Los envíos de trigo cosechado en la zafra 2021 terminaron en setiembre para dar paso a las exportaciones de la zafra 2022. En comparación con la campaña 2020, fueron embarcadas 31.888 toneladas menos (8,8%), señala el informe de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
De octubre 2021 a setiembre 2022 Paraguay exportó 330.235 toneladas de trigo, es decir, 31.888 toneladas menos, ya que en la zafra 2020 fueron enviadas 362.123 toneladas. La merma en el volumen exportado es resultado de la menor producción de trigo, que en la zafra 2021 llegó a 980.235 toneladas.
En la zafra 2020 fueron producidas 1.012.213 toneladas. Sonia Tomassone, asesora de Comercio Exterior de Capeco, explicó que si bien se registran menores envíos en volumen, el alza de los precios internacionales -principalmente por efecto de la guerra entre Rusia y Ucrania - permitió el ingreso de US$ 20 millones adicionales en concepto de exportación de trigo.
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Respecto al año calendario, entre enero y setiembre de este año fueron exportadas 263.008 toneladas de trigo, es decir, 5.368 toneladas menos que el mismo periodo del 2021, cuando los envíos llegaron a 268.376 toneladas.
El informe indica que de acuerdo con los datos del Banco Central del Paraguay (BCP), al cierre de setiembre las exportaciones de trigo generaron US$ 90.4 millones, mientras que hasta el noveno mes del año pasado ingresaron US$ 69.5 millones. En lo que refiere a mercados, Brasil sigue consolidándose como el principal destino tradicional con el 98% del total exportado, seguido de Chile con el 2%, que viene aumentando su demanda de trigo nacional.
Ranking
En total, 35 empresas fueron responsables de las exportaciones del grano zafra 2021. Entre ellas, Nativa lideró el ranking con el 20% del total enviado. Le siguen Cooperativa Colonias Unidas (10%), Molinos D’ Italia (9%), Agrofértil (8%), Lar (5%), ADM (5%), Cooperativa Pindó (4%), Unexpa (4%) y otros (35%).
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Calidad del grano paraguayo es importante para Argentina, resaltan
El Director ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Hugo Pastore, conversó con el diario La Nación Nación Media, con relación a la importancia de la producción de calidad del grano paraguayo, el cual se destina a una serie de mercados para el procesamiento industrial.
Uno de los destinos que más precisa del grano, en este caso específicamente la soja, es Argentina, que más allá de ser un gran productor, la demanda su industria y recurre a Paraguay para abastecerse.
“Desde hace varios años que Argentina es nuestro principal mercado, con más del 75 % de participación, según el último informe, el año pasado incluso superando 90 % por el quiebre que tuvieron. Pero, además, ellos compran mucho de nosotros, porque les es muy importante la calidad del grano paraguayo”, expresó Pastore.
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Destinado al procesamiento argentino
El referente aseguró que el buen producto paraguayo permite a las industrias argentinas cubrir parte del requerimiento, además de mejorar la calidad de su producción con la oferta local para la mezcla y posterior procesamiento.
Asimismo, para los exportadores locales es un mercado conveniente por dos razones, por un lado por el factor precio, y por otro lado por la logística agilizada, debido a la cercanía y el uso del transporte fluvial a través de barcazas que pueden navegar y descargar rápidamente para volver a retomar la ruta.
“Está demostrado que es una logística ágil, sencilla, que funciona bien, sabemos que esto siempre depende de la navegabilidad, pero es el canal más directo y rápido para sacar nuestros granos, comparativamente con la terrestre como enviamos a Brasil”, agregó Pastore.
Con relación al componente del precio, el director del gremio indicó que es una cuestión más general, ya que se da en torno a la oferta y la demanda, y justamente el valor de la soja estuvo bajo comparando el año anterior. De ahí que se dio también el menor ingreso de divisas, ya que los grandes productores vecinos como Brasil y Argentina justamente, tuvieron una buena zafra, lo cual condicionó la cotización.
El boletín mensual de comercio exterior de Capeco, develó que a abril de este año, Argentina se posicionó como el principal comprador, absorbiendo el 78 % del total exportado. Brasil le siguió con el 11 %, Rusia con el 1 % y en menor volumen, Perú, Estados Unidos, Chile y Corea del Sur.
