Andrea Rotela Vargas es una periodista que decidió emprender y superarse luego de quedar sin trabajo a causa de la pandemia. Hoy se dedica a vender chipa con cocido en una concurrida calle alternativa de Asunción, además de ropas usadas para ayudar a su familia. La mujer trabajó en holdings de medios muy importantes como movilera y es una de las pioneras en el ámbito de las coberturas comerciales.
En una emotiva charla con La Nación/Nación Media, comentó que actualmente le va muy bien en el negocio que decidió iniciar para no quedarse con los brazos cruzados. Eligió la ubicación de su emprendimiento porque se percató que una gran cantidad de autos formaban fila para llegar a sus destinos en horas de la mañana, lo cual podría ser una oportunidad de negocio.
“Un día me puse a buscar chipa en Facebook, conseguí de una panadería y ya arrancamos con la venta. Gracias a Dios me va muy bien, vamos por el segundo mes. A las 05:00 me despierto para hacer el cocido y a las 06:00 ya vamos a buscar la chipa”, mencionó. La comunicadora y madre de tres hijos explicó que incluso en días de lluvia llega hasta su puesto con el fin de salvar el día y aportar a los gastos del hogar.
Desde bien temprano se ubica todos los días en una vereda que da a un patio baldío situado en la calle Prof. Ramón Cardozo, casi Madame Lynch, de Asunción, donde los automóviles paran o le hacen juego de luces para comprar el desayuno. “Pedimos permiso y ahí ya me quedé porque en el fondo del terreno está la oficina de una ganadera y hasta ellos compran”, contó.
También relató que realiza ferias de ropa de segunda mano buscando mayores ingresos. “Vendo frente a mi casa y a veces una señora me presta su casa para moverme un poco cuando no hay mucha rotación y no hay ventas, todas están a G. 5.000″, agregó. La dirección es Atanasia González casi Joel Estigarribia, del barrio Santa María.
Puntapié para nuevos desafíos
Rotela estudió la carrera de periodismo y empezó en el mundo de los medios de comunicación en el año 1998, realizando coberturas comerciales en reconocidas radios del país. Trabajó en televisión e incluso hizo viajes internacionales detrás de su profesión. Cuando se quedó sin trabajo, quedó devastada puesto que la pandemia recién empezaba, según comentó. No obstante, se propuso levantarse y tomar la adversidad como un impulso para contribuir con su familia, a la que catalogó como el centro de su vida.
“Tu carácter y tu espíritu definen tu forma de superarte porque si sos activa y tenés apoyo familiar e imaginación, sí o sí vas a poder hacer lo que sea para ayudar en la casa y para mí no hay obstáculo y no tengo vergüenza. Al contrario, quiero avanzar mucho más ahora”, indicó a modo de mensaje para quienes necesiten emprender.
Actualmente, se encuentra a la expectativa y dispuesta a seguir trabajando, buscando oportunidades para demostrar lo que siempre hizo: comunicar. “Estoy esperando la oportunidad ahora que hay muchos eventos, estoy disponible, incluso si es freelance, yo estoy libre por las tardes para que me tengan en cuenta”, indicó.
Por último, dijo que todo lo que atravesó sirvió de motivación y espera que sea un puntapié para que se abran otras puertas dando un ejemplo de trabajo y que también se puede salir adelante en la adversidad. Aquellos interesados en adquirir sus productos o contactar con ella pueden hacerlo al (0985) 143 867.
Dejanos tu comentario
Don Cocido, emprendimiento que se transformó en legado de amor
La idea del negocio fue de Lourdes Ojeda, una exfuncionaria de La Nación, quien decidió trabajar desde su casa después de ser diagnosticada de cáncer.
Don Cocido, el original puesto de desayunos en modalidad de food truck actualmente se encuentra frente a la fundación San Rafael del padre Aldo Trento. El emprendimiento tiene una trayectoria de más de cinco años y su historia no es solo de superación, sino también de amor y entrega.
