar la vida más lenta, capaz de ser un poco más humilde, ver a la gente más como hermanos en vez de otros. La vida estadounidense es más “yo tengo lo mío, vos tenés el tuyo”, pero acá se comparte mucho.
Cuántas veces llegamos a un pueblo y nosotros no teníamos nada para comer. Yo tengo la memoria de que estábamos muriendo de hambre y una abuelita nos ofreció un caldo de surubí y era como el día más feliz de nuestra vida.
Algo tan sencillo puede ser tan importante. Y yo totalmente cambié mi perspectiva de la vida acá en Paraguay. Era esperar un poco. La vida es ahora. Los momentos son ahora. Disfrutar de este momento. Yo capaz antes no hubiera visto de esa manera. Por la gente de Paraguay yo siento que ahora disfruto más de mi vida porque lo estoy viviendo más plenamente.
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El “gusano” Menocchio: el oscuro hombre de mil caras y asesino serial
Luis Raúl Menocchio hijo de una familia importante y acaudalada de Misiones, Argentina, y quien llevaba una vida de playboy hasta que sus padres dejaron de asistirle económicamente, se instaló en Paraguay donde realizó negocios ilegales y hasta distribuyó drogas para luego asesinar a un empresario propietario de locales nocturnos y a la novia del mismo.
A raíz del doble homicidio, volvió a su país donde se retocó la cara y obtuvo una identidad falsa para volver a asesinar por dinero.
Este 16 de agosto se cumplen 21 años de que el conocido como “el hombre de las mil caras” demostró lo que era capaz de todo al asesinar a dos personas, cuyos cuerpos fueron encontrados en tambores sellados con cemento.
El asesino fue nada más y nada menos que Luis Raúl Menocchio, quien en su momento supo codearse con las más altas esferas del poder de turno en nuestro país, se convirtió en el autor de uno de los crímenes más atroces de comienzos de este siglo.
El “gusano”, como era conocido, estaba en un local bailable de nombre Puerto Madero, que era un sitio muy alto hace dos décadas, y que estaba situado sobre las calles Palmas y Colón de Asunción.
Por la noche del 15 de agosto del 2004, Menocchio se encontró con el empresario Eduardo Fidel Maciel, quien estaba en compañía de su pareja, Graciela Méndez. El primero era el propietario de Puerto Madero. Tras compartir la velada, todos los mencionados subieron a una camioneta de la marca Ford Explorer.
Esa fue la última vez que se los vio con vida a Maciel y su pareja. Eran las primeras horas del lunes 16 de agosto. Los días pasaron y estas personas no aparecían. Desde el día uno, el principal sospechoso del terrible crimen fue el hombre de las mil caras.
Cuerpos en tambores
Transcurrieron 11 días desde que el dueño del local nocturno y su pareja, desaparecieron cuando el 27 de agosto del 2004, a orillas de un estancamiento de agua en el lugar conocido como Laguna Grande de la ciudad de Fernando de la Mora, se encontraron dos tambores de 200 litros sellados con cemento que fueron dejados en el lugar llamó la atención de los vecinos.
Uno de los vecinos tomó la determinación de cortar el tambor y se encontró con el cuerpo desnudo de Eduardo Fidel Maciel. El tambor estaba totalmente sellado con una mezcla de cemento. El cuerpo de su pareja Graciela fue hallado en el otro tambor.
El crimen, de acuerdo a los investigadores, se habría cometido en la madrugada del 16 de agosto, con un revólver calibre 22 carabinero, y los cuerpos fueron mantenidos ocultos en algún lugar, hasta que salió la idea de guardarlos en tambores, al más puro estilo de la mafia.
Condena perpetua en Argentina
Tras el doble crimen en Paraguay, el gusano reapareció como otro sujeto, de nombre Hugo Jara, se había hecho cirugías estéticas y se borró las huellas dactilares con ácido. Con el empresario televisivo Claudio Nozzi tenía un ambicioso proyecto de cine, pero lo mató de cinco tiros y se apropió de su lujoso yate y tarjetas de crédito, en marzo de 2005.
