Los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) muestran que en agosto, la inflación fue de 0,5%, con lo que se suma 2 meses consecutivos de variación positiva, luego de varias deflaciones mensuales. Con esto, la inflación acumulada cierra el octavo mes del 2020 en 0,2%, por lo que sale del escenario negativo. De acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentado ayer, en la inflación de agosto se destacan principalmente los incrementos de precios verificados en los productos alimenticios, en los bienes duraderos y en algunos bienes y servicios relacionados a la salud, que explican en gran parte el comportamiento del período.
En la agrupación de alimentos, se destacan las subas de precios de la carne vacuna. Según referentes del sector, esto se debió principalmente a la mayor dinámica de la demanda externa, además del menor faenamiento observado en la primera quincena del mes, como consecuencia de la prórroga del período de vacunación contra la fiebre aftosa que finalizó en el mes de referencia. Esto limitó la oferta local elevando los precios de los principales cortes vacunos.
En esta agrupación los aumentos se vieron atenuados por las disminuciones registradas en los precios de huevos, aceites, azúcar y productos lácteos. Con respecto a este último producto, referentes del sector manifestaron que estas reducciones estarían explicadas por una mayor oferta estacional de sus productos, así como por estrategias de mercadeo para hacer frente a la competencia que existe en el sector.
Por otra parte, se verificaron en el periodo de análisis disminuciones de precios en bebidas alcohólicas, como las observadas en cerveza y bebidas destiladas, señala el reporte.
Por su parte, en los bienes relacionados al mantenimiento y reparación de la vivienda sobresalen las subas de precios de ladrillo y cemento. Referentes del sector cementero explicaron que se debió principalmente a las dificultades logísticas para la importación y el traslado del producto, en el marco de la emergencia sanitaria y el estiaje del río Paraguay, así como también inconvenientes en la producción local. Las situaciones mencionadas condicionaron la oferta de cemento en el mercado, ocasionando el aumento del precio a nivel del consumidor.