La economía paraguaya se vio afectada por la crisis que generó el covid-19 en todo el mundo tras poner en vilo a toda la comunidad económica internacional. La pandemia derivó en una de las retracciones más fuertes, aunque Paraguay supo sobrellevar, razón por la cual la caída del Producto Interno Bruto se suavizó en el tercer trimestre del 2020, versus el 2º periodo, de acuerdo al reporte de Cuentas Nacionales del Banco Central del Paraguay (BCP).
El PIB trimestral registró una variación interanual de -1,2% en el 3er. trimestre de 2020 y, con este resultado, acumuló una disminución de -1,0% al tercer trimestre del 2020. La caída económica en el 2º trimestre era del 6,4%. Desde el enfoque de la oferta, las actividades económicas con mayor incidencia negativa en el comportamiento interanual fueron los servicios, algunas ramas de la industria y la ganadería. De forma contraria, tanto las construcciones como la agricultura incidieron positivamente en el comportamiento interanual.
Desde la perspectiva del gasto, los componentes con mayor incidencia negativa han sido el consumo interno y la formación bruta de capital. A su vez, el consumo de gobierno y las exportaciones netas han incidido de forma positiva, mitigando la caída interanual.
Desde el enfoque de la producción y conforme a los últimos datos oficiales del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la agricultura registró un crecimiento de 1,2% con respecto al mismo trimestre del 2019. El resultado interanual favorable registrado en el trimestre respondió fundamentalmente a los mejores niveles de producción de la soja, acompañados de otros rubros agrícolas, como la caña de azúcar, arroz y maíz. No obstante, estos resultados fueron parcialmente atenuados por las variaciones negativas registradas en la producción de trigo y mandioca.
El sector de la construcción presentó un crecimiento de 15,8% en su desempeño interanual respecto al mismo trimestre del 2019. El comportamiento de la actividad estuvo influenciado principalmente por el mayor dinamismo observado en la ejecución de las obras tanto privadas como públicas. Cabe destacar que las mejores condiciones climáticas también fueron coadyuvando al desempeño de este sector durante este 3er. trimestre.
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FMI prevé que la economía argentina empezará a crecer este año
El Fondo Monetario Internacional insiste en que el plan de ajuste de Argentina está dando “resultados mejores de lo esperado” y prevé que la economía “empiece a crecer” en el segundo semestre del año, afirmó este jueves una portavoz de la organización financiera. El FMI está satisfecho con los progresos realizados desde que el presidente ultraliberal Javier Milei asumió el cargo en diciembre con un objetivo: cortar drásticamente el gasto, lo que denominó plan “motosierra”.
“La fuerte implicación y la aplicación decidida por parte de las autoridades de su plan de estabilización están dando resultados mejores de lo esperado”, afirmó Julie Kozack, directora de comunicaciones del Fondo en rueda de prensa en Washington. Citó el primer superávit fiscal trimestral en 16 años, la “rápida recuperación” de las reservas internacionales y una mejora del balance del banco central, así como una rápida reducción de la inflación, que pasó del 25 % en diciembre a en torno al 8,8 % en abril.
Kozack reiteraba así las conclusiones del equipo técnico del FMI que alcanzó esta semana un acuerdo con Argentina sobre la octava revisión del paquete de ayuda que permitirá el desembolso de casi 800 millones de dólares en cuanto obtenga luz verde del directorio. Es la primera revisión “en la que se han cumplido todos los criterios” del programa crediticio de Argentina con el Fondo, en virtud del cual el país sudamericano recibe 44.000 millones de dólares a 30 meses a cambio de que aumente sus reservas internacionales y reduzca el déficit fiscal.
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“Familias trabajadoras”
“Todos estos son pasos importantes en la dirección correcta y esperamos que la economía comience a crecer nuevamente en la segunda mitad de este año” pero “el camino por recorrer sigue siendo difícil”, recalcó la portavoz. El FMI estima que el gobierno debe atajar la crisis desde tres frentes: fiscal, monetario y la aplicación de reformas para generar empleo formal y atraer la inversión privada.
A nivel fiscal debe mejorar la eficacia del sistema tributario, pero también “seguir garantizando que la asistencia social sea suficiente y esté bien orientada para proteger a los más vulnerables” y asegurarse de que la carga del ajuste “no recaiga desproporcionadamente sobre las familias trabajadoras”.
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La política monetaria “deberá seguir evolucionando para anclar la inflación” y la cambiaria “deberá volverse más flexible con el tiempo”, declaró Kozack. La portavoz no mencionó el cepo cambiario que Milei quiere levantar, es decir el control de cambios vigente desde 2019 que limita el acceso a dólares en un país en el que la divisa estadounidense oficia de valor refugio para los ahorros.
