Médico denuncia desaparición de 16 mil tapabocas de Hospital de Itauguá
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El Dr. Juan Carlos Portillo, Director General de Desarrollo de Servicios y Redes de Salud, denunció que desaparecieron más de 16 mil tapabocas del Hospital Nacional de Itauguá. Señaló su preocupación ante la falta de insumos para el personal médico de este centro asistencial. Afirmó que espera una investigación y castigo para los culpables.
“Son situaciones y escenarios que hay que admitir que existen. Obviamente amerita una averiguación profunda y un castigo para los involucrados. Complica lo que tiene que ver con el aprovisionamiento que genera un reclamo del gremio de médicos. Se entiende que por otro lado aparezcan reclamos de falta de insumos, 16 mil tapabocas desaparecieron”, expresó Portillo, en contacto con el Canal GEN.
El alto funcionario del Ministerio de Salud también denunció el hecho en su cuenta de Twitter, donde manifestó que el Hospital de Itauguá recibió un total de 38 mil mascarillas quirúrgicas para abastecer al personal médico, entre 3 a 4 semanas. Sin embargo, manifestó que al 23 de marzo ya no contaban con el stock de insumos que “cayó a 0”, por lo que estima que fueron hurtadas en un lapso de 5 días.
“Hemos venido detectando esto desde que hacemos frente a la pandemia. Se dan en mayor o menor medida prácticamente en la totalidad de los servicios. Eso llevó a la necesidad de no dejar grandes cantidades que así cómo se entregan, corren el riesgo de desaparecer a pesar que afinamos los mecanismos de control”, afirmó Portillo.
En este centro asistencial que esta mañana habilitó el bloque de contingencia para pacientes de Covid-19. Portillo señaló que se trata de insumos para protección personal médico. Lamentó “la naturaleza del paraguayo, el ñembo letrado”, que deja en situación vulnerable a los profesionales de blanco.
En la situación de pandemia por Covid-19, lamentó los precios elevados de insumos, ya que el Ministerio de Salud cuenta con precios referenciales que en condiciones normales son establecidos sobre la base de licitaciones.
“Ahora, en el contexto en que estamos, en situación de pandemia, pongo como ejemplo que al Ministerio ofrecían mascarillas quirúrgicas stándares a Gs. 2.500, una hora después a Gs. 3.000 y un día después a 1 dólar, unas 6 horas después a un dólar y medio. Y era el mismo proveedor. Con esto no estoy justificando que se tenga que pagar más, pero hay algunas situaciones que complican de sobre manera", manifestó Portillo, durante entrevista con GEN.
Esta mañana, el Gobierno habilitó el bloque de contingencia en el Hospital de Itauguá para atender pacientes con Covid-19, esta mañana. Las obras concluyeron en menos de un mes, tiempo récord para un proyecto inicialmente planeado para 30 días.
Expertos brasileños asesoran en la construcción del nuevo Hospital de Itauguá
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El doctor Miguel Ferreira confirmó que expertos del Hospital Israelita del Brasil se encuentran asesorando en el diseño y construcción del nuevo Hospital Nacional de Itauguá, cuya obra arrancará a fin de año. Dijo que actualmente el centro asistencial atiende 1.200 pacientes por día y su infraestructura ya no da para responder a la gran demanda de atención.
“La idea es fin año o primeros meses del año que viene comenzar la construcción del nuevo Hospital Nacional de Itauguá, que es necesario, debido a que la población ha crecido muchísimo y el hospital actualmente no nos abastece en camas. Estamos siempre llenísimos en todas las especialidades”, señaló a la 1080 AM.
El director afirmó que pese a la gran afluencia de pacientes, hay insumos y medicamentos para absorber la demanda de consultas e internación. “Todas las camas de terapia tenemos habilitadas, lo que tenemos cerrado es un sector nomás de la terapia que está utilizando temporalmente el servicio de Neonatología. Después tenemos todas las camas que usamos, hace un mes aproximadamente hemos recibido nuevas camas para terapia intensiva, nuevos monitores, nuevos equipamientos”, agregó.
Destacó que se renovaron las unidades de terapia intensiva de adultos, pediátricos y neonatos. Actualmente el motivo principal de consulta en adultos son las enfermedades asociadas a la presión alta, diabetes, obesidad y además ahora está en auge los cuadros respiratorios.
“En niños las enfermedades respiratorias son el número de las consultas actualmente. Cada día está creciendo. Por eso aprovecho para alentarle a la población que se acerque a los lugares de vacunación, los adultos y niños que se puedan aplicar su antiinfluenza que es una vacuna que cumple una función muy importante. Así es que alentamos a la gente a que se acerque porque está en franco aumento los cuadros respiratorios a nivel país”, finalizó.
