Ángela Closs fue víctima de abuso en el seno familiar hace 30 años y vio a su abusador como su principal protector. Ella habló con La Nación y por más doloroso que le resulte expuso su caso. Foto: Ilustrativa.
Años de sufrimiento: Víctima de abuso rompe el silencio y relata su historia
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Recientemente el Ministerio de Salud Pública confirmó que en el país existen 233 casos de niñas embarazadas, una cifra verdaderamente alta, más aún, teniendo en cuenta que al tratarse de menores de edad automáticamente hablamos de abuso sexual. Estos números quizás pasaron desapercibidos ante los ojos de muchas personas, no así para Ángela Closs (39), quien desde muy pequeña fue víctima de abuso sexual y hoy decidió romper el silencio.
Closs fue víctima de abuso en el seno familiar hace 30 años y vio a su abusador como su principal protector. Ella habló con La Nación y por más doloroso que le resulte expuso su caso, con el propósito de rogar a los padres que cuiden de sus hijos, para evitar de esta manera que los pequeños experimenten situaciones similares a las que ella vivió.
Ángela, quien apenas tenía 11 años fue abusada sistemáticamente por su tío. Creció en un ambiente de violencia, falta de respeto y alcohol, manifestó. “Hace 30 años fui víctima de abuso sexual por parte de mi tío paterno”, así empezó su relato.
Ella junto a sus hermanos mayores vinieron hace más de tres décadas desde su Encarnación natal a instalarse en el barrio Campo Grande de Asunción. La familia Closs gozaba de un buen pasar económico porque el papá de nuestra entrevistada, quien es ingeniero agrónomo, fue ascendido a gerente general de una empresa binacional dedicada a la venta de agroquímicos, por lo que tuvieron que mudarse a la capital por los constantes viajes que realizaba el señor.
La pareja Closs era muy joven, cuando Ángela tenía 11 años y su hermano mayor 14, ellos tenían apenas 31 años. “Era un matrimonio tóxico”, describió la denunciante. Las discusiones, peleas, gritos y golpes eran una constante cuando llegaba su padre a la casa luego de sus viajes. Fue así que para evitar los enfrentamientos con su esposa, el señor Closs empezó a llevar a su hermano de 22 años a la casa.
Ella se convirtió en la hermana mayor con sólo 11 años, ya que su hermano fue enviado a un internado en San Benito, Encarnación, donde realizaba sus estudios, tenía otro hermano menor.
“Cuando había peleas y escenas de violencia, todo terminaba en mí, los disgustos de mis padres remataban por mí porque yo era la mayor en la casa, ellos peleaban y me pegaban, hasta que un día llegó este tío. Él se enfrentó a mis papás y les decía, si le tocan a ella me van a tener que pegar a mí primero, yo salía corriendo y él se iba detrás mío, me adulaba y yo creí que era mi protector”, manifestó.
Tras esas escenas de violencia, el tío aprovechó para acercarse más, él sentaba en su regazo a la niña ganándose así su cariño: “Él me alzaba en su regazo, me acariciaba el pelo, me peinaba, yo no sabía que eso no estaba bien, él ya era todo un muchacho y yo una niña. Además, nunca sentí el cariño de mis padres, para mí él era bueno”, siguió relatando.
Agregó que si bien en la casa nunca faltó comida y comodidades, lo que siempre le faltó fue el cariño, el amor y el respeto por parte de sus padres, ambos la descuidaban e incluso asegura que la madre le hacía bullying y el padre se pasaba tomando whiskies caros en medio de fiestas con sus amigos, sin importar que ella era una niña y que estaba vulnerable ante la presencia de hombres ebrios en la casa durante las noches de “farra”.
Al pasar el tiempo, el tío se quedó a vivir en la casa porque estaba sin trabajo y con la confianza ganada por Ángela, él comenzó a dormir con ella las siestas, le pedía que deje el baño abierto cuando ella se bañaba e incluso la besaba en la boca, cosas que como niña ella creía que se trataban de un genuino cariño de un tío hacia su sobrina, según mencionó.
