El colapso del Silicon Valley Bank (SVB) por el Departamento de Protección e Innovación Financiera de Estados Unidos ocasionó revuelo en el sistema financiero del país norteamericano, teniendo en cuenta que prestaba servicios a más de la mitad de las empresas de desarrollo tecnológico respaldadas por capital de riesgo.
Al respecto, el analista económico Stanley Canova explicó que esto no generaría un problema a nuestra economía, pues si bien la entidad bancaria quebró, su valor patrimonial es de US$ 200 billones, mientras que todo el sistema bancario es de US$ 30 mil trillones, y se trata del prestamista número 16 en el sistema financiero estadounidense.
“Están haciendo una cosa pequeña como algo monstruoso, porque no lo digo yo, lo dice una división simple. El valor del Silicon Valley Bank dividido todo el valor del sistema no representa ni siquiera el 1%”, sostuvo en comunicación con Unicanal, y lamentó que no exista una mayor educación financiera por parte de la población americana.
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Refirió que en el caso de que se tratara del Morgan Stanley, JP Morgan, Wells Fargo, Citybank Corp, que mueven un gran flujo de activos en el mercado sí se podría decir que representaría un riesgo. “Ahí sí iba a ser otra historia. Estamos hablando de un banco pequeñísimo versus el ecosistema total de EEUU y ni qué decir a nivel mundial”, advirtió.
Incluso, el presidente Joe Biden manifestó el lunes pasado a los estadounidenses que “pueden tener confianza en que el sistema bancario es seguro, sus depósitos estarán ahí cuando los necesiten”, para evitar un efecto contagio ante posibles desinformaciones.
La semana pasada la cotización del SBV se desplomó en un 60% tras intentar vender acciones por 2.550 millones de dólares para subsanar sus finanzas, ocasionando en los clientes una retirada masiva de depósitos. El banco llegó a otorgar créditos con tasas de interés cercanas a cero, lo cual se vino abajo rápidamente cuando la Reserva Federal subió las tasas de interés de manera agresiva para controlar la inflación.
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Germán Rojas: “El sistema financiero paraguayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitalización”
Por Willian Legal
Transformar y construir grandes consensos, son los principales disparadores de Germán Rojas Irigoyen, presidente de Banco Basa, quien se define como un hombre que valora el trabajo, la honestidad y la construcción de relaciones basadas en la confianza.
En su día a día, se centra en gestionar voluntades y prioridades, entendiendo que detrás de cada logro hay historias y oportunidades que impactan positivamente en las personas.
Con una destacada trayectoria en el sector financiero y presidente de uno de los bancos más importantes a nivel país, sueña ver en un futuro a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.
En una nueva entrega de Hacedores, Germán Rojas conversó con La Nación/Nación Media sobre los desafíos que presenta actualmente el sector financiero. Destacó la importancia de la inclusión, la digitalización y la educación financiera como pilares para un desarrollo sostenible
- ¿Cómo se describe en lo personal y en lo profesional?
Creo profundamente en el valor del trabajo, en la palabra empeñada y en la importancia de construir relaciones basadas en la confianza. Me adhiero al principio de gestionar voluntades, en lo posible administrar prioridades personales en la gestión y consecución de los objetivos que se encomiendan.
A lo largo de los años he entendido que los números son importantes, pero que detrás de cada número hay una historia, una familia, una oportunidad de generar prosperidad a las personas y eso es lo que realmente le da sentido a este trabajo.
- ¿Cuáles son sus motivaciones a lo largo de su carrera?
Siempre me motivó el desafío de construir y transformar sobre la base de la generación de grandes consensos. Desde mis primeros pasos en la administración pública hasta la actualidad en el sector privado, he buscado aportar para que las organizaciones sean más eficientes, más humanas y más orientadas a generar impacto positivo en su entorno. Ver crecer a las personas y los lugares en donde sirvo, es una de mis mayores satisfacciones.
- ¿Qué filosofía de trabajo guía sus decisiones?
Creo en la construcción de decisores basadas en la cercanía, en tomar decisiones con información, pero también con sensibilidad. Valoro mucho la coherencia: que lo que se dice se cumpla, y que los valores institucionales se reflejen en cada decisión. En Banco Basa, en ese sentido, promovemos una cultura de innovación responsable y de servicio al cliente con calidez, sin perder de vista la solidez financiera.
- ¿Cómo equilibra su vida personal con las exigencias de su cargo?