Tres niños se encuentran en estado grave debido a un aparente descuido de los padres
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Tres niños están internados en el Hospital Nacional de Itauguá en estado crítico. Los mismos presentan signos de desnutrición, infección larvaria y varias lesiones cutáneas. La tía de los menores denunció a los padres, asegurando que en varias ocasiones presentó su denuncia ante las autoridades correspondientes, pero no recibió una respuesta.
Los niños de 4 años, 2 años y 3 meses fueron internados en la noche de ayer lunes luego de llegar en un estado severo de descompensación. Actualmente los tres se encuentran en estado delicado. El menor de 2 años debió ser internado en el área de terapia intensiva debido a una infección larvaria en la zona de la cabeza que ya habría afectado el sistema nervioso.
Según manifestó la tía de los niños, los mismos viven con sus padres en una vivienda alquilada en la colonia Thomson en Ypané en condiciones de extrema precariedad y abandono. Así también precisó que tanto el padre como la madre de los menores estarían consumiendo drogas, hecho por el cual no cuentan con la capacidad para cuidar a sus hijos.
“Yo pido justicia por mis sobrinos, varias veces denuncié esto y pedí ayuda hasta que pasó esto. Uno de ellos está más mal porque aparentemente los gusanos que tiene en la cabecita ya le afectaron. Yo sé que ellos viven muy descuidados; inclusive duermen en el piso de arena sobre mantas”, mencionó la tía de los niños en conversación con canal Trece.
Remarcó que acudía a los medios de prensa para dar a conocer la situación en la que viven sus sobrinos, para de esta manera poder acceder a ayuda para los mismos y que las autoridades correspondientes tomen cartas en el asunto, a fin de evitar que regresen con sus padres y que puedan encontrar una forma de recuperarse.
La remozada unidad de cuidados intensivos neonatales del Hospital Nacional de Itauguá será habilitada entre el 20 y 25 de mayo, confirmó el viceministro de Atención Integral, Saúl Recalde.
Las refacciones del pabellón continúan y están a cargo de dos empresas que fueron contratadas por la vía de la excepción para realizar las obras.
El servicio contará con equipamientos totalmente renovados cuya entrega se hará de manera gradual. Se prevé duplicar la dotación de camas de terapia intensiva neonatal.
“Nosotros pretendemos habilitar cuatro lechos, actualmente están trabajando con doce, vamos a duplicar estas unidades de terapias neonatales. Ahora funcionan 12 lechos en el Hospital Nacional de Itauguá y nosotros vamos a duplicar con la construcción nueva”, señaló a la 1020 AM.
EQUIPAMIENTO
La puesta en funcionamiento del renovado servicio depende de la entrega de los equipos de alta tecnología importados del exterior.
“El valor total es de casi 35.000 millones de guaraníes, entre servocunas, equipos de luminoterapia, respiradores de alta frecuencia que serán entregados al Nacional de Itauguá. Pero también se irán reforzando las unidades neonatales de todo el país”, manifestó. El médico afirmó que todo el proceso de adjudicación está disponible y puede ser verificada en la página de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas.
Con todas estas mejoras y ampliaciones el pabellón de UTI Neonatal del Hospital de Itauguá será uno de los mejores equipados y podrá una mejor asistencia a todos los bebés que requieran de cuidados intensivos.
Cuarentena por covid: hace 5 años se paralizó el país
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Por Sara Valenzuela.
El martes 10 de marzo del 2020, la forma de vida de todos los paraguayos sufriría una alteración imborrable, ya que solo tres días después de confirmarse el primer caso de covid en nuestro país, el Gobierno instauraba una inédita cuarentena sanitaria por un periodo inicial de 15 días.
El primer periodo de cuarentena se instauró por decreto presidencial y se estipuló la suspensión de todos los eventos públicos o privados de concurrencia masiva, así como conciertos, prácticas deportivas, reuniones religiosas o de carácter político, actividades en lugares cerrados que incluían a cines, teatros y convenciones. Esta medida también alcanzó a las instituciones educativas de todos los niveles.
Los primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses. Luego, con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo, fue sufriendo modificaciones, abriendo paso a la llamada “cuarentena inteligente” y luego a la “cuarentena por fases”, que se activaban según los territorios con mayor o menor afectación por el virus.
Analizando en retrospectiva, el médico epidemiólogo Guillermo Sequera, quien en el momento de la pandemia se desempeñaba como titular de la Dirección de Vigilancia de la Salud, resaltó que haber tomado la medida de cuarentena de una manera casi inmediata a la confirmación de los casos en nuestro país le dio al sistema sanitario nacional una brecha para prepararse ante lo que se avecinaba.
