Según el reporte Promoviendo la Integración Internacional del Paraguay, presentado por el Banco Mundial, Paraguay tiene mucho que ganar si se integra más a la economía mundial. Para ello, señala que se debe dar mayor apertura comercial e inversión extranjera, logrando incrementar el potencial de crecimiento.
Las condiciones externas favorables y las políticas macroeconómicas sólidas ayudaron a Paraguay a lograr un crecimiento económico sólido y la reducción de la pobreza durante las últimas décadas. Sin embargo, el crecimiento se desaceleró en los últimos años debido a factores externos, en particular la pandemia de covid-19 y las sequías recurrentes que afectaron las exportaciones agrícolas y de hidroeléctrica, expresa el reporte.
Apunta a que quedan desafíos importantes para incrementar el potencial de crecimiento a mediano y largo plazo y así reducir aún más la pobreza y mejorar los niveles de vida. Según el BM, es importante la integración global, ya que puede funcionar como una herramienta poderosa para promover la convergencia de la productividad y del ingreso per cápita a los niveles de países desarrollados. “En el caso de Paraguay, el comercio es particularmente importante dado el tamaño de su economía, lo que limita el potencial de las estrategias de crecimiento orientadas hacia adentro. Una mayor integración comercial puede impulsar la productividad al desplazar la producción hacia sectores y empresas con mayor ventaja comparativa”, expresa el documento.
Agregan que se pueden reducir los costos de los insumos intermedios, aumentar la competitividad de las empresas y mejorar los efectos indirectos tecnológicos y otros efectos dinámicos que se acumulan en el tiempo.
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Octavo, con mejor crecimiento entre 30 países. Leé la verdad
- Pablo Alfredo Herken Krauer
- pabloherken@yahoo.com
- Analista de la economía
En una economía mundial cuya producción aumenta al ritmo del 3,2 % (6,5 % en 2021), nuestra región madre América Latina y el Caribe (ALC) lo hace al paso del 2 % con un peso en el global mundial del 7,3 %, esto es comparando el valor del tamaño de las economías, con un dominio de fuerza de chinos y norteamericanos del 34 % en la cancha internacional.
En el mundo, la economía conjunta del Mercosur participa con un 3,2 % en la torta tierra. Y dentro de Latinoamerica, la economía conjunta del Mercosur pesa 43,4 % marchando a la velocidad del 1,1 %. Brasil y México poseen las economías grandes: en el primer caso 2,5 % y 33,8 % de suma en el mundo y en la región madre, respectivamente, con un crecimiento del 2,2 %. El país hispano en América del Norte, México, participa en la distribución del tamaño económico con un 2 % en el mundo y 27,1 % en la región mayor, avanzando a un ritmo del 2,4 %.
Dentro del Mercosur naturalmente el mayor tamaño económico corresponde a Brasil con 73,6 % (ya dijimos, con un ritmo de crecimiento del 2,2 %), ubicándose luego Argentina con 22,5 % (caída del -2,8 %), Paraguay con 2,1 % (3,8 %) y Uruguay con 1,8 % (3,7 %). En la economía mundial como un todo nuestra economía representa el 0,07 % del valor global. Valor que permite fijar su peso. Pero ojo, un país puede “ser más” o “tener más” o “vivir mejor” que lo que las estadísticas consolidadas establecen como su valor o su peso. O puede ocurrir lo contrario, para peor.
Pero más allá de lo mucho que no se dice con los valores y pesos y participaciones, es importante saber cuán grande o pequeño somos al andar, nadar, navegar, transportar, e integrarnos al mundo, y el mundo con nosotros. ¿Cómo jugar en un mundo con una tarjeta del 0,07 %? Para ganar. Brasil es actualmente la octava economía mundial por el valor de su tamaño en producción. La octava, con un peso del 2,5 %. En superficie, Brasil es el quinto país más grande el mundo, y tercero en América después de Canadá y Estados Unidos.
Con una población de 218 millones de habitantes. En conclusión: el 2,5 % de Brasil es una medida de una medida mayor, muy difícil de cuantificar en cuanto valor e importancia. Contar lo que se produce con sus precios en los distintos mercados en un año no es tarea fácil, pero se puede hacer y se hace. Lo demás, demorará. Por último, pero no por ello, menos importante: la economía paraguaya y sus tarjetas de peso en el mundo: 0,07 % (mundo), 0,9 % (América Latina y el Caribe), 2,1 % (Mercosur). En 44 años, desde 1980, las economías de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se agrandaron 94 %, 153 %, 377 % y 140 % respectivamente.