Pero afirmó que los “cambios de política serán necesarios a medida que los controles cambiarios se relajen gradualmente” y las autoridades “hagan la transición” a un nuevo régimen mediante el cual “el peso y otras monedas como el dólar estadounidense pueden coexistir y ser libremente utilizables”.
Es lo que sucede en Perú y Uruguay, dijo. Tampoco mencionó que el FMI vaya a prestarle a Argentina más dinero que el acordado en el programa crediticio. “Las conversaciones actuales con las autoridades se centran en esta revisión en curso”, dijo la portavoz.
Fuente: AFP.
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Caída de las ventas afectó en especial al sector de la construcción
El Estimador de Cifras de Negocios (ECN), del Banco Central del Paraguay (BCP), registró en marzo una caída interanual del 3,9%. El sector más afectado en la demanda fue el rubro de las construcciones por la aún baja ejecución de obras, según explicó la economista Martha Coronel, de la consultora Menthu.
“La baja en las ventas sorprendió. Se debería más bien a que la gente no está teniendo todavía ingresos consolidados. La construcción, que es un sector clave para el empleo, está aún con baja ejecución. Así, hay menos flujo de ingreso y se priorizan gastos en alimentos o productos básicos. Tendríamos que ver un poco cómo se va comportando en los próximos meses”, explicó la profesional a la 1020 AM.
De acuerdo con los datos recogidos en el Estimador de Cifras de Negocios, el resultado en el mes de marzo responde en general a los desempeños negativos de las ventas en los sectores de comercio, servicios y manufacturas. En la actividad comercial se registraron además resultados adversos en las ventas de insumos agropecuarios, combustibles y en la venta y mantenimiento de vehículos.
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El bajón en el Estimador Cifra de Negocios, que se dio en marzo, no coincide con el rendimiento que se observó en el Indicador Mensual de la Actividad Económica (Imaep), que mide la producción y en el mes de marzo registró un leve aumento de 0,2 %, respecto al mismo mes del 2023.
“La actividad misma está todavía en línea de lo que se espera. No creemos que vayan a reducirse las perspectivas por el momento, pese a la inestabilidad del clima para la zafriña”, hizo hincapié la economista.
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El guaraní, la antigua, estable y ponderada moneda de Paraguay
A nivel regional, existen 20 monedas oficiales y todas utilizan al dólar estadounidense (USD) como tipo de cambio de referencia para las transacciones económicas. Una de ellas tiene una particularidad única, su trayectoria y estabilidad de más de 80 años, el guaraní.
En octubre de 1943 se establecía, mediante el decreto ley n.º 655, el Régimen Monetario Orgánico de la República del Paraguay que desde aquel entonces ya visionaba lograr la estabilidad, el fortalecimiento, la independencia y la soberanía monetaria del país reemplazando al peso paraguayo por el guaraní.
Una rápida cronología de la historia del guaraní conduce a su primer año, cuando se emitieron los billetes de 1, 5, 10, 50, 100, 500 y 1.000 guaraníes, con la leyenda Banco del Paraguay, ente que desde 1954 hasta 1984 mantuvo un control de tipo de cambio de 1 dólar = 126 guaraníes.
A partir de la década del 90 empezaron a aparecer los billetes actuales. En 1990 salió el de G. 50.000 y en 1998 el de G. 100.000. En el 2006, el billete de G. 20.000 y en el 2009 se emitieron por primera vez los billetes de polímero para bajas denominaciones, como el de G. 2.000.
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Longevidad
El guaraní no es la moneda más antigua del continente americano, pues mucho antes, en 1810, fue creado el peso colombiano. Esta moneda fue, junto con el real español, la más antigua de la región. En 1837, el real español dejó de circular y el guaraní se convirtió en la segunda moneda más antigua.
Miguel Mora, economista jefe del Banco Central del Paraguay (BCP), explicó a La Nación/Nación Media que el dinero cumple con tres funciones, ser un medio de cambio, una unidad de cuenta y un depósito de valor. Para cumplir con estas funciones, señaló que el principal desafío del guaraní es seguir persistiendo en su dinámica de ser un signo monetario fuerte, creíble y predecible.
Razón por la cual, la autoridad monetaria debe seguir orientando sus esfuerzos y compromisos en cumplir los preceptos constitucionales y los artículos reglamentarios de la carta orgánica del BCP, de modo a velar por la estabilidad y el valor de la moneda.
Estabilidad
“El guaraní es de las monedas más estables de la región, lo que refleja en gran medida la gestión prudente de las políticas macroeconómicas en los últimos años. No obstante, dado que Paraguay es una economía abierta y pequeña, está expuesta a los choques externos, los cuales eventualmente pueden afectar la trayectoria de la inflación, aunque transitoriamente, como ha ocurrido en el pasado reciente”, expresó Mora.
