Desde el Ministerio de Salud informaron que se dio inicio a la obra que contará con 2 bloques para internación en el Hospital Pediátrico “Niños Mártires de Acosta Ñu”, ubicado en la ciudad de San Lorenzo. Indicaron que estos bloques modulares de contingencia permitirán concentrar y separar de la población habitual de pacientes con coronavirus, y que en cada uno se habilitarán 8 camas, lo que permitirá ampliar la capacidad de internación a 16 camas.
Al respecto, el Dr. Pío Alfieri, director del Hospital Pediátrico, dijo que esta nueva área permitirá mayor concentración y separación posible de pacientes con COVID-19 de los otros niños internados. Refirió, además, que si bien las consultas en el área de urgencias disminuyeron notablemente, ya que de 360 pasaron a 80 o 90 por día, el porcentaje de internación se mantiene igual.
Cabe mencionar con relación al proyecto de construcción que el mismo se encuentra a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) y que la entrega de los nuevos pabellones se daría a los 30 días del inicio de obra.
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Pabellones en otros hospitales
Así también, anunciaron que son 6 pabellones los que serán construidos en los predios de los siguientes nosocomios: Hospital Pediátrico “Niños de Acosta Ñu”, Hospital Distrital de San Ignacio, Hospital Distrital Lambaré, Hospital Distrital de Limpio, Hospital Regional de Pedro Juan Caballero y Hospital Regional del Alto Paraná.
Explicaron que el trabajo coordinado entre las dos carteras de Estado permitirá que muchos paraguayos puedan contar con servicios de salud de primer nivel, que den respuesta a la emergencia actual y a las necesidades futuras, ganando en eficiencia, en tiempo y en calidad.
Con esto, se busca el objetivo de mejorar la infraestructura hospitalaria para la atención exclusiva a los pacientes hospitalizados con COVID-19 y mitigar otros efectos indirectos de la pandemia sobre la salud pública de la población, según expresaron.
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Fornerón destaca avances históricos en Ñeembucú durante dos años de gestión
El gobernador de Ñeembucú, Víctor Fornerón, calificó como “sumamente positivo” el segundo año de su administración, resaltando obras y mejoras en infraestructura, salud, educación y conectividad, logradas gracias a un trabajo coordinado con el Gobierno central. “Antes no se veía esta articulación entre las instituciones del Estado, la gobernación y los municipios. Hoy tenemos más impacto y resultados por esta cooperación”, afirmó.
“Estamos conformes, pero no satisfechos, como dice el presidente. Hemos logrado muchísimo gracias al gobierno, con una presencia inédita en el departamento. El trabajo articulado entre las instituciones del Estado, la gobernación y los municipios es lo que más podemos destacar, y es lo que nos permitió obtener mayores resultados”, expresó el jefe departamental.
En contacto con La Nación/Nación Media, destacó que entre las obras en ejecución se encuentra la Costanera de Pilar, que contempla un sistema de desagüe pluvial para solucionar problemas históricos de inundaciones en la ciudad. Fornerón informó que el vicepresidente de la República, Pedro Alliana, le confirmó que ya está en licitación la fase C del proyecto, correspondiente al parque lineal, con el objetivo de culminarlo dentro del actual periodo de gobierno.
Asimismo, señaló el avance de la pavimentación de la ruta que une Pilar con Humaitá y Paso de Patria, proceso que también se encuentra en el portal de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP) y que, según estimó, será adjudicado próximamente. Consideró que estas intervenciones constituyen “deudas históricas” saldadas con una zona que, por décadas, permaneció aislada de otros departamentos y de la capital del país.
En materia de conectividad, Fornerón adelantó que se están iniciando rutas que unirán Ñeembucú con Misiones e Itapúa, lo que permitirá una integración vial plena. “Estamos recibiendo muchos beneficios, hemos recibido ambulancias, patrulleras, estamos terminando de construir el Colegio de Policía para el departamento”, detalló.
