El fenómeno climático de La Niña preocupa al sector agro de confirmarse los pronósticos de su llegada, pues actualmente los cultivos de zafriña están en pleno desarrollo. Si bien las precipitaciones son necesarias para las diversas siembras, habrá que considerar a las lluvias en dos aspectos que influyen, tanto en la cantidad y su distribución.
Así lo indicó a La Nación/Nación Media el vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, quien aseguró que sin dudas están atentos a la posibilidad de que el fenómeno impacte en el país. “Hoy tenemos dos cultivos que son el maíz y la soja zafriña, esta última se debería estar cosechando en el mes de mayo y en el caso del maíz en julio aproximadamente”, explicó.
“Las lluvias enhorabuena y son bienvenidas, pero si se confirma lo que vienen diciendo los meteorólogos que al salir del Niño medio rebelde que tuvimos pasemos a La Niña tenemos que considerar que no nos sirve si tenemos 100 mm el primer día del mes y 100 mm en el último día”, aseguró a LN/NM.
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No obstante, a pesar de tener más cantidad de agua, ya existe daño en las plantaciones debido a la sequía y las altas temperaturas. “En general tenemos ya partes en donde sí ya hay mermas en la producción potencial por el excesivo calor, pero los excesos nunca son buenos, muchos días con precipitaciones y poco sol tampoco”, apuntó, agregando que los productores esperan que no se presenten heladas tempranas.
Actualidad
Con respecto al estrés hídrico que azotó a las plantas, Pastore dijo que esto puede afectar la cantidad y calidad de los granos. En el caso del maíz, se estima que se superaron las 850.000 hectáreas de siembra que podrían arrojar una zafra aproximada de 5.000.000 de toneladas, mientras que la soja zafriña arrojaría 800.000 a 1.000.000 toneladas en un un área de 650.000 hectáreas.
Las claves
- El sector agro expresa su preocupación ante la posible llegada del fenómeno climático La Niña.
- Señalan que habrá dos aspectos a considerar tanto en la cantidad como la distribución de las precipitaciones en cultivos.
- Sostienen que a pesar de contar con más cantidad de agua, ya existe daño en las plantaciones debido a la sequía.
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Mohan Kohli, el científico indio que convirtió a Paraguay en exportador de trigo asegura que variedades nacionales pueden plantarse en la región
El doctor en genética indio Mohan Kohli, consultor de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y líder del Programa Nacional de Investigación de Trigo, conversó con La Nación/Nación Media sobre la producción del grano en Paraguay y sobre cómo pasó de ser un país importador a otro exportador del cereal.
Actualmente, las labores en torno al grano se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes contra enfermedades que afectan al trigo manteniendo su calidad y rendimiento. Si bien no se trata de una tarea fácil de realizar, porque para crear una variedad se tarda cerca de 10 años, es un proceso de evolución continua que prosigue en el país.
En los últimos 20 años, Kohli viene colaborando en el desarrollo de más de 20 variedades de trigo en Paraguay. Las variedades nacionales de trigo en el mercado son Itapúa 75, Itapúa 80, Itapúa 85, Itapúa 90, Itapúa 95, Canindé 1, Canindé 31. Las que están en fase de multiplicación son Itapúa 105 e Itapúa 110.
El proceso de desarrollo de variedades es realizado con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (Ipta), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio). Se hace en dos centros, uno en Capitán Miranda, Itapúa y otro en Colonia Yhovy, de Canindeyú.
“Nosotros hacemos los ensayos y la selección con la colaboración de productores y cooperativas donde también evaluamos los materiales genéticos para que sean adaptados y resistentes”, mencionó el experto.
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Resistencia a enfermedades
El trabajo de Kohli es que cualquier variedad liberada de aquí en adelante tenga resistencia al hongo piricularia (produce manchas o lesiones en las hojas, nudos y en las diferentes partes de la panícula y los granos) y a la fusarium (afecta las espigas del trigo), otra enfermedad que hace años preocupa al sector.
El objetivo es que en los próximos cinco años las variedades que serán liberadas tengan cierto grado de resistencia a estas enfermedades, para ayudar a los productores a que sus costos de producción se mantengan y no aumenten. “Lo que estamos haciendo en este momento es darle cierta garantía al productor de que las variedades nacionales van a mantener su resistencia a distintas enfermedades”, subrayó el doctor en genética indio.
Potencial exportador
En los años normales, la producción anual de trigo en Paraguay es de más de un millón de toneladas, un volumen 40 veces superior a lo que producía hace dos décadas. Este cereal es industrializado en el país con un consumo interno de 650.000 ton/año y el remanente es enviado principalmente a Brasil, aunque hay más de 30 mercados abiertos.
Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala, tiene potencial de enviar las variedades nacionales a destinos como Argentina, Brasil (Paraná, Mato Grosso del Sul y San Pablo) o Bolivia. Estas regiones pueden sembrar las variedades paraguayas, explica Kohli y aclara que todavía no se hicieron ensayos probatorios, ya que esto implica una decisión política y una evaluación en diferentes ambientes.
“Para liberar una variedad en cualquier país habría que hacer ensayos por dos años. Si se toma esa decisión el día de mañana, entre los obtentores, será posible hacerlo. Para ello, se deberá desarrollar contacto con esos países, con sus instituciones, y a partir de ahí será muy fácil producir las semillas, hay potencial”, asegura.
Expectativas
“El trigo juega un papel muy importante porque, recordemos, la soja se siembra en más de 3,6 millones de hectáreas, superficie que debe ser cubierta en los meses de otoño e invierno”, explicó y agregó que allí entran a participar el maíz, el trigo, la canola, el girasol, la avena como abono verde y otros cereales.
La siembra de la nueva campaña se inició en abril, en San Pedro y Canindeyú. En tanto, en el Sur, se avanzará durante la siguiente semana debido a las condiciones de lluvias. Se espera que el área de siembra alcance las 400.000 hectáreas o menos, cuya producción dependerá de la coyuntura climática. “Alcanzaremos más de 1.000.000 de toneladas de trigo, dependiendo de la superficie”, remarcó Kohli.
Perfil de Kohli
Mohan Kohli es ingeniero agrónomo de la Rajasthan Agricultural University de India. Obtuvo su maestría en Ciencias de la Agricultura Botánica y su doctorado en Genética en la Indian Agricultural Research Institute. Tiene estudios de postdoctorado en el Centro de Mejoramiento del Maíz y el Trigo de Estados Unidos.
Llegó a Paraguay en 1978 como parte del Centro Nacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo de México. En la década de los 80 y 90 se encargó de identificar materiales de trigo que se adaptasen al país, teniendo en cuenta las altas temperaturas.
Recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores le concedió la condecoración Comendador de la Orden Nacional del Mérito por su excepcional contribución científica a la agricultura y la economía paraguaya.
Datos claves
- Las labores en torno al trigo se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes a las enfermedades.
- Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala tiene potencial de enviar las variedades nacionales a la región.
- La siembra de la nueva campaña de trigo se inició en abril en los departamentos de San Pedro y Canindeyú y próximamente en el Sur.
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Baja en la cotización de la soja afectó al ingreso de divisas
Pese a que las exportaciones de soja tuvieron un aumento en volumen con relación al primer cuatrimestre del año pasado, el ingreso de divisas por el grano se vio afectado por la baja en las cotizaciones internacionales, según informó la asesora de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Sonia Tomassone.
Indicó que el precio promedio de la soja a abril del 2023 se situaba en los USD 552 por tonelada, pero en el primer cuatrimestre de este 2024 la media alcanzó los USD 390 por tonelada, unos USD 162 menos por tonelada. Agregó que otro problema que sigue percibiendo el sector es la ralentización de los envíos a causa de los problemas logísticos.
De acuerdo al comparativo, de enero a abril de este año se registraron USD 1.336 millones, mientras que durante el mismo periodo del año anterior las divisas generaron USD 1.480 millones, una caída de 9,7 % debido a la variación de 144 millones.
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Hasta abril fueron exportadas 3.423.550 millones de toneladas de soja, y al mes del año pasado se habían embarcado 2.679.957 millones de toneladas, lo cual arrojó un incremento de 743.993 toneladas. La asesora indicó que los envíos de los derivados de la soja (aceite y pellets) aumentaron tanto en volumen como en valor, traduciéndose esto en una mayor industrialización.
Se enviaron al exterior 190.091 toneladas de aceite, unas 63.730 toneladas más, teniendo en cuenta que en el 2023 se dio la salida de 126.861 toneladas. Los pellets fueron embarcados en 645.334 toneladas versus las 401.534 toneladas del primer cuatrimestre del año anterior.
En cuanto a los destinos del complejo soja, Argentina se posicionó como el principal comprador, absorbiendo el 78 % del total exportado. Brasil le siguió con el 11 %, Rusia con el 1 % y en menor volumen Perú, Estados Unidos, Chile y Corea del Sur.
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Las fuertes lluvias repercutirían en calidad y rendimiento de cultivos
El director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, actualizó el panorama actual, así como las previsiones respecto a los cultivos, teniendo en cuenta las recientes e intensas lluvias que golpearon al sector.
Mencionó que si bien, en ciertas zonas del país la cantidad de lluvia caída fue suficiente, en otras fue en exceso, por lo que todo extremo tampoco es bueno, dijo, y que las precipitaciones más importantes afectaron principalmente en el centro sur, donde fueron muy abundantes.
