El Presupuesto General de la Nación (PGN) para el próximo año se encuentra en pleno proceso de elaboración y uno de los puntales es que tiene previsto continuar con el tope de gastos extras no prioritarios, señaló el viceministro de Administración Financiera, Marco Elizeche. El subsecretario de Estado explicó que el Ministerio de Hacienda, desde hace 2 ejercicios viene estableciendo tanto en la Ley del PGN como en el decreto reglamentario reglas claras para la contención de gastos no prioritarios.
En esa línea se han topeado beneficios no salariales, se ha suspendido todo aumento salarial, con algunas excepciones relacionadas al sector salud, y se han suspendido contrataciones en materia de servicio de catering, entre otros aspectos. “Existen prioridades que deben ser atendidas con más urgencia, teniendo en cuenta la situación sanitaria que vive el país a consecuencia del covid-19”, expresó el viceministro.
IMPACTO
Elizeche indicó que es importante tener en cuenta el impacto que tiene en los gastos corrientes los salarios del MEC, Ministerio de Salud y las fuerzas públicas, los cuales absorben aproximadamente el 70% de los recursos tributarios. Señaló que se debe considerar que todos estos sectores tienen crecimiento vegetativo todos los años y por lo tanto sus costos en servicios personales aumentan, aún sin incrementos en los salarios.
“Otros componentes del gasto rígido también tienen impactos todos los años, como el servicio de la deuda y las jubilaciones y pensiones”, explicó el subsecretario de Estado. Agregó que el abordaje de la estructura del gasto corriente indefectiblemente requiere de reformas estructurales para que se pueda tener un presupuesto público que genere un mayor espacio fiscal para ser orientado a las inversiones necesarias en el país.
En ese sentido, mencionó que el Poder Ejecutivo ya envió al Congreso Nacional los proyectos que establecen el nuevo sistema de compras públicas, así como también del servicio civil y que, de aprobarse, podrán ayudar a estos objetivos.