“Lo que yo no recuerdo es que si me llegó a tocar las partes íntimas, no recuerdo eso, lo que sí recuerdo bien es que en las mañanas despertaba con mis genitales irritados, tanto que dolían. Yo le contaba a mamá y ella solo me decía que me lave con té de hojas de guayaba y nada más”, lamentó la denunciante, quien aseguró que ella o cualquier madre en su lugar la llevaría a un centro asistencial para saber qué es lo que estaba pasando.
Luego de un tiempo el tío se fue de la casa, ya había conseguido empleo. La seguía llamando constantemente, pero a sus padres no les llamó la atención esta situación. “Él seguramente temía a que yo diga algo, entonces me llamaba y me mandaba regalos. Yo soñaba con una muñeca Barbie que era muy cara en la época, pero pese al buen pasar económico de mis padres, ellos nunca me compraban lo que yo les pedía. Entonces, le pedí de regalo a mi tío”, dijo.
También le llegó a enviar osos de peluches y regalos caros por un tiempo. Luego desapareció y nunca más le llamó, es así que ella dejó en el olvido esos días.
Ella continuó con su vida y a los 17 años estuvo por primera vez con su pareja quien luego se convirtió en su esposo, pero este le reclamó que no haya sido el primero. “En ese entonces yo ni imaginaba nada, es más no recuerdo eso, pero según los profesionales médicos yo voy a recordar poco a poco más hechos de mi vida”, indicó la mujer.
Al finalizar la entrevista, Ángela reiteró a los padres extremar cuidados con los niños, prestar mucha atención a cada detalle y nunca dejarlos solos con personas que no sean de la entera confianza de uno.
“Nadie debe callar este tipo de hechos en el seno familiar. Niñas, chicas, denuncien, no tengan miedo, van a encontrar apoyo si hablan”, manifestó la mujer.
Museo Aviadores del Chaco inauguró su nueva sede en San Bernardino
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El Museo Aviadores del Chaco inauguró su nueva sede el jueves 12 de junio en la ciudad de San Bernardino, dentro de la urbanización del club de vuelo Yvytú, en el marco de los 90 años de la Paz del Chaco y de los 10 años de apertura del espacio cultural, que constituye un homenaje de su fundadora y directora, Carmiña Pérez Falabella, a su padre héroe de la Guerra del Chaco, el Teniente PAM Primero, Fernando Pérez Veneri, y a todos los aviadores de la contienda chaqueña.
En un terreno de más de 4000 metros cuadrados, el Museo cuenta con una zona de hangar para aviones históricos de la guerra, así como la zona de museo con museografía y objetos de la guerra del Chaco. Además, cuenta con exposiciones al aire libre buscando ofrecer experiencias más vívidas e inmersivas. Se recrean, por ejemplo, una Tuca y unas trincheras similares a las que fueron utilizadas durante la Guerra del Chaco.
La estructura utilizada para la construcción del edificio se conoce como Quonset hut, que es una estructura utilizada en la Segunda Guerra Mundial, por la Fuerza Aérea de Estados Unidos, que necesitaba una estructura de transporte, fácil y armado rápido para protección de sus aeronaves, y formación de barracas y habitación para los pilotos. El museo también cuenta con cabañas independientes,
La estructura de Quonset hut es una chapa arqueada, que no necesita pilares ni vigas para su formación Todo el resto de los materiales, así como la mano de obra es nacional, buscando fortalecer y construir de manera sostenible. Este proyecto fue diseñado por el arquitecto Luis Ayala Vargas y construido por el Gabinete de Arquitectura. Cuenta con una entrada independiente y de fácil acceso. Se podrá visitar el Museo agendando previamente, enviando un mensaje al +595 986 109810.
Avanza proyecto para revitalizar antigua Estación de Tren de Ybytymí
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El equipo técnico del Programa Tekorenda presentó, en la ciudad de Ybytymí, el proyecto de restauración de la Estación de Tren ante representantes de la Municipalidad y miembros de la comunidad, en una jornada realizada en el Salón Municipal el viernes 6 de junio. La iniciativa forma parte de la primera etapa del programa Tekorenda, que contempla la intervención de ocho sitios patrimoniales a nivel nacional.
