La Cámara Paraguaya del Libro emitió una nota dirigida al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, así como a los principales miembros de su gabinete con la intención de poner en contexto la situación del sector y, sobre todo, peticionar que dicho gremio sea considerado en el inicio de la flexibilización de la cuarentena sanitaria.
El documento manifiesta que la cámara está compuesta por 54 entidades asociadas, más de 700 empleados directos, alrededor de 1.000 empleados indirectos y miles de personas y familias que cuentan con pequeñas o medianas librerías o puestos de materiales educativos que han quedado sin fuentes de ingreso.
“De persistir la situación (cuarentena sanitaria), las empresas editoriales y librerías se quedarían a fines de este mes de abril imposibilitadas de cumplir con sus obligaciones como empleadoras, con las nefastas consecuencias de verse obligadas a la cesantía laboral de sus empleados, a la suspensión de las actividades o incluso al cierre”, expresa.
Bajo esas circunstancias, la cámara solicita la gradual vuelta al trabajo a más tardar el próximo 4 de mayo, atendiendo las condiciones que el Ministerio de Salud determine. Consecuentemente, solicitan la autorización de apertura de las editoriales y librerías bajo cumplimiento del protocolo sanitario y la atención al público para retiro de los locales en la modalidad de pickup, así como la posibilidad de enviar pedidos mediante delivery.
También piden facilitar el acceso ágil y adecuado a financiación destinada al sector, con tasas preferenciales accesibles, con plazos de 2 a 3 años y con un año –el inicial– de gracia de pago.
La adquisición de libros en general, así como de textos escolares y materiales educativos, en especial por el Ministerio de Educación, la Secretaría de Cultura, gobernaciones y municipalidades, con la finalidad de distribuirlos entre la población más vulnerable del país principalmente.
Otro de los puntos solicitados es la participación efectiva de representantes de la cámara en todas las mesas técnicas que conforme el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC).
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Chony Calderón publica “Una carta al corazón”
La periodista, locutora y escritora Chony Calderón presentó el libro “Una carta al corazón: Guía para padres adoptivos” en el Centro Cultural de la República El Cabildo, durante un acto celebrado el viernes 23 de mayo. La autora es una de las creadoras de la Fundación Adoption, Padres e Hijos del Corazón, Entidad con Personería Jurídica n.° 671, del 27 de octubre de 2008, vinculada a la obra.
La comunicadora describe que este material se realizó desde el conocimiento de años de observación e investigación sobre la situación de la adopción. Tiene por ejes: la preparación para la adopción, comenzando una nueva vida, que se siente después de la adopción, la adaptación del bebé, del entorno familiar, a crear el apego. Mas adelante, el libro trata temas como: las emociones del niño, hablar con el hijo adoptado, se vienen las preguntas, la herencia genética y lo adquirido.
Un capítulo muy importante son las etapas según la edad del niño. Cuenta también con un capítulo con varios test que pueden servir a los padres para medir algunas características que forman parte de la psique del niño. Esto les permitirá sopesar las respuestas y si amerita realizar una consulta con un profesional. El material cuenta además con historias verídicas sobre casos de adopciones, y la historia al final de la autora del libro, que es hija adoptiva y a la vez madre adoptiva.
En “Carta al corazón”, escrito para colaborar con quienes han tomado la decisión de ser padres. La autora explica que no existen escuelas para padres, y menos padres adoptivos. Lo escribió porque era necesario, porque está segura que servirá a muchos padres, porque le ha servido a ella, y espera que les sirva a los padres adoptivos.
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Gobierno garantiza la provisión de medicamentos para el Incan
El Gobierno garantiza la provisión de los fármacos para el Instituto Nacional del Cáncer (Incan), reiteró el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos. “Nos comprometemos a disponibilizar los recursos. Al final de cuentas, tenemos un presupuesto de USD 17.000 millones, de algún lado vamos a sacar, porque el monto que requieren es de USD 10 millones”, comentó en entrevista radial.