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DATOS CLAVES
1-Argentina es el principal mercado de la soja paraguaya desde algunos años.
2-Para los argentinos, la calidad del grano paraguayo es importante, ya que complementa su industria.
3-Los exportadores locales se ven beneficiados con este destino, por la facilidad logística fluvial y los precios que conlleva la cercanía.
Fuente: Hugo Pastore, ejecutivo de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco).
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Mohan Kohli: “Variedades locales de trigo pueden plantarse en la región”
El doctor en genética indio Mohan Kohli, consultor de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y líder del Programa Nacional de Investigación de Trigo, conversó con La Nación/Nación Media sobre la producción del grano en Paraguay y sobre cómo pasó de ser un país importador a otro exportador del cereal.
Actualmente, las labores en torno al grano se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes contra enfermedades que afectan al trigo manteniendo su calidad y rendimiento. Si bien no se trata de una tarea fácil de realizar, porque para crear una variedad se tarda cerca de 10 años, es un proceso de evolución continua que prosigue en el país.
En los últimos 20 años, Kohli viene colaborando en el desarrollo de más de 20 variedades de trigo en Paraguay. Las variedades nacionales de trigo en el mercado son Itapúa 75, Itapúa 80, Itapúa 85, Itapúa 90, Itapúa 95, Canindé 1, Canindé 31. Las que están en fase de multiplicación son Itapúa 105 e Itapúa 110.
El proceso de desarrollo de variedades es realizado con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (Ipta), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio). Se hace en dos centros, uno en Capitán Miranda, Itapúa y otro en Colonia Yhovy, de Canindeyú.
“Nosotros hacemos los ensayos y la selección con la colaboración de productores y cooperativas donde también evaluamos los materiales genéticos para que sean adaptados y resistentes”, mencionó el experto.
RESISTENCIA A ENFERMEDADES
El trabajo de Kohli es que cualquier variedad liberada de aquí en adelante tenga resistencia al hongo piricularia (produce manchas o lesiones en las hojas, nudos y en las diferentes partes de la panícula y los granos) y a la fusarium (afecta las espigas del trigo), otra enfermedad que hace años preocupa al sector.
El objetivo es que en los próximos cinco años las variedades que serán liberadas tengan cierto grado de resistencia a estas enfermedades, para ayudar a los productores a que sus costos de producción se mantengan y no aumenten. “Lo que estamos haciendo en este momento es darle cierta garantía al productor de que las variedades nacionales van a mantener su resistencia a distintas enfermedades”, subrayó el doctor en genética indio.
POTENCIAL EXPORTADOR
En los años normales, la producción anual de trigo en Paraguay es de más de un millón de toneladas, un volumen 40 veces superior a lo que producía hace dos décadas. Este cereal es industrializado en el país con un consumo interno de 650.000 ton/año y el remanente es enviado principalmente a Brasil, aunque hay más de 30 mercados abiertos.
Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala, tiene potencial de enviar las variedades nacionales a destinos como Argentina, Brasil (Paraná, Mato Grosso del Sul y San Pablo) o Bolivia. Estas regiones pueden sembrar las variedades paraguayas, explica Kohli y aclara que todavía no se hicieron ensayos probatorios, ya que esto implica una decisión política y una evaluación en diferentes ambientes.
“Para liberar una variedad en cualquier país habría que hacer ensayos por dos años. Si se toma esa decisión el día de mañana, entre los obtentores, será posible hacerlo. Para ello, se deberá desarrollar contacto con esos países, con sus instituciones, y a partir de ahí será muy fácil producir las semillas, hay potencial”, asegura.
EXPECTATIVAS
“El trigo juega un papel muy importante porque, recordemos, la soja se siembra en más de 3,6 millones de hectáreas, superficie que debe ser cubierta en los meses de otoño e invierno”, explicó y agregó que allí entran a participar el maíz, el trigo, la canola, el girasol, la avena como abono verde y otros cereales.
