El Día Internacional del Helado se celebrará este 12 de abril y McDonald’s presentó un beneficio exclusivo para todos los McLovers, que estará disponible a través de su App. Los verdaderos fans del helado podrán disfrutar del McFlurry KitKat gratis.
En la sección de MyMcDonald’s podrán canjear el cupón para acceder a su McFlurry favorito de manera gratuita en cualquier restaurante o Automac del país. La aplicación se encuentra disponible para su descarga en los dispositivos iOS y Android.
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La promoción tendrá vigencia este viernes 12 de abril, siendo uno de los tantos beneficios que la firma busca ofrecer a sus consumidores y brindar momentos especiales para compartir y celebrar. Esta promoción fue diseñada para que esos momentos sean más sabrosos y alegres.
Sobre McDonald’s Paraguay
Líder en el segmento de servicio rápido de alimentación, McDonald’s se caracteriza por la calidad de sus productos y servicios. La compañía es la mayor y conocida empresa de restaurantes de servicio rápido del mundo. Presente en más de 118 países, la red posee más de 35.000 establecimientos, donde trabajan 1,6 millones de empleados que alimentan diariamente a más de 48 millones de clientes.
En Paraguay, la franquicia es operada desde 1996 por Servicios Rápidos del Paraguay S.A. McDonald’s Paraguay y recibe a más de 8 millones de consumidores que pasan cada año por los locales de la red en todo el país. Actualmente, posee más de 24 puntos de venta, entre restaurantes y centros de postres a lo largo de nuestro país. La empresa emplea a cerca de 1.000 personas.
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La Pradera, reflejo de la fuerza industrial que mueve al Paraguay
La industria es, cada vez más, el motor que sostiene al país, y detrás de cada producto elaborado existe una cadena que genera empleo, arraigo, innovación y desarrollo.
Un ejemplo claro es La Pradera, una empresa familiar que nació hace 30 años con un sueño sencillo pero ambicioso: producir lácteos de calidad, hechos en Paraguay y para los paraguayos. Hoy, aquella planta pequeña impulsada por una familia se transformó en una de las principales industrias lácteas del país.
Pero más allá de su historia particular, la experiencia de La Pradera muestra lo que significa el esfuerzo industrial en Paraguay: trabajo constante, reinversión, compromiso con los productores y un aporte clave al crecimiento económico nacional.
Una historia de crecimiento
“Arrancamos con una pequeña planta y mucha ilusión. Queríamos demostrar que en Paraguay se podía producir con calidad y competir”, manifestó a La Nación/Nación Media, Violeta Ceuppens, presidenta de La Pradera.
Dijo que con el tiempo, la apuesta inicial se consolidó gracias al respaldo de colaboradores, proveedores y clientes, y que hoy la empresa no solo produce leche, sino también yogures, quesos, postres y dulce de leche, atendiendo las nuevas tendencias de consumo y diversificando su portafolio.
Ceuppens resaltó que el salto de La Pradera en los últimos diez años es una muestra de la evolución de la industria paraguaya, porque pasó de ser un modelo básico a una operación moderna, con tecnología de última generación y procesos ajustados a estándares internacionales.
“Invertimos en maquinaria, controles de calidad más exigentes y mejoras en la cadena de frío. Eso nos permite competir en eficiencia y garantizar inocuidad en cada producto”, destacó Ceuppens.
Trabajo y desarrollo. Uno de los principales aportes de las industrias es el empleo. En el caso de La Pradera, la empresa genera más de 250 puestos directos en su planta y oficinas, y alrededor de 2.000 empleos indirectos entre productores de leche, transportistas, distribuidores y puntos de venta.
“Cada producto que sale de la planta lleva detrás el esfuerzo de familias enteras que dependen de esta actividad”, subraya la presidenta. Al comprar la materia prima a productores de la zona, invertir en infraestructura y capacitar a su personal, la empresa dinamiza la economía regional.
A eso se suma el acompañamiento a proyectos comunitarios y educativos, lo que refuerza el arraigo local. La industria, así, no solo produce bienes, sino también oportunidades, sostuvo la empresaria.
El potencial industrial del Paraguay es grande, al igual que los desafíos. El acceso al financiamiento, la logística, la estabilidad de los costos de producción y la formalización de la cadena primaria aparecen como temas centrales para seguir creciendo. En el caso de los lácteos, la disponibilidad de leche en cantidad y calidad suficientes sigue siendo un desafío.