El secretario de Estado aclaró que el Incan no se quedó sin recursos, como se está diciendo, sino que hay licitaciones en curso para la provisión de medicamentos a futuro. No obstante, reiteró que, según el cálculo realizado con su equipo, el monto que faltaría para este año ronda los G. 100.000 millones, que será cubierto por el gobierno de Santiago Peña.
“El año pasado me comprometí en que ellos iban a tener sin corte su presupuesto. Dimos toda la plata posible al Incan, incluso estuve leyendo la entrevista que le hicieron (a la gente), donde reconocen que no hay falta de medicamentos ahora mismo. Hay otros problemas, pero reconocen que no hay falta de medicamentos”, afirmó Fernández Valdovinos.
“Es fundamental la parte logística, de inventario. No somos estratégicos, es decir, se sabe que hay, pero no se sabe cómo se movieron los medicamentos”, puntualizó el ministro, agregando que hay instrucciones del presidente Peña de que el Ministerio de Salud Pública y el Instituto de Previsión Social (IPS) diseñen un esquema de seguimiento de los medicamentos, tanto a la entrada como a la salida, para tener un inventario.
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Aseguran que el Ejecutivo continúa firme con agenda de reformas
El ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, dejó en claro que el Gobierno continúa con su agenda de reformas y dentro de ella se encuentra la reforma a la caja fiscal, la que sufre de déficits y presenta varias inequidades que agudizan su situación.
El secretario de Estado señaló que están pendientes a finalizar los estudios técnicos para presentar la propuesta.
“Eso es algo que siempre estuvo en la agenda del Gobierno en cuanto a reformas, fuimos muy claros nosotros en que si bien somos técnicos, uno tiene que tener un poco de sentido político en términos de que no se pueden meter las reformas más potentes en un año, sino que lo íbamos a estar espaciando a lo largo de diferentes años”, expresó.
Fernández Valdovinos recordó que uno de los primeros grandes proyectos presentados por esta administración fue la creación de la Superintendencia de Jubilaciones y Pensiones, posteriormente se presentó la ley de reforma del servicio civil y este año corresponde que se aborde la situación de la caja y una solución para la misma.
“Seguimos en la misma agenda, sin necesidad de que nos impongan las agendas de editoriales que puedan sacar los medios, porque esto es algo que hace años nosotros ya dijimos”, sentenció ante la 650 AM.
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Arturo Bray, un paraguayo de grandes batallas
- Jimmi Peralta
- Fotos: Gentileza
Arturo Venancio Bray Riquelme nació en Asunción, fue hijo del inmigrante inglés Sydney Ernest Bray y de la paraguaya Rita Riquelme. Como se lee en su historia y en la forma firme de su prosa, su carácter, talento y la vida misma lo pusieron como partícipe de hazañas y destacado en sus dos ámbitos de acción: las armas y las letras.
“El juicio de la posteridad me tiene sin mayor cuidado, una vez hundido en las impenetrables sombras del más allá; (…) como estas ‘Memorias’ no se publicarán –si se publican– si no después de mi muerte, a ninguno o a muy contados de mis contemporáneos podré herir en carne propia con flechas disparadas desde la impunidad”, escribe en la primera parte de su “Armas y letras” el coronel Arturo Bray, un militar paraguayo que fue condecorado tres veces por su participación en la Primera Guerra Mundial y con un rol militar importante en la guerra del Chaco.
En aquel texto, sus memorias, cerraba el relatorio oficial de su vida enfundando el arma que desenfundó al dejar atrás su vida castrense: la pluma.
Bray nació en Asunción el 1 de abril de 1898 y falleció en la capital paraguaya el 2 de julio de 1974.
“Bray fue parte de la primera promoción de bachilleres del Colegio San José de Asunción en el año 1913. Luego fue becado a Europa. Al término del primer año de la carrera de medicina, se iniciaron las acciones militares de la Primera Guerra Mundial. Al tener padre inglés y hallándose en edad militar, es considerado un ciudadano inglés, siendo incorporado por ello al Ejército Expedicionario Británico en Francia”, explica el investigador y docente universitario Eduardo Ortiz Mereles.