El economista detalló que actualmente la inflación se está estabilizando en torno al 4,0 %, y las expectativas de los agentes económicos, para todos los plazos consultados, se encuentran alineadas a la meta del BCP.
En este punto, indicó que es importante resaltar también que el alto nivel de reservas representa un respaldo importante para la masa monetaria existente, lo cual genera un alto grado de confianza al guaraní como moneda.
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Valor frente al dólar
Según el tipo de cambio actual, al 16 de mayo, un guaraní equivale a USD 0,00013. Al cierre del 2022 y 2023, el guaraní sufrió una depreciación del 0,8 %. Si bien se registraron picos altos durante el año anterior, la depreciación en términos interanuales se ubicó en el promedio anual.
Actualmente, la cotización minorista es de G. 7.370 y la interbancaria más elevada, asomándose a los G. 7.500. Esto preocupa a los actores económicos, ya que el 30 % de los productos de la canasta básica es importado, por lo que podría representar un encarecimiento de los mismos para los consumidores.
Otro producto dependiente de la cotización de la moneda norteamericana es el combustible, que también tiene una alta incidencia en varios sectores de la economía.
Monedas regionales
La moneda más antigua de la región, el peso colombiano (COP), tiene un valor de USD 0,00026 frente al dólar. Durante los últimos años, el Banco de la República de Colombia redujo considerablemente su volatilidad en base a políticas monetarias y fiscales.
El peso chileno (CLP)es una de las monedas más fuertes de Latinoamérica, producto del crecimiento económico de Chile con una relativa estabilidad a largo plazo. La emisión está a cargo del Banco Central de Chile (BCCh) y 1 peso chileno equivale a USD 0,0011.
El nuevo sol peruano (PEN) también es considerado una de las monedas más fuertes de Latinoamérica, por las políticas económicas fijadas por el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP). En este país no existen limitaciones para el cambio de divisas y se pueden convertir libremente en USD, EUR y otras. Un nuevo sol está en USD 0,27.
El peso uruguayo (UYU) es otra moneda regional con denominación de 500, 1.000 y 2.000 pesos, junto a monedas de 1, 2, 5, 10 y 50 pesos, emitidos por el Banco Central del Uruguay. El cambio al dólar está en 0,026 pesos uruguayos.
La moneda oficial de Brasil es el real brasileño (BRL) y está regulado por el Banco Central de Brasil. Su cotización en relación al dólar es de 0,19. El boliviano (BOB) es la moneda oficial de Bolivia, está en circulación desde noviembre de 1987 y es emitida por el Banco Central de Bolivia. Un BOB es igual a USD 0,14.
El peso argentino (ARS) es la moneda oficial de Argentina y hace más de 30 años una de las monedas más devaluadas de Latinoamérica. Su valor ante el dólar está en USD 0,0011.
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En 30 años recibimos de las binacionales USD 12.823 millones (1994-2024), ¿somos un país eléctrico?
- Por Pablo Alfredo Herken Krauer
- Analista de la economía
- Email. pabloherken@yahoo.com
Si un país recibe un ingreso especial de 12.823 millones de dólares (fuente BCP) durante 30 años y 3 meses (1994-2024) de sus empresas hidroeléctricas binacionales (Itaipú con Brasil y Yacyretá con Argentina), el 87 % de la represa en sociedad con los brasileños, 11.105 millones de dólares y el 13 % con los vecinos del sur, 1.718 millones de dólares, se asume que hoy ese país tendría que ser un país avanzado en la generación, transmisión, distribución de energía eléctrica limpia y renovable, con hogares satisfechos por la calidad del servicio (y precio favorable para los usuarios, situación inferior a la de cliente), inversiones nacionales y locales alimentadas por una electricidad competitiva e, incluso, vendiendo la porción de la energía que nos corresponde a mercados del exterior, con toda la infraestructura necesaria para poder hacer todo lo anteriormente dicho.
¿Somos ese país electrizado, con mejor desarrollo? No. No lo somos. ¿Qué nos pasó? Hay varias fuentes de información para el cálculo del ingreso de dólares (divisas) de las binacionales. El del Banco Central del Paraguay (BCP) es una de ellas. Reitero: estamos hablando de un ingreso de dinero por 12.823 millones de dólares. A los efectos de hacer comparaciones y sacar una primera conclusión del país eléctrico que no somos, tomemos el período 2003-2023 y veremos que tuvimos un ingreso de 10.709 millones de dólares de las binacionales en dicho lapso: 9.104 millones de dólares vinieron de Itaipú y 1.605 millones de dólares correspondieron a Yacyretá.