Menocchio fue detenido en la embarcación y estuvo en prisión, pero por falta de pruebas, fue liberado el 15 de mayo de 2009, lo que le permitió cometer otro doble homicidio, del estanciero italiano Manuel Rosseo, el mayor terrateniente del Chaco, y su cuñada, Noelia Bartolomé, una docente jubilada. El hecho había ocurrido el 13 de enero de 2011 en Castelli (Chaco); el empresario fue torturado y asfixiado por tres hombres, que pretendían ocultar una estafa para quedarse con La Fidelidad, una propiedad de 250.000 hectáreas.
El 25 de enero de 2011, Menocchio fue detenido en inmediaciones de un hotel céntrico de Corrientes, en compañía de una mujer. Esta situación llevó a que los investigadores sentaran nuevamente al criminal en el banquillo de los acusados por el crimen de Nozzi, y el 30 de mayo de 2012 recibió prisión perpetua, al igual que Luis Alberto Ramírez como coautor del crimen.
El 7 de octubre de 2013 recibió la segunda perpetua, junto a Claudio Alfredo Gómez y Salvador Borda, por el crimen de Rosseo y su cuñada. Estaba detenido en Sáenz Peña, pero tras un intento de fuga fue trasladado el 17 de enero de 2014 a la Unidad Penitenciaria n.º 6 de Rawson (Chubut). Debido a la doble perpetua, el frío criminal morirá sin pagar sus delitos cometidos en Paraguay.
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Gran Logia Femenina levantará columnas en Paraguay y se convertirá en una potencia masónica más
Este sábado, en Paraguay la masonería femenina marcará un hito histórico para el país con el Levantamiento de Columnas de la Gran Logia Femenina que marca el nacimiento oficial de esta potencia masónica, soberana, libre y regular, compuesta exclusivamente por mujeres.
La ceremonia será de carácter solemne y reservado. Se desarrollará mañana 16 de agosto, en los salones del Club Nueva Estrella de la ciudad de Asunción. Se realizará la culminación de un proceso iniciático profundo y comprometido con los más altos ideales de la Orden.
“Esta orden estaba en sus inicios muy remotos solo dada para los hombres, pero hace como 30 años se constituye ya para las mujeres de manera oficial, legal y con toda la regularidad que esto implica”, explicó Rocío Haitter, miembro de la logia, en entrevista con La Nación/Nación Media.
Confirmó que a nivel país están trabajando desde hace 12 años, pero bajo la dependencia exclusiva y la jurisdicción de Argentina. “Después de una larga lucha y trabajo nos estaremos independizando para establecernos bajo los mismos preceptos mundiales masónicos. Con esto nos convertimos en una potencia masónica más en el mundo“, detalló.
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Un hecho histórico
La serenísima Gran Maestra de Argentina, María Elena Castillo, confirmó que esta ceremonia será un hecho histórico, ya que por primera vez se instalará la organización en el país y será una organización independiente, soberana y autónoma.
“Para toda la masonería, no solamente latinoamericana o americana, sino también para la mundial, este es un hecho histórico porque reconocemos el inconmensurable esfuerzo y el trabajo para lograr completar este sueño de tantas mujeres paraguayas, pero también compartido por distintas mujeres del continente”, dijo Castillo, en entrevista con LN.
Agregó que la masonería femenina trabaja para el empoderamiento de las mujeres y lo hacen a través de su desarrollo intelectual, del fortalecimiento de la moral y como hacedoras de una ética pública con virtudes y valores que permite reconocerlas por todos los seres humanos.
“Trabajamos para el mejor posicionamiento de la mujer a nivel laboral, a nivel político, a nivel social, y este trabajo que hacemos, lo hacemos porque es necesario que podamos participar en todos los niveles y estamentos que la sociedad tiene en la toma de decisiones”, puntualizó.
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Sobre la logia paraguaya
En Paraguay existen alrededor de 150 mujeres que son parte de la Gran Logia Femenina: médicas, abogadas, ingenieras agrónomas, ingenieras de aeronáutica, militares, docentes universitarias, arquitectas y un sinfín de mujeres desde sus diferentes roles y profesiones en la sociedad.El evento contará con la presencia de delegaciones de logias nacionales e internacionales, autoridades masónicas invitadas y representantes de diversas obediencias. Aglutina a más de 300 mujeres masonas de todas las latitudes de América Latina, representando a países como Argentina, Uruguay, Chile y Bolivia.