Por su participación en la Primera Guerra Mundial fue condecorado con la medalla de guerra (Inglaterra); la medalla de la victoria (Inglaterra) y con la cruz de guerra (Francia), todas por su participación durante la Primera Guerra Mundial.
“El 15 de noviembre de 1915 en Hide Park, Londres, es incorporado como soldado raso. Asciende a teniente segundo de infantería el 21 de agosto de 1917, a teniente primero de infantería el 12 de febrero de 1919. Luego participa en los batallones 19.° y 17.° del King’s Royal Rifles y en la 117.ª Brigada de la 3.ª División de Infantería Inglesa”, explica el investigador.
Según recuerda el historiador, el escritor Carlos R. Centurión afirma que Bray desde muy niño profesó un amor hacia las armas y la carrera militar, lo que explicaría cómo su incursión en la vida castrense terminaría marcando gran parte de su vida profesional.
EL REGRESO
En sus memorias se refiere al periodo de esa posguerra en el capítulo “De regreso al Paraguay (1919-1921)”, con los apartados titulados “Retorno al solar guaraní”, “Nuestro ejército en 1920”, “El mando superior”, “Organización militar”, entre otros.
Luego de su regreso al país, por el grado militar obtenido en la guerra, los conflictos políticos revolucionarios de comienzos de la década del 20 lo pusieron en la coordinación de la defensa de las fuerzas gubernistas.
Entre 1924 y 1928 fue edecán de Eligio Ayala, secretario de la Adquisición de Armas en Europa y director de la Escuela Militar hasta el estallido de la guerra.
Iniciado el conflicto con Bolivia, Bray comandó el Regimiento 6 de Infantería Boquerón. “Se le atribuye haber recibido la rendición del fortín boliviano del mismo nombre de manos de su jefe, el famoso Cnel. Manuel Marzana, y llegó a comandar la IV Región de Infantería en campaña, pero las desavenencias con el comandante en jefe, José Félix Estigarribia, a raíz del mutuo encono personal que se profesaban, hicieron que luego de los sucesos de Pirizal en 1933, el comandante Bray fuera procesado y separado de sus funciones”, según refiere el historiador Eduardo Nakayama.
UN PARÉNTESIS
La guerra del Chaco fue solo un paréntesis en las desavenencias políticas a nivel interno en nuestro país, por lo que apenas terminada la contienda, al año siguiente el coronel Rafael Franco ya había asumido la dirección del Poder Ejecutivo tras un golpe de Estado. El presidente Eusebio Ayala y el general Estigarribia fueron expulsados del país y a Bray le tocó la prisión militar de Peña Hermosa.
Si bien formó parte de gobiernos liberales, su formación ideológica no necesariamente fue orgánica con aquellos.
“Varias veces tuvo enfrentamientos de tinte político con gente de esa facción política (mismo con Estigarribia, quien fuera su comandante superior en el Chaco y que luego le nombrara como ministro plenipotenciario en el exterior durante su presidencia), al igual que con los partidarios del Partido Colorado. La cuestión radica en que él fue parte del periodo conocido como el de la ‘época liberal’ y por ello es considerado como de ese partido, pero él solo estaba cumpliendo su gestión política durante el gobierno liberal”, refiere Ortiz Mereles.
Luego de su estadía en prisión, volvería a ejercer la función pública. En palabras del propio Bray se narra su arribo como embajador ante España de la siguiente manera: “En los primeros días del mes de abril de 1939, el presidente Paiva me hizo ofrecer en Buenos Aires, por intermedio del doctor Higinio Arbo, que seguía como ministro del Paraguay en la Argentina, una plenipotencia en Europa. A pesar de ser refractario a los ‘dorados destierros’, acepté el cargo ante reiteradas instancias del ministro de Relaciones Exteriores, alegando este que dada la existencia de problemas pendientes con el gobierno del general Franco, a raíz de la actuación nada inobjetable de nuestro encargado de negocios, Jesús Angulo Jovellanos, durante la guerra civil española, un militar estaría en mejores condiciones, dado el nuevo régimen instaurado en España, que un civil para resolver aquellos problemas. Por otra parte, con fecha 4 de junio, el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas me cursaba el siguiente telegrama: ‘Nombre FF. AA. de la Nación exprésole confianza del ejército y armada nacionales para cumplir su misión como ministro en España’”.