La siembra de la nueva campaña se inició en abril, en San Pedro y Canindeyú. En tanto, en el Sur, se avanzará durante la siguiente semana debido a las condiciones de lluvias. Se espera que el área de siembra alcance las 400.000 hectáreas o menos, cuya producción dependerá de la coyuntura climática. “Alcanzaremos más de 1.000.000 de toneladas de trigo, dependiendo de la superficie”, remarcó Kohli.
PERFIL DE MOHAN KOHLI
Mohan Kohli es ingeniero agrónomo de la Rajasthan Agricultural University de India. Obtuvo su maestría en Ciencias de la Agricultura Botánica y su doctorado en Genética en la Indian Agricultural Research Institute. Tiene estudios de posdoctorado en el Centro de Mejoramiento del Maíz y el Trigo de Estados Unidos.
Llegó a Paraguay en 1978 como parte del Centro Nacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo de México. En la década de los 80 y 90 se encargó de identificar materiales de trigo que se adaptasen al país, teniendo en cuenta las altas temperaturas.
Recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores le concedió la condecoración Comendador de la Orden Nacional del Mérito por su excepcional contribución científica a la agricultura y la economía paraguaya.
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Mohan Kohli, el científico indio que convirtió a Paraguay en exportador de trigo asegura que variedades nacionales pueden plantarse en la región
El doctor en genética indio Mohan Kohli, consultor de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y líder del Programa Nacional de Investigación de Trigo, conversó con La Nación/Nación Media sobre la producción del grano en Paraguay y sobre cómo pasó de ser un país importador a otro exportador del cereal.
Actualmente, las labores en torno al grano se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes contra enfermedades que afectan al trigo manteniendo su calidad y rendimiento. Si bien no se trata de una tarea fácil de realizar, porque para crear una variedad se tarda cerca de 10 años, es un proceso de evolución continua que prosigue en el país.
En los últimos 20 años, Kohli viene colaborando en el desarrollo de más de 20 variedades de trigo en Paraguay. Las variedades nacionales de trigo en el mercado son Itapúa 75, Itapúa 80, Itapúa 85, Itapúa 90, Itapúa 95, Canindé 1, Canindé 31. Las que están en fase de multiplicación son Itapúa 105 e Itapúa 110.
El proceso de desarrollo de variedades es realizado con el Instituto Paraguayo de Tecnología Agraria (Ipta), la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) y el Instituto de Biotecnología Agrícola (Inbio). Se hace en dos centros, uno en Capitán Miranda, Itapúa y otro en Colonia Yhovy, de Canindeyú.
“Nosotros hacemos los ensayos y la selección con la colaboración de productores y cooperativas donde también evaluamos los materiales genéticos para que sean adaptados y resistentes”, mencionó el experto.
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Resistencia a enfermedades
El trabajo de Kohli es que cualquier variedad liberada de aquí en adelante tenga resistencia al hongo piricularia (produce manchas o lesiones en las hojas, nudos y en las diferentes partes de la panícula y los granos) y a la fusarium (afecta las espigas del trigo), otra enfermedad que hace años preocupa al sector.
El objetivo es que en los próximos cinco años las variedades que serán liberadas tengan cierto grado de resistencia a estas enfermedades, para ayudar a los productores a que sus costos de producción se mantengan y no aumenten. “Lo que estamos haciendo en este momento es darle cierta garantía al productor de que las variedades nacionales van a mantener su resistencia a distintas enfermedades”, subrayó el doctor en genética indio.
Potencial exportador
En los años normales, la producción anual de trigo en Paraguay es de más de un millón de toneladas, un volumen 40 veces superior a lo que producía hace dos décadas. Este cereal es industrializado en el país con un consumo interno de 650.000 ton/año y el remanente es enviado principalmente a Brasil, aunque hay más de 30 mercados abiertos.
Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala, tiene potencial de enviar las variedades nacionales a destinos como Argentina, Brasil (Paraná, Mato Grosso del Sul y San Pablo) o Bolivia. Estas regiones pueden sembrar las variedades paraguayas, explica Kohli y aclara que todavía no se hicieron ensayos probatorios, ya que esto implica una decisión política y una evaluación en diferentes ambientes.
