Un estudio realizado por el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) expuso las ventajas que ofrece el maíz transgénico dentro de su uso en la agricultura del país. El maíz transgénico exigió menos cuidados y tuvo una mayor producción por hectárea a diferencia del maíz tradicional. La diferencia también se evidencia en el costo de inversión, en el que el maíz convencional demandó mayores gastos en el uso de fitosanitarios.
El tiempo de cuidado que demanda el maíz transgénico se reduce bastante, ya que al estar genéticamente modificado pasa por procesos de años hasta su perfeccionamiento buscando hacerlo más resistente contra factores climáticos y plagas. El maíz transgénico pasa por grandes controles de calidad y bioseguridad antes de que su uso sea aprobado. El maíz genéticamente modificado atraviesa por distintos filtros de evaluación para que sea considerado de uso comestible al igual que el maíz común.
En comunicación exclusiva con el diario La Nación, la ingeniera María Luisa Ramírez desmitificó los falsos rumores que giran entorno a los transgénicos, resaltando que poseen grandes ventajas para la producción tanto para campesinos como para grandes productores. “En la naturaleza misma existen los transgénicos, intercambios de bacterias y cadenas de ADN. Lo que hoy se realiza se aprendió de los orígenes naturales. Los cultivos transgénicos incluso demandan menor uso de agroquímicos y se traducen a mayor rentabilidad y seguridad alimentaria”, comentó la especialista.
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Este tratamiento es el más eficaz para el síndrome del intestino irritable
El tratamiento dietético es más eficaz que los medicamentos en el síndrome del intestino irritable (SII) ya que, según se desprende de un estudio realizado en la Universidad de Gotemburgo (Suecia), con ajustes en la dieta, más de siete de cada diez pacientes redujeron significativamente los síntomas.
El síndrome del intestino irritable (SII) es un diagnóstico común que causa dolor abdominal, gases e hinchazón abdominal, diarrea y estreñimiento, en diversas combinaciones y con distintos grados de gravedad.
El tratamiento a menudo consiste en consejos dietéticos, como comer comidas pequeñas y frecuentes y evitar la ingesta excesiva de alimentos desencadenantes como café, alcohol y bebidas gaseosas.
A los pacientes también se les pueden administrar medicamentos para mejorar síntomas específicos, como gases o estreñimiento, diarrea, hinchazón o dolor abdominal. A veces se utilizan antidepresivos para mejorar los síntomas del SII.
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El estudio actual, publicado en ‘The Lancet Gastroenterology & Hepatology’, comparó tres tratamientos: dos dietéticos y uno basado en el uso de medicamentos. Los participantes eran pacientes adultos con síntomas de SII graves o moderados en el Hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo.
El primer grupo recibió consejos dietéticos tradicionales para el SII, centrándose en el comportamiento alimentario combinado con una baja ingesta de carbohidratos fermentables, conocidos como FODMAP. Estos incluyen, por ejemplo, productos con lactosa, legumbres, cebollas y cereales, que fermentan en el colon y pueden provocar dolor en el SII.
El segundo grupo recibió un tratamiento dietético bajo en carbohidratos y proporcionalmente alto en proteínas y grasas. En el tercer grupo, se administró la mejor medicación posible en función de los síntomas más problemáticos del SII del paciente.
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Cada grupo incluía alrededor de 100 participantes y los periodos de tratamiento duraron cuatro semanas. Cuando los investigadores examinaron qué tan bien respondieron los participantes a los tratamientos, utilizando una escala de puntuación de síntomas de SII establecida, los resultados fueron claros.
De aquellos que recibieron consejos dietéticos tradicionales para el SII y un bajo contenido de FODMAP, el 76 por ciento tuvo síntomas significativamente reducidos. En el grupo que recibió bajos carbohidratos y alto contenido de proteínas y grasas, la proporción fue del 71 por ciento, y en el grupo de medicación del 58 por ciento.
Todos los grupos informaron una calidad de vida significativamente mejor, menos síntomas físicos y menos síntomas de ansiedad y depresión.
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En un seguimiento de seis meses, cuando los participantes de los grupos dietéticos habían regresado parcialmente a sus hábitos alimentarios anteriores, una gran proporción todavía presentaba un alivio de los síntomas clínicamente significativo.
El 68 por ciento en el grupo de consejo dietético tradicional y bajo en FODMAP, y el 60 por ciento en el grupo de dieta baja en carbohidratos, según resultado del estudio.