El matrimonio conformado por Lourdes Ojeda (exfuncionaria del diario La Nación) y Luis Cortesi decidió emprender en la venta de desayunos luego de que Lourdes fuera diagnosticada de cáncer y empezara su tratamiento. Ella decidió emprender en algo propio y trabajar desde su casa, para así solventar sus medicamentos y estudios.
“La idea fue de mi esposa Lourdes, ella era una visionaria, siempre veía las oportunidades en medio de las crisis. Fue así que en una de las idas para su tratamiento vio un carrito eléctrico que vendía cocido y dijo ‘como quiero para colocar frente a casa y poder vender cocido y chipa’. Yo, como quería cumplir su deseo, vi la manera de comprarle el carrito y como una sorpresa se lo regalé. Al poco tiempo de habilitar el puesto ya teníamos personas que llegaban para desayunar”, contó Luis Cortesi en conversación con La Nación/Nación Media.
Con el tiempo la clientela se iba formalizando y el matrimonio decidió expandir el negocio, pero no tenía muy claro cómo conseguir un local sin tener que invertir mucho dinero. Fue así que tras buscar opciones y pensar en posibles ideas como la de un contenedor, Luis logró dar con un colectivo que estaba en desuso en una parada cerca de su casa y se le ocurrió la idea de convertirlo en un pequeño restaurante.
“Era un colectivo que ya no estaba en funcionamiento; entonces, me acerqué al dueño de la línea y le ofrecí que me lo vendiera. Ya con la ayuda de mi esposa y con algunas ideas inicié la restauración. Empecé a ponerle el sistema eléctrico, a montar la cocina y reutilizamos los asientos. Así fue quedando cada vez más acogedor nuestro nuevo Don Cocido”, relató.
Con el paso de los días y la puesta en funcionamiento del nuevo local, la pareja sentía que necesitaba un toque de color, que los diferenciara y sobre todo que trasladara el amor hacia lo nacional, por lo que le pidieron ayuda al artista Tomás Salinas, quien fue el encargado de plasmar un paisaje campestre paraguayo, muy pintoresco y llamativo.
LOS RETOS
Como a todos los comercios y empresas, la pandemia fue un desafío para Don Cocido, que continuó brindando sus servicios implementando todas las medidas sanitarias. Al levantarse las restricciones, la pareja propietaria atravesó una prueba mayor, el deterioro de la salud de Lourdes.
Si bien el cáncer había estado en recesión durante varios meses, que le permitió a Lourdes culminar una segunda carrera universitaria, además de llevar adelante el negocio de Don Cocido, que había crecido y consolidado su cartera de clientes, lamentablemente la enfermedad avanzó y el año pasado (2023) Lourdes pasó a la vida eterna.
EL LEGADO DE AMOR
“Lourdes era una persona que siempre veía el lado bueno de las cosas y trataba de mantenerse positiva, ya en los últimos días de vida acudimos al padre Aldo Trento, para que nos ayude, porque sentía mucho dolor y en la fundación se encuentra el único centro paliativo del dolor. Mi esposa apenas entró empezó a sentir menos dolor y los siguientes días, hasta su partida, se la veía mucho más aliviada”, recuerda Luis.
Cortesi remarcó que durante su estadía en el hospital de la fundación en varias ocasiones su esposa le insistía que quería desayunar cocido con mbeju y que extrañaba trabajar en el negocio que ambos habían creado, y le sugirió a su esposo traer el carrito más pequeño para vender sus desayunos y permanecer juntos.
“Ella siempre me pedía videos y fotos de cómo estábamos en el local trabajando mientras ella estaba internada. Un día se le ocurrió traer el carrito aquí, a la esquina de la fundación y como siempre le cumplí el deseo. Todos los funcionarios de la zona venían, además de las enfermeras e inclusive el propio padre Trento, quien es fanático del mbeju con cocido”, comentó.
Luego del fallecimiento de Lourdes y por un deseo suyo, Luis trasladó Don Cocido frente a la fundación, donde continúan sirviendo desayunos y donando las ganancias a la fundación como retribución al amor y al servicio que recibió su esposa.