“Necesitamos fortalecer la cadena primaria, porque sin productores bien preparados no hay industria posible”, advirtió Ceuppens. Sostuvo que esa realidad se repite en muchos sectores industriales del país, donde la competitividad depende tanto del esfuerzo privado como de políticas públicas que faciliten las condiciones de inversión.
Innovación y sostenibilidad. Explicó que la industria moderna no puede desligarse de dos conceptos fundamentales: innovación y sostenibilidad. En ese camino, contó que La Pradera implementó un sistema de gestión de residuos, optimizó el uso del agua y la energía, y capacita a sus proveedores para aplicar prácticas más amigables con el ambiente.
La apuesta por la innovación tecnológica es igualmente central. “En los próximos diez años, la tecnología será determinante para producir más y mejor, generar productos más saludables y responder a un consumidor cada vez más exigente”, precisó.
Para ella, el futuro de la industria paraguaya pasa por incorporar conocimiento y modernizar procesos, sin perder de vista la identidad nacional.
Paraguay ofrece condiciones atractivas para la inversión industrial como su población joven, abundancia de recursos naturales y ubicación estratégica en el corazón de Sudamérica. Sin embargo, Ceuppens señaló que todavía se necesitan más incentivos y mejoras en infraestructura para que el sector alcance todo su potencial.
“No pedimos privilegios, pedimos reglas claras, políticas de apoyo a la producción y un entorno que acompañe el esfuerzo privado. La industria está lista para aportar, pero necesitamos trabajar en conjunto”, afirmó.
De cara al futuro, dijo que La Pradera busca consolidar su liderazgo en el mercado interno y seguir ampliando su portafolio de productos, con especial énfasis en opciones saludables. Para ello, su meta es clara: innovar, generar empleo y llevar el nombre de la empresa a más familias paraguayas.
Pero más allá de los objetivos propios, la presidenta de la compañía láctea imagina un horizonte optimista para todo el sector: “Sueño con una industria paraguaya moderna, integrada, con fuerte identidad nacional y presencia internacional. Una industria que genere valor agregado, oportunidades para los jóvenes y desarrollo sostenible para el país”.
Mucho más que fábricas. La historia de La Pradera es la historia de cientos de industrias paraguayas que, con perseverancia, se convierten en pilares de la economía. En un país donde todavía hay mucho por hacer en materia de infraestructura y políticas de apoyo, la industria sigue avanzando a pulmón, demostrando que apostar a la producción local es apostar al desarrollo nacional.
La experiencia de empresas como La Pradera muestra que la verdadera riqueza de Paraguay está en su capacidad de transformar recursos, generar empleo y proyectar futuro. Porque detrás de cada producto hecho en el país, hay una cadena de valor que sostiene a miles de familias y que impulsa a país hacia un crecimiento más inclusivo y sostenible.
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La Pradera, un reflejo de la fuerza industrial que mueve al Paraguay
La industria es, cada vez más, el motor que sostiene a nuestro país. Detrás de cada producto elaborado en Paraguay existe una cadena que genera empleo, arraigo, innovación y desarrollo.
Un ejemplo claro es La Pradera, una empresa familiar que nació hace 30 años con un sueño sencillo pero ambicioso: producir lácteos de calidad, hechos en Paraguay y para los paraguayos.
Hoy, aquella planta pequeña impulsada por una familia se transformó en una de las principales industrias lácteas del país. Pero más allá de su historia particular, la experiencia de La Pradera muestra lo que significa el esfuerzo industrial en Paraguay: trabajo constante, reinversión, compromiso con los productores y un aporte clave al crecimiento económico nacional.
“Arrancamos con una pequeña planta y mucha ilusión. Queríamos demostrar que en Paraguay se podía producir con calidad y competir”, manifestó a La Nación/Nación Media, Violeta Ceuppens, presidenta de La Pradera.
Dijo que con el tiempo, la apuesta inicial se consolidó gracias al respaldo de colaboradores, proveedores y clientes, y que hoy la empresa no solo produce leche, sino también yogures, quesos, postres y dulce de leche, atendiendo las nuevas tendencias de consumo y diversificando su portafolio.
Ceuppens resaltó que el salto de La Pradera en los últimos diez años es una muestra de la evolución de la industria paraguaya, porque pasó de ser un modelo básico a una operación moderna, con tecnología de última generación y procesos ajustados a estándares internacionales.
