Uno de los eventos más importantes de este 2022 fue la realización de los Juegos Suramericanos Asunción que generó más de 70.000 turistas. Foto: Christian Meza.
El turismo movió unos US$ 514 millones en Paraguay este año
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La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur), presentó en la mañana de este miércoles 28 de diciembre, su informe de gestión del 2022 y de los últimos 4 años anteriores, es decir, desde el 2018. La presentación fue realizada por la ministra, Sofía Montiel, quien además de los números estadísticos, resaltó la gestión encarada especialmente durante la crisis de la pandemia.
Conforme a los datos revelados en el informe, durante el 2022 el turismo receptivo movilizó US$ 350 millones durante el periodo de enero a noviembre, que sumado a los US$ 164 millones generados por el turismo interno, totalizan unos US$ 514 millones en recursos económicos movilizados por el sector en el país.
Esto arroja un resultado positivo en un 86% respecto al mismo al 2021, cuando el conjunto de ambos segmentos turísticos arrojó US$ 276 millones, pero comparando con el periodo pre pandémico, el valor es deficitario en 67% incluso pues los ingresos turísticos en el 2019 fueron de US$ 1.165 millones, es decir, el golpe de la pandemia sólo se recuperó en un 33%.
La ministra de Turismo, Sofía Montiel, presentó su informe de gestión ante la prensa. Foto: Nadia Monges.
Así mismo, el informe también expuso la cantidad de visitantes internacionales que tuvo el país durante los últimos 4 años, y si se toma los meses recopilados de este año, enero a noviembre se encuentran 1.328.285 personas que ingresaron tanto como turistas como excursionistas, siendo superior en un 133% frente al año anterior, cuando el ingreso fue de 570.602 personas.
Se encuentra a la vez que el 2021 fue el de menor ingreso de turistas, pese a que en ese ínterin se empezó a regularizar el turismo, frente al 2020 que fue el año de inicio de la pandemia pero igualmente contó con 1.077.598 visitantes internacionales, pero ni este 2022 no se acerca siquiera a la cantidad que atrajo el 2019 cuando fue de 4.368.011 visitantes internacionales.
En este sentido, el reporte demuestra que el turismo ocupó un lugar importante en la actividad económica del Paraguay, pues se situó entre los 10 principales productos de importación desde el 2019 a octubre del 2022, ya que solo durante el periodo de 2022, el turismo receptivo había movilizado US$ 350 millones.
Un dato importante en las estadísticas de este año, es la realización de los Juegos Suramericanos Asunción 2022, que se desarrollado del 1 al 15 de octubre con la participación de delegaciones deportivas de 15 países, 6837 atletas y oficiales que compitieron en 34 deportes y 53 modalidades, en 36 escenarios diferentes a nivel país, generando la llegada de 71.429 turistas y un ingreso para el país que ronda los US$ 300 millones.
Otras acciones destacadas durante el amplio informe, fue que en el año 582 empresas fueron fiscalizadas por inscripción y habilitación, oficio, cambio de domicilio, cese definitivo, mejores baños en ruta y por denuncia a los prestadores de servicios turísticos del país en el marco de la formalización turística con el objetivo de apuntar al crecimiento seguro del sector turístico.
Activos del Indert aumentaron 86,3 % al cierre de mayo
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El Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) informó que sus activos se han ubicado en 270.819 millones de guaraníes al 31 de mayo pasado. Conforme al informe contable, se observa un aumento de 125.522 millones de guaraníes en el periodo del actual gobierno.
Desde la institución señalan que, al cierre del 2023, el monto de los activos totales del ente agrario llegaba a la suma de 145.297 millones de guaraníes, lo que significa que, desde ese corte, hubo un aumento del 86,3%.
El presidente del Indert, Francisco Ruiz Díaz, explicó que el gran salto de este indicador es el resultado de la titulación masiva llevada adelante por el gobierno de Santiago Peña, que para el mes de mayo se ha superado los 9.400 títulos entregados.
Reveló que el incremento de los activos se debe a que para el inicio de los trámites de titulación la ley exige el pago del 3% del valor de la tierra, a precio de reforma agraria y los más de 125.000 millones de guaraníes de aumento es el reflejo de los sorprendentes resultados de la titulación masiva.