“Es cierto que la lluvia recompone maravillosamente el perfil de humedad del suelo, pero los extremos nunca son buenos. La cantidad de lluvia, los días nublados, el exceso de humedad atrae plagas y enfermedades, por eso es probable que los cultivos que están para cosecha sean afectados en calidad y rendimiento”, expresó a la 780 AM.
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El campo, motor de la economía
Explicó que la etapa actual es de cosecha de la soja de segunda, así como la cosecha de maíz de segunda que está por iniciarse, y por arrancar la siembra de trigo que estuvo atrasada justamente por las lluvias. Ahora, con los nuevos días de sol se podrá retomar los trabajos de siembra, aunque el pronóstico habla de más precipitaciones, mencionó Pastore.
Otro aspecto importante es que las lluvias pudieron ayudar en la recuperación en cierta medida del nivel de los ríos. “Es una primavera, que veremos cuánto dura, en el sentido de la bonanza de tener mejor nivel de agua en los ríos”, remarcó.
Pastore aseveró que el exceso de lluvias no es positivo, pero “la falta es peor”, pues la economía paraguaya está directamente ligada a la actividad agropecuaria, y cuando el campo produce, Paraguay crece. “Nuestra economía, si bien ha crecido y diversificado en muchos rubros, el carro jefe sigue siendo la producción agropecuaria”, remarcó.
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La planificación será clave para aminorar efectos de La Niña
Los pronósticos climáticos avizoran un 80 % de probabilidades de la ocurrencia del fenómeno La Niña y los organismos especializados en el ámbito pronostican un paso rápido del Niño a este evento incluso ya desde junio y julio próximo. Según los economistas César Barreto y Jorge Garicoche, la planificación será importante para aminorar los efectos que pueda ocasionar a nivel nacional.
En comunicación con la Nación/Nación Media, Barreto indicó que si bien ningún modelo matemático o estadístico del clima tiene una certeza, son indicios que tenemos que tener en cuenta y seguramente los productores lo estarán haciendo, por ende, tratarán de distribuir sus épocas de cultivo para minimizar los riesgos.
“A nivel macroeconómico, sabemos que si viene una sequía importante que afecte sustancialmente la cosecha significa una alta probabilidad de recesión y de una depreciación del guaraní por la escasez de dólares”, aseguró. Además, sería la tercera sequía importante en un periodo de 7 años, por lo cual el Gobierno tendrá que desplegar políticas fiscales y monetarias que permitan amortiguar el golpe.
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En tanto, en el plano internacional se reporta un escenario poco favorable. “Debemos ser conscientes de ello y actuar en consecuencia. Ser más prudentes en nuestras decisiones de gasto y endeudamiento”, advirtió el exministro de Hacienda.
Barreto mencionó que los problemas en Medio Oriente sumados a la guerra en Ucrania generan tensiones que impactan en la volatilidad del precio del petróleo. El precio de la soja bajó un 20 % y su tendencia es difícil de prever en las condiciones actuales, entre el ritmo de crecimiento de la demanda china y el crecimiento de la producción en Brasil como otras partes del mundo.
A esto se le agrega el hecho de que las tasas de la Fed (Sistema de la Reserva Federal) del banco central de los Estados Unidos permanecerán altas por más tiempo, lo que implica costos financieros más altos para todas las economías emergentes y a Paraguay.
Diversificar la economía
Por su parte, Garicoche consideró que las lecciones aprendidas en el pasado y los apuntes del presente deben servir para planificar a corto, mediano y largo plazo, ya que en los últimos años se generaron pequeñas diversificaciones que sirvieron de amortiguadores para situaciones como estas. “Seguir creciendo en diversificar nuestra economía, en apuntar a tener más amortiguadores, más motores económicos que nos permitan realmente adaptarnos a los cambios que puedan llegar a tener los factores climáticos”, dijo en conversación con LN/NM.
Detalló que si bien se habla de que las consecuencias serían mayores para el sector primario. Hay que mencionar que parte del sector secundario también depende de los insumos que se generen en este sector. “La carne depende de que el sector ganadero se desarrolle tal cual tiene que ser, la industria aceitera necesita de la producción primaria, efectivamente está conectada parte de nuestra economía a todo esto”, afirmó.
El fenómeno climático La Niña está caracterizado principalmente por el déficit de lluvias. Según había manifestado a este medio el director de la Unidad de Gestión de Riesgos del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Édgar Mayeregger, en caso de que ocurra y se migre a dicho evento, la situación puede ser complicada a partir de julio en adelante, por lo cual las buenas prácticas agrícolas como el manejo del agua será vital para la temporada y lograr una mejor producción.
Datos claves
- Los pronósticos climáticos avizoran un 80 % de probabilidades de la ocurrencia del fenómeno La Niña.
- De concretarse, sería la tercera sequía importante que enfrenta el país un periodo de 7 años.
- Economistas apuntan a tener más amortiguadores o motores económicos para sobrellevar las consecuencias.
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