Durante la reunión, se detalló el proceso de elaboración del proyecto, que incluyó un trabajo participativo con actores locales, a fin de recoger las necesidades y expectativas de los habitantes del territorio. El objetivo principal es poner en valor este sitio emblemático y convertirlo en un nuevo referente para la ciudad. Se informó además que, con el diseño ya concluido, se dará inicio al proceso administrativo para el llamado a licitación, el cual será llevado adelante por el Parque Tecnológico Itaipú (PTI).
La actividad contó con la presencia del intendente municipal, quien expresó su agradecimiento a la Secretaría Nacional de Cultura por el acompañamiento brindado y el compromiso con la valorización del patrimonio histórico de Ybytymí, en especial la Estación de Tren, considerada un anhelo largamente esperado por la comunidad.
Tekorenda es un programa impulsado por el Gobierno del Paraguay, a través de la Secretaría Nacional de Cultura, que tiene como objetivo la identificación, salvaguarda y revalorización del patrimonio cultural en diferentes comunidades del país. A través de procesos participativos e interinstitucionales, se busca la recuperación y activación de espacios emblemáticos, promoviendo su sostenibilidad y apropiación por parte de la ciudadanía. El programa cuenta con el apoyo de Itaipú Binacional, el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), el Parque Tecnológico Itaipú (PTI) y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
El protocolo de paz fue firmado en la Casa Rosada de Buenos Aires y llevó la rúbrica de los cancilleres de Paraguay y de Bolivia, Luis Alberto Riart y Tomás Elío
El Chaco, el territorio que une y separa a dos países
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Jimmi Peralta
Fotos: Gentileza/Archivo
El 12 de junio de 1935 fue firmado en Buenos Aires el protocolo de paz que dio por terminadas las acciones bélicas que enfrentaron a Paraguay y Bolivia desde 1932. Los historiadores Erasmo González y Herib Caballero Campos cuentan los pormenores de las arduas negociaciones y el contexto en el que se desarrolló el conflicto entre ambos países por la posesión del Chaco Boreal.
Luis Alberto Riart y Tomás Elío, cancilleres de Paraguay y de Bolivia, respectivamente, fueron los encargados de refrendar el documento para poner fin a las hostilidades entre ambas naciones mediterráneas, que se disputaron una salida fluvial al mar y sufrieron la falta del vital líquido durante varios tramos de la contienda, lo que infligió múltiples sufrimientos además de los propios de toda guerra.
A 90 años del histórico acuerdo, se celebra la hermandad entre pueblos que, si bien tienen amplias fronteras en común, en gran parte siguen separados por el gran territorio chaqueño.
ANTECEDENTES
La guerra del Pacífico (1879-1884) cercenó territorialmente a Bolivia y lo despojó de 120.000 km2 de superficie y 400 km de litoral marítimo. Este fue un momento clave que provocó que el Chaco paraguayo entrara en los planes estratégicos del país del altiplano.
En Bolivia, con la pérdida de su costa sobre el océano Pacífico en la guerra que tuvo contra Chile, desplazaron hombres para irrumpir en el Chaco fundando fortines, al tiempo que los tratados se realizaban, pero no se solucionaron las diferencias territoriales.
“Las incursiones generaron tensiones al punto de que en febrero de 1927 es muerto en el fortín Sorpresa el teniente paraguayo Adolfo Rojas Silva. A partir de ese episodio el conflicto contra Bolivia se desarrolló en un ambiente en el que amplios sectores de la ciudadanía paraguaya reclamaban mayor presencia del Estado paraguayo en el Chaco. Desde el llamado a la movilización en diciembre de 1928 luego del ataque de tropas paraguayas al fortín Vanguardia, donde los bolivianos fueron desalojados, la crisis diplomática afloró con la expulsión de sus respectivos representantes diplomáticos que cumplían funciones en ambos países”, explica Erasmo González, doctor en historia.
El 23 de octubre de 1931, registrado como un ícono del reclamo ciudadano por la protección del Chaco, quedó en la memoria por la masacre de manifestantes estudiantiles en los jardines del Palacio de Gobierno, que estaba ocupado entonces por el presidente José P. Guggiari.
SIGILO
“Lo sucesivos gobiernos paraguayos venían realizando una prudente campaña de reforzar y dotar de mayor armamento al Ejército, que se inició con las reformas realizadas por el presidente Eligio Ayala. Durante su gobierno se mandaron comprar armas e incluso las dos cañoneras adquiridas de Italia: El Paraguay y el Humaitá”, indica González.