El titular del Indert, Francisco Ruiz Díaz presentó el informe sobre un aumento de los activos de la institución. Foto: Gentileza
“Si bien el nivel alcanzado es importante, al igual que el aumento, el comportamiento de los activos se mantendrá con tendencia ascendente, considerando que hay en proceso de titulación 8.500 nuevos títulos de varios departamentos y la intención es completar los trámites y las documentaciones, para poder entregar todos esos títulos, de ser posible antes de fin de año", explicó el titular del Indert.
La meta de titulación para el 2028 es de 50.000 títulos, a los que se pretende llegar mediante la descentralización del Indert en varias regiones, como sur, centro, norte, este y central. Indicó que actualmente ya están en funcionamiento en forma experimental las divisiones centro y sur, con resultados muy satisfactorios.
Cerro Vera, una de las grandes vistas del paisaje paraguayo
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Jorge Zárate
jorge.zarate@nacionmedia.com
Fotos: Jorge Jara
Para llegar al mirador del cerro Vera de Acahay, departamento de Paraguarí, se recorren senderos de bella vegetación, entre la que se destacan los caraguatás de gran tamaño, las flores silvestres, el aire de gran pureza. Recorriendo el área se pueden avistar los cerros vecinos, los campos preparados para cultivos, mirar la vida desde sus 348 metros de altura. Aquí un acercamiento a sus paisajes y características geológicas en la mirada de una especialista.
Los yryvu hu despliegan su plumaje negro, brillantes al sol. Parecen custodiar el paisaje imponente, el mbokajaty que se despliega en el valle y se trepa a los cerros; el camino de piedra y tierra colorada que se ve como un sendero desde la altura.
Trepar, subir la montaña, desde que el hombre es tal, tiene efectos terapéuticos, ayuda a valorar esfuerzo y consecución. Cuando se corona una cima, algo cambia para bien.
Ubicado a 130 kilómetros de Asunción, se encuentra en la compañía Pintos, de Acahay, y es uno de los espacios preferidos por jóvenes aventureros y viajeros que buscan adentrarse en el paisaje nacional.
Esta situación puede verificarse en las redes sociales, donde en pequeños videítos la gente se filma subiendo el cerro, acampando, en caminatas en familia, inclusive escalando, practicando montañismo.
ACCESO
Desde la capital se puede llegar a velocidad promedio en dos horas y media hasta el punto de entrada, que está sobre la ruta PY-18, en el tramo que une Acahay con La Colmena. El ingreso está indicado por un pequeño cartel que dice “Cerro Vera-Rubio Ñu”, aunque para más precisión se puede buscar en internet como “Entrada al cerro Vera” y obtener la guía de navegación y el mapa que lleva hasta el sitio.
Una vez allí, hay dos maneras de acceder. Se puede ir con vehículo familiar hasta un estacionamiento y después seguir la travesía a pie o, si se dispone de un 4 x 4, avanzar en un camino algo difícil que acerca hasta el mirador.
LA INMENSIDAD
Las rocas, la formación del cerro tienen una historia especial. Dice la geóloga Ingrid Godoy: “La verdad que es muy impresionante, siempre sorprende y hay cosas nuevas que nos dan una visión de lo pequeños que somos y de lo mucho que tenemos que aprender de lo impresionante que es la naturaleza”.
Lo hace mientras explica los pilancones, una formación especial que se avista en el mirador del cerro, suerte de pequeñas piletas que acumulan agua de lluvia y, al verlas desde cierta distancia, asemejan un rostro, una máscara.
“Es un ejemplo muy bueno de la fuerza de la naturaleza, del transcurrir del tiempo, porque eso se va formando por granitos de arena que se quedan en un hueco en la roca y con el paso del tiempo con ayuda del agua y del viento van puliendo la roca hasta formar oquedades que posteriormente forman estas piletas naturales”, indica.
Ingrid Godoy, geóloga. Foto: Jorge Jara
VEGETACIÓN
Las piedras tienen unas manchas muy particulares. “Son un tipo de alga llamadas líquenes que se forman en ambientes de aire puro, ya que no podemos encontrar en ambientes con aire contaminado. Entonces, eso ya es una característica de cierto tipo de lugares nada más y la vegetación también. Como estas son rocas que acumulan agua, entonces de a poquito las algas mismas van a ir evolucionando y dando origen a esta vegetación que vemos acá”.