LABOR LITERARIA
La paz le había sido esquiva tanto a Bray como al Paraguay en lo que iba del siglo, pues revoluciones y guerras habían trazado una línea inacabable. En 1941, en el gobierno de otro militar, Higinio Morínigo, Bray decidió dejar atrás su vida pública y emigró a la Argentina, tierra que llevaba ya mucho tiempo recogiendo a compatriotas.
Allí se vuelca a profundizar su relación con las letras y a abordar su veta literaria, lo que le vale el reconocimiento inmediato por lograr traducciones inéditas y, posteriormente, por lo importante de su trabajo.
“Es muy posible que el talento como escritor de Bray haya estado presente entre sus capacidades más altas y prueba de ello es que siempre se destacó en el uso de la pluma. Según las crónicas, y teniendo en cuenta su activa participación al servicio de las Fuerzas Armadas desde muy joven, fue después de retirado del servicio militar activo que logra destacarse en letras, ya en su periodo como destacado funcionario no militar al servicio del gobierno nacional. Pero sin dudas su mayor expresión como escritor fue después de su retorno del exilio a Paraguay, en donde se destacó en su labor literaria y de letras”, explica el investigador Ortiz Mereles.
Entre sus publicaciones se citan “Hombres y épocas del Paraguay”, con dos ediciones en 1943; “La España del brazo en alto”, sobre la España franquista (1943); “Los primeros diez mil”, libro inédito referente a la guerra del Chaco; traducciones como “Satanás con sombrero de copa”, “Los generales alemanes frente a Hitler”, “La hembra, cortesana de Bizancio” y “Así es el presidente Truman”, esta última de la colección Grandes Novelas y Biografías, realizada en conjunto con Walter Hehmeyer.
Uno de sus trabajos más destacados fue “Solano López, caballero de la gloria y el infortunio”, además del ya citado “Armas y letras”, un libro de memorias de publicación póstuma datado en 1967.
Durante su exilio en la Argentina, Bray desarrolla su rol de escritor, conjuntamente con los de columnista, traductor y periodista. Entre sus textos traducidos más destacados está la primera edición en castellano de “1984”, de George Orwell.
“Se podría considerar que los ensayos de Bray fueron continuación de la conocida como generación del 900, cuyos miembros más representativos fueron Juan E. O’Leary, Cecilio Báez, Manuel Domínguez, Blas Garay, Fulgencio R. Moreno, entre otros.
Luego de 1915 surgen otros autores que podrían ser considerados una continuación y reinterpretación de los autores de 1900 y son Natalicio González, Pablo Max Insfrán, Justo Pastor Benítez, entre quienes aparece la figura de Arturo Bray.
UN NUEVO RETORNO
Ya afianzado el gobierno militar de Alfredo Stroessner, en 1969, Bray, quien si bien estuvo casado con Mariela Jacquet, no tuvo hijos, vuelve al país para seguir dedicándose a las letras, sin ninguna participación política o injerencia castrense registrada.
“Consideramos que él vuelve al Paraguay ya por estar definitivamente alejado de los quehaceres militares y políticos que alguna vez fueron parte de su vida. A su vez, la política en ese momento ya tenía a otros protagonistas y el poder ya estaba siendo manejado por el Partido Colorado. Creemos que él vuelve por el natural paso del tiempo y porque la coyuntura en la época de su retorno ya era otra. Es por ello que consideramos que regresó para vivir sus últimos días en Paraguay”, refiere el historiador.