Es un ejercicio constante. Creo que uno nunca termina de encontrar el equilibrio perfecto, pero sí se puede ser consciente de su importancia. Para mí, la familia es un pilar fundamental. Procuro dedicar tiempo de calidad a los míos y mantener espacios de desconexión. Además, tengo pasatiempos que me ayudan a recargar energías.
- ¿Qué legado le gustaría dejar en el sistema financiero paraguayo?
Me gustaría seguir contribuyendo a un sistema financiero más moderno, más inclusivo y con una fuerte base ética. Que seamos capaces de acompañar el crecimiento del país, pero también de impulsar a los sectores que tradicionalmente han tenido menos acceso a servicios financieros. Y que Banco Basa sea visto como un actor relevante en ese proceso.
- ¿Cómo evalúa el estado actual del sistema financiero paraguayo?
El sistema financiero paraguayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitalización. Hemos demostrado resiliencia ante contextos complejos y seguimos creciendo, aunque aún enfrentamos desafíos importantes en términos de inclusión financiera y digitalización. Hay mucho potencial para seguir modernizando servicios y llegar a más sectores.
- ¿Considera que Paraguay necesita alguna reforma para potenciar su sistema financiero?
Sí. Hay espacio para reformas que faciliten el acceso al crédito formal, la bancarización de segmentos más amplios de la población y la adopción de nuevas tecnologías. También sería valioso contar con un marco regulatorio que promueva más competencia e innovación, sin perder de vista la estabilidad.
Vivimos en una era en donde la velocidad de las transformaciones es bien dinámica, a diferencia de épocas pasadas, en donde es crucial una buena interacción entre el sistema y el ámbito de regulación.
- ¿Qué importancia le da a la educación financiera en el desarrollo económico del país?
Es clave. La educación financiera permite a las personas tomar mejores decisiones, protegerse ante riesgos y planificar su futuro. Desde Banco Basa venimos impulsando campañas y talleres porque entendemos que no basta con ofrecer productos; hay que enseñar a usarlos bien. Un país con ciudadanos financieramente educados es un país con más oportunidades.
- ¿Qué desafíos identifica en la digitalización de los servicios financieros en Paraguay?
El principal desafío es cerrar la brecha digital, tanto en infraestructura como en habilidades de uso. Pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para acercar servicios a zonas rurales, a jóvenes emprendedores y a pequeñas empresas, que hoy tienen con la tecnología herramientas para generar oportunidades para una mejor calidad de vida. La digitalización bien enfocada puede ser un gran igualador de oportunidades.
- ¿Cómo imagina el sistema financiero paraguayo dentro de 10 años?
Lo imagino mucho más digital, interconectado y con una oferta de productos más diversificada. También veo un sistema donde la inclusión financiera no sea solo un objetivo, sino una realidad, con nuevos jugadores y mayor apertura a la inversión regional. Me gustaría ver a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.
- ¿Cuál es su visión sobre las oportunidades que tiene Paraguay con el grado de inversión?
El grado de inversión es una herramienta de confianza que abre puertas. Permite acceder a financiamiento a menores costos y atraer capitales que antes no miraban al país. Pero hay que saber aprovecharlo. Debemos trabajar en fortalecer nuestras instituciones, mantener disciplina fiscal y proyectar estabilidad a largo plazo, que en otras palabras significa consolidar ese logro.
- ¿Qué estrategias se deberían implementar para atraer mayor inversión extranjera al país?
Primero, garantizar previsibilidad en las reglas de juego, que hoy ya se valora en este momento de Paraguay. Este atractivo es visible para quienes ya están instalados y para quienes tienen intenciones de incorporarse.
Segundo, invertir en capital humano e infraestructura, donde queda todavía un desafío importante. Y tercero, simplificar los procesos para el establecimiento de inversiones. También es importante promover los sectores donde Paraguay tiene ventajas naturales: energía, agroindustria, servicios logísticos y tecnología, sin dejar de perseverar en el proceso de institucionalización.
Perfil
- Presidente del directorio de Banco Basa (desde 2023)
- Fue ministro de Hacienda de Paraguay
- Fue presidente del Banco Nacional de Fomento (BNF)
- Fue presidente del Banco Central del Paraguay (BCP)
- Fue representante ejecutivo de Paraguay ante el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
- Fue embajador de Paraguay en Estados Unidos
- Fue gerente financiero y comercial del Banco del Paraná S.A.