“Para liberar una variedad en cualquier país habría que hacer ensayos por dos años. Si se toma esa decisión el día de mañana, entre los obtentores, será posible hacerlo. Para ello, se deberá desarrollar contacto con esos países, con sus instituciones, y a partir de ahí será muy fácil producir las semillas, hay potencial”, asegura.
Expectativas
“El trigo juega un papel muy importante porque, recordemos, la soja se siembra en más de 3,6 millones de hectáreas, superficie que debe ser cubierta en los meses de otoño e invierno”, explicó y agregó que allí entran a participar el maíz, el trigo, la canola, el girasol, la avena como abono verde y otros cereales.
La siembra de la nueva campaña se inició en abril, en San Pedro y Canindeyú. En tanto, en el Sur, se avanzará durante la siguiente semana debido a las condiciones de lluvias. Se espera que el área de siembra alcance las 400.000 hectáreas o menos, cuya producción dependerá de la coyuntura climática. “Alcanzaremos más de 1.000.000 de toneladas de trigo, dependiendo de la superficie”, remarcó Kohli.
Perfil de Kohli
Mohan Kohli es ingeniero agrónomo de la Rajasthan Agricultural University de India. Obtuvo su maestría en Ciencias de la Agricultura Botánica y su doctorado en Genética en la Indian Agricultural Research Institute. Tiene estudios de postdoctorado en el Centro de Mejoramiento del Maíz y el Trigo de Estados Unidos.
Llegó a Paraguay en 1978 como parte del Centro Nacional de Mejoramiento de Maíz y Trigo de México. En la década de los 80 y 90 se encargó de identificar materiales de trigo que se adaptasen al país, teniendo en cuenta las altas temperaturas.
Recientemente, el Ministerio de Relaciones Exteriores le concedió la condecoración Comendador de la Orden Nacional del Mérito por su excepcional contribución científica a la agricultura y la economía paraguaya.
Datos claves
- Las labores en torno al trigo se enfocan en mejorar las variedades existentes y hacerlas resistentes a las enfermedades.
- Si bien Paraguay es exportador del cereal en pequeña escala tiene potencial de enviar las variedades nacionales a la región.
- La siembra de la nueva campaña de trigo se inició en abril en los departamentos de San Pedro y Canindeyú y próximamente en el Sur.
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Baja en la cotización de la soja afectó al ingreso de divisas
Pese a que las exportaciones de soja tuvieron un aumento en volumen con relación al primer cuatrimestre del año pasado, el ingreso de divisas por el grano se vio afectado por la baja en las cotizaciones internacionales, según informó la asesora de Comercio Exterior de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), Sonia Tomassone.
Indicó que el precio promedio de la soja a abril del 2023 se situaba en los USD 552 por tonelada, pero en el primer cuatrimestre de este 2024 la media alcanzó los USD 390 por tonelada, unos USD 162 menos por tonelada. Agregó que otro problema que sigue percibiendo el sector es la ralentización de los envíos a causa de los problemas logísticos.
De acuerdo al comparativo, de enero a abril de este año se registraron USD 1.336 millones, mientras que durante el mismo periodo del año anterior las divisas generaron USD 1.480 millones, una caída de 9,7 % debido a la variación de 144 millones.
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Hasta abril fueron exportadas 3.423.550 millones de toneladas de soja, y al mes del año pasado se habían embarcado 2.679.957 millones de toneladas, lo cual arrojó un incremento de 743.993 toneladas. La asesora indicó que los envíos de los derivados de la soja (aceite y pellets) aumentaron tanto en volumen como en valor, traduciéndose esto en una mayor industrialización.
Se enviaron al exterior 190.091 toneladas de aceite, unas 63.730 toneladas más, teniendo en cuenta que en el 2023 se dio la salida de 126.861 toneladas. Los pellets fueron embarcados en 645.334 toneladas versus las 401.534 toneladas del primer cuatrimestre del año anterior.
En cuanto a los destinos del complejo soja, Argentina se posicionó como el principal comprador, absorbiendo el 78 % del total exportado. Brasil le siguió con el 11 %, Rusia con el 1 % y en menor volumen Perú, Estados Unidos, Chile y Corea del Sur.
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