“Cuando empezó la pandemia, nuestra capacidad de analizar muestras era de 16 o 17 por día, y así era imposible determinar si existía o no ya una circulación comunitaria, por lo que tras hablar con colegas que estábamos todos con este tema alrededor del mundo y viendo la situación de diferentes países, determinamos que la cuarentena era necesaria en Paraguay para frenar los brotes que posiblemente ya se habían iniciado”, recordó el doctor Sequera en conversación con La Nación/Nación Media.
El reconocido profesional aseguró que el solicitar a todo un país que frene sus actividades, las cuales necesariamente afectarían a la economía nacional, era un enorme desafío que finalmente se logró conquistar, dando tiempo a los médicos a analizar los siguientes pasos teniendo en cuenta que la situación ante el avance de la enfermedad era sumamente fluctuante.
La reclusión de todo un país ante una incierta enfermedad tuvo beneficios inmediatos, pero también perjuicios duraderos. Foto: Archivo
“Nueva normalidad”
“Cuando empezó la pandemia, se creía que el virus iba a llegar a nuestro país proveniente de China, Europa o Estados Unidos y no fue así; los primeros contagiados viajaron y regresaron de países de la región en los que ni siquiera se había confirmado la presencia comunitaria del virus, entonces nosotros supimos que el camino correcto era extremar las medidas de salubridad y, sobre todo, llamar a la conciencia de la población”, indicó el doctor Sequera a LN.
La vida de los paraguayos había cambiado de la noche a la mañana; los planes que en muchos casos se habían hecho con meses de antelación ahora simplemente quedaban en pausa indefinida; las multitudinarias reuniones familiares que eran una actividad casi religiosa para muchos quedaron relegadas ante el encuentro a través de videollamadas o un saludo a metros de distancia; los encuentros recreativos y los bulliciosos quedaron coartados a las salas de estar, los balcones y ver repeticiones de eventos deportivos.
Si bien esa “nueva normalidad” golpeó con fuerza a todos los paraguayos, muy acostumbrados al roce social, los médicos también se enfrentaban a una realidad que los paralizaba, el aumento de los casos, los tratamientos que conforme se conocía a la enfermedad se iban implementando y la dura realidad de que nadie estaba preparado para lidiar con un nuevo virus.
Los médicos enfrentaron un panorama complicado por la saturación de los servicios de cuidados intensivos. Foto: Daniel Duarte/AFP
Experiencia abrumadora
“Fue muy difícil; uno salía, iba, hablaba con los colegas y tratábamos de marcar un protocolo de atención, pero después debíamos de modificar eso y cambiar tratamientos conforme obteníamos la información, porque estábamos lidiando con un virus que no conocía nadie, que nadie sabía exactamente cómo tratar y, lo peor, que no sabíamos cómo evolucionaba para al menos tener un parámetro de tiempos”, expresó el epidemiólogo a La Nación.
En carácter personal, asumió que si bien se capacitó y estudió para este tipo de situaciones, son muy pocos los médicos que tienen la experiencia con epidemias o pandemias, ya que la aparición de este tipo de fenómenos a lo largo de la historia son distantes uno del otro, por lo que ciertamente los médicos y especialistas contaban con las herramientas teóricas, la práctica era abrumadora.
“Yo sabía lo que se tenía que hacer, y con los colegas a nivel internacional hablábamos de los planes de acción, pero uno muchas veces se veía sobrepasado por lo que ocurría, por el conteo de infectados y por sobre todo el de fallecidos; a esto había que sumarle el hecho de que nadie te enseña como comunicarte en estos casos. Yo tenía que salir a hablar y demostrar calma cuando en realidad la situación me dolía mucho”, recordó el doctor Sequera.
Esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes. Foto: Archivo
Fortalecimiento sanitario
Admitió, además, que esta crisis sanitaria por la que atravesó el mundo y, en particular, Paraguay, dejó en el sistema sanitario nacional precedentes importantes, como el hecho de la extensión de la capacidad de las unidades de terapia intensiva a nivel nacional, la provisión de oxígeno que ahora cada centro asistencial cuenta y las instalaciones y adecuaciones de infraestructura que se dieron en hospitales de referencia para hacer frente a la crisis.
A cinco años del inicio de la pandemia, recordar los contagios, la cuarentena, las medidas de seguridad y, por sobre todo, a los fallecidos a causa del covid, resulta aún difícil porque en la memoria quedaron impregnados momentos que generaciones enteras nunca habían imaginado siquiera vivir, la incertidumbre de contraer el virus, el miedo ante la enfermedad, la impotencia por la cantidad de vidas cobradas y la certeza de que nada volvería a ser igual.
Estos primeros 15 días posteriormente fueron extendidos a semanas y meses, y con la evolución de los contagios y el avance de la enfermedad en el mundo. Foto. Archivo