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Un viaje sonoro entre los fuelles
En este “Expresso” a puro bandoneón, Augusto dos Santos recibe al instrumentista carapegüeño Hebert Cáceres, quien entre un repertorio de tango, chamamé y guarania habla de los inicios de su carrera, la instrucción inicial de su padre y la que él mismo ejerce actualmente con su hijo para estimular el siempre necesario recambio generacional. Elevada música en este clásico de los viernes a las 21:00 por el canal GEN, algunos de cuyos pasajes transcribimos en este resumen escrito.
- Fotos Jorge Jara
–¿Cómo empezó esta historia? ¿Cómo te encontraste con el instrumento?
–La verdad que probablemente antes de nacer ya lo conocí porque mi papá es bandoneonista. Heredé prácticamente este maravilloso don de ser bandoneonista, de amar este instrumento. Mi papá tiene 83 años hoy en día, don Bruno Cáceres, sigue tocando. Mañana (por el sábado) justamente tiene un show y tengo que acompañarle, yo soy su staff. Él es una persona que trabajó mucho, sigue trabajando en la cultura y es un músico reconocido y con él empecé todo.
–¿Su instrumento siempre fue este?
–Siempre fue el bandoneón.
–¿Y sabés cómo empezó él?
–Él tiene una historia bastante más difícil que la mía, porque en su familia nadie fue músico en su época. Él vivía en una compañía de Carapeguá y él conoció la música a través de amigos ya siendo adolescente y tuvo que ir a las cosechas de algodón hacia la Argentina para comprarse su primer instrumento para aprender. Tiene una historia bastante conmovedora en ese sentido.
PRECOCIDAD
–¿Qué canción que tocaba tu viejo te enroló en este camino?
–Según él me cuenta, yo tenía como 6 años y yo le insistía que quería tocar y que como este instrumento es grande y mi mano era pequeña, él no me quería forzar ni nada, pero dice que yo le insistía que quería tocar. Una de las primeras canciones que me pasó, porque él es un chamamecero y una de las primeras canciones era Bañado Norte, que es un clásico. Algo lento y fácil.
–Qué notable que el tango y el chamamé son muy de fuelle.
–Totalmente, es característico.
EL PRIMER MAESTRO
–¿Qué pasó en los siguientes años de tu vida?
–Y yo estudiaba con él, con mi papá, que fue mi primer gran maestro. Me enseñó los primeros pasos en el bandoneón. Empecé con él, aprendí muchas cosas. Era muy novedoso en ese momento porque no existían niños ni jóvenes que tocaran, que aprendieran el bandoneón. Era una época bastante difícil, yo me acuerdo en la época de la escuela mis compañeros me hacían el famoso bullying, se reían porque yo era músico. No era como hoy en día que gloriosamente vemos a chicos con su guitarra. A mi papá le decían que no deje que su hijo sea músico.
–Luego llegó un momento que fue crucial a los 11 años, ¿no?
–Sí. Tuve la oportunidad de presentarme al prefestival del Takuare’ê, que se hace en la ciudad de Guarambaré. Yo me fui con mi papá, quien me acompañaba en la guitarra y con un contrabajista. Nos presentamos en el prefestival y ganamos para competir en la noche central. Me fui a competir en la noche central y gané el primer premio, pero no sabían qué premio me iban a dar porque no había premio al solista del bandoneón. Inventaron un premio esa noche, que se llamó el Premio Revelación en el año 1994. En el jurado estaban Rudi Torga, Luis Bordón, grandes personalidades. Ellos quisieron que yo tenga un estímulo para seguir porque era algo que ya estaba desapareciendo, el instrumento.
–¿Hay algunos ritmos que son más apropiados para el bandoneón y otros para el acordeón?
–Hoy en día en realidad se universalizó más, pero en realidad es más característico de nuestro folclore latinoamericano. En cuanto al tango, la milonga, el chamamé, la polca, el bandoneón se usa mucho. El acordeón también. Pero hoy en día hasta Shakira usa bandoneón. Está usando en algunas cosas y se está abriendo más, universalizando más.
