En su primera edición, el Campeonato Nacional de Albañiles develó la importancia de la actividad en el rubro de la construcción como sector dinamizador de la economía, que además demostró ser inclusiva, al proporcionarle trabajo a una persona con discapacidad auditiva y del habla, quien sorprendió a todos en la competencia.

Se trata de Juan David Espínola, un joven trabajador de 22 años, oriundo de General Higinio Morínigo, municipio del departamento de Caazapá, donde nació con la mencionada discapacidad, que no fue una barrera para que pudiera desenvolverse en actividades laborales.

Para conocer un poco más de él, La Nación/Nación Media contactó al número de celular que usa David, y fue su hermano Benito (29) quien brindó una amena charla para comentar acerca de la incursión en esta noble labor de la albañilería.

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David (22) y Benito (29), dos jóvenes hermanos que se dedican a la noble labor de albañilería, que desde adolescentes aprendieron del padrastro. Foto: Néstor Soto

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Superando limitaciones

“Cuando David era chico nos dimos cuenta que él no nos escuchaba, se le hizo los estudios y entendimos que nació con esa discapacidad. Llegó a ir a la escuela hasta el sexto grado, pero hasta ahí aguantó, porque se daba cuenta que era diferente, que se burlaban de él y fue cuando ya no quiso volver”, comentó Benito antes de adentrarse a su actividad laboral.

Fue así que, cuando tenía unos 14 años, empezó a ayudarle a su padrastro, un hombre de 70 años que hasta hoy se dedica a la albañilería, quien les transmitió los conocimientos necesarios a ambos y de ese modo pudieron dedicarse a esta actividad.

Pero David siempre se destacó, pues cuando cumplió los 18 años se vino hacia la capital, y consiguió trabajar en una panadería en Lambaré. Ya con el tiempo, empezó a trabajar con su hermano quien ya tenía obras a cargo como independiente, y desde entonces viven juntos en Capiatá, y desde allí ayudan a su mamá, que se encuentra en Caazapá con su hermana menor.

El astuto joven, pese a sus limitaciones, supo encontrar la forma de comunicarse a través de la tecnología con el uso del celular, escribiendo algunos mensajes de texto, o enviando fotos, ubicaciones, emojis y hasta stickers para transmitir algo.

Al cumplir los 18 años David se vino hacia la capital del país, y empezó a trabajar en una panadería. Foto: Néstor Soto

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Astuto y trabajador

Es muy letrado él, supo encontrar cómo expresarse. Y en el trabajo es guapo, da gusto trabajar con él porque no se distrae, no curiosea y por eso es rápido. Le gusta trabajar porque no quiere estar sin hacer nada, además le gusta tener su platita así se compra sus cosas, en especial ropa y también le envía a mamá”, resaltó el hermano.

Y como David es realmente muy listo, quiso saber de qué se trataba la conversación que tuvo su hermano en su celular, quien le contó que el diario quería contar su historia. Emocionado, mostró a Benito la foto de un audífono para la sordera, pues su deseo es poder comprarse, ya que tiene la esperanza de poder hablar incluso una vez que logre escuchar.

Para cumplir ese sueño está juntando su platita, dijo, pero primero tendrá que recurrir a algún especialista para recibir las indicaciones necesarias. Por eso espera seguir trabajando y que las oportunidades se sigan dando.

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Su hermano lo describió como una persona muy trabajadora, eficiente, y que no le gusta estar sin hacer nada. Foto: Néstor Soto

Premio al esfuerzo

En cuanto a cómo llegaron hasta la competencia, Benito contó que es estudiante del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP), donde en un grupo de Whatsapp de compañeros vio la invitación, y fue quien animó a otros compañeros para participar. Llamó y se inscribió con su equipo.

Ya para la tercera fecha, que fue el último sábado, supo que también irían a competir unas chicas, que también son compañeras del SNPP, y se le ocurrió invitar a su hermano, David, quien se animó y así conquistó e inspiró a los organizadores de la competencia, logrado hasta el “Premio al esfuerzo”.

Respecto a la participación, Benito indicó que les gustó mucho esta competencia, que desde el principio llamó la atención, al ser la primera vez que se realiza una actividad así que los involucre. Se dieron a conocer, demostraron sus capacidades, entraron en contacto con potenciales patrones y hasta aprendieron nuevas técnicas además de los premios.

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