La cría de búfalos en Paraguay crece y busca introducirse cada vez más como una alternativa ganadera de alto rendimiento, especialmente en las zonas húmedas del Bajo Chaco y otras regiones con condiciones similares, donde el ganado tradicional no puede desarrollarse. Las cifras del hato bubalino se sitúan en unas 17.850 cabezas, de acuerdo con datos de la última campaña de vacunación contra la fiebre aftosa.

Paolo Osnaghi, secretario de la Asociación Paraguaya de Criadores de Búfalos (Apacriba), explicó a La Nación/Nación Media que la cifra de casi 18.000 cabezas de ganado bubalino podría aumentar en el segundo periodo del año dado que al cerrar esa vacunación inicia el parto de las búfalas, lo que podría introducir unos 1.500 ganados más, con lo que podría llegarse a los 19.000.

El potencial de este tipo de ganado, de acuerdo con Osnaghi, está ligado directamente a su capacidad de adaptación a terrenos difíciles, donde la ganadería tradicional encuentra serias limitaciones. A diferencia del bovino, el búfalo prospera en zonas inundables gracias a su rusticidad, alta fertilidad y eficiencia productiva, tanto en carne como en leche.

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El ganado bubalino es apto para terrenos inundables como las riberas de los ríos Paraguay, Pilcomayo y Paraná. Foto: Gentileza

El potencial que tiene la producción bubalina para Paraguay está plenamente direccionado a los campos húmedos del Bajo Chaco, así como todos los campos marginales inundables de la región Oriental, de las riberas del Pilcomayo, el río Paraguay y el río Paraná. Es el lugar donde el búfalo puede expresar su potencial real”, dijo a LN, además de señalar que los departamentos de Presidente Hayes, Ñeembucú y Misiones cuentan con ambientes ideales para esta ganado.

Mejoramiento genético

En cuanto al mejoramiento genético, la Apacriba impulsa la introducción de razas seleccionadas de alto rendimiento para fortalecer la calidad del hato nacional. Osnaghi comentó que recientemente se importaron pajuelas de semen de la raza murrah, de origen colombiano, como parte de un plan de mejoramiento genético impulsado por el gremio y por la Asociación Rural del Paraguay (ARP).

Históricamente, Paraguay trabajó con tres razas: la mediterránea, la murrah y la jafarabadi, no hay planteles con una raza definida ni animales puros de pedigrí, pero hoy se completa el tercer año de trabajo del plan de mejoramiento genético que tiene la ARP y estamos comenzando a tener terneros de segunda generación de la raza mediterránea italiana y están llegando para este periodo de servicio el semen de murrah colombiano”, explicó.

La introducción de estas razas busca consolidar una producción de doble propósito: leche de alta calidad, ideal para personas con intolerancia a la lactosa, y carne con alto contenido proteico.

“El búfalo es naturalmente de doble propósito: la hembra con la calidad de su leche y el macho es un animal carnicero, muy buen convertidor de pastos de baja calidad en kilos de carne”, enfatizó.

Aunque el mercado nacional aún no alcanza el volumen suficiente para desarrollar una marca cárnica exclusiva, los criadores apuntan a un crecimiento sostenido del hato y a la posibilidad de exportar a mediano plazo, siguiendo modelos como el brasileño y el argentino.

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