En el ámbito educativo, el gobernador aseguró que todas las escuelas y colegios del departamento cuentan con aulas climatizadas, alcanzando una cobertura del 100 %. Además, informó que el programa Hambre Cero llega no solo a la educación básica, sino también al nivel medio, beneficiando a la totalidad de los estudiantes.
“Ñeembucú está nuevamente en la agenda nacional después de mucho tiempo. Nos sentimos privilegiados por el respaldo que recibimos del Gobierno del Paraguay y seguiremos trabajando de la misma manera para seguir logrando resultados”, concluyó Fornerón.
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Un circuito por sitios emblemáticos de la campaña de las Cordilleras
Este agosto se cumplen 156 años de eventos que marcaron a fuego la memoria histórica nacional como la batalla de Piribebuy, Acosta Ñu y la inmolación de la última flota paraguaya en el río Yhaguy, en la quinta y última fase de la guerra contra la Triple Alianza. En esta nota te invitamos a conocer más sobre los escenarios que fueron testigos de estos acontecimientos y que en silencio aguardan la visita de los ciudadanos interesados en descubrir sus secretos.
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Matías Amarilla
La guerra contra la Triple Alianza es indudablemente el principal tópico de la historia paraguaya. Sin embargo, más allá de la retórica heroicista y los enfoques románticos clásicos, conviene conocer y valorar más los sitios de memoria, que en su mayoría son poco frecuentados por quienes inundan a diario las redes sociales de consignas chauvinistas.
Las actividades oficiales en el marco de la recordación del sesquicentenario de la epopeya nacional permitieron la puesta en valor, señalización, despliegue de carteles informativos, así como la creación de nuevos monumentos que ofrecieron datos más precisos sobre el desarrollo de la conflagración.
Ahora bien, tras la destrucción del Ejército paraguayo en la campaña del Pikysyry, en diciembre de 1868, las fuerzas aliadas siguieron su avance hacia la capital del país. Luego de las dramáticas bajas que dejaron los enfrentamientos que tuvieron lugar en Ypané y Villeta, Francisco Solano López se dirigió hacia Azcurra, actual cordillera de los Altos, en el cuartel general de Cerro León. Allí reorganizó su ejército fundamentalmente con niños, mujeres y ancianos.
BATALLA URBANA
El 12 de agosto de 1869 tuvo lugar en Piribebuy la única batalla urbana de toda la contienda. Allí llegamos el mismo día de la recordación del 156.o aniversario de la batalla. Un multitudinario y colorido desfile estudiantil con motivos alegóricos a la contienda llenó de algarabía las calles. En la ciudad se declaró asueto distrital y a excepción de los vendedores ambulantes, que aprovecharon la ocasión para hacer su agosto, la mayoría de los negocios y la totalidad de las oficinas públicas permanecieron cerrados.
No obstante, es en estas ocasiones cuando la memoria debe estar abierta más que nunca al público. En el dintel de la puerta del Museo Histórico Comandante Pedro Pablo Caballero, fundado en 1973 por los veteranos de la guerra del Chaco, un hombre de unos 70 años cubierto por un poncho para’i conversa animadamente con un guardia.
Con una amplia sonrisa el hombre se presenta como Miguel Ángel Romero y nos dice que es el encargado, guía, historiador y limpiador del museo. Con ganas se apresta a mostrarnos el lugar, antigua sede del juzgado y registro civil, una casa colonial dividida en dos habitaciones, una dedicada a la guerra contra la Triple Alianza y otra a la guerra del Chaco.
Respecto a los sucesos de aquel 12 de agosto, refiere que Piribebuy en su carácter de tercera capital era refugio de los civiles. “El Ejército aliado hace una maniobra envolvente llegando por la retaguardia. Tras la intimación del 11 de agosto, que fue rechazada por los paraguayos, a la mañana del día siguiente, luego de disiparse la neblina, el Ejército aliado compuesto por 20.000 hombres arremetió contra 1.600 paraguayos atrincherados en la ciudad”, relata don Romero mientras señala la diferencia entre el armamento y los proyectiles de los aliados frente a los de quienes defendían este reducto.