“Invertimos en maquinaria, controles de calidad más exigentes y mejoras en la cadena de frío. Eso nos permite competir en eficiencia y garantizar inocuidad en cada producto”, destacó Ceuppens.
Trabajo y desarrollo. Uno de los principales aportes de las industrias es el empleo. En el caso de La Pradera, la empresa genera más de 250 puestos directos en su planta y oficinas, y alrededor de 2.000 empleos indirectos entre productores de leche, transportistas, distribuidores y puntos de venta.
“Cada producto que sale de la planta lleva detrás el esfuerzo de familias enteras que dependen de esta actividad”, subraya la presidenta. Al comprar la materia prima a productores de la zona, invertir en infraestructura y capacitar a su personal, la empresa dinamiza la economía regional.
A eso se suma el acompañamiento a proyectos comunitarios y educativos, lo que refuerza el arraigo local. La industria, así, no solo produce bienes, sino también oportunidades, sostuvo la empresaria.
El potencial industrial del Paraguay es grande, al igual que los desafíos. El acceso al financiamiento, la logística, la estabilidad de los costos de producción y la formalización de la cadena primaria aparecen como temas centrales para seguir creciendo. En el caso de los lácteos, la disponibilidad de leche en cantidad y calidad suficientes sigue siendo un desafío.
“Necesitamos fortalecer la cadena primaria, porque sin productores bien preparados no hay industria posible”, advirtió Ceuppens. Sostuvo que esa realidad se repite en muchos sectores industriales del país, donde la competitividad depende tanto del esfuerzo privado como de políticas públicas que faciliten las condiciones de inversión.
Innovación y sostenibilidad. Explicó que la industria moderna no puede desligarse de dos conceptos fundamentales: innovación y sostenibilidad. En ese camino, contó que La Pradera implementó un sistema de gestión de residuos, optimizó el uso del agua y la energía, y capacita a sus proveedores para aplicar prácticas más amigables con el ambiente.
La apuesta por la innovación tecnológica es igualmente central. “En los próximos diez años, la tecnología será determinante para producir más y mejor, generar productos más saludables y responder a un consumidor cada vez más exigente”, precisó.
Para ella, el futuro de la industria paraguaya pasa por incorporar conocimiento y modernizar procesos, sin perder de vista la identidad nacional.
Paraguay ofrece condiciones atractivas para la inversión industrial como su población joven, abundancia de recursos naturales y ubicación estratégica en el corazón de Sudamérica. Sin embargo, Ceuppens señaló que todavía se necesitan más incentivos y mejoras en infraestructura para que el sector alcance todo su potencial.
“No pedimos privilegios, pedimos reglas claras, políticas de apoyo a la producción y un entorno que acompañe el esfuerzo privado. La industria está lista para aportar, pero necesitamos trabajar en conjunto”, afirmó.
De cara al futuro, dijo que La Pradera busca consolidar su liderazgo en el mercado interno y seguir ampliando su portafolio de productos, con especial énfasis en opciones saludables. Para ello, su meta es clara: innovar, generar empleo y llevar el nombre de la empresa a más familias paraguayas.
Pero más allá de los objetivos propios, la presidenta de la compañía láctea imagina un horizonte optimista para todo el sector: “Sueño con una industria paraguaya moderna, integrada, con fuerte identidad nacional y presencia internacional. Una industria que genere valor agregado, oportunidades para los jóvenes y desarrollo sostenible para el país”.
Mucho más que fábricas. La historia de La Pradera es la historia de cientos de industrias paraguayas que, con perseverancia, se convierten en pilares de la economía. En un país donde todavía hay mucho por hacer en materia de infraestructura y políticas de apoyo, la industria sigue avanzando a pulmón, demostrando que apostar a la producción local es apostar al desarrollo nacional.
Este 8 de septiembre, en el Día de la Industria, la experiencia de empresas como La Pradera muestra que la verdadera riqueza de Paraguay está en su capacidad de transformar recursos, generar empleo y proyectar futuro. Porque detrás de cada producto hecho en el país, hay una cadena de valor que sostiene a miles de familias y que impulsa a país hacia un crecimiento más inclusivo y sostenible.
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Subasta con propósito: recaudan más de G. 1.200 millones para el Hospital Acosta Ñu
La subasta de vaquitas, obras hechas por 36 artistas nacionales en beneficio al Hospital Acosta Ñu, resultó en todo un éxito y logró la recaudación de más de 1.200 millones de guaraníes. La puja se realizó en la noche del martes en el Shopping del Sol.
