La proyecciones de lluvias para diciembre revelan una tendencia deficitaria, en donde gran parte del territorio nacional registrará niveles de precipitaciones que se encontrarán por debajo de lo normal mensual, según reportó el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) a través de las investigaciones del Proyecto Agroclima.
“Esto resulta preocupante dado que muchos de los principales cultivos como soja, maíz, y sésamo estarán actualmente en etapas críticas de su desarrollo fenológico”, señalaron y agregaron que el panorama podría afectar a los rendimientos esperados en los cultivos en el campo.
Esto, teniendo en cuenta que en el centro, este y sur de la Región Oriental, la mayoría de las plantaciones estarán en la etapa de llenado y maduración de granos, donde el suministro adecuado de agua es esencial para obtener rendimientos óptimos. Ya en la Región Occidental, el prolongado déficit de precipitaciones deterioró las pasturas y con estas perspectivas se podría complicar la siembra de cultivos de verano en la zona chaqueña.
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La investigación apunta al maíz, la soja, el sésamo y el algodón, cuyos cultivos normalmente se siembran en diciembre en el Chaco, pero “la falta de humedad en los perfiles de suelos dificultará las labores y el establecimiento de los cultivos”. También se debe considerar las altas temperaturas que normalmente se registran en el último mes del año en combinación con estos déficits esperados estimulan la propagación de incendios forestales.
A través de sus proyecciones, el Inbio realiza un detallado seguimiento del estado de salud de la vegetación con lo cual es posible saber la situación de algún área de explotación agrícola mediante los diferentes niveles que se presentan, asociado siempre a la disponibilidad de humedad del suelo en ese periodo de observación.
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La soja perdió 45.000 hectáreas en el Chaco ante otros cultivos
El Chaco registró la disminución de la siembra de soja en 45.591 hectáreas menos en la zafra 2025, según revela el informe de estimación de superficie del cultivo del Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) en la región Occidental, que totaliza un área de plantación de 109.069 hectáreas de esta leguminosa.
El departamento que tuvo un crecimiento en el área de cultivo de soja fue Presidente Hayes, con un incremento de 1.037 hectáreas, alcanzando las 14.473 hectáreas, pero, los otros dos departamentos sufrieron una considerable disminución en su área del cultivo.
Inbio señala que muchos productores chaqueños apostaron por otros cultivos, como ser el algodón, teniendo en cuenta las sucesivas campañas en las que la sequía les afectó el cultivo de soja. Sin embargo, se puntualiza que en el 2025 fue cuando mejores precipitaciones se tuvo en esa región del país, especialmente en zonas críticas de los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay.
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El departamento de Boquerón alcanzó las 78.238 hectáreas de soja sembrada en el 2025, 31.537 hectáreas menos que en el 2024, cuando el área había sido de 109.775 hectáreas. Por su parte, el departamento de Alto Paraguay, tuvo 16.358 hectáreas de soja en el 2025, 15.091 hectáreas menos que en la zafra 2024, cuando el área había alcanzado 31.449 hectáreas de soja. La siembra de zafra en la Región Oriental y la Región occidental en Paraguay alcanzó las 3.788.505 hectáreas de soja.
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) es una asociación civil sin fines de lucro, que reúne a siete gremios: CAP, APS, Aprosemp, Fecoprod, Capeco, Parpov y Unicoop. Tiene el propósito de promover un adecuado acceso al país de los productos derivados de la biotecnología agropecuaria y la incorporación ordenada de los mismos a la producción nacional, así como promoción y desarrollo de la investigación de biotecnología nacional.
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Distribución variable de lluvias en los campos agrícolas mejorarán recargas en suelos
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) indicó que el pronóstico de precipitación acumulada indica una probable distribución variable de lluvias en el territorio nacional. Se anticipó que los mayores volúmenes acumulados entre 30 y 50 mm estarán en la zona sur del país, lo cual posibilitará una recarga del perfil del suelo.
Asimismo, en la zonas centro, y norte de la Región Oriental, incluyendo Caaguazú, Guairá, Cordillera, San Pedro y Concepción, se estiman precipitaciones de 15 a 25 mm. Por el contrario, en amplios sectores de la Región Occidental estimaron que persistirán en condiciones deficitarias en los campos.
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Con relación al pronóstico de temperatura mínima absoluta para el periodo del 21 al 28 de julio, la institución indicó que se prevén valores que oscilarían mayormente entre 8 y 18 °C en todo el país, mientras que las temperaturas más bajas se concentrarían sobre el sureste de la Región Oriental.
Con respecto al trigo y la canola que están en etapa en floración, mencionaron que la condiciones de disponibilidad de agua en el suelo presentan estados que se encuentran entre una sequía menor al 10 % y de excesos hídricos, contando con reservas de humedad en relación con las necesidades del cultivo.
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Proyecciones para agosto
En tanto, las proyecciones de precipitación acumulada para el mes de agosto muestran proyecciones de registros normales a superiores a lo normal en la mayor parte del territorio nacional para este periodo.
