Desde que asumió el gobierno actual en agosto del 2018, el país acumularía un endeudamiento de unos US$ 5.600 millones, lo cual representa un aumento del 70% con relación al saldo registrado al cierre del ejercicio de la administración anterior, si es que se aprueban los préstamos pendientes en el Congreso.
Es lo que repuntó el economista y panelista del programa “Tempranísimo”, emitido por GEN y Universo 970 AM, Pablo Herken, con relación a los montos de préstamos a ser aprobados en el Parlamento, de proyectos ya planteados, así como de otros pendientes, de modo de poner en contexto la magnitud y el nivel de deuda que afronta el país.
“Me parece que estamos entrando en ese corredor de endeudarnos para cualquier cosa, porque no alcanzan los fondos locales como la recaudación de impuestos, que este año se prevé que va a caer, se va a forzar a otro endeudamiento”, expresó Herken.
Preocupa al especialista cuál será la actitud del Senado respecto a tantos pedidos de préstamos que aún están en espera de aprobación, como unos US$ 942 millones que este año podrían concretarse, pues cierta parte ya tiene dictamen. Si estos US$ 942 millones se aprueban en el 2022, el economista estima que para los próximos dos años, entre el 2023 y parte del 2024, fácilmente estos US$ 5.600 millones se llegarían a concretar.
Los proyectos de ley pendientes tienen que ver con aprobaciones de préstamos externos en el Senado, muchos de ellos todavía están sin el visto bueno de las comisiones, otros sí, pero sujetos a aprobaciones generales. Entre este monto pendiente a ser aprobado están en juego los US$ 300 millones que precisan las empresas vialeras, recursos para rutas, entre otros, de los proyectos que ya se presentaron en el Congreso, pero a esto hay que sumar préstamos ya suscritos de otros US$ 400 millones que todavía no se presentaron. También los US$ 483 millones de préstamos que están en proceso de suscripción, y así como otros US$ 585 millones que ya tienen autorización del Ejecutivo a Hacienda para iniciar la negociación que luego pasar al proceso de suscripción para ingresar al Parlamento.