“En los últimos años han sido varias las investigaciones históricas académicas que han permitido comprender el esfuerzo del Estado paraguayo para armar al país. Efectivamente, sin un préstamo internacional se pudo comprar armamento moderno y capacitar a los jefes y oficiales para enfrentar el conflicto a partir de los planes consensuados entre el Gobierno y los jefes del Ejército en agosto de 1924”, explica, por su parte, el historiador Herib Caballero Campos.
A pesar de estos esfuerzos, en comparación con el despliegue boliviano Paraguay se encontró con una preparación un tanto menor en efectivos y en armamento para el inicio de las hostilidades.
EL AGUA Y EL GUARANÍ
“La contienda se inició con la toma boliviana en Pitiantuta, casi al mismo tiempo en que el doctor Eusebio Ayala asumía la Presidencia. Era una etapa difícil e incierta, pero el presidente tuvo el tino de apostar por José Félix Estigarribia para el mando del Ejército. La estrategia del comando paraguayo de llevar la guerra al interior de la región chaqueña fue fundamental. Los bolivianos incursionaron en un territorio adverso por las condiciones naturales del territorio, alejados de donde existía agua; además, considerablemente lejos de su puesto logístico”, refiere González.
“La utilización del idioma guaraní por orden general del comandante Estigarribia fue estratégica para comunicarse y despistar a los enemigos con códigos que los jefes oficiales y los soldados paraguayos podían entender. Además, servía para identificarse entre paraguayos si se encontraban en un lugar determinado, evitando confusiones que podían llevar al enfrentamiento entre los mismos”, agregó.
UNIDAD Y ESTABILIDAD
La primera mitad del siglo XX en Paraguay se caracterizó por un sinfín de tragedias internas a consecuencia de la inestabilidad política con revoluciones, golpes de Estado, exilios, atropellos, proscripciones y muerte. La hegemonía liberal había arrancado en 1904, pero tanto los conflictos dentro del propio partido de gobierno como las confrontaciones con la oposición impedían el desarrollo de un proyecto nacional.
“En el contexto de la guerra se había generado una tregua política. Según se estableció por leyes aprobadas por el Congreso, se reprimió a los sectores socialistas y comunistas que eran antiguerreristas, pues consideraban que la guerra del Chaco era una guerra imperialista. Asimismo, importantes jefes políticos de los dos partidos tradicionales se movilizaron o apoyaron al gobierno de Eusebio Ayala”, señala Caballero Campos.
“El territorio chaqueño no conoció diferencias políticas entre los combatientes paraguayos. Diferentes sectores de la sociedad acudieron al llamado: campesinos, obreros, estudiantes y con ellos artistas, poetas, intelectuales, choferes, deportistas, enfermeras y médicos. Con ese esfuerzo mancomunado se pudo sobrellevar la guerra con el acompañamiento de las mujeres, que realizaron diferentes actividades tanto en retaguardia como en el frente. Se destaca la labor de las madrinas de guerra como apoyo emocional para el soldado combatiente”, explica González.
A renglón seguido, destacó la unidad que se logró en el Paraguay durante la guerra a pesar de las diferencias que lo separaban anteriormente.
Erasmo González, historiador
“En general hubo un gran acompañamiento. Las personas hacían donaciones para las viudas y huérfanos de guerra; la Legión Civil Extranjera, conformada por miembros del comercio y la industria que eran de origen extranjero, colaboró con varias acciones para paliar las necesidades más urgentes. La Junta Nacional de Aprovisionamiento era una entidad gestionada por el Estado con fuerte colaboración de sectores privados, que proveían los alimentos básicos a las familias de los soldados combatientes que no tenían otros recursos para subsistir. La Cruz Roja Paraguaya, liderada por el Dr. Andrés Barbero, donó un avión ambulancia, así como también realizaron varias actividades para recaudar fondos, como el partido de fútbol en Buenos Aires en el que jugó Arsenio Erico, que finalmente fue fichado por el Independiente de Avellaneda”, citó Caballero Campos.