La economía paraguaya, según dos estadísticas internacionales, crecería este año 3,8 %. El Banco Central del Paraguay (BCP también se suma con esa misma proyección: 3,8 %). El pronóstico internacional del 3,8 % de expansión económica surgió en la reciente reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada en Washington, en la que como corresponde se divulga el informe “Perspectivas de la economía mundial” (World Economic Outlook, WEO) con la actualización de los datos de las economías y las proyecciones en cuanto al comportamiento futuro, fundamentalmente en producción y precios.
Después de un crecimiento del 4,5 % (FMI), 4,6 % (Banco Mundial), 4,7 % (BCP) en 2023, que dejó atrás la pálida del estancamiento del 0,2 % en el 2022, en gran parte gracias a la muy buena cosecha de soja, se pronostica una desaceleración para este año estimándose un crecimiento económico del 3,8 %. En términos de inflación, el FMI maneja un escenario de alza de precios del 4 % (fin de año) para este 2024 (3,7 % en 2023) y 2025. En términos de promedio anual, la inflación sería del 3,8 % y 4 % respectivamente (4,6 % y 9,8 % en 2023 y 2022).
El FMI incorporara en sus estadísticas los datos de 30 países de América Latina y el Caribe (ALC). Si confeccionamos un ranking por orden de mayor crecimiento económico en este 2024, tenemos a la economía paraguaya ocupando el octavo lugar con su 3,8 %. El año pasado ocupamos el noveno lugar con la tasa de crecimiento del 4,5 %. Nos situaríamos en la sexta posición con el ritmo del 4,7 %.
Hay que valorar nuestras tasas de crecimiento económico, sin exagerar en sus reales impactos positivos para la gente, en un escenario de muchas dificultades sociales, porque al mundo se le está haciendo cada vez más difícil crecer a velocidades que necesitamos. Si ya teníamos dificultades antes de 2020, con la pandemia del covid-19 las economías y sus gentes recibieron un golpazo que dañó, destruyó, desequilibró y cambió el escenario económico mundial de una manera nunca antes vista. Y aún se está en proceso de cura y arreglo, en un ambiente muy cambiante y desequilibrante. A lo que se agregó, en el peor momento, la invasión en Ucrania, fruto de la ambición imperial del dictador Vladimir Putin.
Analistas del FMI en su informe “La economía mundial sigue mostrando resiliencia (fortaleza, resistencia), pese a la disparidad del crecimiento y los retos por delante” señalan que las autoridades deben dar prioridad a las iniciativas para mejorar la resiliencia económica, como el fortalecimiento de las finanzas públicas y la revitalización de las perspectivas de crecimiento económico. Pese a las predicciones sombrías, la economía mundial sigue mostrando una resiliencia notable, el crecimiento se mantiene firme y la inflación se reduce casi con tanta rapidez como aumentó.
El accidentado camino comenzó con los trastornos en las cadenas de suministro como consecuencia de la pandemia, una crisis energética y alimentaria mundial desencadenada por la guerra de Rusia en Ucrania y la considerable escalada de la inflación, a la que siguió una contracción monetaria sincronizada a escala mundial. La resiliencia del crecimiento y la rapidez de la desinflación pueden explicarse por la favorable evolución de la oferta, en particular la disipación de los shocks de los precios de la energía y el notable repunte de la oferta de mano de obra al que han contribuido los importantes flujos migratorios en muchas economías avanzadas. Las medidas de política monetaria han contribuido al anclaje de las expectativas de inflación.
En lo que respecta a nuestra vecindad, el FMI expresa que la región de América Latina y el Caribe ha dado muestras de una resiliencia notable ante los recientes desafíos mundiales, y se ha recuperado de la pandemia con más fuerza de lo esperado. Ahora, el crecimiento se está moderando, de 2,3 % en 2023 a 2,0 % en 2024, ya que la mayor parte de las economías se encuentran en su nivel potencial.
Esta moderación también se debe a una coyuntura exterior más débil y al impacto que se está sintiendo de las políticas restrictivas dirigidas a frenar la inflación. La inflación se encuentra en una trayectoria descendente gracias a las prontas medidas de los bancos centrales de la región y a las tendencias de desinflación a escala mundial. Con la remisión de las presiones inflacionarias, la distensión de la política monetaria puede continuar de forma que equilibre la reducción duradera de la inflación hacia la meta y evite una contracción económica excesiva.