También el verde hace su trabajo en la elevación. “La vegetación forma otro tipo de erosión, que es la meteorización biológica. Así se dice cuando las plantas mismas se van enraizando, van rompiendo la roca y formando de repente un poco de suelo también sobre los cerros”, comenta.
Allí desde el mirador se pueden apreciar dos formaciones erigidas en vertical que se escindieron del cerro Vera por obra de la erosión. “Estos son unos inselberg o iceberg de roca”, cuenta Godoy. “Aquí cerca tenemos el cerro Pa’û, donde por la erosión se fue construyendo ese paso que lo identifica, pero en este caso las formaciones quedaron un poco más alejadas”, dice.
Sobre ellos y entre las grietas vuelan y se posan los yryvu con gran señorío, se les admira la perspectiva, que apenas podemos imitar con el vuelo del drone con las imágenes de esas paredes de areniscas con cuarzos que el sol pone a brillar y que le dieron nombre a este bello cerro Vera.
UNA PRESENCIA DE MILLONES DE AÑOS
El cerro Vera está formado por areniscas del Ordovícico, característica del bloque Cordillerita y para adquirir su forma actual fueron necesarias erosiones tectónicas, fluviales y también eólicas, cuenta la geóloga Ingrid Godoy, de Geopetram E.A.S.
“Fue formado por erosión estructural, por el evento que dio origen al rift de Asunción”, una acumulación importante de sedimentos que ocurrió en el Mesozoico, hace 60-65 millones de años aproximadamente. Aunque las rocas “sobre las que estamos parados tienen una formación de entre 440 y 480 millones de años aproximadamente”, explica.
“A este tipo de estructura se le llama tepuy, una clase de meseta especialmente abrupta, con paredes verticales y cimas relativamente planas y es parecida a la del monte Roraima en Venezuela. La diferencia es que allá tiene rocas precámbricas, pero acá en el cerro Vera lo que tenemos son rocas de edad ordovícica”.
SEDIMENTACIÓN
Las areniscas ordovícicas, rocas sedimentarias, se forman en ambientes marinos a través de la acumulación y compactación de sedimentos arenosos, que luego son cementados. “O alguna vez estuvieron bajo el mar y se elevaron o la erosión fue cavando los valles”, cuenta la especialista.
El Ordovícico es el segundo sistema y período del Paleozoico en la escala temporal geológica. Sucede al Cámbrico y antecede al Silúrico. Comenzó hace unos 487 millones de años y terminó hace unos 443 millones de años. Debe su nombre a la tribu celta de los ordovicos, que vivieron en el centro y norte de Gales, lugar donde el geólogo inglés Charles Lapworth identificó este sistema en 1879.
Sigue contando Godoy que el cerro Vera está compuesto de “areniscas feldespáticas que tienen mucho mineral de feldespato, son mayormente cuarzosas de óxido de sílice, pero también tienen mucho contenido de feldespato, que es lo que le da una coloración anaranjada y también podemos encontrar de repente zonas arcillosas, capas de areniscas intercaladas con arcilla. Minerales más duros como hierro en estas formaciones no hay”.
Apunta que a pesar de ello “pueden tener algunas concreciones de hierro, de manganeso, pero a nivel superficial, no como parte de la composición de la roca”.
El cerro Vera vendría a ser una “colita” de las formaciones que se aprecian en Cordillera: “Es como una continuación hacia el sur de lo que es la cordillera. En algún momento capaz estuvieron unidos, pero por los eventos estructurales, ya sean fallas o fracturas, se separaron”, sostiene.
ALTO INTERÉS TURÍSTICO
Todavía está pendiente la declaración de reserva natural y de interés turístico del cerro Vera desde su acceso hasta la cima, que facilitaría el acceso al sitio. Hubo acciones en este sentido desde la intendencia de La Colmena, iniciativas a nivel departamental en Paraguarí, pero también se busca interesar a los legisladores nacionales para avanzar en este tema.
