La fase 3 de la cuarentena inteligente comenzó este lunes con base en el reporte del patrón epidemiológico que indica una reducción de casos confirmados de COVID-19 entre las dos primeras fases, pese a que se ampliaron las muestras a casi 20 mil en la segunda fase; una ocupación de casi 15% de las camas hospitalarias y proyecciones auspiciosas en el mes de mayo.

Sin embargo, el Ministerio de Salud insiste con la precaución, porque persiste la alerta por la circulación comunitaria (fuera de los albergues); hubo casos confirmados en casi todos los departamentos del país y se trata de una temporada importante de infecciones respiratorias que afecta al grupo de riesgo.

Reactivación social y económica

“Cada fase implica un riesgo mayor. Eso es categórico. Nosotros estamos saliendo a reactivarnos económica y socialmente, dentro de un contexto de una pandemia”, expresó la doctora Adriana Amarilla, directora de Promoción de la Salud del Ministerio de Salud, en una charla virtual organizada el sábado pasado por la Secretaría de Cultura, respecto al entorno de museos.

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“Dentro del contexto de la pandemia, hay circulación comunitaria. Qué quiero transmitir con esto: Ese sentido de responsabilidad que tenemos que tener cada vez que nosotros nos proponemos, de alguna u otra manera, realizar una actividad. Esta fase 3 implica nuevos desafíos”, destacó Amarilla al referir que esta fase abarca actividades muy diversas, que amplían el contacto del núcleo familiar, el de convivencia directa, con otros entornos sociales.

Foto: Gentileza.

Casos sin nexo

Con los casos confirmados hasta el último informe del ministro de Salud, Julio Mazzoleni de este 15 de junio, totalizan 1.296 resultados positivos desde que la pandemia se oficializó en Paraguay, el pasado 7 de marzo.

Para avanzar a la fase 3 se consideró el reporte de situación que la Dirección General de Vigilancia de la Salud emitió el 10 de junio, sobre un total de 868 casos dentro de la fase 1 (semanas 19 a 21 de 2020), del 4 al 24 de mayo y de la fase 2 (semanas 22 a 24), desde el 25 de mayo. Un dato auspicioso fue que de 516 casos en fase uno, la cifra fue menor en fase 2, con 352 casos.

El detalle indica que de 526 casos de fase 1, 481 (93%) fueron de albergues, 8 (2%) viajeros, 15 (3%) contactos y 9 (2%) sin nexo. Mientras que en fase 2, 163 (46%) casos en albergues, 14 (4%) viajeros, 148 (42%) contactos, 27 (8%) sin nexo.

La fase 1 refleja que la contención del COVID-19 en albergues resultó en una medida efectiva y que en general se aplicaron los protocolos en la población (aislamiento y distanciamiento social, lavado de manos, uso de tapabocas).

En tanto, lo favorable de la fase 2 es que la menor cantidad de casos se corresponde con una mayor cantidad de muestras. Casi 20 mil, tan solo en esta etapa. Sin embargo, la alerta principal es el 8% de casos sin nexo y que triplica la cifra de la fase 1. La mayor cantidad de sin nexos (21 casos) se registra en Asunción y Central.

Capacidad diagnóstica

El aumento de la capacidad diagnóstica igualmente fue relevante para aprobar el avance a la fase 3. En el periodo de 14 semanas que abarca el reporte, se contabilizan 32.482 muestras (o test de COVID-19) en total.

En la primera semana hubo 54 muestras; se superó la barrera de las 1000 muestras tras las cuatro semanas iniciales y el máximo de muestras en una semana llegó a 5.096. Del total, se señala que hay 2.751 muestras pendientes de resultados, incluyendo casos que se notificaron y no se realizaron.