Estas estimaciones resultan favorables, considerando que la mayoría de las parcelas se encontrarán en fase crítica de sus etapas fenológicas, por tanto, una adecuada disponibilidad y recarga hídrica en el perfil del suelo durante este período será esencial para garantizar un llenado óptimo de los granos y prevenir mermas en el rendimiento, señalaron.
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¿Invertir en agricultura? Las razones para elegir el rubro
Por Melissa Palacios
El sector agrícola en Paraguay exige vocación, conocimiento y perseverancia para quienes buscan emprender en el segmento. Actualmente en el país, entre los rubros agrícolas con mayor potencial de crecimiento se encuentran la soja, maíz, trigo y el arroz, este último con posibilidades de expansión significativa.
En esta edición de Ellos saben, Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), habló con La Nación/Nación Media sobre las principales recomendaciones para emprender en el rubro, el interés de los productores por seguir cultivando, así como las necesidades que enfrentan los agricultores en estos años.
1. Manejo de información
“Para ser agricultor se necesita vocación, conocimiento y perseverancia. Trabajar en el sector agrícola requiere de buena planificación complementada con un manejo correcto de las variables que hacen a la productividad”, empezó diciendo.
Resaltó además que se debe manejar información de clima y mercado, que afectan los resultados y el agricultor no controla, requiere de permanente análisis y manejo de riesgos.
La producción agrícola tiene un comportamiento cíclico de años muy buenos, años regulares y años malos por lo que, para evaluar una rentabilidad se debería analizar por períodos de cinco años y no medir solo el resultado de un año. “Somos eficientes y eso constituye la base de los resultados y de la rentabilidad”, mencionó.
2. Rubros de mayor potencial
En el país existen rubros ya consolidados como soja, maíz, trigo con la rotación de cultivos en la misma parcela que constituyen un combo junto con los abonos verdes y que ocupan en mayor proporción la superficie sembrada; estos rubros aún tienen un potencial de crecimiento importante.
“El arroz tiene un potencial enorme, se siembran unas doscientas mil hectáreas, pero se puede llegar a un millón de hectáreas”, aseguró. Otros rubros en proceso de consolidación y expansión son el sorgo (biocombustible), maní, chía, sésamo y algodón que está en expansión en el Chaco especialmente.
Cristaldo vaticinó que en la medida que no se vea el trabajo del campo como generador de ingresos para llevar una vida digna habrá desestimulo sobre todo entre los jóvenes pequeños productores. No obstante, entre los jóvenes que trabajan en fincas más tecnificadas hay más estímulos para dedicarse al campo, ya sea en forma directa o a través de tareas relacionadas a la prestación de servicio a la producción agropecuaria.
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3. Sostenibilidad en las prácticas
Entre las prácticas agrícolas que se están promoviendo para mantener la competitividad sin comprometer el medio ambiente apuntan al sistema de siembra directa con la rotación de cultivos como práctica de manejo de suelos que se aplica en más del 95 % del área agrícola tecnificada, y constituye el motor del uso y manejo sostenible de los recursos naturales.
“El productor cuida los recursos naturales en su propiedad porque de ellos depende para vivir y producir alimentos para el mundo colaborando con la seguridad alimentaria”, resaltó el presidente de la UGP.
Poniendo en contexto el proceso de 50 años que vivió el desarrollo de la agricultura paraguaya existen tres momentos en su evolución que llevaron al aumento de la eficiencia de la productividad y la producción. En los años 80 la mecanización y tecnificación en la agricultura, los años 90 con la siembra directa y en la década de los 2000 con la introducción y la utilización de variedades mejoradas genéticamente.
En ese lapso pasamos de producir en 1991 unas 2.000.000 de toneladas de granos en cinco rubros a producir 17.000.000 de toneladas en los mismos cinco rubros a partir del 2017.
4. Recursos para iniciar en el rubro
Los principales son: tener profesionales comprometidos con el emprendimiento, recursos humanos capacitados en los roles a desempeñar y un manejo administrativo sólido basado en buena planificación, manejo de riesgos y manejo de información de clima y mercado.
Existen diversos programas, cursos de formación, jornadas de intercambio de experiencia que sirven para mantenerse al día. La sumatoria del conocimiento y de la experiencia es la que permite ir mejorando el manejo y la administración del emprendimiento.
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5. Principales desafíos
Existen desafíos internos y externos. Internamente el prejuicio de ciertos sectores en relación a la actividad agropecuaria, las regulaciones y normas que frenan el desarrollo, según Cristaldo, la burocracia y la consolidación del proceso de incorporación de los pequeños productores a las cadenas de valor.
Externamente, la tendencia a imponer unilateralmente normas y exigencias no basadas en ciencia que distorsionan el comercio creando barreras no arancelarias y dejando de lado las normas y acuerdos logrados en la Organización Mundial del Comercio o el Código Alimentario.