El teniente coronel Pedro Pablo Caballero, por ser el de más alto rango, pasó a ser directamente comandante en jefe de la plaza. Esta estaba compuesta por apenas una docena de militares, siendo el resto civiles, entre los que había muchas mujeres, que pasarían a ser conocidas posteriormente como las heroínas de Piribebuy.
CÓLERA
Otro episodio resaltante de esta batalla es la muerte en combate del general aliado João Mena Barreto, quien se adelantó para animar a sus tropas recibiendo un certero disparo que, según las diversas versiones, habría impactado entre la ingle, la vejiga o “ibolaitépe”, muriendo casi en el acto.
Esto habría desatado la ira del comandante del Ejército aliado, Gastón de Orleans, el conde de E’u, quien de inmediato ordenó la tortura y ejecución del comandante Caballero y del octogenario profesor Fermín López. Tras esto, se habría ejecutado una de las acciones más atroces de la contienda: la quema del Hospital de Sangre con los heridos y enfermeras dentro.
Sin embargo, esta versión es puesta en duda por varios historiadores, entre ellos Julio César Chaves, autor del clásico libro de texto referencia en nuestro país, “Compendio de historia paraguaya”. En esta obra Chaves escribe que “el conde de E’u, furioso por haber muerto en el combate el general Mena Barreto, hizo degollar a Caballero y a otros prisioneros. Se cometieron después muchos excesos, pero no es cierto que el conde hizo incendiar el hospital de sangre”.
Respecto a las inconsistencias y contradicciones sobre cómo ocurrieron efectivamente los hechos, varios historiadores consultados para esta nota declinaron emitir una opinión abierta debido al temor de ganarse el poco deseable título de “legionarios”, un apelativo que basta para descalificar a cualquiera.
De todas maneras, sin negar las atrocidades inherentes a toda guerra –más aún en una época en la que aún no estaba formulado el derecho internacional humanitario tal como lo conocemos en la actualidad– la memoria nacionalista basada en relatos orales y testimonios imprecisos debe ser problematizada en pos de la construcción de una historia que responda a parámetros científicos y contrastables.
ACOSTA ÑU
De allí enfilamos nuevamente hacia la ruta PY-02 en dirección a la ciudad de Eusebio Ayala, ex Barrero Grande, donde se desarrollaría otro de los episodios que más fuerte ha calado en la memoria colectiva paraguaya, la batalla de Acosta Ñu, en memoria de la cual cada 16 de agosto se celebra el Día del Niño en nuestro país.
Tras la caída de Piribebuy, el Ejército paraguayo se dividió en dos frentes rumbo a Caraguatay. El frente comandado por el general Bernardino Caballero, compuesto en su mayoría por civiles, transportaba en carretas las provisiones, por lo que su desplazamiento era más lento. A la altura de la extensa planicie de Rubio Ñu o Campo Grande fueron alcanzados por los aliados.
Unos 3.000 paraguayos –entre soldados, población civil y niños de entre 12 a 16 años– se enfrentaron a 20.000 efectivos aliados. “La batalla que comenzó al amanecer terminó a la puesta del sol, soportando y rechazando los niños las cargas de las mejores tropas imperiales. La fuerza paraguaya tomada entre dos cuerpos de ejército fue totalmente destruida, salvándose su jefe con unos pocos soldados”, refiere el ya citado Chaves, quien no hace ninguna referencia a otro hecho muy citado, la incineración del pastizal donde yacían los cuerpos agonizantes en el campo de batalla.
No obstante, en el especial del Día del Niño del programa “El mito y la historia”, del canal GEN/Nación Media, el historiador Fabián Chamorro sostuvo que la quema del pastizal fue efectivamente realizada, así como la del hospital de Piribebuy días antes. Asimismo, cita las propias memorias del general argentino Ignacio Garmendia, quien relató que el Ejército brasileño permaneció durante tres días en el sitio para matar a los sobrevivientes.
