El agregado agrícola del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), responsable de Argentina, Uruguay y Paraguay, Benjamín Boroughs, abordó la situación global de la soja, en cuanto a las tendencias y las los antecedentes que insidien en la producción. También habló acerca de las políticas de cambio climático, instando a la producción más eficiente.

“En Estados Unidos la tendencia de los últimos años es el aumento de la molienda, pero con disminución en las exportaciones debido a la fuerte demanda de aceite de soja, en parte, para cubrir los nuevos estándares del diésel renovable. Esto ayudó a la vez a mantener los precios más altos”, expresó.

Fue durante una presentación que realizó en su visita al país, invitado por la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro) que cumplió 17 años de fundación en el mercado impulsado la industrialización de oleaginosas y cereales.

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Benjamín Boroughs; agregado comercial del USDA, Sandra Noguera; gerente general de Cappro, y Enrique Ohaco; presidente de Cappro. Foto: Jorge Jara

Mayor demanda

Boroughs comentó que Estados Unidos atraviesa el cuarto año consecutivo de sequía, factor que revirtió las proyecciones de rendimiento a la baja, pero que mantiene las estimaciones de precios más altos. En cuanto a sus exportaciones, su principal mercado sigue siendo China, con más de la mitad de sus embarques, seguido de México y la Unión Europea (UE).

Otro de los mayores productores de soja, Brasil, está arrojando una cosecha muy interesante este año, dijo, lo que contrasta con la situación de menor oferta de Estados Unidos. Aunque los precios volvieron a converger a medida que se acerca la cosecha del país americano, y esperan que sean más competitivos que el productor sudamericano.

Respecto al tema del cambio climático, indicó que entienden la postura país de que la agricultura es parte de la solución y no el problema, lo cual implica encontrar soluciones locales para las reducciones de metano. Instó a Paraguay a insistir hacia el camino de la investigación y aplicación de la tecnología para producir más eficientemente.

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Consideran que la agroindustria tiene todo el potencial para generar más puestos de trabajo e ingresos de divisa, pero es preciso políticas públicas que permitan y fomenten una mayor industrialización. Foto: Jorge Jara

Desafíos locales

Por su parte, el presidente de la Cappro, Enrique Ohaco, respecto a las condiciones locales, remarcó que Paraguay puede convertirse en un gran procesador industrial, y que con esa visión de agregarle valor a las materias primas es que justamente las empresas se instalaron para ser parte del complejo sojero.

A su vez, Sandra Noguera, gerente general de la Cappro, expuso la visión de desarrollo y desafíos de la agroindustria en Paraguay, que son muchos, pues en el 2022 se registró la cuarta caída consecutiva en la molienda, mientras que la producción sí crece, pero el procesamiento se ve estancado.

Creemos que la agroindustria puede dar demasiado todavía por el país. Tiene todo el potencial para generar más puestos de trabajo, más ingresos de divisa, pero necesitamos de políticas públicas que permitan y fomenten una mayor industrialización”, señaló.

Para ello, sería ideal que exista un régimen flexible de admisión temporaria, como lo hay en Argentina y otros países de la región, que sirven para que puedan importar materias primas, que es lo que se precisa para dar ese gran salto en darle mayor valor agregado a la materia prima.

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