“Con este estudio, podemos demostrar que la dieta desempeña un papel central en el tratamiento del SII, pero que existen varios tratamientos alternativos que son eficaces”, afirma la investigadora y dietista, Sanna Nybacka.
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“Necesitamos más conocimientos sobre cómo personalizar mejor el tratamiento del SII en el futuro e investigaremos más a fondo si existen ciertos factores que puedan predecir si los individuos responderán mejor a diferentes opciones de tratamiento”, concluye.
Fuente: Europa Press
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Trabajo de calidad es una “deuda urgente” en América Latina, según informe del BID
Cuando este 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, un contundente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que a pesar de que en América Latina y el Caribe hay empleo, sin embargo, destaca que “es urgente aumentar su calidad”, más aun teniendo en cuenta que la última edición del Índice de Mejores Trabajos de la organización internacional coloca a la calidad del empleo en la región en 41,2 en una escala del 1 al 100.
La misma fuente agrega que el estudio realizado incluye recomendaciones de políticas para mejorar la calidad del empleo cultivando y fortaleciendo las habilidades de la fuerza laboral, entre otras.
Por si fuera poco, el documento también evidencia un hecho de injusticia: las mujeres de América Latina tienen empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos en el Índice de Mejores Trabajos.
La informalidad
A pesar de todos los avances sociales y laborales conquistados en las últimas décadas, aun falta mucho por lograr teniendo en cuenta que según las cifras casi un 55 % de los trabajadores de América Latina y el Caribe tiene un empleo informal, sin contrato ni cobertura de seguridad social, y 3 de cada 10 no alcanzan a tener los ingresos necesarios para superar el umbral de la pobreza, esto según la más reciente edición del Índice de Mejores Trabajos del BID, que cada dos años mide la calidad y cantidad del empleo en América Latina.
El estudio que abarca datos para 17 países de la región indica que el 70 % de las personas en edad productiva trabajan, pero con el índice la calidad del empleo es apenas de 41,2 sobre 100. “La dimensión de calidad del índice está compuesta por los indicadores de formalidad laboral y suficiencia salarial para superar la pobreza”, reza el dossier.
“Si bien la dimensión de calidad del Índice se ubica en su nivel histórico más alto desde 2010, su bajo nivel promedio subraya la urgencia de mejorar la calidad del empleo en la región. El Índice de Mejores Trabajos 2024 también refleja importantes brechas en los mercados laborales de la región. Las mujeres de América Latina tienen empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos en el Índice de Mejores Trabajos. A su vez, los jóvenes de la región tienen empleos de peor calidad que los adultos con una brecha de 15 puntos en esa dimensión del Índice de Mejores Trabajos.
Grandes brechas
A continuación el informe deja en claro que los países con puntajes elevados en el Índice global presentan las mayores brechas en esos grupos vulnerables. Costa Rica, por ejemplo, que ocupa el número tres en el ranking de la última edición del Índice de Mejores Trabajos, presenta a la vez una de las mayores brechas de género y la menor brecha entre adultos y jóvenes en la región. Uruguay, por su parte, lidera en el Índice de Mejores Trabajos en la región, pero presenta la brecha más grande de calidad y cantidad entre adultos y jóvenes.
Para Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, “en una región en la que 70 % de las personas dependen exclusivamente de su trabajo para vivir y mantener a sus familias, la calidad del empleo tiene que aumentar rápidamente. Eso significa generar y conectar a más personas con más empleos formales que les permitan ahorrar para el retiro y tener coberturas de seguridad social frente a riesgos”.
Evolución de la calidad del empleo
En el estudio, según el informe Índice de Mejores Trabajos 2024, la evolución de la calidad del empleo ha sido lenta desde 2010 y, al ritmo actual de crecimiento, llegar a unos 70 puntos tomaría casi 48 años. La dimensión de cantidad ha tenido un comportamiento más o menos estable con una caída en 2020 producto de los efectos de la pandemia en el empleo, recuperándose para 2022.
Recomendaciones
Algunas de las soluciones e iniciativas que impulsa el BID para aumentar la calidad del empleo en la región se refieren a equipar al capital humano con habilidades alineadas a las necesidades de talento de los sectores productivos de cada país, promover el empleo formal con menores costos haciendo universal parte de la seguridad social, e impulsar el acceso a empleos fortaleciendo los servicios públicos de empleo
“En Bolivia, por ejemplo, el Programa de Apoyo al Empleo ha facilitado el acceso a empleos de calidad en empresas a más de 50.000 personas trabajadoras, la mayoría mujeres y jóvenes, con capacitaciones laborales en planta”, refiere el informe.
