Los padres con hijos en colegios privados están en pie de guerra. Esto, atendiendo a la suspensión de clases y a los ínfimos descuentos establecidos en las instituciones educativas privadas, sumados a la nula respuesta de parte del Ministerio de Educación para al menos reprogramar el calendario escolar.

“Es un año perdido”, sostienen algunos sobre la escolaridad y agregan que no pueden “pagar por un servicio que no están recibiendo”, atendiendo a que si bien los colegios privados acordaron un descuento en las cuotas, estos son mínimos.

En este contexto, los padres señalan que, como medida de protesta, “no participarán de clases virtuales y no harán tareas", propuestas de los colegios privados para seguir cobrando las cuotas y continuar con el aprendizaje, pero “desde casa y con el seguimiento de los padres”.

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A esto se suma que no todos los padres dejaron de trabajar y que no todos tienen acceso a internet para continuar aprendiendo desde la casa con el “acompañamiento del colegio”. Por esta razón, insisten en que no pagarán las cuotas que, en su mayoría, van de 1 a 2 millones de guaraníes para arriba.

“Los descuentos son absurdos, de 7, 10 y máximo 15%”, sostienen y aseguran que nadie está en condiciones de pagar casi la totalidad de una mensualidad por un servicio que no está recibiendo conforme al contrato firmado a inicio de año.

Los padres de los Colegio Dante Alighieri, Centro Educativo Integral Eco Escuela y Eco Colegio Paraguay, Colegio de la Asunción (CAS), alzaron la voz y a ellos se sumarían otros en las próximas horas, según señalaron.

“Solicitamos la reducción de las cuotas establecidas acorde a la actual coyuntura y al nivel de enseñanza impartido de manera virtual, y/o recalendarización del período lectivo, con el fin de mantener la calidad en la educación”, manifiestan.

Asimismo, insisten en una pronta resolución y en que se ven obligados a realizar el paro virtual como medida de protesta ante la injusta situación en la que se encuentran. La medida rige desde abril y hasta que reciban una respuesta acorde a las circunstancias.

“Los más perjudicados son los niños. Sabemos que las instituciones no tienen la culpa, nadie la tiene, pero los padres no podemos pagar por un servicio que no estamos recibiendo”, concluyeron.

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