Aunque se sumaron otros laboratorios nacionales y privados, la mayor cantidad de muestras se realizaron en el Laboratorio Central de Salud Pública: En total 17.757 (65%). En la lista siguen: Senacsa (Servicio Nacional de Salud y Calidad Animal), con 6.840 (25%), Centro de Especialidades Dermatológicas, con 1.210 (4%), IICS (Instituto de Investigaciones en Ciencias de la Salud), con 709 (3%), privados y otros, con 557 (2%), HRCO (Hospital Regional de Coronel Oviedo), con 73 (0%).

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¿Se aplana la curva?

Las estadísticas presentan un aumento progresivo, aunque afortunadamente se mantiene en un rango controlado. Esto significa que Paraguay está fuera de los picos de gravedad y esto es alentador para avanzar hacia la fase 4, aunque también un llamado a una mayor responsabilidad social.

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La semana de inicio de la fase 1 tuvo coincidentemente el mayor pico de casos hasta ahora: 355, aunque 335 corresponden a albergues (que se habilitaron desde abril). La curva de las fases 1 y 2 osciló entre estas cifras de casos semanales: 355, 89, 72, 114, 126, 112. Discriminando los casos que no provienen de albergues, la línea se dibujó con: 20, 9, 5, 48, 49, 83.

Antes de la cuarentena inteligente, entre marzo y abril, los casos reportaron así: 2, 16, 45, 30, 68, 20, 112. En general, la tasa de incidencia nacional se establece en 17 casos por cada 100.000 habitantes.

Caaguazú en la punta

Los departamentos de Ñeembucú (1), Misiones (2), Boquerón (2) y Presidente Hayes (3) aparecen entre los que reportaron menos casos. Mientras que en la cima de la tabla se encuentran: Caaguazú (268), Central (226), Alto Paraná (222) y en cuarto lugar se ubica la ciudad de Asunción (126). Otras ciudades con mayor registro de casos son Caaguazú (83), Ciudad del Este (77) y San Roque González de Santacruz (61).

Ocupación de camas

Actualmente Paraguay cuenta con 1.250 camas para pacientes respiratorios y otras 249 en la Unidad de Terapia Intensiva. La ocupación de estas 1.499 camas era la mayor preocupación con la llegada de la pandemia, debido a que la elevada capacidad de contagio asintomático del COVID-19 implicaba una saturación de los servicios de atención médica en corto plazo.

Dentro de los casos por coronavirus, el reporte señala 67 internados en total. Según el tipo de salas, la ocupación se repartió en: 54 (81%) en sala común y 13 (18%) en UTI. En fase 1: 17 en sala común, 1 en UTI y en fase 2: 9 en sala común y 3 en UTI.

La condición de alta hospitalaria, que no incluye el fallecimiento anunciado este lunes, se distribuye así: 48 (72%) mejorado; 11 (16%) fallecidos; 8 (12%) estables actualmente. En cuanto al requerimiento de la Asistencia Respiratoria Mecánica, 9 (13%) pacientes necesitaron su uso y 58 (87%) se internaron sin que hiciera falta el respirador mecánico.

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También hay otra estadística relacionada con la ocupación de camas, que incluye otras infecciones respiratorias. De las 1.250 camas de salas comunes, se reportaban 183 (14,6%) ocupadas y 8 por COVID-19. Mientras que de las 249 camas de UTI, 33 (13,3%) estaban ocupadas y solo 1 por COVID-19. Estas cifras resultan alentadoras, sobre todo porque la ocupación global no supera el 15%.

Personal de salud

El reporte también revela detalles de la exposición al COVID-19 del personal sanitario. Se han reportado 2.081 casos (incluye personal no médico de hospitales, como choferes, informáticos o de limpieza), de los cuales el 75% cuenta con resultado laboratorial: el 3,21% (63) dio resultado positivo y el 75.2% (1.898) dio resultado negativo. De los 1.187 casos confirmados el 5,3% corresponde a personal sanitario.

En aislamiento se encuentran actualmente 334 personas del sector de salud. De los 12 fallecidos a la fecha 2 provienen de este sector.