TRASPASO GENERACIONAL
–Pero antes de ir más adelante, no acaba esta dinastía contigo. ¿Quién vino después?
–Tengo un hijo que se llama como mi papá, Bruno Luis Cáceres Gauto. Él tiene hoy en día 8 años. Cuando cumplió 7, porque me insistía también que quería ya tocar, yo le dije “esperá, tu manito es muy chica”. La misma cosa de mi papá. Entonces cumplió 7 años y me dijo “papi, acordate de lo que me prometiste y quiero empezar a tocar”. Y ya está tocando y está tocando superbién, está muy entusiasmado y cualquier momento le vamos a traer para que toque.
–¿Dónde estuvo tocando últimamente?
–Estuvo tocando en Carapeguá, en la catedral, con la Orquesta de Instrumentos Reciclados. Ese día yo estaba invitado a ir a tocar y él se fue conmigo al ensayo. Tuve un problema de salud, no me pude ir a tocar. Sobre la hora me dijo “yo me voy a reemplazarte”. Y se fue. Tocó sin ensayar con ellos, porque él solamente escuchó el ensayo que yo hice y se fue y tocó.
–¿Y cuál es un problema serio de un instrumento que tiene 150 años?
–Si se rompe algo o si se moja de repente porque adentro tiene una estructura increíble y se hace de un pino especial que los alemanes añejaban creo que 70 a 80 años una madera para fabricar los instrumentos. Entonces se quemó todo cuando se bombardeó esa materia prima, entonces ahora recién está cumpliendo la edad para fabricar el instrumento. El bandoneón ahora resurgió en todo el mundo. La mecánica que tiene el bandoneón es difícil porque no tiene una lógica. Es un instrumento que primero empezó con pocas teclas y después se fueron sumando hasta llegar a 71 teclas, pero no tiene una lógica por ejemplo como el piano, que es gradual, hasta visual podés estudiar. Pero el bandoneón no tiene esa lógica.
ÍCONOS
–¿Cuáles son icónicos para vos en la ejecución de este instrumento?
–En el tango el bandoneón hoy en día el más reconocido a nivel mundial es Astor Piazzolla, que en su momento fue un transgresor del tango. Piazzolla es un ícono, no solo del instrumento, sino que él revolucionó el tango, lo cambió, él lo enfocó de otra manera, que en su momento fue muy criticado en Argentina por los tangueros convencionales conservadores. Él vino de una mezcla de música clásica con jazz, porque él creció y se formó fuera de la Argentina, en Estados Unidos. Se formó con el jazz y con la música clásica, con Bach, él tocaba piano y con el bandoneón tocaba música clásica. Él se fue a estudiar, a hacer un curso de dirección musical y compositiva en Francia con una gran maestra, Nadia Boulanger, y ella en una de sus clases él le estaba tocando el piano, le estaba mostrando sus composiciones y en un recreo agarró el bandoneón y tocó tango. Y ella le dijo que él tenía que hacer eso, que él tenía que tocar su bandoneón y él tenía que evolucionar su música, porque la música clásica ya estaba hecha. Entonces vos tenés que evolucionar tu propia música, entonces ella le dio ese espaldarazo.
–Qué notable. Los incomprendidos terminan siendo terriblemente admirados posteriormente. Es más, no solamente fue incomprendido lo que él hacía, fue quizás el primero que valoró el rock y a los ejecutores del rock de ese tiempo. Digo entre los tangueros claro.
–Él era un rockero dentro de los tangueros. Y Piazzolla, su último matrimonio, no sé si vos sabías que vino a casarse acá en el Mercado 4.
–¿Cómo fue eso?
–No conozco muy bien la historia, pero sé quién fue el padrino del casamiento: Marcos Brizuela. Y si le invitás te va a contar y te va a mostrar fotos porque él tiene. Bueno, pero una historia maravillosa que Piazzolla vino acá a casarse con su última esposa, porque no podía casarse en la Argentina. Y compartió mucho con Perú Rima, con don Mauricio Cardozo Ocampo en esa época.
–¿Y qué otros maestros del instrumento podría citar?