El esfuerzo de la guerra insumía ingentes recursos humanos y materiales, por lo que el armisticio fue celebrado en ambos bandos
VÍA DIPLOMÁTICA
En el contexto de una guerra con fuertes bajas para ambos bandos, la vía diplomática no estuvo clausurada. Esto a pesar de que Paraguay fue sancionado por la Sociedad de Naciones (antecedente de las Naciones Unidas) por haber sido declarado país agresor.
“El grupo mediador liderado por el gobierno argentino del general Juan B. Justo fue el impulsor de abrir una negociación con el apoyo de los demás gobiernos de la región, pero el último actor clave en sumarse y muy necesario fue el gobierno del Brasil, cuyo presidente Getulio Vargas visitó Buenos Aires en mayo de 1935, dando su acuerdo para que se impulse un alto al fuego en el infierno verde del Chaco”, comenta Caballero.
“De una posición defensiva en los primeros meses del conflicto, Paraguay pasó a la ofensiva en 1934 logrando recuperar territorios que los bolivianos fueron ocupando. Para 1935 ya había cruzado el río Parapití. Sin embargo, no debemos olvidar que todo esto significó sacrificios humanos de padecimientos por sed, pestes, heridas, traumas emocionales, muerte y angustia por la distancia de los seres queridos. Para 1935 los recursos se extremaron. Cada día de combate representaba un gran costo para el país, por lo que la gestión diplomática también fue ardua”, apunta González.
En este sentido, fue destacado el rol del canciller argentino Carlos Saavedra Lamas en el contexto de las negociaciones diplomáticas, quien fue reconocido con el Premio Nobel de la Paz en 1936 por su mediación en este conflicto y por haber inspirado un tratado antibélico que lleva su nombre.
RUMBO AL PROTOCOLO DE PAZ
“Las negociaciones comenzaron en mayo de 1935. Primeramente, el grupo mediador se reunía con cada canciller por separado. El Paraguay desde un principio estaba conteste en general con los términos del documento propuesto por los mediadores, pero Bolivia pretendía esperar el resultado de su contraofensiva, que fue detenida exitosamente por el Ejército paraguayo en la batalla de Ingavi, el 8 de junio de 1935. En ese sentido, ya el 11 se anunciaba en los medios de prensa asuncenos que se había acordado entre los países un alto al fuego, pero se estaban aún ultimando los detalles del documento final”, explica Caballero Campos.
De su parte, González subraya que el protocolo se firmó en un momento en el que ya no se podía continuar con la guerra por la dificultad para obtener recursos y el agotamiento de los combatientes. Por ello, de alguna forma la firma del protocolo de paz del 12 de junio era el camino obligatorio.
“Ya en los últimos meses de la guerra, el cansancio, la hostilidad de la naturaleza en el alto Chaco, el revés en las estribaciones andinas hicieron que la mayoría de la tropa paraguaya ya se encuentre agotada y agobiada, según se puede deducir de varios testimonios. Además, las arcas del Estado paraguayo ya estaban exhaustas luego de casi tres años de guerra. Por ello, el alto al fuego al mediodía del 14 de junio de 1935 (día en que se festeja la Paz del Chaco en Bolivia) fue celebrado por todos los combatientes, pues era algo que se anhelaba en ambos ejércitos ”, agrega Caballero Campos.
Herib Caballero Campos, historiador
En agosto de 1935 se realizó el desfile de la victoria en Asunción, pero el país estaba con una economía extenuada, con la producción mayormente a cargo de ancianos, niños y mujeres. Todo esto fue terreno fértil para que afloren de nuevo las desavenencias, los golpes de Estado, revoluciones, persecuciones e inestabilidad política.
ACUERDO FINAL
El Tratado de Paz, Amistad y Límites definitivo se rubricó el 21 de julio de 1938. El documento final fue firmado por Cecilio Báez y José Félix Estigarribia por Paraguay, y Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot por Bolivia. El acuerdo fue refrendado por un referéndum, que se realizó el 15 de agosto de ese año y tuvo una aprobación del 91 %.
En octubre de 1938, en cumplimiento de una de las cláusulas del tratado, se abrió una Comisión Mixta Demarcadora de Límites para señalizar la frontera en el terreno, que dio por concluidas sus tareas en 2007.