- Fue vicepresidente del Banco Sudameris y asesor del CEO del Grupo Abbeyfield
- Es licenciado en Administración de Empresas y Contabilidad por la Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción
- Tiene un posgrado en Administración de Pequeñas y Medianas Empresas
- Hizo cursos superiores en economía de países en desarrollo en la Universidad Friedrich-Alexander Erlangen-Nürnberg y realizó cursos en el Bundesbank de Alemania
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“Sistema financiero paraguayo es sólido y con buenos niveles de capitalización”
- Willian Legal
Transformar y construir grandes consensos son los principales disparadores de Germán Rojas Irigoyen, presidente de Banco Basa, quien se define como un hombre que valora el trabajo, la honestidad y la construcción de relaciones basadas en la confianza. En su día a día, se centra en gestionar voluntades y prioridades, entendiendo que detrás de cada logro hay historias y oportunidades que impactan positivamente en las personas.
Con una destacada trayectoria en el sector financiero y presidente de uno de los bancos más importantes a nivel país, sueña ver en un futuro a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región. En una nueva entrega de Hacedores, Germán Rojas conversó con La Nación/Nación Media sobre los desafíos que presenta actualmente el sector financiero. Destacó la importancia de la inclusión, la digitalización y la educación financiera como pilares para un desarrollo sostenible.
-¿Cómo se describe en lo personal y en lo profesional?
-Creo profundamente en el valor del trabajo, en la palabra empeñada y en la importancia de construir relaciones basadas en la confianza. Me adhiero al principio de gestionar voluntades, en lo posible administrar prioridades personales en la gestión y consecución de los objetivos que se encomiendan.
A lo largo de los años he entendido que los números son importantes, pero que detrás de cada número hay una historia, una familia, una oportunidad de generar prosperidad a las personas y eso es lo que realmente le da sentido a este trabajo
-¿Cuáles son sus motivaciones a lo largo de su carrera?
-Siempre me motivó el desafío de construir y transformar sobre la base de la generación de grandes consensos. Desde mis primeros pasos en la administración pública hasta la actualidad en el sector privado he buscado aportar para que las organizaciones sean más eficientes, más humanas y más orientadas a generar impacto positivo en su entorno. Ver crecer a las personas y los lugares en donde sirvo es una de mis mayores satisfacciones.
-¿Qué filosofía de trabajo guía sus decisiones?
-Creo en la construcción de decisores basada en la cercanía, en tomar decisiones con información, pero también con sensibilidad. Valoro mucho la coherencia: que lo que se dice se cumpla, y que los valores institucionales se reflejen en cada decisión. En Banco Basa, en ese sentido, promovemos una cultura de innovación responsable y de servicio al cliente con calidez, sin perder de vista la solidez financiera.
-¿Cómo equilibra su vida personal con las exigencias de su cargo?
-Es un ejercicio constante. Creo que uno nunca termina de encontrar el equilibrio perfecto, pero sí se puede ser consciente de su importancia. Para mí, la familia es un pilar fundamental. Procuro dedicar tiempo de calidad a los míos y mantener espacios de desconexión. Además, tengo pasatiempos que me ayudan a recargar energías.
-¿Qué legado le gustaría dejar en el sistema financiero paraguayo?
-Me gustaría seguir contribuyendo a un sistema financiero más moderno, más inclusivo y con una fuerte base ética. Que seamos capaces de acompañar el crecimiento del país, pero también de impulsar a los sectores que tradicionalmente han tenido menos acceso a servicios financieros. Y que Banco Basa sea visto como un actor relevante en ese proceso.
-¿Cómo evalúa el estado actual del sistema financiero paraguayo?
-El sistema financiero paraguayo es sólido, prudente y con buenos niveles de capitalización. Hemos demostrado resiliencia ante contextos complejos y seguimos creciendo, aunque aún enfrentamos desafíos importantes en términos de inclusión financiera y digitalización. Hay mucho potencial para seguir modernizando servicios y llegar a más sectores.
-¿Considera que Paraguay necesita alguna reforma para potenciar su sistema financiero?
-Sí. Hay espacio para reformas que faciliten el acceso al crédito formal, la bancarización de segmentos más amplios de la población y la adopción de nuevas tecnologías. También sería valioso contar con un marco regulatorio que promueva más competencia e innovación, sin perder de vista la estabilidad. Vivimos en una era en donde la velocidad de las transformaciones es bien dinámica, a diferencia de épocas pasadas, en donde es crucial una buena interacción entre el sistema y el ámbito de regulación.
-¿Qué importancia le da a la educación financiera en el desarrollo económico del país?
