Uno de los sectores más vulnerables ante el COVID-19 es la considerada población de riesgo y en la que se encuentran los adultos mayores y las personas con enfermedad de base, quienes podrían ser víctimas fatales de esta enfermedad. Es por eso que los hogares de ancianos no reciben visitas desde el brote del virus pandémico en el país.
“Desde el comienzo de la pandemia en el Paraguay empezamos con las restricciones. No se tiene contacto con gente de afuera, incluyendo a los familiares de los abuelos. Solo pueden ingresar los funcionarios”, afirmó el padre Cecilio Silguero, encargado del Hogar La Piedad en entrevista con canal GEN TV.
Resaltó que en algunos casos se realiza una visita programada, pero en un lugar totalmente preparado para eso, no se puede ingresar al predio. “Para los que desean ver a sus familiares lo pueden hacer desde lejos, no pueden tener un contacto directo”, aclaró.
Sostuvo que los que desean ver a sus abuelitos o parientes deben agendar una cita para que se puedan implementar todas las medidas sanitarias y evitar el contacto físico. “Contamos con todas las atenciones que requieren los abuelitos, están bien atendidos con alimento, limpieza, chequeo de salud permanente y medicamentos. Tenemos a las enfermeras y un geriatra que los visita cada semana”, indicó. Al mismo tiempo agregó que lo difícil es cuando deben ser internados, ya que ningún hospital los quiere recibir.
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Silguero afirmó que todo el personal cumple con las medidas sanitarias impuestas por el Ministerio de Salud, como el uso de tapabocas, gorros y con todo el equipo de bioseguridad. “Contamos con un lugar para el aislamiento, en el caso de que se requiera”, aseguró.
Agregó que el lugar cuenta con un total de 15 funcionarios, son 8 personales de enfermería, para la cocina y limpieza. “Ellos se encargan de atender a los abuelitos, dándoles el mejor cuidado y respeto”, indicó.
El hogar cuenta con 25 adultos mayores que son atendidos diariamente, de estos unos 5 no cuentan con ningún familiar. Es sostenido con fondos propios y hasta el momento no cuenta con ningún tipo de instrucciones desde el Ministerio de Salud en el caso de contagios.
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Mejorar los hábitos diurnos resuelven los problemas de sueño
La neurofisióloga clínica del Hospital La Princesa de Madrid, Rybel Wix, ha señalado que optimizar los hábitos de vida diurnos puede ayudar a “mitigar de manera significativa e, incluso, a resolver” muchos problemas de sueño nocturnos. Por ello, para la miembro del grupo de trabajo de Insomnio de la Sociedad Española de Sueño (SES), estos buenos hábitos diurnos pueden ser especialmente relevantes en el caso de personas con insomnio.
"Para las personas con insomnio, la adherencia estricta a los hábitos de higiene del sueño, tanto diurnos como nocturnos, no es solo importante, sino que es fundamental y una prioridad absoluta. Si bien estas pautas benefician a cualquiera, en el contexto del insomnio se convierten en herramientas terapéuticas esenciales", ha afirmado.
La portavoz de la SES subraya que el insomnio a menudo se perpetúa por un ciclo vicioso donde la preocupación por no dormir bien lleva a comportamientos diurnos que, paradójicamente, empeoran el sueño. En ese sentido, Rybel Wix apunta a la importancia de la exposición a la luz natural.
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“Las personas con insomnio a menudo tienen un reloj circadiano desregulado. La exposición consistente a la luz natural por la mañana y la reducción de la luz brillante por la noche son vitales para recalibrar este reloj, enviando señales claras al cuerpo sobre cuándo estar despierto y cuándo prepararse para dormir. Esto es crucial para regular la producción de melatonina y cortisol, hormonas clave en el ciclo sueño-vigilia”, ha apuntado.
Al hilo, la especialista ha señalado que “el sueño y la vigilia son dos caras de la misma moneda. Se necesitan mutuamente para funcionar de forma correcta”. “No podemos esperar una noche reparadora si no cuidamos lo que hacemos desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Por eso es importante que cambiemos nuestra perspectiva y entendamos que el buen sueño se construye a lo largo del día; y que invertir en hábitos diurnos saludables es invertir en una mejor calidad de vida y en un descanso nocturno reparador”, sostiene Wix.
Este impacto directo de las acciones diurnas sobre el descanso, explica la experta, se debe principalmente al reloj circadiano, un “reloj” interno que, entre otras funciones biológicas, regula los ciclos de sueño-vigilia. “Para que este reloj funcione con precisión y nos prepare para un sueño reparador, necesitamos ponerlo a punto o, como decimos en el ámbito médico, reforzar nuestro sistema circadiano”, apunta la portavoz de la SES.
