El director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), Manuel Otero, mencionó que la agricultura como tal no debe ser tomada como la causante de la problemática global del cambio climático, sino más bien adaptarla como parte de la solución.

“La agricultura debe ser vista como parte de la solución a los problemas y desafíos que enfrentamos como humanidad, y debe tener un lugar relevante en las negociaciones para la acción climática”, expresó, al tiempo de destacar los avances hacia la sostenibilidad realizados por el sector agroalimentario de las Américas.

Lo dijo en el marco de la 27ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 27), durante el encuentro realizado en el pabellón denominado Casa de la Agricultura Sostenible de las Américas, ocasión en la que se estableció un acuerdo para la lucha contra la desertificación y protección del suelo.

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Manuel Otero, director general del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA), habló sobre el papel de la agricultura para enfrentar los desafíos. Foto: Gentileza.

Protección de suelos

El citado acuerdo fue establecido con la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (UNCCD, por sus siglas en inglés), para trabajar de forma conjunta de modo de posicionar la protección a los suelos como una prioridad de las políticas públicas en la región.

El documento fue rubricado por la secretaria ejecutiva adjunta de la UNCCD, Andrea Meza Murillo, y el director Otero, quienes se reunieron en Sharm El Sheik, Egipto, donde se desarrolla la COP 27, que congrega a jefes de Estado, ministros y negociadores junto con activistas climáticos, alcaldes, representantes de la sociedad civil y el sector privado del mundo agrícola.

Meza detalló que la agenda contempla trabajar para promover respuestas globales a la desertificación y la sequía, que incluye no solo el trabajo en los desiertos, sino las decisiones asociadas a la planificación del territorio o de tenencia de la tierra.

Plasmó igualmente que la UNCCD tiene un enfoque en el que la restauración de los suelos parte de reconocer al sector agropecuario y la transformación de los sistemas alimentarios, y que apunta a fomentar sinergias, incrementando su exposición y sus impactos en América Latina.

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