En esos 21 años la recaudación de impuestos sumó 59.489 millones de dólares y los dólares de las binacionales, equivalentes al 18 %. Reemplazamos la mayor recaudación de impuestos que necesitábamos por el dinero de las binacionales. Y el mejor uso de las recaudaciones también. Encontramos en el dinero de las binacionales el parche salvador para todo tipo de gasto que los impuestos no alcanzaban a cubrir, y para financiar gastos diversos en una extraordinaria dispersión de recursos. Cuando más se quiere abarcar, incluso con buena motivación, la torta se parte en tantos pedazos que a todos les toca un poquitito, pero a nadie le satisface. Al final da la impresión de que todos están cubiertos con el dinero de las binacionales, pero la realidad es la desnudez en las necesidades insatisfechas. En 1998 Taiwán nos dio un préstamo de 400 millones de dólares. El gobierno de Raúl Cubas Grau era fuertemente resistido por su alianza con el golpista Lino César Oviedo, y el préstamo no fue aprobado hasta después del heroico marzo paraguayo de 1999. El equipo técnico de Cubas Grau (con Gustavo Leite a la cabeza) hizo un excelente trabajo al priorizar el uso del dinero en solo tres objetivos bien concretos y determinados, y con la mejor fundamentación venía la repartición de la torta para su correspondiente distribución. Vino el gobierno de la unidad nacional, aprobaron el préstamo y lo cortaron en 400 pedazos (hacer empedrados en donde hubiera necesidad), porque “tenía que llegar a todos”. Y el dinero, más temprano que tarde, se esfumó.
¿Qué estamos haciendo con el dinero de las binacionales? Cualquiera con un dedo de razón dirá que la prioridad en el destino del dinero de las binacionales debió ser y es Ande. Hoy tendría que ser una empresa cotizando en la bolsa de valores de Nueva York. La mayor, la más poderosa, la más moderna, la más competitiva, toda una fuente directa e indirecta de cuánto se pueda hacer o se pudo hacer para habernos convertido en un país eléctrico. Pero seamos realistas, el dinero de las binacionales en Ande se hubiera encontrado con la oposición a toda Ande potencia, porque sí o sí se necesita de la inversión privada nacional y extranjera para transformarla en una potencia. Pero el país no lo permitió, con excepciones honrosas, “Ande no se toca, es de todos los paraguayos”. Y los gobiernos y los propios directivos y trabajadores de la Ande abrazaron esa causa nacionalista o se aprovecharon para, volviendo al principio, usar el dinero de las binacionales como plazca. En mi opinión, que Ande no sea lo que pudo y debió ser es tanto culpa de los gobiernos como de la propia gente de Ande. No fue prioridad, no se hizo prioritaria. ¿Y ahora? Espero estar equivocado, pero nada ha cambiado. Seguimos despedazando la torta. Es de todos los paraguayos, más caramelitos hoy y menos pan mañana.
Y ese viejo como inservible discurso de “el dinero de las binacionales debe ir al Presupuesto de Gasto de la Nación para su correcto uso y mejor control”. Es que así se ha hecho. En el período 2003-2023 un total de 9.155millones de dólares pasó por el presupuesto, no será todo (está el dinero directamente administrado por las binacionales, lados nuestros). Pero ¡9.155 millones de dólares! En la última memoria de la Itaipú Binacional encontrarán un cuadro con los pagos que nos hizo la entidad: 1) Al Gobierno paraguayo por royalties y compensación por cesión de energía: 11.873 millones de dólares (período 1985-2023); y 2) a Ande por utilidades de capital y resarcimientos: 1.112 millones de dólares. Total: 12.985 millones de dólares. Claro que aquí estamos hablando de un lapso de 39 años. Pregunto, esos 11.873 millones de dólares “al Gobierno paraguayo”, ¿no pasó por el parlamento en los presupuestos? Para mí la transparencia y el control son sumamente importantes en la administración de los recursos públicos. Pero empezando por priorizar recursos escasos y finitos para necesidades múltiples e infinitas. La experiencia aconseja a nivel de Gobierno partir la torta en no más de tres pedazos, jerarquizando aquello que te produce comida y no el que te da la lista de los “invitados” a comer (supuestamente).
Aunque pecando de triunfalismo en un Paraguay hostil y autodestructivo, el Gobierno logra un acuerdo satisfactorio con Brasil (Itaipú) por donde se lo mire, al subir el precio político de la energía (15,4 %) y no continuar bajando (ya se achicó 26 %, podía seguir otro -36 %), asegurando así ingresos para cada tres años (2024-2026) por USD 1.250 millones de dólares (adicional de USD 320 millones) y un marco aceptable para negociaciones futuras con un vecino clave. Parece poco, pero no lo es. El papel aguanta cualquier cosa, hasta negociadores de papel. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.