El Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social (MTESS) enviará al Poder Ejecutivo un proyecto de reajuste del salario mínimo de G. 130.000, tras la falta de acuerdo en la reunión del Consejo Nacional del Salario Mínimo (Conasam), este jueves pasado, en que el sector de trabajadores salió disconforme. La suba propuesta se basa a las variaciones presentadas por el Banco Central del Paraguay (BCP), que dan un porcentaje del 5,1 %.

Ahora se estima que el documento será remitido en los primeros días de la próxima semana, teniendo en cuenta que la reglamentación del salario mínimo estipula su implementación a partir del 1 de julio. De esta forma, queda en manos del Poder Ejecutivo su aprobación.

Al respecto, La Nación/Nación Media conversó con el representante de la Central Nacional de Trabajadores (CNT) en el Conasam, Ramón Ávalos, quien lamentó que no se haya siquiera aceptado remitir conjuntamente al Ejecutivo el estudio que ellos realizaron. El mismo refleja la pérdida del poder adquisitivo, con lo que sugieren un reajuste de 25,3 % o G. 645.000 para equilibrar los ingresos y gastos.

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“Finalmente van a presentar su propuesta en base al IPC (índice de precios al consumidor) y la inflación que dice el BCP, y no nos aceptaron nuestro estudio que pedimos se incluya para que el Ejecutivo pueda mirar y evaluar también. Solo nos dijeron que el único informe que se puede presentar es el del BCP”, expresó.

De ahí la molestia de los representantes de la clase trabajadora, pues el reajuste que se remitirá el Ejecutivo solo incluye los indicadores que el propio BCP recopila, que a la vez tiene una carga orgánica que le permite controlar la moneda y su impacto en la inflación y en la estabilidad monetaria. Además, los indicadores se toman de todos los estratos sociales en su conjunto, incluyendo en la lista desde importación de autos o bebidas costosas como whisky o vinos.

Por lo tanto, Ávalos no descartó que a nivel de sindicatos y gremios de trabajadores, se pueda llegar a tomar medidas de protesta ante la situación de descontento al no ser tenidos en cuenta en sus peticiones y fundamentaciones respecto las necesidades actuales de la clase trabajadora, dijo.

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