“Ella me pidió que donemos lo recaudado a la fundación, y cumplimos ese pedido todos los meses, desde su partida. Luego de pagar el mantenimiento y los gastos varios del local doy todo lo recaudado, a nosotros este lugar nos ayudó mucho y el deseo de mi querida esposa fue ayudar a los que podemos”, finalizó don Cortesi.
El emprendimiento Don Cocido ha trascendido y pasó de ser un negocio fundado en el amor, a una manera de colaborar con quienes padecen enfermedades terminales y reciben atención de calidad en el centro médico de la fundación San Rafael.
Dejanos tu comentario
La inteligencia artificial, ¿acabará con el periodismo?
El oficio del periodismo y su ejercicio con responsabilidad siempre fue una de las premisas más importantes para que la información llegue de manera correcta y objetiva a los ciudadanos. Pero a esa tarea, ya de por sí compleja, se le suman desafíos constantes, como, por ejemplo, las innovaciones en el formato, la forma de hacer llegar la información, y la necesidad de entregarla de manera más inmediata.
Otro desafío es ir implementando y compaginando el trabajo de las grandes redacciones o estudios con la tecnología, la cual en los últimos años ha avanzado de manera vertiginosa en el ámbito de las comunicaciones, dando inclusive opciones a automatizar muchas de las funciones.
Hoy, que se evoca el día del Periodista Paraguayo, hablamos con tres profesionales de primer nivel: Richard Moreira, gerente periodístico de Nación Media; el periodista y docente universitario José “Pepe” Costa y el director y profesor de la escuela de medios y asuntos públicos de la Universidad George Washington, Silvio Waisbord, para analizar la incursión de la inteligencia artificial y el futuro del periodismo.
Podés leer: Llegaron al país los jinetes uruguayos que venían por Formosa
La inteligencia artificial (IA) ha irrumpido de una manera notable, agilizando tareas de redacción, traducción, e inclusive, incursiona en el experimento de contar con presentadores creados por esta herramienta tecnológica.
Esto desata el interrogante entre los profesionales de la comunicación: ¿hasta qué punto puede llegar a incidir en el trabajo de los seres humanos tras los teclados y micrófonos el avance de la tecnología?
“El principal desafío tiene que ver con la calidad informativa, el producto que resulte de la acción tecnológica no debe surgir a partir de la pérdida de calidad”, indicó el gerente periodístico de Nación Media, Richard Moreira.
Sostuvo que, de darse esa situación, eso puede traducirse “en un deterioro de la credibilidad de un medio de comunicación, ya que, lo que se da por descontado, es que las historias o informaciones generadas sean precisas, éticas y relevantes para la audiencia”, explicó.
Reforzó la postura de la necesidad innegable de que siempre el trabajo periodístico sea realizado bajo los mayores estándares posibles, de manera a que la tarea sea precisa.
También indicó que en ella se debe reflejar la realidad y debe servir para que las personas la comprendan de mejor manera, generando también así un impacto estimulante en ellas.
La adaptación a los nuevos tiempos
El periodista y docente universitario José “Pepe” Costa, en comunicación con La Nación/Nación Media, subrayó la importancia de mantener siempre un control sobre la inteligencia artificial. Explicó que lo principal es aprender a utilizar la IA como una herramienta facilitadora y no para evadir el compromiso con el trabajo de calidad, que debe caracterizar al periodista.
“La inteligencia artificial representa un desafío nuevo al que no hay que temer, pero hay que saber abordar; y en ese abordaje, el periodismo debe actuar de orientador sobre la propia IA”, aseguró el profesional.
Indicó que también el periodismo debe “actuar usando esta herramienta para hacer más eficaz, creíble y vigorosa la misión de la prensa y los periodistas en la sociedad, a favor de la transparencia, a favor de la libertad de expresión, a favor de los derechos humanos y de la democracia”, comentó Costa.
El director y profesor de la escuela de medios y asuntos públicos de la Universidad George Washington, Silvio Waisbord, puntualizó sus ideas sobre la realidad del oficio del periodismo y cómo quienes lo ejercen han venido adaptándose a los cambios, conforme avanza el tiempo.