–Y bandoneonistas paraguayos para mí uno de los mejores que vive todavía el gran maestro Neneco Orrego, director de los Orrego. Un gran bandoneonista que muy poco se lo recuerda es el maestro Luis Cañete, quien fue un gran conocedor de la música y entre los argentinos, aparte de Piazzolla, en el chamamé está don Isaco Abitbol. Volviendo al tango Aníbal Troilo, que fue un conservador. Cuando Piazzolla vino de Estados Unidos a querer tocar tango, él ingresó como bandoneonista de la orquesta de Aníbal Troilo. Él le animó a que se lance solo y que haga solo su carrera porque vio en él un talento diferente.
–¿Y el acordeón es un instrumento que va más con la polca que el bandoneón? ¿O se comparten?
–Se comparten. Dentro de la polca hubo una época en que se tocó muchísimo. Yo creo que el acordeón entró después. Creo que primero entró el bandoneón, porque según lo que veo en los registros fotográficos y discográficos de las orquestas típicas formadas acá de los años de posguerra incluso antes de la guerra del Chaco y dentro de la guerra, yo veo bandoneones. Después ingresó el acordeón acá en Paraguay, según lo que veo. Aparecieron en los conjuntos, en los dúos. Bernardo Ávalos, cuarteto Panambi Rory, acordeón, bandoneón, todos ellos usan acordeón y bandoneón.
ESCUELA Y SOPORTE
–No podemos dejar de hablar del Grupo Generación. Forma parte de una etapa potentísima de tu vida, ¿no?
–El Grupo Generación es mi gran escuela de música, mi gran universidad dentro de la música. La verdad que fue y es un soporte para mi carrera y para el talento que traje a este mundo, para poder desarrollar con solvencia y aprendí muchísimo con los compañeros, sigo aprendiendo mucho. Es un privilegio formar parte de la historia de la gran familia del Grupo Generación.
–¿Cuántos años son? Tuvo un par de configuraciones, pero algunas figuras fijas que recorrieron toda la historia.
–Claro, Alejo y Adolfo están desde la fund a c i ó n d e l grupo. Mi compañero Toti, el hijo de Alberto de Luque, está hace 25 años y yo estoy hace 23 años. Yo tenía 18 años cuando entré al grupo.
–Y el grupo atravesó por diferentes etapas de ser un grupo más tradicional, incluso de fiestas y compañía en la primera etapa.
–Sí, originalmente el grupo tocaba en fiestas. En los 80 había muchas orquestas que hacían covers, pero ellos siempre se jugaron por hacer un sonido propio dentro del folclore, siempre apostaron a la armonía vocal para hacer versiones de música paraguaya con un estilo nuevo. Fueron transgresores en su época.
–Además, Villarrica también es una ciudad donde sale fácil el arte por toda su historia.
–Sí, la verdad que hay mucha música allá, ellos hablan luego cantando (risas).
GOLPE
–Algunos tienen un preconcepto sobre el músico y el hacer música, ¿verdad?
–La verdad que es muy difícil describir lo que es este trabajo. ¿Por qué? Porque para que tengas vigencia, tenés que tener trabajo, para tener trabajo tenés que convencerle al otro de lo que vos estás haciendo le va a gustar al otro y le tiene que gustar y te tiene que pagar por eso. Por eso es muy difícil lo que nosotros hacemos. Los músicos y todos los que trabajamos en eventos públicos sufrimos muchísimo con el golpe de la pandemia.
–¿Cómo transcurrió el tiempo desde ese golpe fuerte que fue la pandemia?
–Y los grupos fueron reinventándose, como dice la palabra que agarró todo (risas). Al Grupo Generación le afectó muchísimo. Nosotros prácticamente un año no pisamos ni un escenario y la vida continúa. Y después paulatinamente hoy en día puedo decir que recuperamos.
–Le agradezco muchísimo por haber estado acá y qué importante es que haya generaciones nuevas que creen los clásicos para los próximos 50 años.
–Yo te agradezco la oportunidad por venir a hablar un poquitito de este instrumento e instar a los jóvenes que muchas veces tienen miedo de agarrar, de que no es un instrumento que muerde. Yo voy a seguir también por el camino de la docencia y te agradezco mucho la oportunidad.