A unos 500 metros del epicentro del enfrentamiento, a la vera de la ruta Eusebio Ayala-Primero de Marzo, fue instalado en 2019, al cumplirse 150 años de la batalla, una plazoleta con una escultura en hierro creada por Sebastián Guggiari,que representa una bandera atravesada por lanzas y en cuyo interior se dibujan siluetas de niños y soldados. El emplazamiento fue elegido para que todas las personas que transiten por esta arteria puedan llegar fácilmente al sitio.
INMOLACIÓN DE LA FLOTA
Emulando el movimiento que hicieran las tropas paraguayas, seguimos el camino hacia Caraguatay rumbo al Parque Nacional Vapor Cue, a poco más de 20 kilómetros, donde un grupo de obreros trabajaban en la restauración y embellecimiento del lugar. Allí nos recibe el joven suboficial Carlos Cantero, quien nos acompaña en un recorrido por el sitio donde se exhiben los cascos y otros restos de la flota que fue inmolada en el río Yhaguy el 18 de agosto de 1869.
Tras la batalla de Acosta Ñu, las tropas paraguayas se atrincheraron en los campos de Barrero Grande. Luego de un intenso bombardeo, los aliados atacaron a los marinos que custodiaban los vapores paraguayos anclados o varados en uno de los pasos del río Yhaguy.
“Tres navíos brasileños, con dos vapores chicos, remontaron el río Manduvirá hasta frente a la capilla de Caraguatay con la idea de apoderarse de las naves paraguayas, varadas en aquel puerto. Ante la superioridad numérica de la fuerza aliada y cumpliendo órdenes de López, los marinos que las custodiaban les prendieron fuego y huyeron por la rinconada del Saladillo para incorporarse a las fuerzas de López rumbo a San Estanislao”, describe la expografía del sitio.
Estas embarcaciones eran el Paraná, Río Apa, los gemelos Ypora y Salto del Guairá, Piravevé y Amambay, cuyos restos están expuestos a unos 20 metros del codo del río donde fueron hundidos. Entre sus partes se conservan los cascos de hierro del Piravevé, que fue comprado de Inglaterra y cuyo nombre original era Ranger, y del Anhambai o Amambay, que fue capturado de los brasileños en los inicios de la guerra, el 6 de enero de 1865, en Mato Grosso.
La Armada Nacional “recoge con orgullo la gloria de los insignes marinos que en Vapor Cue levantaron en alto el sagrado pabellón de la patria y destruyeron sus naves antes que verlas prisioneras de los invasores del suelo sagrado que nos legaron nuestros mayores”, reza uno de los carteles de la museografía.
CARACTERÍSTICAS
Entre las principales características del Piravevé cabe destacar que era el más veloz debido a que era impulsado con una hélice por medio de una máquina de vapor, a lo que sin duda debe su mote de “pez volador”. Tenía 100 toneladas de desplazamiento total, 58 toneladas de desplazamiento neto y 60 HP de fuerza. Se trataba de un vapor de ultramar que era originalmente un yate y que posteriormente fue improvisado como mercante. Su casco era de chapa de hierro con una eslora de 31,63 m, mangas 5,10 m, puntal 3 m y calado 2 m. Algunas de las principales operaciones en las que participó fueron la batalla de Riachuelo y la defensa de Pilar.
Las partes de los seis barcos y los cuatro cascos (dos de madera y dos de hierro) fueron recuperados en la década del 80. Hasta ahora se conservan los dos cascos de hierro y el resto ha desaparecido por la falta de protección adecuada. Del resto de las embarcaciones se preservan partes del casco de madera, las calderas, ruedas de borda y otras piezas. El acervo del museo también está compuesto por herramientas, tuercas, tornillos, palas, bolas y balas de cañón, carbón mineral, maquetas y el recientemente restaurado pabellón del Piravevé.
