Además del plan de acción informado por el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) ante el avance de la influenza aviar (IA) en la región y más con los últimos casos recientes en Argentina, desde el sector privado tanto industrias como pequeños productores se encuentran ante un escenario que les exige redoblar esfuerzos tanto humanos como de capital, pues deben realizar inversiones para alistar las medidas de bioseguridad.
Esto, teniendo en cuenta que el propio Senacsa les informó el miércoles último que la aplicación del protocolo de contingencia, en caso de una detección, quedará a cargo de los establecimientos privados debido a que no existen fondos para cubrir los daños que podrían generarse.
Al respecto, el vicepresidente de la Asociación de Avicultores del Paraguay (Avipar), Aníbal Romero, habló de lo que representa para el sector en materia de costos, pues deben además de adaptar sistemas de bioseguridad, adaptar las granjas para el efecto puesto que todo cuidado queda a cargo del sector privado.
Costos no previstos
“Estamos haciendo todo lo que está en nuestras manos para prevenir el ingreso de la gripe aviar, para eso también estamos trabajando muy de cerca con el Senacsa y en la reunión que fue informativa pudimos conversar también entre todos los afectados”, expresó a la 920 AM.
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Es así que con base en lo que está aconteciendo en la región con la gripe aviar los productores redoblan esfuerzos e inversiones para construir sus sistemas de bioseguridad, lo cual implica nuevas compras que no estaban previstas en los presupuestos.
Tales medidas de bioseguridad aplicadas consisten en el cambio de uniformes del personal en la entrada, cambiar calzados, lavarse las manos, desinfectantes, así como los camiones que se procederán a fumigar cabinas. También será preciso que la menor cantidad de personas estén en contacto con las aves, más allá de que las especies migratorias atacan vía aérea, lo cual será difícil de atajar, acotó.