Un disparo en el pecho dejó su cuerpo desplomado en la calle. Pedro Daniel Pereira volvía del colegio. Murió en el Hospital Distrital de Ñemby. Tenía 16 años. Carmen Leticia Palacios Benítez, de 23, tuvo más suerte. El arma se detonó en dirección a su cabeza, pero la bala pasó de refilón. Fue durante un asalto. Los presuntos autores fueron aprehendidos. ¿Aumentó la violencia en Paraguay? Por Natalia Santos (natalia.santos@gruponacion.com.py).

“La tasa de homicidios bajó en Paraguay. La de otros delitos se mantiene baja. Pero como la gente en un 90% se entera de este tema por TV y como ésta le da mucho espacio a los delitos, la gente cree que vivimos mucha delincuencia”. Esa frase del abogado Roque Orrego es citada por Carlos Martini, periodista de Radio Caritas, a través de Twitter.

¿Qué tan real es esta afirmación? ¿Hay más homicidios? ¿Cuáles son los números? Los registros, ¿son actuales?

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY

Las cifras oficiales más recientes son las contenidas en el informe elaborado por el Observatorio Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana con datos del Departamento de Estadísticas de la Policía Nacional. En el material está asentado que en el 2017, las víctimas de muertes violentas fueron 1990. Eso demostraba una disminución del 4,4% con relación al año 2016 (2081 víctimas). En cuanto a los Homicidios Dolosos, la reducción fue del 19,1%.

En la región, en el mundo

El Balance de InSight Crime sobre homicidios en Latinoamérica en 2017 -para dar una muestra- tomó el anuncio del Ministro del Interior que difundía que 9,8 era la tasa de homicidios para el primer semestre del año. En comparativa había casi 6 por ciento por debajo del mismo periodo del año anterior.

“Aunque la tasa de homicidios en Paraguay es baja en el contexto regional, las autoridades están preocupadas por la creciente presencia del grupo criminal más poderoso de Brasil, el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital – PCC), a quien se han atribuido episodios de violencia extrema en Paraguay, incluyendo un histórico y sangriento robo de banco en abril de 2017”, describe el texto.

En el año 2017 -según el Análisis Estadístico de Homicidio Doloso en Paraguay- se registró la tasa más baja de los últimos 12 años. Hubo 28,61 muertes violentas por cada 100.000 habitantes, detectándose también una disminución de (1,75) respecto al año 2016. Del 2018, todavía no existen registros totales difundidos públicamente.

¿Más “Linces”?

El lunes 24 de setiembre, el ministro del Interior, Juan Carlos Villamayor, anunció el egreso de una nueva camada de “Linces” que se sumarán a la fuerza policial. Mencionó que la gente solicita la presencia del grupo porque “da una sensación muy importante de seguridad”. Este jueves, habló de la cobertura. Los agentes trabajan desde las 5 de la mañana hasta las 10 de la noche.

El artículo “Reducir los homicidios: qué funciona y qué no” -publicado en Americas Quarterly- enumera estrategias que buscan reducir la violencia.

Según el analista Brendan O'Boyle, el control de armas, las reformas internas en la policía (para reducir la corrupción y mejorar los estándares de admisión) demostraron ser efectivas. El listado incluye a las campañas basadas en género (para combatir los feminicidios), la vigilancia inteligente (usando datos para generar mejores políticas públicas), la liberación del uso de ciertas drogas (con descenso de asesinatos relacionados al tráfico) y la mediación de conflictos (en zonas en las que operan organizaciones criminales) como maneras de enfrentar esquemas violentos.

Sobre el despliegue militar para el combate del crimen, O’Boyle expone los casos de México, Brasil, El Salvador, Honduras y Colombia.

“Aunque las encuestas registran altos niveles de confianza en los militares en la región, la evidencia vincula su intervención en vigilancia con violación de derechos humanos más que con una disminución de los homicidios”, sostiene el escrito.

Lo cierto es que en las calles de Asunción y otras ciudades de Paraguay, la violencia sigue siendo una realidad. Pedro Daniel y Carmen Leticia son sólo algunos de los nombres que le ponen cara a las cifras, aunque se cuestione el modo en que se perciben o difunden los casos a través de las redes y los medios de comunicación.

Dejanos tu comentario