-Es clave. La educación financiera permite a las personas tomar mejores decisiones, protegerse ante riesgos y planificar su futuro. Desde Banco Basa venimos impulsando campañas y talleres porque entendemos que no basta con ofrecer productos; hay que enseñar a usarlos bien. Un país con ciudadanos financieramente educados es un país con más oportunidades.
-¿Qué desafíos identifica en la digitalización de los servicios financieros en Paraguay?
-El principal desafío es cerrar la brecha digital, tanto en infraestructura como en habilidades de uso. Pero al mismo tiempo es una gran oportunidad para acercar servicios a zonas rurales, a jóvenes emprendedores y a pequeñas empresas, que hoy tienen con la tecnología herramientas para generar oportunidades para una mejor calidad de vida. La digitalización bien enfocada puede ser un gran igualador de oportunidades.
-¿Cómo imagina el sistema financiero paraguayo dentro de 10 años?
-Lo imagino mucho más digital, interconectado y con una oferta de productos más diversificada. También veo un sistema donde la inclusión financiera no sea solo un objetivo, sino una realidad, con nuevos jugadores y mayor apertura a la inversión regional. Me gustaría ver a Paraguay como referente de estabilidad y modernización financiera en la región.
-¿Cuál es su visión sobre las oportunidades que tiene Paraguay con el grado de inversión?
-El grado de inversión es una herramienta de confianza que abre puertas. Permite acceder a financiamiento a menores costos y atraer capitales que antes no miraban al país.
Pero hay que saber aprovecharlo. Debemos trabajar en fortalecer nuestras instituciones, mantener disciplina fiscal y proyectar estabilidad a largo plazo, que en otras palabras significa consolidar ese logro.
-¿Qué estrategias se deberían implementar para atraer mayor inversión extranjera al país?
-Primero, garantizar previsibilidad en las reglas de juego, que hoy ya se valora en este momento de Paraguay. Este atractivo es visible para quienes ya están instalados y para quienes tienen intenciones de incorporarse. Segundo, invertir en capital humano e infraestructura, donde queda todavía un desafío importante. Y tercero, simplificar los procesos para el establecimiento de inversiones. También es importante promover los sectores donde Paraguay tiene ventajas naturales: energía, agroindustria, servicios logísticos y tecnología, sin dejar de perseverar en el proceso de institucionalización.
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Tarjetas de Crédito en Bancos y Financieras - Marzo 2025
- Elisa Ferreira Da Costa Perán
- Lic. Administración UNA
Según el último informe del Boletín Estadístico de Bancos y Financieras del Banco Central del Paraguay (BCP), siendo el último mes de cierre marzo del presente año. Entre varios datos relevantes, hoy presentamos dos de ellos, la cantidad de tarjetas de crédito en circulación con las variaciones que se observaron en los años y el saldo contable de cada una de ellas.
Según el informe del BCP, los Bancos cuentan con el 98 % (2.208.728 unidades) de las tarjetas en circulación y las financieras el 2 % (45.678 unidades); totalizando de este modo 2.254.406 de tarjetas en el mercado. Esta cantidad equivale a un crecimiento del 85 % de la circulación de dicho instrumento en comparación al mismo mes del año anterior. Este comportamiento, se puede observar en el gráfico que facilitamos el día de hoy. Además, otro dato interesante es que en el top 3 de entidades con más tarjetas emitidas se encuentran en primer lugar Ueno con 44,48 % de participación, seguido de Itau con 16,78 % y Continental con 12,76 %.
Por otro lado, tenemos los saldos contables de las tarjetas de créditos que cuentan en su balance cada una de estas entidades al cierre de marzo de 2025. Tanto en Banco como en Financieras el monto totaliza una suma de 4.879.509 millones de guaraníes, también correspondiendo el 98 % del saldo contable a los Bancos y el 2 % a las Financieras. Entre el ranking de las empresas con mayor saldo contables en lo que respecta a tarjetas de crédito se encuentra en primer lugar Itau con el 36,05 % de participación, Continental con 11,65 % y Sudameris 10,95 %.
Nuestro objetivo principal es proporcionar a nuestros lectores acceso a información adicional que pueda resultar de interés. Es importante señalar que los resultados tanto cuantitativos como porcentuales no indican una buena o mala gestión de los recursos de la empresa. Lo que destacamos en este artículo es la participación de cada compañía en los resultados acumulados hasta la fecha y su contribución en el mercado. Para obtener información detallada y precisa sobre cada casa de cambio, se recomienda visitar el sitio web del Banco Central del Paraguay y otras fuentes confiables del sector.
