A partir del 2 de febrero de 2023 el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) iniciará el control de las emisiones de gases de vehículos usados a ser importados, procedimiento que se realizará desde las zonas primarias de los puertos previo a la gestión del despacho aduanero de los rodados. En ese sentido, quienes se dedican a traer automóviles del exterior sostienen que la medida será impracticable y que se perjudicará al negocio.

Así lo mencionó Rodrigo Campos, representante del Centro de Importadores de Autos Usados, explicando además que más bien se estaría apuntando a mejorar los niveles de recaudación de la Dirección de Aduanas. “Cómo en la aduana van a controlar eso, no tiene mucho sentido y suena un poco descabellado. Todo esto apunta a los niveles de recaudación o algo así. Nosotros no estamos ajenos a cumplir, solo que se presta a suspicacias”, explicó en contacto con la 1020 AM.

Mencionó que plantean que la cartera otorgue al menos 60 días para que los vehículos reciban un mantenimiento y pasen por la inspección técnica vehicular antes de concretar las ventas. “Nosotros al importar los vehículos podemos ponerlos en condiciones para circular haciendo un mantenimiento y antes de venderlos que tenga que pasar por el ITV y ahí te dicen si están en condiciones para circular o no”, indicó.

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Asimismo, consideró que el sector se vería afectado en materia de costos del flete si, por ejemplo, un auto que no reúne las condiciones debe ser devuelto a su país de origen. Campos añadió que hasta el momento no encontraron apertura por parte de la institución pese a las reuniones que mantuvieron. “Esto está matando y ahuyentando las importaciones de vehículos usados y lastimosamente la clase media va a ser perjudicada”, dijo.

Los puertos donde se realizarán los controles son Puerto Falcón, Ciudad del Este, Encarnación, Campestre, Puertos y Estibajes (Fénix), Villeta, entre otros. Según explicaron desde el Mades, un dispositivo se acoplará a los caños de escape de los rodados para la verificación. Los niveles permitidos de emisiones varían según los años de antigüedad o de acuerdo a los diferentes motores, teniendo en cuenta las normas regionales.

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