La campaña de soja 2023/24 sigue desarrollándose de forma positiva en lo que refiere a la producción y todo apunta a que se termine consolidando una buena cosecha. No obstante, todavía hay incertidumbre con respecto al resultado económico, pues el escenario comercial presenta precios más bajos que el año pasado y de costos de exportación mucho más altos.

Así lo indicó a La Nación/Nación Media Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), quien explicó que la cotización bajó al menos USD 100 en relación al año pasado. “Si el año pasado el productor estaba vendiendo a USD 500 ahora está vendiendo a USD 390 y dependiendo de la ubicación varía”, mencionó.

Cristaldo remarcó que se espera que se normalicen los indicadores para que se puedan ir cerrando los contratos, pues aún no se concretan debido a la coyuntura y por la expectativa de que los precios suban. “Hay reportes de que Brasil está con pérdidas importantes porque todavía no se consolida. Se está esperando a que se clarifique el panorama de la oferta y demanda mundial, y que se normalicen a niveles más razonables”, dijo.

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El que no tiene apuro por vender y tampoco vencimiento sería bueno que espere mínimo 30 días para tener claro el panorama”, afirmó a LN/NM el titular del gremio y detalló que se tendría una mejor perspectiva como mínimo a mediados o fines de febrero, pero a partir de allí ya habrá que tomar decisiones.

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En cuanto a la producción, Cristaldo sostuvo que va llenando las expectativas. “Todavía falta mucho y hay una buena cosecha, aún estamos en los inicios. Hay departamentos que están más avanzados, otros que están con soja más verde, sobre todo en el Norte es muy incipiente”, añadió. La misma alcanza un 20 % a 25 % y los rendimientos varían en función a la época de siembra en un rango de 2.000 hasta 4.000 kilos por hectárea, lo cual da mayor tranquilidad al productor.

Según las cotizaciones de Chicago, la oleaginosa viene con una fuerte caída desde el mes pasado, llegando al precio más bajo en los últimos dos años. Esto debido a varios factores como por ejemplo, una época de estacionalidad en Estados Unidos y la llegada de las lluvias que propician las perspectivas favorables en Brasil y Argentina.

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