Aprovechamos para recordar sobre el Fondo de Garantía de Depósito (FGD), como su nombre lo indica, garantiza el dinero del ahorrista hasta 75 salarios mínimos, G. 209.873.175 con el salario mínimo actual, pero en caso de que una persona cuente con un crédito con la entidad financiera, se realiza la compensación entre ahorros y créditos para calcular el monto garantizado; el FGD fue creado con la Ley Nº 2334/03 con la finalidad de proteger los depósitos de los ahorristas y es administrado y contabilizado por el BCP por separado, por ende no forma parte del patrimonio del BCP. Vale mencionar que las Cooperativas y las Emisiones de Títulos en Bolsa no se encuentran sujetas a estas garantías.
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Juicio crediticio y sentido “del olfato”
- Dr. Juan Carlos Zárate Lázaro
- MBA
Resulta accesible ser un buen hombre de créditos si conocemos los factores implícitos que conllevan esta tarea, de por si no muy sencilla. Conseguirlos es el problema. Después de eso se convierte en un tema de análisis, y juicio acompañado de sentido común.
El sentido “del olfato” en créditos tiene un valor inconmensurable que se va agudizando a través de los años con la experiencia.
En periodos de bonanza, exceso de liquidez o buen comportamiento de los mercados la pregunta acerca de para qué precisa el dinero no suele ser hecha tan regularmente, pues se dan circunstancias en que las entidades financieras ponen más énfasis en otorgar créditos que en pensar como los pueden recuperar en tiempo y forma.
Hasta hace algunos años, los desembolsos crediticios eran a menudo otorgados basándose más bien en el valor de los activos, pues se pensaba que un préstamo respaldado por una garantía constituía un buen crédito cuando qué sabemos que lo que nos debería de interesar es la capacidad de repago del prestatario, dado que las garantías son y seguirán siendo accesorias.
La evolución de la técnica del flujo de caja es una creación de la canca norteamericana, habiendo demostrado ser exitosa en los últimos 30 años, que hoy día ya prácticamente el 100% de los países los utilizan en sus análisis y evaluación de riesgos de crédito.
Lo correcto técnicamente es que los préstamos desembolsados tengan previamente visualizado un plan concreto de repago. Qué respuestas consideraríamos para la pregunta: ¿Cuál es el propósito del préstamo que se requiere?
Pueden ser desglosadas en dos categorías: la primera es para capital operativo o de trabajo; la segunda, para inversiones en bienes de capital.
La necesidad del prestatario de capital en giro generalmente surge de dos fuentes importantes, rotaciones en el inventario y cuentas a cobrar. Estos movimientos deberán ser de una naturaleza temporal y englobados dentro de los 365 días. Si la temporada de ventas de una compañía se concentra por ejemplo en la primavera, tendrá que fabricar la mercadería durante el invierno.
Pueden ocurrir movimientos similares en las cuentas a cobrar que en razón de fechas durante estaciones o desiguales épocas de ventas pueden llegar a un pico en ciertas épocas del año.
Una compañía puede estar suficientemente capitalizada como para financiar estos desniveles con sus propias fuentes, trayendo fondos ociosos durante épocas fuera de temporada o puede dirigirse a su banco, financiera o cooperativa para asistencia crediticia a fin de afrontar su pico.
Siguen por lo general un modelo temporáneo y bien establecido. No se debería prestar fondos con fines especulativos, aunque en ciertas épocas en un ciclo puede resultar prudente para una industria cubrirse con materias primas más allá de lo necesario para dicho propósito (pero debería ser la excepción y no la regla).
Las instituciones financieras esperan que los préstamos destinados a financiar capital operativo o de trabajo sean auto-liquidados. Cuando otorgan un préstamo para dicho propósito, esperan que el prestatario salga de su deuda durante un periodo cada año.
Si no los puede reembolsar en las fechas convenidas inicialmente, la entidad estaría en la práctica suministrando capital en giro permanente.
Es obvio que no son compensadas suficientemente por la tasa de interés que cargan para asumir los riesgos inherentes a la provisión de capital permanente.
Un corolario de este razonamiento es el hecho que las entidades financieras necesitan movimentar sus préstamos para proveer de fondos a fin de hacer frente a las necesidades de sus clientes, las mismas no siempre coinciden y esperan recuperar su dinero dentro de un esquema que les permitan prestarlo a otro cuyas necesidades surgirán en otro momento.