Por ello, recién en abril de 2009, con firma de Evo Morales por Bolivia y de Fernando Lugo por Paraguay, se oficializó el acta de cumplimiento y ejecución del mencionado tratado.
BARRERA
A poco de cumplirse el centenario de esta epopeya, la más grande del siglo pasado en el continente, que dejó cerca de 100.000 bajas, el vínculo entre ambos países sigue en parte separado por aquel territorio hostil.
“Evidentemente el Chaco hasta hoy en día es una barrera para que se dé ese relacionamiento más cercano entre bolivianos y paraguayos. Hoy la ruta Bioceánica es una oportunidad para mejorar esa integración, pero el Chaco aún hoy es un territorio despoblado, con muchas carencias y una necesidad de recibir políticas públicas que aseguren la educación, la salud y la movilidad a las poblaciones chaqueñas, tanto originarias como a las demás que habitan dicho territorio”, concluyó Caballero Campos.
El escritor colombiano Fabio Martínez estuvo recientemente en Asunción para presentar su libro “La búsqueda del paraíso. Una biografía de Jorge Isaacs”. Se trata de una crónica de no ficción en la que de manera novelada cuenta la historia del destacado escritor romántico, quien en su faceta de político se pronunció a favor de la causa paraguaya durante la guerra contra la Triple Alianza. En esta entrevista con La Nación/Nación Media, el autor caleño nos cuenta sobre lo que representó Isaacs más allá de la novela “María” y de la hermandad entre nuestros países.
–¿Cómo empieza su interés hacia la figura de Jorge Isaacs?
–Yo escribí una biografía de Isaacs porque la institucionalidad de la época en su momento invisibilizó la vida y la vida política del escritor. Al investigar la vida de este personaje llegué a la conclusión de que es uno de los intelectuales más importantes no solo de Colombia, sino de América. Cuando él publica la novela “María” en 1867 enseguida se convierte en una especie de best-seller desde España, pasando por México, Centroamérica, Venezuela, Perú, Paraguay, Uruguay y Argentina. En los currículos académicos de las escuelas y de los colegios de bachillerato estaba vigente la novela “María”. Hace poco tuve la oportunidad de visitar Paraguay y varias personas se me acercaron y me dijeron que habían leído “María”. Mi interés pasa primero porque es paisano. Él nació en Cali, la tercera ciudad colombiana, que está situada en el suroccidente del país y en segundo lugar por ese ninguneo que hubo sobre su vida política, su vida también como científico, etc., que fue muy interesante. En Colombia muchas generaciones hemos leído “María”, pero no se conocía su vida como tal, que está articulada a su obra literaria. Entonces, ese fue mi interés por rescatar esa vida tan importante que tuvo la segunda mitad del siglo XIX.
SOLIDARIDAD
–A pesar de ser una figura descollante de las letras latinoamericanas, se sabe muy poco del vínculo de Jorge Isaacs con el Paraguay. ¿Podría hablarnos sobre cuál fue la posición del escritor respecto a un acontecimiento que marcó la historia de nuestro país?
–En 1868 Isaacs fue elegido representante en la Cámara y como él tenía una relación fluida epistolar con los principales intelectuales de América Latina se informó de esa guerra terrible, la famosa guerra de la Triple Alianza contra la nueva República del Paraguay. Enseguida empezó a establecer relaciones con los intelectuales de la época y promulgó en el Congreso de la República la ley 78 de 1870, donde se plantea de una manera clara que Colombia se solidariza con el pueblo paraguayo. Fue el primer país que realmente se solidarizó con el pueblo paraguayo. Él era un escritor reconocido y es muy posible que él haya redactado este decreto, que es un decreto breve, pero es un decreto de apoyo y solidaridad con el pueblo paraguayo. Yo diría que a partir de esa fecha es que se inician las relaciones de hermandad entre Colombia y Paraguay. Es muy importante que recordemos ese decreto tanto en Paraguay como en Colombia porque hace parte de la unidad latinoamericana que tanto necesitamos. En este junio se cumplen 155 años de la firma del decreto en apoyo a los paraguayos y ahí se inician las relaciones de hermandad entre Colombia y Paraguay. Y es algo muy simbólico y muy importante para los dos países.