La política fiscal debería centrarse en acelerar los esfuerzos de consolidación para recomponer el espacio fiscal mediante la movilización de ingresos, sin descuidar los gastos sociales esenciales para mantener la cohesión social. La pobreza y la desigualdad todavía son altas en la región, así que es imperativo impulsar el crecimiento potencial, cuyo promedio de aproximadamente 2,5 % está al zaga de los de economías semejantes.
Las reformas estructurales para elevar el crecimiento deberían centrarse en reforzar el Estado de derecho, mejorar el clima empresarial, impulsar la participación en la fuerza laboral —en especial de las mujeres— y resolver el tema de la informalidad. Abordar los problemas de delincuencia y violencia también puede redundar en importantes beneficios sociales y económicos. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.
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Jinetes uruguayos que venían por Formosa llegaron al país
“¡Paraguay! Solo agradecer”, publicaron los jinetes uruguayos al ingresar ayer jueves, poco antes del mediodía, a territorio paraguayo tras cruzar desde Clorinda (Argentina). Este grupo de unos 14 integrantes publicó imágenes del recibimiento en la aduana paraguaya en su perfil de Facebook, “Marcha Paraguay”, con motivo del centenario de la escuela Artigas, en homenaje al prócer José Gervasio Artigas.
Estos jinetes llegaron a nuestro país tras casi seis semanas de viaje, recorriendo alrededor de 1.000 kilómetros a través del nordeste argentino. Partieron el 15 de marzo desde la plaza Independencia de Montevideo, sitio donde se conservan los restos de Artigas en un mausoleo. Hoy está previsto un recibimiento oficial en la escuela Artigas, institución que el domingo 28 de abril cumplirá 100 años y celebrará un acto oficial.
OTRO GRUPO ENTRÓ POR ITAPÚA
Otro grupo de 10 jinetes uruguayos emprendió esta travesía desde Salto, saliendo el 25 de marzo, e ingresaron a Paraguay el domingo 14 de abril, siendo agasajados por diversas localidades de los departamentos de Itapúa, Misiones y Paraguarí. El miércoles llegaron a Carapeguá, faltando un trayecto de unos 80 kilómetros para llegar a Asunción.
“En la tarde de ayer, con mucho entusiasmo recibimos a los hermanos jinetes uruguayos, que están completando 1.000 km. de travesía, a fin de conmemorar los 100 años de la escuela Solar de Artigas. Sean bienvenidos y siéntanse como en casa en su estadía en nuestra ciudad, buena marcha”, publicó la Municipalidad de Carapeguá en Facebook con imágenes del recibimiento a los artiguistas.
Los dos grupos siguieron el camino a caballo que el libertador de Uruguay realizó en 1820 hacia su exilio en Paraguay, donde vivió las tres últimas décadas de su vida, y la última de ellas en la quinta donde falleció en 1850. Setenta años después, en su honor se creó la escuela Artigas en el mismo predio junto al acceso principal del Jardín Botánico y Zoológico de Asunción. Sus restos se repatriaron en 1855.
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Entradas disponibles para Mundial de pádel
Los máximos exponentes del pádel mundial tienen listas las maletas para desembarcarse en Asunción, que albergará la competencia en el Arena Secretaría Nacional de Deportes. Los organizadores del magno evento ya ponen a la venta las entradas para disfrutar del Premier Pádel ueno bank Asunción P2 y ya están disponibles a través de la Red UTS.
Los mejores jugadores del planeta disputarán el circuito mundial masculino y femenino; ambas categorías competirán por el título oficial del Premier Pádel ueno bank Asunción P2.
Serán 7 días donde los aficionados vivirán momentos inolvidables, que quedarán grabados en sus retinas por jugadas y recursos increíbles, y que normalmente se ve solo por televisión.
Se montarán tres canchas en el ueno Arena, el court central con capacidad para 5.500 personas y 2 canchas alternativas en el Arenita de Voleibol, con capacidad para 1.200 personas.
El evento también ofrece un área de village comercial con stand de marcas que ofrecerán sus productos, un patio de comidas con exquisitas opciones y toda la experiencia del mundo del pádel.
Las entradas para el evento ya se encuentran disponibles en todos los puntos físicos de la Red UTS y también pueden ser adquiridas de forma online desde www. reduts.com.py.
El día 14 y 15 de mayo, ambos feriados, menores de edad hasta 10 años podrán ingresar en sectores de preferencia y platea general, 1 adulto y 1 acompañante menor sin costo.
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¿Por qué Uruguay es caro?
Con 3,4 millones de habitantes, Uruguay tiene el costo de vida más elevado de América Latina, según la plataforma global de estadísticas Statista. En la capital uruguaya, hogar de la mitad de la población del país, el pan cuesta tres veces más que en Asunción, una docena de huevos más del doble que en Tokio, y un capuchino un 66 % más que en Madrid.