“Quienes trabajan en la economía familiar campesina necesitan oportunidades y no regalos ni ayudas que lo vuelvan cliente del Estado”, dijo, asegurando que necesitan ser actores y sujetos del proceso y no objetos del desarrollo y la política.
6. Incorporar más políticas públicas
Las políticas públicas deberían enfocarse en incorporar a la economía real generando ingresos genuinos al productor para poder salir de la pobreza. “No se puede seguir teniendo como paradigma el mboriahu ryvata (pobre, pero sin hambre)”, puntualizó.
Infraestructura rural: con fuerte inversión en caminos rurales, electrificación, riego y acceso al agua potable (necesidad impostergable) y conectividad digital para mejorar la competitividad del sector.
Acceso al crédito y financiamiento diferenciado: creando líneas específicas para pequeños productores y nuevos emprendedores rurales, con tasas bajas y plazos adecuados a los emprendimientos definidos, inversiones, capital operativo con los períodos de espera correspondientes.
Educación, capacitación y asistencia técnica en el segmento de productores de menos de 50 hectáreas, ya que según el último censo agropecuario, el 84 % no recibe asistencia técnica y el 62 % no terminó la educación escolar básica.
Acceso a tierras y formalización con fuerte apuesta por la titulación de las tierras destinadas a la reforma agraria, donde cerca de dos millones de hectáreas entregadas hace décadas siguen sin ser regularizadas. Organización y capital social: el proceso de formalización sectorial debe extenderse a las organizaciones y asociaciones de productores que hoy se unen “ocasionalmente” para demandar algún bien o servicio al Estado.
7. Reglas claras
“En un escenario tan dinámico y cambiante a nivel global, con episodios externos de alto impacto en economías pequeñas como la nuestra, tan dependiente de los ingresos generados por la actividad agropecuaria, la economía y la política deben ir de la mano, con reglas claras y un mínimo de previsibilidad”, alegó.
Por último, sería indispensable contar en el mercado con ferias y cadenas de valor, pues si todo lo anterior estuviese en marcha, se requerirán programas claros de acceso a mercados locales, participación en ferias agropecuarias y vínculos progresivos con cadenas de valor nacionales con alto potencial de desarrollo.
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Pronostican bajas temperaturas y posibles heladas que afectarían cultivos sensibles
El Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio) emitió una alerta sobre el ingreso de un frente frío a nivel nacional con mínimas que podrían impactar en cultivos sensibles a bajas temperaturas. Las mínimas descenderían a los 3°C con probabilidad de alcanzar umbrales de heladas en algunas zonas.
El informe pronostica un descenso a partir del jueves 17, con un enfriamiento más marcado previsto entre el viernes 18 y el sábado 19 de julio, es decir este fin de semana.
Las proyecciones de los modelos climáticos estiman temperaturas mínimas que podrían descender a valores cercanos a 3°C en amplias zonas de la Región Occidental, así como en el sur y sureste de la Región Oriental.
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Frutihortícolas y agricultura familiar
Entre los departamentos que se verían más afectados por este marcado descenso térmico se incluyen sectores de Itapúa, Caazapá, Alto Paraná, Boquerón y Presidente Hayes, donde las temperaturas más bajas se estiman alrededor de las 5:00 de la mañana.
Explicaron que estas condiciones incrementan la probabilidad de alcanzar umbrales de heladas agrometeorológicas (≤3°C), con posibles impactos sobre cultivos sensibles a bajas temperaturas.
En este sentido, el Inbio recomendó implementar medidas de mitigación para proteger los cultivos más vulnerables a las bajas temperaturas, en particular aquellos de pequeña escala, como los rubros frutihortícolas y los sistemas de producción de la agricultura familiar.
Además, advirtieron que si no se registran lluvias en los próximos días, persistirán condiciones de ambiente seco, lo que podría agravar los efectos adversos de las bajas temperaturas, especialmente en parcelas ubicadas en zonas bajas.
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Lluvias
El Inbio emitió también su informe semanal con respecto al pronóstico de precipitaciones. Para esta semana se prevén lluvias moderadas, con acumulados que podrían alcanzar entre 20 y 25 mm en sectores del sur y sureste de la Región Oriental. Este escenario resulta favorable para mejorar la humedad en el perfil del suelo y sostener el desarrollo fenológico de los cultivos de invierno.
No obstante, en el resto del país, las precipitaciones previstas son más limitadas y podrían ser insuficientes para revertir el estrés hídrico en algunos cultivos, especialmente en parcelas con suelos de textura arenosa, más susceptibles a pérdidas de humedad.
Durante la última semana no se han registrado precipitaciones a nivel nacional, coincidiendo con temperaturas elevadas que han incrementado los niveles de evapotranspiración y, en consecuencia, la demanda hídrica de los cultivos. Esta situación ha provocado una disminución de la humedad disponible en el suelo.