Días y horario de visitas
El Museo Histórico Comandante Pedro Pablo Caballero depende de la Municipalidad de Piribebuy y funciona en el mismo horario de trabajo que la comuna, de lunes a viernes de 7:00 a 12:00. El guía Miguel Ángel Romero adelantó que junto con los trabajos de restauración del Santuario Nacional Dulce Nombre de Jesús, también conocido como iglesia Ñandejára Guasu, desde este 18 de agosto se realizará una organización museológica del acervo del centro a su cargo, por lo que los objetos, que ya fueron inventariados, serán levantados y llevados a un depósito para ser luego organizados de acuerdo a un guion museológico. También se pueden agendar visitas guiadas fuera del horario normal y días inhábiles al (0971) 988-054.
En tanto, el monumento de Acosta Ñu es una plazoleta pública ubicada a la vera de la ruta Eusebio Ayala-Primero de Marzo con confortables asientos e iluminación. Una recomendación para los visitantes es utilizar los basureros dispuestos en el lugar, ya que durante nuestra visita pudimos constatar la existencia de desechos desperdigados como latas de cerveza.
Por último, el Parque Nacional Vapor Cue está habilitado las 24 horas. Además de la galería y el museo a cielo abierto, en el predio de unas 4 hectáreas existe una zona de camping habilitada para los visitantes que deseen pasar la noche en el lugar de manera totalmente gratuita. Es necesario llevar agua potable para el consumo debido a la salinidad de la disponible en el lugar.
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Los nuevos verdes prados de Acosta Ñu
EL PODER DE LA CONCIENCIA
- Por Alex Noguera
- Periodista
- alex.noguera@nacionmedia.com
Era una época lejana, casi mística, olvidada en el tiempo de cuando las almas hace mucho duermen su sueño de paz infinita. Y, sin embargo, los recuerdos aún persisten en el subconsciente y vagan por las noches oscuras como fantasmas, ocultos en gritos de desesperación, de miedo, de dolor y lágrimas de madres que en vano intentan atropellar al enemigo para defender a sus pequeños dibujados de soldaditos.
Son los héroes de Acosta Ñu, los mártires, diezmados, que arrojan las pocas piedras que quedan a esos salvajes cambá que beben su locura de sangre, mientras las llamas danzan en los campos y, como eco, se escucha la risa delirante del comandante D’Eu como bandera flameante de terror.
La vergüenza es demasiada. Ni la guerra ni la crueldad tuvieron límites. Y podrán pasar mil años, pero el estigma de aquellos que se arrogaron el poder absoluto de creerse dioses se vuelve en su contra y sus propios ciudadanos le dan la espalda a la razón.
Los grandes generales de antaño, de sables relucientes y uniformes recién planchados tintinean sus medallas que suenan a burla. Ostentación de champán en salones de baile danzan su torbellino pretendiendo sepultar la memoria enferma de pecado.
Más de un siglo y medio después, a pesar de que esa vil mancha en la historia permanece aberrante como una cicatriz perenne, la nueva generación de niños –como un milagro– aprendió de nuevo a reír. Y en la alfombra verde de los prados de hoy las florecillas multicolores se despiertan y crecen y juegan traviesas con el viento, pero nunca olvidan.
Y no una, sino dos guerras quedaron atrás. Todos esos niños de ayer que combatieron con bravura hoy corren libres, jugando a las escondidas, escuchando cuentos de sus mayores, reencontrándose con su amado perro que furibundo mueve la cola con fiel entusiasmo.
Pero la guerra continúa. En medio de tablets y celulares, las galletitas y el vasito de chocolate, el nuevo enemigo se esconde y por momentos tiende una rebanada de torta y cuando nadie ve, ofrecen una inocente bolsita de polvo blanco.
Acosta Ñu quedó atrás, no olvida, pero las batallas nuevas son otras, diferentes, con tanta ignominia como la de los cambá, aunque hoy todos sean blancos.
