“De los 150 médicos disponibles en el país, no todos se encontraban aptos para prestar servicio en la contienda. A pesar de esto, muchos asistieron voluntariamente al llamado”, describe la narración del video publicado por el Museo Hospital de Clínicas, que conmemora los 85 años de la Paz del Chaco con un homenaje al personal de blanco que, al igual que en actualidad, se encuentran en la primera línea de batalla con la pandemia del COVID-19, para salvar vidas.

“Todos los que ahora están trabajando como personal de blanco es como en aquella guerra. Es muy duro y muy difícil, porque son los primeros que les reciben a los pacientes y en aquella ocasión eran los primeros que recibían a los heridos, tenían que dar todo de sí, hacer todo lo posible por salvarle la vida”, expresa la Dra. Teresita Noemí González, bioquímica y directora interina del museo, quien en el 2012 se unió al proyecto del Dr. Salvador Addario, docente de la Facultad de Medicina, para reconvertir el espacio dejado por el hospital, al mudarse al nuevo edificio en San Lorenzo.

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Debido a las restricciones de la cuarentena, el Museo Hospital de Clínicas, ubicado en el barrio Sajonia, se encuentra cerrado a las visitas presenciales; pero en redes sociales permite un recorrido virtual para este homenaje.

Desde la línea de fuego

“En medio del fragor de las batallas, realizaban la primera cura del herido los llamados médicos de batallones, que eran en realidad enfermeras o estudiantes de cursos inferiores”, narra el audiovisual sobre la situación que abarcó 3 años, movilizó 120 mil combatientes y culminó con la firma del protocolo de paz del 12 de junio de 1935.

“Después, el combatiente era puesto a salvo de la línea de fuego y trasladado a los Hospitales Frontales, que contaban con un cirujano, un médico, un practicante, un odontólogo y un farmacéutico. De aquí eran trasladados a los Hospitales de Evacuación, lejos de la frontera bélica y finalmente destinados a los hospitales de Asunción o del interior cuya atención estaba organizada por especialidades”, añade el material.

“En el 2017 hicimos un homenaje presencial a los familiares de los médicos que participaron en la Guerra del Chaco. Habíamos hecho toda una convocatoria, y los familiares acercaron fotos, medallas, recuerdos”, refirió la directora del museo, sobre la exposición especial, que tuvo a préstamo varios objetos históricos.

Dentro de su propio acervo, la entidad reunió numerosas fotografías, documentos, infografías, hasta un catre de campaña y una máquina de coser, utilizados en la época, y que fueron donados al profesor Addario.

“Queremos ser un centro de referencia de todo lo que sean datos de los médicos que participaron en la Guerra del Chaco. Hay datos muy difusos porque se hicieron algunas publicaciones como, por ejemplo, el libro de campaña del doctor Cándido Vasconcellos, pero son libro que ya no están en circulación”, explicó la doctora González. Afortunadamente, la nieta del citado autor, Tessy Vasconcellos de Careaga, regaló un ejemplar del libro para el museo.

El Museo Hospital de Clínicas comenzó a funcionar como tal en 2014. Contó con el apoyo del Banco Itaú para la museología; que contrató al especialista Luis Lataza para organizar el material y la puesta que necesitaba el espacio. Actualmente, el equipo de investigación del museo, que preparó el homenaje, incluye a la socióloga Lisa Di Benedetto, con el archivismo; así como a las licenciadas en comunicación Alice Jara y Vanessa Apodaca, encargadas de la prensa y márketing, así como de la producción y difusión del video.

Diversos objetos utilizados por el personal de blanco hace 85 años se reunieron en el museo (Foto: Gentileza).

Dar las gracias

Desde su especialidad, la doctora González reflexionó: “Realmente para nuestro país es muy difícil, y creo que para todos. Me doy cuenta que el bioquímico fue siempre como un personaje anónimo, porque los bioquímicos lo que hace son los análisis. Por eso decía personal de blanco, porque todos luchan; porque también están los bioquímicos, a los que no se les suele ver, porque son los que toman y procesan las muestras”.

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“Veo que es muy momento muy difícil para todo el mundo, y más para nuestro país, porque no tiene los insumos, o si le llegan, no le llegan bien, o hay malos manejos. Sinceramente es muy triste”, manifestó. “Entonces, por eso nosotros, desde lo primero que nos decía el profesor Addario, porque él fue el creador del museo: Hay que homenajear a la gente que hace bien, y que hizo bien. Y estos médicos que trabajaron y que sirvieron en la Guerra del Chaco, y las enfermeras, y los bioquímicos que habrán estado detrás haciendo algunos análisis, dieron todo de sí. Dieron todo de sí para salvar vidas en condiciones infrahumanas, con poquísimos elementos. Ahí hay más información que no podemos dimensionar, pero hay que buscar en la historia”.

“Nuestra labor del museo es rescatar las buenas acciones y dar las gracias, porque si no se quedan olvidadas. Si no pareciera que prevaleciera lo malo, y no es así. Hay gente que está haciendo tantas cosas buenas, pero es en silencio”, finalizó.

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