La declaración de monumento natural sería una forma de proteger la vegetación y la fauna del lugar, una calidad que ya tiene el cerro Acahay, lo que daría más herramientas al Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) para custodiar el lugar.
Unas decenas de hectáreas del cerro son de propiedad privada y en algún momento se llegó a prohibir el acceso a visitantes, situación que hoy en día no se da.
Vale recordar que el Código Civil Paraguayo, en su artículo 1898, indica: “Son bienes del dominio público del Estado:
a) las bahías, puertos y ancladeros; b) los ríos y todas las aguas que corren por sus cauces naturales, y estos mismos cauces; así como las aguas subterráneas c) las playas de los ríos, entendidas por playas las extensiones de tierras que las aguas bañan y desocupan en las crecidas ordinarias y no en ocasiones extraordinarias; d) los lagos navegables y sus álveos; y e) los caminos, canales, puentes y todas las obras públicas construidas para utilidad común de los habitantes. Los bienes del dominio público del Estado son inalienables, imprescriptibles e inembargables”.
Como se lee, el mismo no incorpora a los cerros, por lo que debería darse un tratamiento legislativo especial para garantizar el disfrute público del lugar de manera sostenible y respetuosa con el entorno.
Economía cierra un sólido primer semestre y proyección de crecimiento se mantiene
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El Gobierno ratifica su estimación de crecimiento económico del 4 % para este 2025, tras confirmar que la actividad económica está cerrando el primer semestre con un ritmo sólido, a pesar del impacto que generó la sequía en el sector agrícola. Fue durante la presentación del informe de Situación Financiera (Situfin) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF).
Según el viceministro de Economía, Felipe González, otros sectores como la construcción, los servicios y la industria están impulsando el dinamismo, lo que refleja una economía más diversificada y menos dependiente del campo.
“Si miramos los resultados ya cerrados por parte del Banco Central del Paraguay (BCP), vemos que la actividad económica, a pesar del impacto de la sequía, que generó cierto riesgo y preocupación el año pasado, especialmente por nuestro principal cultivo que es la soja, la economía viene creciendo a un ritmo del 4 %. Esta cifra está en línea con la estimación del Banco Central para el cierre del año”, manifestó.
También destacó que a pesar de la sequía, a diferencia de años anteriores donde este tipo de eventos arrastraban a toda la actividad económica, hoy se está observando que otros sectores, como los servicios, la construcción y la industria, están impulsando el crecimiento.
“Esto se refleja en el indicador de actividad económica del BCP, que incluye también a la agricultura, y que actualmente muestra un crecimiento superior al 4 %”, reiteró González y agregó: “Y mirando hacia adelante, las últimas noticias indican que el impacto de la sequía fue menor al peor escenario que preveían los productores”.
Por eso, desde el Ministerio de Economía esperan que se mantenga la proyección de crecimiento para el resto del año, e incluso, si estas sorpresas positivas continúan, se podría cerrar el 2025 con un crecimiento económico por encima del 4 %.
El gobierno cerró mayo con un superávit fiscal del 0,19 % del producto interno bruto (PIB), y con un déficit fiscal acumulado de 0,3 %. El déficit registrado al quinto mes del año es equivalente a G. 1.198 mil millones, unos USD 153 millones, y mayo es el segundo mes consecutivo del año en finalizar con superávit, el primero fue abril (0,25 %). Estos resultados muestran que se transita el camino a la convergencia fiscal de 1,9 % para este año.
Esta ciudad del departamento de Alto Paraná se encuentra en proceso de crecimiento. Su economía gira en torno al comercio, la agricultura y la ganadería. Foto: Gentileza
Itakyry: una ciudad con rica historia que va posicionándose para el turismo
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A 435 kilómetros de Asunción se encuentra Itakyry, un municipio del departamento de Alto Paraná. Es una de las cinco ciudades más pobladas que integra el conurbano del Gran Ciudad del Este. Fue fundada en julio de 1946 y la superficie total es de 1.964 kilómetros cuadrados.
Lleva el nombre de Itakyry porque por muchos años fue habitada por comunidades aborígenes de la etnia Ava Guaraní y Mbya, que se asentaron a lo largo del arroyo Itakyry. Fueron ellos mismos quienes le dieron este nombre por su característica pedregosa.