“Lo que más me llama la atención es el precio del champú, el desodorante, la pasta de dientes. Pero también el de la fruta, la pasta, ¡el café! En el supermercado es flagrante la diferencia”, dice María Chaquiriand, radicada en Europa hace 28 años y siempre que visita a su familia se sorprende de lo caro que es todo en Uruguay.
A esta mujer de 48 años, gerente de mantenimiento de edificios industriales, también le resulta caro el transporte, los medicamentos, los artículos de bazar o los materiales de construcción en Uruguay. Según Numbeo, una base de datos colaborativa con precios de todo el mundo, Uruguay es el país más caro de Sudamérica, y ocupa el lugar 37 en esa escala entre 146 economías, por encima de Japón (47) o España (54).
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IVA de 22%
Los economistas señalan razones estructurales. “Uruguay tiene un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 22%, uno de los más altos del mundo. Y como no tiene buenos acuerdos comerciales, paga aranceles de hasta 25% a 35%. Si a eso se suma una tasa consular del 5%, un producto importado puede tener una carga tributaria del 50%”, dice a la AFP Alfonso Capurro, de la consultora CPA Ferrere.
En el combustible y los automóviles hay gravámenes adicionales. La gasolina en Uruguay es la más cara del continente americano y una de las más caras del mundo, a 76,5 pesos por litro (2 dólares), según Global Petrol Prices. Numbeo ubica a Uruguay quinto entre casi un centenar de países por el costo de un auto Volkswagen Golf 1.4 0km.
“La mitad del precio de un automóvil son impuestos”, resume Javier de Haedo, director del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay. En el precio del combustible inciden también costos de distribución y comercialización, añade en diálogo con la AFP.
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“Happy problem”
Además de la presión fiscal, en Uruguay existen subsidios cruzados, como el 10% de retención en el precio del diésel para financiar el transporte público, apunta Capurro. Y pesan las regulaciones, protecciones y mecanismos de registro, que en la práctica implican barreras a la importación de frutas y verduras, y falta de competencia en el mercado de productos de higiene personal y limpieza.
Por otra parte, Uruguay se está transformando en un país de renta media alta, con lo cual el sueldo medio es elevado y los servicios, que tienen mucho componente de salarios, se encarecen, explica Capurro. “Somos más caros, obviamente, aunque en realidad eso es un ‘happy problem’, porque queremos ser ricos, no pobres”, aclara.
Uruguay tiene un Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita de 18.000 dólares, el mayor de Latinoamérica, según la última clasificación del Banco Mundial. El salario mínimo nacional actualmente equivale a unos 580 dólares. En Paraguay, el país con menor costo de vida de Sudamérica según Numbeo, está en 370 dólares.
“¡Carísimo es este país!”, exclama José Luis Díaz, un uruguayo de 54 años, empleado en una peluquería en Montevideo. “Aumentan los sueldos, pero la canasta básica aumenta mucho más. No alcanza la plata para vivir acá”. ¿Su estrategia para llegar a fin de mes? “Me cuido con el consumo de energía eléctrica, no salgo tanto a comer afuera, me fijo en las ofertas”, relata a la AFP.
Atraso cambiario
Uruguay es caro además por factores macroeconómicos. “En este ciclo 2020-2023, se combinaron muy buenos precios de exportación con una importante inversión extranjera directa, lo cual generó un flujo de dólares muy grande que terminó fortaleciendo el peso”, apunta Capurro. El combate a la inflación, prioridad del gobierno de centroderecha de Luis Lacalle Pou que asumió en 2020, también contribuyó a apreciar la moneda uruguaya.
Para restringir el consumo, el Banco Central subió su tasa de política monetaria. Y aunque la inflación en marzo se moderó a 3,8% a 12 meses, su nivel más bajo desde agosto de 2005, la tasa de interés de referencia se mantiene alta, en 8,50%. “El precio del dólar en términos nominales bajó 3% en el último año móvil y acumuló una disminución de 15% en los últimos tres años”, indicó días atrás el Instituto Cuesta Duarte, que asesora a sindicatos.
El desfasaje cambiario hace que Uruguay pierda competitividad frente a sus socios comerciales y se vuelva más caro en comparación, desatando reclamos de productores rurales, industriales y del sector turístico. “Si tomo como base 100 el promedio de lo que va del siglo XXI, estamos hoy en 28% de atraso cambiario con países de fuera de la región”, advierte De Haedo.
Fuente: AFP.