Teniendo en cuenta los periodos de vacunación, desde la Dirección de Epidemiología de la Dirección General de Sanidad del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) explicaron a La Nación/Nación Media que en el Paraguay contamos con vacunaciones obligatorias, las cuales son instaladas por el servicio oficial con el objetivo de resguardar el estatus sanitario del país y el comercio internacional.

Estas vacunaciones están reglamentadas y controladas por el Senacsa y sus periodos de aplicación son establecidos mediante resolución oficial de la mencionada institución. En el caso de la Fiebre Aftosa son dos periodos en el año; Brucelosis dos periodos en el año y Newcastle, según la finalidad de la producción y la edad de las aves”, aclararon.

En cuanto a estrategias sanitarias teniendo en cuenta las dinámicas de transmisión, resaltaron que la vacunación como medida sanitaria debe ser utilizada de forma responsable, siguiendo siempre las reglamentaciones del país y las indicaciones del Servicio Veterinario Oficial (Senacsa), debido a que las vacunas son habilitadas para su uso luego de haber sido sometidas a un análisis sanitario, evaluando su eficiencia, la seguridad, y los riesgos y ventajas de su uso para el país.

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Objetivo de la vacunación

Mencionaron que la vacunación se utiliza según el objetivo sea para prevenir la aparición de una enfermedad, evitar la propagación de un brote, o erradicar una enfermedad.

“El uso de una vacuna no aprobada por el Senacsa es una práctica ilegal, pasible de sanciones que puede comprometer negativamente el estado sanitario de los animales e incluso la salud de las personas”, expusieron a LN.

Señalaron que las demás vacunas veterinarias que son empleadas para prevenir y controlar enfermedades en los rebaños productivos y/o en animales de compañía son aplicadas de acuerdo a un plan o calendario sanitario elaborado y supervisado por un profesional veterinario.

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Bienestar animal

Con respecto al bienestar de los animales durante la vacunación, desde el Senacsa recuerdan evitar la utilización de picanas, perros y palos. Así también, instan a no olvidar a hacer una revisión completa de las instalaciones.

Sugieren tener cuidado al comprar vacunas, remarcando la importancia de asegurarse que estén registradas, vigentes y mantenidas a temperaturas de 2 °C a 8 °C. Enfatizan además en la verificación de la cantidad y funcionamiento adecuado de jeringas y agujas. Del mismo modo, recomiendan asegurarse de aplicar la vacuna en el tercio medio de la tabla del cuello y con la dosis indicada.

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