En contacto con La Nación/Nación Media, el intendente de la ciudad, Miguel Ángel Soria, contó que el distrito está creciendo bastante y se posiciona como un lugar ideal para realizar turismo interno. Señaló que los habitantes de Itakyry se dedican mayormente al comercio, la agricultura, la ganadería y últimamente muchos están incursionando en el emprendedurismo. Anteriormente, era conocida como una de las principales productoras de yerba mate de manera artesanal. Allí existían especies de yerba nativa.
Itakyry era conocida como una de las principales productoras de yerba mate de manera artesanal. Allí existían especies de yerba nativa. Foto: Gentileza
Entre los atractivos turísticos más importantes de la ciudad, mencionó al Festival Internacional del Tereré que se desarrolla en febrero y ya lleva 27 años de celebración. También cuenta con espacios para conectarse con la naturaleza y para recreaciones que serían los arroyos, la plaza central Francisco Pagen, la plazoleta del Tereré y la doble avenida el Mensú que en todo su trayecto es alegórico a la explotación de la yerba mate .
Hospedaje
Acerca de los lugares ideales para hospedarse en Itakyry, Soria indicó que la ciudad cuenta con 15 hospedajes entre posadas, hoteles y hostales. Hay un promedio de 10 habitaciones en cada una. Es decir, más de 100 camas disponibles en la localidad.
Población
El jefe de la comuna precisó a LN que Itakyry cuenta con 45.000 habitantes, de los cuales el 60 % corresponde a la población adulta y el 40 % restante a jóvenes, según el último censo realizado por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
“Itakyry se encuentra en proceso de crecimiento, gracias a las gestiones de las máximas autoridades municipales. Hoy se está construyendo una pujante ciudad, a pesar de su corto presupuesto”, manifestó a LN el intendente Soria.
Resaltó que se logró, gracias a varias gestiones, que Itakyry fuera uno de los distritos priorizados por el Gobierno para seguir trabajando en beneficio de las comunidades, apostando por mejoras y oportunidades de crecimiento.
Gran parte del territorio de Itakyry está irrigado por una importante red hídrica, conformada por el río Acaray, el Ytambeý y sus afluentes. Foto: César Arias
Su posición geográfica destaca a esta comunidad del Alto Paraná y se convirtió en un destino importante para la explotación forestal. Su principal vía de comunicación terrestre es un ramal que parte de la supercarretera, que es la que la conecta con las ciudades de Hernandarias y Ciudad del Este por las rutas PY02 y PY07.
Origen del nombre
El nombre Itakyry está formado por la unión de dos vocablos: itaky, que quiere decir piedra no saturada, en proceso de formación, y ry, que quiere decir corriente de agua. Combinando ambos vocablos se concluye con: Itakyry, es igual agua que corre sobre piedra en proceso de formación.
Arroyos
Gran parte del territorio de Itakyry está irrigado por una importante red hídrica, conformada por el río Acaray, el Ytambeý y sus afluentes. Esta abundancia de cursos de agua convierte a la zona en una región fértil y rica en biodiversidad. Entre los arroyos más destacados se encuentran el Piraitý, Ytú, Itakyry, Santo Tomás, Capiibary y Paso Itá.
Todos ellos fundamentales para el ecosistema local y el desarrollo de actividades agrícolas y ganaderas. El río Acaray, que bordea gran parte del distrito, se encuentra rodeado de extensos humedales y pantanos, lo que contribuye a la singular belleza paisajística de la región y potencia su atractivo para el ecoturismo.
Literatura
La historia de los yerbales en Alto Paraná está marcada por relatos de explotación y sufrimiento, especialmente en torno a la figura del mensú, el trabajador de los obrajes yerbateros. Esta realidad fue denunciada por escritores como Rafael Barrett en su ensayo “Lo que son los yerbales”, donde describe las condiciones inhumanas en las que vivían y trabajaban los mensúes, sometidos a un sistema cercano a la esclavitud . Augusto Roa Bastos también habló sobre esta temática en su novela “Hijo de hombre”, reflejando la dura vida en las plantaciones de yerba mate.
La historia de los yerbales en Alto Paraná está marcada por relatos de explotación y sufrimiento, especialmente en torno a la figura del mensú. Foto: Gentileza