No pasa un día sin que la docena de niños abusados forme parte de una nueva camada. Los datos recabados por el Ministerio Público evidencian la vergüenza. Las flores de niños y niñas son arrancadas del jardín y las raíces se secan para siempre como las lágrimas que no volverán.
Es la guerra que no se detiene. Como los niños indígenas, que aún pululan por las calles con sus hermanitos en la cintura, mendigando mendrugos y monedas. Y cuando llega la noche, bajo la carpa del silencio, esos niños que anduvieron descalzos reciben las caricias mezcladas con alcohol.
Las estadísticas son contundentes: la mayoría de sus familiares son los responsables de los abusos. Pero la diversión no termina en esos minutos de lujuria, esos niños también deben cargar a sus pequeños durante los próximos nueve meses.
Autoridades sin autoridad real fingen interés, siempre tienen mucho trabajo perdiendo el tiempo haciendo nada; poderosos sin poder y menos querer ponen el cable para distraerse de sus pesadas obligaciones para cobrar el salario a fin de mes.
Los niños tienen hambre. Los abusos tienen diferentes nombres, ahora les dicen reetiquetado o también productos vencidos. Es lo mismo, la estafa, la mentira, el engaño, se arreglan con plata. La recompensa es un chupetín de regalo, total no pasa nada.
El 16 de agosto de 1869 es una fecha para recordar; sin embargo, cada vez más niños son víctimas que no se pueden olvidar.
La guerra continúa. Ayer fueron los campos de Acosta Ñu, pero en el oscuro asfalto los niños todavía tiritan de frío y de miedo.
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Tras el crecimiento en obras tratarán de zanjar transporte
La titular del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), Claudia Centurión, afirmó que se experimenta un crecimiento significativo del sector construcción, con más de 18.000 empleos generados y proyectos emblemáticos en ejecución. Señaló que el desafío para los próximos años de este gobierno es modernizar el transporte público con infraestructura y calidad de servicio.
En el marco del segundo aniversario de gobierno, la ministra hizo un balance de su gestión, marcado por un fuerte ritmo de ejecución de proyectos en todo el país y la puesta en marcha de obras estratégicas para el desarrollo económico y social.
Centurión dijo a los medios que actualmente el MOPC ejecuta obras en los 17 departamentos, con intervenciones que abarcan desde rutas hasta infraestructura social.
Entre las más destacadas citó el Hospital de Asunción, la reconversión del barrio Tacumbú con una inversión de más de USD 100 millones para construir 1.500 viviendas, la recuperación del Parque Caballero y el soterramiento de líneas de alta tensión en la Costanera de Asunción.
Recordó que, según datos del Banco Central del Paraguay (BCP), el sector de la construcción creció 12,9 % en lo que va de la administración actual, generando más de 18.000 empleos adicionales. “Estamos contentos por este gran impulso y este aporte que da un sector que es clave para el desarrollo de la economía”, dijo.
En cuanto a la ejecución presupuestaria, recordó que en 2023 la ejecución presupuestaria afectada por el pago de más de USD 400 millones en deudas atrasadas, mientras que en 2024 se logró una histórica ejecución superior al 80 %. A pesar de las restricciones que impone el déficit fiscal, afirmó que el compromiso es mantener y ampliar la infraestructura de calidad.
LA PRIORIDAD
De cara al siguiente tramo de mandato, Centurión señaló que una de las prioridades será la reforma del transporte público metropolitano, que no se limitará a la renovación de buses, sino que incorporará mejoras en la infraestructura para ofrecer un servicio más seguro, eficiente y puntual.
“Es una deuda, una demanda ciudadana en la que estamos plenamente abocados y sobre todo entendiendo esta complejidad de esta problemática que no solamente se resuelve desde la renovación de los buses, sino también desde una infraestructura que pueda entregar una calidad en el servicio que merece el ciudadano”, comentó Centurión.
También resaltó la licitación inminente de la Ruta Vallemí-Concepción, y la continuidad de obras como la Ruta 12, la Ruta de la Soberanía y el puente de la Bioceánica.