–A pesar de ser un eminente escritor, en la política Isaacs no tuvo la misma suerte, ¿no?
–Con la Constitución de 1886 de Colombia, Isaacs fue uno de los derrotados políticos. Isaacs comenzó su labor legislativa como miembro del Partido Conservador, como su padre, el señor George Henry Isaacs, pero rápidamente cambió de partido y se unió al Partido Liberal y al Partido Radical. Entonces, el establecimiento lo quiso borrar.
BIOGRAFÍA NOVELADA
–¿Podría hablar de cómo se inició el proceso de elaboración de su libro y de qué género es?
–La obra es una biografía novelada. Pienso yo que ese género cala muy bien en los lectores. Una biografía novelada que está sustentada en la historia colombiana y latinoamericana de la segunda mitad del siglo XIX. Justamente ahí yo menciono el tema de la guerra de la Triple Alianza con Paraguay y el decreto. Yo en ese momento me encontraba haciendo un doctorado en Semiología en la Universidad de Quebec en Montreal, Canadá, y mis horas del día las pasaba fundamentalmente en la biblioteca. Allí descubrí un libro muy interesante de un académico norteamericano, Donald McGrady, que estaba dedicado justamente a la vida de Jorge Isaacs, cosa que no existía en Colombia. Enseguida me acerqué a una primera biografía que había escrito (Luis Carlos) Velasco Madriñán y cuando regresé a Colombia dediqué varios meses a investigar sobre ese periodo histórico, que es tan importante para Colombia y para América Latina, porque en ese periodo se empiezan a consolidar las nuevas naciones latinoamericanas que se independizaron de España. Entonces, me zambullí en la historia política y cultural de la segunda mitad del siglo XIX y de allí rescaté una serie de documentos que me dieron claridad sobre algo contundente: que Jorge Isaacs había sido más y había hecho más cosas que la novela “María”, que había sido un personaje emblemático, un ícono de la cultura hispanoamericana. Entonces, el mejor género para hacer esto es una biografía novelada, porque es un estilo grato, casi una crónica, como se dice en el mundo del periodismo, una crónica larga sustentada en hechos históricos de la época, en archivos y documentos.
Jorge Isaacs, el prolífico intelectual que soñó con transformar la sociedad a través de la política
PARAÍSO
–Yendo un poco a lo que es el título del libro, ¿cuál es ese paraíso al que hace alusión?
–Esa idea del paraíso viene desde Colón. Él en uno de los diarios dice explícitamente que ha llegado al paraíso terrestre. Por supuesto, América en el siglo XV era un paraíso con una naturaleza exuberante, con el paisaje, con los ríos, los mares, los valles, las montañas. En 1815, cuando Simón Bolívar se dirige a Kingston, en Jamaica, allí conoce al señor George Henry Isaacs, el futuro padre de Jorge de Isaacs, y él le habla de que lo invita a que visite el país que se va forjando aquí. Pero como yo digo en uno de los apartes de la novela, no hay paraíso sin serpientes. Entonces, esta idea del paraíso siempre ha existido en todas las épocas. A nadie se le ocurre hacer un viaje hacia el infierno, aunque hay seres humanos que lo han hecho y lo siguen haciendo . Entonces, el título de mi libro viene por ese imaginario que a través de toda la historia de la humanidad siempre se ha constituido como el gran topos, el gran lugar donde todos tenemos que llegar, la búsqueda del paraíso.
–Isaacs fue hijo de un rico hacendado caído en desgracia luego de la abolición de la esclavitud. ¿Cómo influyeron en su obra estos acontecimientos de su vida?