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La importancia de la luz del sol
Esta puesta a punto se logra fundamentalmente a través de lo que se conocen como sincronizadores, el más potente de los cuales es la luz natural. “Exponerse a la luz del sol a primera hora de la mañana es crucial. Esta exposición le indica a nuestro cerebro que el día ha comenzado, por lo que se suprime la producción de melatonina, la hormona que induce el sueño, y se activan una serie de procesos biológicos que nos mantienen alerta y con energía”, ha manifestado.
“Es como darle al botón de ‘reset’ de nuestro reloj interno, ajustándolo para las 24 horas siguientes”, explica Rybel Wix, que señala que sin esta señal matutina clara el reloj interno “puede desajustarse”, lo que se traduce en última instancia en dificultades para conciliar el sueño, despertares nocturnos y una sensación general de falta de descanso.
Además de la exposición a la luz natural a primera hora del día, la neurofisióloga clínica destaca la importancia de otros hábitos diurnos, como la realización de actividad física intensa y regular, que permite “liberar el exceso de energía y la tensión acumulada durante el día, promoviendo un cansancio físico que facilita el sueño”.
Asimismo, recomienda llevar una alimentación equilibrada y con horarios regulares, evitar estimulantes como la cafeína y el tabaco, moderar el consumo de alcohol o gestionar el estrés, integrando en el día a día técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, que ayudan a reducir el impacto del estrés acumulada durante el día en el sueño.
Fuente: Europa Press.
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Qué huevos no deberías comprar en el supermercado
Los huevos son un alimento básico en cualquier cocina, valorados por su versatilidad y alto contenido nutricional. Sin embargo, al comprarlos en el supermercado, no basta con fijarse en el precio o en la categoría del envase. Existen varios factores que determinan la calidad, frescura y seguridad de los huevos, y no todos los que se encuentran en los estantes son una buena opción.
Para elegir correctamente, es importante conocer las categorías de huevos, el código de cría de las gallinas ponedoras y algunos detalles clave que pueden marcar la diferencia entre un producto fresco y uno que conviene evitar.
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¿Cómo se clasifican los huevos?
Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España, los huevos disponibles en los supermercados se dividen en diferentes categorías según su calidad y tamaño.
Por calidad:
Categoría A: Son los únicos permitidos para la venta al consumidor. Deben tener la cáscara intacta y sin defectos.
Categoría B: Presentan pequeñas imperfecciones y solo se utilizan en la industria alimentaria, por lo que no se comercializan en tiendas.
Por tamaño:
XL: Más de 73 g.
L: Entre 63 y 73 g.
M: Entre 53 y 63 g.
P: Menos de 53 g.
El color de la cáscara no influye en la calidad ni en el sabor. En España, los más consumidos son los huevos morenos, procedentes de gallinas de plumaje castaño rojizo, pero esta diferencia es puramente estética y no afecta a sus propiedades nutricionales.
Algunos envases incluyen la etiqueta “Extra” o “Extrafrescos”, lo que indica que los huevos han sido puestos en venta en los nueve días siguientes a su puesta, garantizando su frescura.
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El código en los huevos
Cada huevo lleva impreso un código numérico que indica el tipo de cría de la gallina, la procedencia del huevo y la granja de producción.
0 - Gallinas ecológicas: Criadas con salida permanente al aire libre y alimentadas con pienso ecológico.
1 - Gallinas camperas: También tienen acceso al aire libre, aunque no siguen un régimen de alimentación ecológico.
2 - Gallinas criadas en el suelo: Viven dentro de un gallinero cubierto, sin acceso al exterior.
3 - Gallinas criadas en jaula: Permanecen en jaulas diseñadas para la recogida automatizada de huevos.
Las dos letras siguientes indican el país de procedencia (por ejemplo, ES para España), mientras que los dígitos posteriores identifican la provincia, el municipio y la explotación concreta.
Para elegir huevos de mayor calidad y bienestar animal, los expertos recomiendan optar por los códigos 0 o 1, ya que provienen de gallinas con mayor libertad de movimiento y alimentación natural.
Qué huevos deberías evitar comprar
A la hora de seleccionar huevos en el supermercado, hay ciertos aspectos que pueden indicar que un producto no es la mejor elección:
Huevos con cáscara rota o sucia: Si un huevo tiene grietas, aumenta el riesgo de contaminación bacteriana. También es preferible evitar aquellos con restos de suciedad visibles.