Indicadores
El Índice de Mejores Trabajos es una de las herramientas del BID para identificar las áreas de oportunidad para desarrollar e impulsar la productividad en América Latina y el Caribe. Evalúa cómo son los empleos de los países a través de dos dimensiones: cantidad y calidad.
La dimensión de cantidad está compuesta por dos indicadores: la tasa de participación laboral y la de ocupación. La de calidad se construye con las tasas de formalidad y de trabajos con salario suficiente para superar la pobreza. Así, el índice es la media ponderada de estos cuatro indicadores y sus puntuaciones van de 0 a 100. Para que un país obtenga 100 puntos, todas las personas que participan en la fuerza laboral deben estar empleadas con un trabajo formal que les aporte un salario suficiente.
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Perspectivas favorables mantienen tendencia a la baja de precios de commodities agrícolas
Los precios de los commodities agrícolas se mantuvieron con una tendencia a la baja en el mes de marzo, en línea con lo que se viene registrando desde finales del año anterior. Señalan que las perspectivas favorables mundiales y regionales de los principales rubros estaría incidiendo a este menor valor.
Las buenas perspectivas de producción a nivel mundial y regional para los principales commodities agrícolas siguen incidiendo en el mercado de precios y genera una caída, situación que ya se viene registrando desde finales del año anterior.
En su informe, el Banco Central del Paraguay (BCP) indicó que los precios internacionales de los commodities agrícolas exhibieron reducciones desde el informe anterior, condición que siguió en marzo donde las cotizaciones de la soja, el maíz y el trigo descendieron 10,5 %, 8,8 % y 12,1 %, respectivamente, con relación a lo verificado en diciembre del 2023.
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La reducción en el precio del maíz y del trigo está vinculada, principalmente, a un mercado global bien abastecido, con perspectivas favorables para la producción futura. En el caso de la cotización de la soja, la reducción se explica mayormente por las perspectivas favorables de producción en Sudamérica.
Por otro lado, indicaron que la desaceleración económica de China generó también ciertas presiones a la baja para los precios de materias primas alimenticias ante las expectativas de una menor demanda.
Estas condiciones de menor valor de los commodities están impactando fuertemente en el intercambio comercial del país debido a los niveles de exportación que tiene en los diferentes rubros. En el caso de la soja, en el primer trimestre del año se experimentó un menor dinamismo en el ingreso de divisas mientras que para el maíz se registró una nueva caída.
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Envíos de maíz siguieron a la baja en el primer trimestre del año
Unas 290.199 toneladas de maíz fueron embarcadas en el primer trimestre del año, representando un 34 % de merma para el sector, de acuerdo con el Informe de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco). Esto se debió a cuatro factores, teniendo en cuenta que se habían exportado 442.148 toneladas entre enero y marzo del 2023.
Así lo explicó la asesora de Comercio Exterior del gremio, Sonia Tomassone, quien señaló que esta caída de 151.949 toneladas también repercutió en una reducción de USD 54 millones en el ingreso de divisas para nuestro país, en comparación con el mismo lapso del año pasado. “El promedio de precios de los primeros tres meses del 2023 fue de USD 243 por tonelada y en los primeros tres meses del 2024 fue de USD 183 USD por tonelada”, detalló.
Entre las causas, explicó que los agricultores están concentrados en la cosecha de la soja, aguardando mejores precios para comercializar su producción, los menores volúmenes en comparación con la zafra 2022, las demoras logísticas por la bajante de los ríos, así como los problemas en las fronteras por la huelga de los funcionarios del Ministerio de Agricultura de Brasil (Mapa) que siguió impactando.
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Recordó que la zafra 2022 tuvo un récord productivo de 6,4 millones de toneladas de producción y se estima que la campaña 2023 solo llegó a unos 5 millones de toneladas que se confirmarán al cierre de las exportaciones del grano. Con relación al maíz, zafra 2023 que fue computada desde mayo del año anterior, se alcanzó un volumen de 3,5 millones de toneladas versus las 4,6 millones exportadas en marzo pasado.
Brasil mantuvo su liderazgo como el principal mercado con el 40 % de participación del total de las salidas. Otro de los países principales fue Chile con el 23 %, mientras que Corea del Sur recibió el 13 %, Uruguay el 10 %, Perú 5 % y les siguieron compradores como Vietnam, Japón, Camerún, Arabia Saudita, Senegal, Cabo Verde y Colombia, entre otros.
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