La actividad benéfica se encaró en el marco de los 30 años de Lácteos La Pradera, que este año decidió festejar su aniversario de una forma diferente, por lo que realizaron la subasta solidaria para ayudar al Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu.
Así lo expresó Violeta Ceuppens, presidenta del Directorio de La Pradera, quien expuso que desde hace tiempo vienen trabajando con el hospital y especialmente con su albergue, comentó a La Nación/Nación Media.
Respecto al resultado de la subasta, indicó que fue todo un éxito con la recaudación de G. 1.240 millones. El evento fue realizado del 1 al 5 de agosto en el Shopping del Sol donde se expusieron las esculturas de vacas, realizadas por unos 36 artistas. Se subastaron vaquitas pintadas por distintos artistas.
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“En un año tan especial, decidimos no celebrar solos. Porque cuando se comparte, todo se multiplica. Por eso, en el mes de los niños, quisimos que ellos sean los protagonistas. Esta subasta solidaria nace con el corazón puesto en una causa que nos conmueve profundamente: el Hospital de Niños Acosta Ñu, con el que venimos colaborando hace más de 20 años”, fueron algunas de las palabras que dio Ceuppens durante la subasta.
La misma recordó que este proyecto nació a comienzos de este año y fue creciendo con mucho amor, ya que empresas, artistas, amigos y muchas personas se sumaron con profunda generosidad y entusiasmo para acompañar la subasta.
“Un agradecimiento muy especial a los 36 artistas paraguayos que dieron vida a esta exposición. Cada vaca es una obra única, llena de color, creatividad y esperanza. Gracias por recordarnos que el arte también puede sanar”, expresó.
Acerca de la subasta, Ceuppens señaló a LN que lo recaudado se usará para cubrir una lista de necesidades que están definiendo junto al hospital. Dijo que ellos están haciendo un análisis de prioridades y La Pradera se encarga de gestionar toda la compra “y, por supuesto, hacer una rendición de cuentas una vez concluida la entrega”.
“Hoy, todos somos parte de algo más grande. Un equipo que se une con una misión importante: abrir el corazón y ayudar. Porque cada sonrisa que logremos pintar, también será gracias a ustedes”, fueron las palabras finales de Ceuppens.
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A beneficio de hospital de niños: subasta de vaquitas pintadas por artistas será esta noche
Este martes, será la subasta benéfica a favor del Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu en la que se expondrá y venderá las vaquitas de cerámica que fueron pintadas a mano por artistas plásticos y grandes referentes del país. Se trata de más de 30 piezas que están expuestas en el Shopping del Sol.
La actividad está prevista para las 19:30 de hoy y se desarrollará en la subasta denominada “La Pradera Pinta Sonrisas”, donde se presentan 36 esculturas de vacas intervenidas por artistas nacionales. Entre ellos la que fue pintada por la primera dama, Leticia Ocampos.
“Desde hace 24 años el hospital se dedica a la atención integral de pacientes pediátricos. Es un centro de referencia y vienen niños de diferentes puntos del país. No solo atendemos a pacientes con enfermedades agudas, sino que también a las crónicas”, expresó el doctor Héctor Castro, director del centro asistencial.
Agregó que atienden a pacientes con problemas cardíacos, oncológicos, neurológicos, reumatológicos, entre otros y que busca que todo esto no aparte a la familia. “El hospital brinda un albergue donde puede alojarse la familia mientras el niño recibe tratamiento. El niño no debe perder la escolaridad por eso el hospital tiene un aula hospitalaria”, detalló.
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Subasta
Atendiendo a todo lo que ofrece el Hospital Pediátrico Niños de Acosta Ñu nació este proyecto que involucra a artistas y referentes nacionales quienes pintaron las vacas de cerámicas. Todas las obras serán vendidas hoy 5 de agosto y todo lo recaudado será destinado a los pacientes.
“Hoy quiero compartir con ustedes una pequeña gran obra que pinté con el corazón”, expresó la primera dama. La vaquita de cerámica pintada por Ocampos refleja los ejes que guían el trabajo diario de la OPD, que son niñez, mujer y la identidad cultural.
Este encuentro solidario es una iniciativa de La Pradera, que sigue celebrando sus 30 años con una acción muy especial que nace desde el corazón. Desde hace 20 años la firma viene donando productos lácteos con el deseo de sumar siempre un granito de amor y nutrición.
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