Fecha de consumo preferente muy próxima: Cuanto más frescos sean, mejor. Es recomendable elegir huevos con una fecha de consumo preferente lejana para garantizar su durabilidad.
Huevos almacenados en condiciones dudosas: Si en la tienda han sido expuestos a cambios bruscos de temperatura, su frescura podría haberse visto afectada.
Consejos para conservar
Para asegurar su frescura y evitar riesgos sanitarios, la OCU recomienda seguir estas pautas:
Conservar los huevos en el frigorífico, alejados de olores fuertes que puedan afectar su sabor.
No lavarlos antes de guardarlos, ya que esto elimina la cutícula protectora de la cáscara. Si están sucios, limpiarlos justo antes de cocinarlos.
Cuidado al romperlos: No se deben golpear contra el borde del recipiente donde se van a batir, ya que esto podría transferir bacterias del exterior al interior.
Cuajar bien las tortillas y mantenerlas refrigeradas si no se consumen inmediatamente.
Usar máxima higiene en preparaciones con huevo crudo, como mayonesa casera, y conservarlas en frío por un máximo de 24 horas.
¿Son mejores los huevos ecológicos?
Una de las dudas más frecuentes es si vale la pena pagar más por huevos ecológicos o camperos. La OCU señala que, aunque estos huevos pueden ser más caros, ofrecen ventajas como mejor calidad de vida para las gallinas y alimentación más natural.
No obstante, en términos nutricionales, la frescura influye más que el método de cría. Si bien la alimentación de las gallinas puede afectar ligeramente la composición de grasas y vitaminas del huevo, el factor más importante sigue siendo la fecha de puesta y conservación del producto.
Conclusión
A la hora de comprar huevos en el supermercado, no basta con fijarse en el precio o en la apariencia del envase. Para hacer una buena elección, conviene optar por huevos frescos, sin grietas ni suciedad, y con una fecha de consumo preferente lejana.
Si el objetivo es priorizar la calidad y el bienestar animal, los códigos 0 (ecológicos) y 1 (camperos) son la mejor opción. Además, conservarlos adecuadamente en casa es clave para garantizar su seguridad y mantener todas sus propiedades.
Fuente: Europa Press.
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El error común con el termo que puede hacerte enfermar
Los termos y botellas reutilizables se han convertido en un accesorio imprescindible en la vida diaria de muchos. Ya sea para llevar agua al gimnasio, el trabajo o en cualquier actividad cotidiana, son una alternativa sostenible y práctica para mantenerse hidratado. Sin embargo, aunque parezcan inofensivos, su uso continuado sin una correcta limpieza puede representar un riesgo para la salud.
A pesar de que el agua en sí misma no introduce contaminantes, la humedad y el calor pueden convertir el interior del termo en un entorno perfecto para la proliferación de bacterias y hongos, algunos de los cuales pueden ser peligrosos. Además, nuestra propia boca está llena de microorganismos que, al entrar en contacto con la botella, encuentran en su superficie los nutrientes necesarios para multiplicarse.
Ante esto, la ingeniera de alimentos y divulgadora en redes sociales, Mariana Zapién, ha alertado en un vídeo de Instagram sobre la importancia de limpiar adecuadamente los termos y botellas reutilizables, señalando que un descuido en este aspecto puede derivar en problemas de salud grave, especialmente en personas con sistemas inmunes debilitados, adultos mayores o niños.
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El riesgo invisible
“Al contacto con la humedad y nuestra boca, los microorganismos encuentran el medio perfecto para crecer, aprovechando los nutrientes de los alimentos que consumimos y el agua almacenada en el termo”, explica la experta. Uno de los principales problemas que pueden surgir es la formación de biopelículas, una capa viscosa y pegajosa que a menudo se percibe en el interior de los termos y botellas reutilizables.
“Esa capita babosa que a veces sientes en los termos o botellas es una de las primeras biopelículas que se forman, y su función es precisamente proteger a los microorganismos”, señala Zapién. Esta capa puede desarrollarse en distintas partes del termo, como el contenedor, la tapa, las gomas o las pajitas, convirtiéndose en un foco de contaminación.
Las biopelículas son comunidades de bacterias y hongos que se adhieren a las superficies y crean una barrera protectora, haciéndolas más difíciles de eliminar con una limpieza superficial. Si no se elimina adecuadamente, estas biopelículas pueden favorecer la proliferación de bacterias patógenas, aumentando el riesgo de infecciones gastrointestinales, problemas respiratorios e incluso enfermedades más graves, como bronquitis.