El 75% de los casos procede del entorno asistencial y abarca también especialidades como obstetricia, bioquímica, neurocirugía, radiología, entre otros. El 63% (40) de los casos confirmados es personal femenino y el 41% (26) afecta la franja de edad 29-39 años. Las cifras más elevadas se ubican geográficamente: 41% (26) en Central y 33% (21) en Asunción.

Foto: Gentileza.

Enfermedades respiratorias

La tasa de incidencia nacional del COVID-19 es de 17 casos por cada 100.000 habitantes. En comparación la tasa de incidencia que abarca ETI (Enfermedad Tipo Influenza) e IRAG (Infecciones Respiratorias Agudas Graves) se sitúa en 51,4 por 100.000 habitantes.

De acuerdo al último boletín de Vigilancia de la Salud, la notificación de ETI por Planilla Semanal sitúa la curva de tendencia en la franja de éxito del corredor endémico. Según datos de laboratorio, la actividad de los virus respiratorios es baja con detecciones esporádicas de SARS-CoV-2 en las últimas semanas. Los casos respiratorios en urgencia indican una interesante disminución con relación al año pasado.

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Además, en las estadísticas al 29 de mayo los 413 recuperados de COVID-19, frente a 493 casos activos, así como un mes entero que no se reportaron fallecidos, fueron datos esenciales. También las llamadas al 154 para reportar casos fueron en total 7.486 durante la cuarentena inteligente, frente a las 36.687 llamadas, entre marzo hasta el 4 de mayo.

Transmisibilidad

Finalmente, el monitoreo de fases incluye las proyecciones matemáticas de la pandemia a nivel nacional. Por una parte, las proyecciones en los sistemas SEIR y SIR sobre el uso de camas al 15 de junio no supera de 17%.

Mientras que las estimaciones de transmisibilidad, durante las últimas cinco semanas, apuntan a un leve aumento a nivel nacional, pero reducen el porcentaje de transmisión fuera de albergues. En el sistema SEIR, la transmisibilidad del total país es de 2,15 al 30 de mayo, en comparación al 1,61 del 4 de mayo. Fuera de albergues: 0,54 (1,17, en mayo). Por su parte, SIR estima el total país: 1,62 (1,29), y fuera de albergues: 0,50 (1,00).

“Sumamente peligroso”

“Cuál es la problemática del coronavirus. Este es un virus que es sumamente peligroso, justamente porque no es tan letal. El virus necesita que el ser humano esté vivo para seguir reproduciéndose. Entonces tiene síntomas que se pueden confundir con otras cuestiones. Es de muy fácil contagio y esto es lo que hace ideal para que un virus se convierta en pandémico”, explica Amarilla.

“A diferencia, por ejemplo, del ébola; enseguida uno se siente mal, tiene síntomas muy contundentes y eso hace que vos naturalmente te aísles en tu casa y te vayas a buscar ayuda en un hospital. Ya te aislás socialmente. Sin embargo, con este virus, no. Si no existiesen estas medidas y estas restricciones externas que vienen desde el Ministerio de Salud, haríamos nuestra vida de una manera relativamente normal y eso sería equivalente a brotes exponenciales en cualquier parte que tenga que ver con compartir objetos y compartir momentos y todo lo que tenga que ver con lo social”, dijo.

“Nosotros estamos ahora en fase 3; en tres semanas va fase 4. No va a haber todavía vacuna. O sea, esto va más allá de esas fases. Hasta ese momento en que haya una vacuna, de alguna y otra manera vamos a tener que aprender a vivir y convivir con esto, que puede ser una amenaza, porque van a haber olas en otros países, porque puede haber acá un brote un poco más difícil de manejar. Entonces, a qué lo que tenemos que apuntar: A esa corresponsabilidad en cuanto a los protocolos sanitarios”, recalcó la doctora.

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