–El señor George Henry Isaacs se entronca directamente con las élites terratenientes de la época, compra tierras e incluso llega a tener unas tres haciendas. Entre ellas está la famosa hacienda El Paraíso, que queda a 70 kilómetros de Cali y donde transcurrió la novela “María”. Hoy en día es un museo nacional muy visitado por colombianos y latinoamericanos. Yo siempre he dicho que nuestros países surgieron a raíz de las estancias. Esa fue la primera conglomeración de tipo social y económica que permitió más adelante que estos territorios se constituyeran en naciones independientes después de la guerra de liberación de España y Portugal. Entonces, él se entronca directamente con las élites, pero se produce inmediatamente la liberación de los esclavos, que sustentaban el trabajo en estas haciendas. Entonces, eso produce una crisis económica. El señor George Henry Isaacs quiebra económicamente. Él tenía pensado en vida enviar al joven Jorge Isaacs a estudiar medicina en Londres y ante la quiebra no lo puede hacer y deja a la viuda, doña Manuelita Ferrer, una cantidad de deuda. Esa crisis hace que el joven novelista se siente a escribir, él toma un poco la escritura como una especie de catarsis. Efectivamente, en la novela, si bien es cierto en la vida real él no hace el viaje a Londres, el personaje literario Efraín, que es una especie de alter ego, sí viaja a Londres a estudiar medicina y es ahí donde recibe esa fatal noticia a través de una carta de que su novia María ya estaba enferma. Entonces, él realiza un viaje de regreso, llega por el Pacífico al puerto de Buenaventura. En esa época no existía el canal de Panamá, sino que tenía que bajar al sur del continente y atravesar del Atlántico al Pacífico y cuando llega a la hacienda El Paraíso le encuentra muerta. Por eso es una novela romántica.
La hacienda El Paraíso, el escenario donde transcurre la novela “María”, es un ícono de la cultura vallecaucana y bien de interés cultural
ILUSTRACIÓN
–¿Qué ocurre luego del éxito de la novela?
–Después de la publicación de “María”, él se mete de lleno en la política. El joven Isaacs es un hombre culto, es un hombre ilustrado. En su casa de Cali tenía una gran biblioteca y es allí donde se vincula al mundo de la política. Él era un personaje ilustrado que quería ayudar a la construcción de estas naciones que estaban un poco a la deriva todavía. Si bien es cierto eran ricas en lo económico, todavía no tenían un Estado sólido ni habían configurado un Estado democrático importante que pudiera estar al frente de las soluciones de los problemas del país. Lo que yo descubro en la biografía, y guardando las distancias, es que Isaacs fue un poco nuestro Gabriel García Márquez de la segunda mitad del siglo XIX. Así, era necesario reivindicar su historia de vida.
“EN ASUNCIÓN ME SENTÍ COMO EN CASA”
Al tiempo de recordar a figuras de la cultura paraguaya como Augusto Roa Bastos y Rubén Bareiro Saguier, Martínez destaca de su visita la cordialidad con la que fue recibido y subraya la necesidad de que nuestros países asuman posiciones en bloque en el seno de los espacios de decisión de la comunidad internacional.
“Yo no conocía Asunción, yo no conocía Paraguay. Lo conocí a través del maestro que ustedes tienen de la literatura paraguaya, Augusto Roa Bastos, porque en los años 80 lo leíamos. Cuando estuve como estudiante en la Universidad de la Sorbona en París fue a darnos una conferencia a unos 20 estudiantes que veníamos de todas partes del mundo. Fue una charla muy acogedora, era un hombre muy culto, muy noble, muy humilde, muy sencillo. Para mí desde los años 80 Roa Bastos fue un gran referente de la literatura hispanoamericana. En ese mismo ciclo de estudios también conocí a Rubén Bareiro Saguier, un intelectual y académico paraguayo. Estuve en la Feria del Libro y me acordé de él porque en una de las librerías había una fotografía grande de él. Quiero decir que estoy muy agradecido por la invitación que me hizo la Embajada de Colombia en Asunción, con los organizadores de la Cámara del Libro de Asunción también y estoy muy agradecido con los paraguayos y paraguayas que tuve la oportunidad de conocer. En Asunción yo me sentí como en casa, yo no me sentí un extranjero. Los viajes literarios sirven justamente para eso, para unir. Hoy más que nunca los colombianos y los paraguayos tenemos que continuar afianzando esas relaciones de hermandad que tenemos desde el siglo antepasado a través de proyectos de tipo económico, energético, etc., y también a través de proyectos y convenios interculturales, sobre todo en estos tiempos en los que los países se expresan unitariamente en forma de bloques. Nosotros estamos en la necesidad de unificarnos, de cumplir con el sueño latinoamericano que alguna vez planteó el libertador Simón Bolívar”, concluyó.