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Enferma durante meses
En su vídeo, la ingeniera de alimentos comparte un caso que ejemplifica el peligro de no limpiar adecuadamente las botellas reutilizables. “Una chica estuvo enferma durante varios meses e incluso desarrolló bronquitis. Finalmente, descubrió que en una pieza de silicona de su termo había moho, lo que había provocado sus síntomas”, cuenta Zapién.
Este tipo de casos no son aislados, y la experta recalca que la contaminación en los termos no solo depende del uso, sino también del material del recipiente. Según explica, los termos de plástico son los más propensos al desarrollo de microorganismos, aunque independientemente del material, la limpieza es indispensable.
Para prevenir la acumulación de bacterias y moho en los termos reutilizables, Zapién recomienda seguir una rutina de limpieza y desinfección regular: Lávalo a diario con agua caliente y abundante jabón. Desinféctalo entre una y dos veces por semana para eliminar bacterias y hongos. Asegúrate de secarlo completamente antes de volver a usarlo, ya que la humedad favorece la proliferación de microorganismos.
Fuente: Europa Press.
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Para qué sirve el bolsillo pequeño de los vaqueros
A simple vista, parece un detalle decorativo más, pero lo cierto es que ese pequeño bolsillo cosido justo encima del principal en los vaqueros tiene una función original muy concreta. Aunque hoy pocos lo usan y muchos ni se plantean para qué sirve realmente, este pequeño compartimento ha acompañado a los jeans desde sus orígenes, y su propósito inicial no tenía nada que ver con el diseño o la moda. Para entenderlo, hay que remontarse al nacimiento de los pantalones vaqueros tal y como los conocemos hoy.
Los pantalones vaqueros, una prenda imprescindible en el armario de millones de personas alrededor del mundo, tienen una historia que data del siglo XIX. En sus primeros días, su función no era estética, sino práctica, dirigida a los trabajadores de sectores como la minería, el campo y el ferrocarril, quienes necesitaban ropa resistente para enfrentar largas jornadas laborales.
Esta necesidad dio lugar a la creación de los primeros vaqueros, diseñados por Levi Strauss, un inmigrante judío de Alemania, y el sastre Jacob Davis en 1873. Juntos utilizaron tela de lona fuerte y remaches de cobre para reforzar los puntos de mayor tensión, dando vida a una prenda que, con el paso del tiempo, trascendería su uso inicial para convertirse en una pieza clave de la moda.
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El propósito original
Con el tiempo, los pantalones vaqueros dejaron de ser exclusivos de los obreros para convertirse en una prenda común en la vestimenta de todos, adaptándose a las modas de cada época. A pesar de las variaciones en los diseños a lo largo de los años, hay un elemento que ha permanecido constante: el pequeño bolsillo que aparece dentro de uno de los bolsillos delanteros grandes. Un detalle que, si bien a menudo es ignorado, guarda una historia interesante sobre su origen.
Muchos creen que el propósito de este diminuto bolsillo era el de almacenar monedas, como es comúnmente asociado con él. Sin embargo, la verdadera razón detrás de su existencia es diferente. En sus inicios, este pequeño compartimento tenía un propósito específico: guardar los relojes de bolsillo, un objeto esencial de la época. El diseño de los vaqueros permitía que estos relojes, de gran valor para sus dueños, se guardaran en un lugar seguro, evitando que se rompieran o se golpearan con otros objetos.
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Este detalle práctico y funcional fue uno de los primeros usos de ese pequeño bolsillo, que ofrecía protección a los relojes y garantizaba su durabilidad. Con la llegada y la popularización de los relojes de pulsera, el uso de los relojes de bolsillo empezó a declinar, y con ello, también el propósito original de este bolsillo. Fue entonces cuando otro objeto se apoderó de este espacio: el mechero Zippo. Estos mecheros, que se mantenían en posición vertical para evitar el derrame de gasolina, encontraron en el pequeño bolsillo de los vaqueros el lugar ideal para ser guardados de manera segura.
Así, lo que comenzó como una solución para los trabajadores se fue transformando a lo largo de los años en un elemento que continúa siendo parte de los pantalones vaqueros modernos. Aunque hoy en día el bolsillo pequeño tiene poco uso en términos de funcionalidad, su presencia sigue siendo un recordatorio de los orígenes humildes de una prenda que, con su evolución, ha sido adoptada por generaciones y generaciones en todo el mundo.
Fuente: Europa Press.