Es una iniciativa de jóvenes del barrio Ciudad Nueva para obtener insumos necesarios para preparar los alimentos.

Ciudad del Este. Agencia Regional.

“Mandamos confeccionar cien tapabocas y estamos ofreciendo a cambio de insumos alimenticios que nos ayude a preparar las comidas que distribuimos en los sectores comunitarios más necesitados”, explicó Javier Ocampos, uno de los jóvenes involucrados en la tarea que se viene realizando en el barrio Ciudad Nueva.

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Explica que atendiendo a la recomendación del uso de los tapabocas ellos vieron en ese artículo la forma de conseguir apoyo. Por cada unidad reciben alimentos, dependiendo de la cantidad que reciben como producto de intercambio, aclara Ocampos.

“Para comprar los tapabocas hicimos vaquita (recolección) entre nosotros de cinco, diez, veinte mil guaraníes o como se pueda, para mandar confeccionar esos productos”, dijo el joven, remarcando que entre los mismos grupos de voluntarios están ayudándose para poder brindar un poco de alimento a la gente con menos o ningún recurso económico en esta emergencia sanitaria.

Los tapabocas disponibles para ser cambiados por insumos para ollas comunitarias. Foto: Gentileza.

Son cinco ollas comunitarias organizadas por este grupo jóvenes en las siguientes comunidades: Fracción Ybucuí con diez voluntarios; Villa Rocío del km 8 Monday con quince voluntarios; km 9.5 Monday con quince voluntarios y; Km 9 Acaray con 15 voluntarios, además de otra en el barrio Ciudad Nueva, desde donde se coordina el trabajo.

Estas ollas ya se vienen realizando desde hace una semana y los jóvenes necesitan más insumos para continuar con este aporte a la gente. “Nos hacen falta más padrinos, nos hace falta que la gente conozca que estamos ofreciendo estos protectores para la cara, porque nos urge contar con los alimentos para seguir haciendo estas ollas para mucha gente”, dijo Ocampos.

Los voluntarios elaboran los alimentos y luego salen a hacer distribución. Foto: Gentileza.

Los voluntarios elaboran los alimentos y luego salen a hacer distribución. La decisión del sector a ser beneficiado es mediante el recorrido por las comunidades más carenciadas y una vez definido, se instalan con su vehículo y desde allí entregan las marmitas.

“Hubo veces en que llegamos a un asentamiento y encontramos que se está haciendo olla popular, entonces seguimos a otro lugar hasta encontrar una comunidad donde vemos mucha necesidad y nos instalamos en esos sectores para distribuir los alimentos”, explicó el joven voluntario.

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