Sostuvo que son cada vez más frecuentes los cambios y las adaptaciones, y que esta propia capacidad es lo que le da la pauta de que sería difícil la completa sustitución de la labor periodística por la inteligencia artificial, aseguró en entrevista con La Nación/Nación Media.
“Creo que el periodismo va a ir adaptándose constantemente porque es la historia de siempre, o al menos, de los últimos 20 años, que el periodismo ha tenido que ir adaptándose y generando información que encaje con los intereses de la audiencia”, señaló el profesor Waisbord.
El futuro del periodismo
Un punto en evaluación también dentro del espectro periodístico es el futuro, y si bien es imposible conocer cuáles serán las próximas corrientes informativas que se deban sortear, o inclusive, los formatos en que deberán ser entregadas las noticias, es preciso realizar una mirada hacia dónde camina este oficio tan necesario y puesto en el sistema central de toda comunidad.
El periodista Richard Moreira hizo hincapié en lo crucial que será conocer cada vez más a los consumidores de noticias y alinearse a sus necesidades. “Dado el vértigo con el que se dan estas transformaciones, es muy difícil prever qué puede pasar de aquí a un año, pero es muy probable que, a largo plazo, los formatos sean cada vez más breves y orientados a los intereses del consumidor, la afirmación de las noticias personalizadas”, coincidió con Moreira con Waisbord.
Para el periodista José Costa, el punto trascendental de un futuro positivo o negativo se encuentra en la esencia misma, ya que, según el profesional, la única manera de que exista un buen periodismo es aferrándose a las bases de la tarea: informar la realidad sin tapujos y formando opiniones concretas en contra de cualquier tipo de fuerza que atente contra la democracia.
Lea también: SEN lleva asistencia a tres departamentos más afectados por el temporal
“Vivimos tiempos muy desafiantes para la sociedad en general y para el periodismo en particular. El poder, para el cual el periodismo actúa de contralor, de contrapoder, se ha ampliado, ya no está concentrado solamente en el poder político, si no se amplía al poder económico, al poder ilegal y sobre todo, hoy día, al poder de las grandes corporaciones tecnológicas”, finalizó el comunicador.
El profesor Silvio Waisbord centró su atención en una de las piezas fundamentales para que la maquinaria de la comunicación funcione, la cual es la financiación. Aseguró que mientras existan personas decididas a invertir en medios tradicionales, los mismos difícilmente puedan llegar a desaparecer, ya que en mayor medida dependen justamente de los ingresos publicitarios.
“Más allá del financiamiento, para mí el mayor desafío que aún tiene el periodismo es cómo lograr captar la atención de la gente que no está consumiendo noticias. Y es evidente que aún no se cuenta con la receta óptima para esto, por eso seguimos cambiando constantemente de enfoques y canales”, especificó Waisbord.
Le puede interesar: Dos cirugías mini invasivas en bebés realizaron en Tesãi con recursos de Itaipú
Las claves
- El periodismo ha tenido que ir adaptándose y generando información que encaje con los intereses de la audiencia.
- Pese a la incursión de la IA, la única manera de que exista un buen periodismo es aferrándose a las bases de la tarea: informar la realidad sin tapujos y formando opiniones concretas.
- Lo principal es aprender a utilizar la IA como una herramienta facilitadora y no para evadir el compromiso con el trabajo de calidad, que debe caracterizar al periodista.
- Mientras existan personas decididas a invertir en medios tradicionales, los mismos difícilmente puedan llegar a desaparecer.
Dejanos tu comentario
“En Paraguay hablamos una lengua que no escribimos y escribimos una lengua que no hablamos”
El filólogo, escritor y periodista Domingo Aguilera comparte en este diálogo unas reflexiones sobre la realidad lingüística de nuestro país, signada por la convivencia por ya casi 500 años del español y el guaraní en una relación de recíproca influencia no exenta de conflictos y violencia.
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos Archivo / Gentileza
El próximo 23 de abril se conmemora el Día del Idioma Español en las Naciones Unidas, una fecha instituida con el fin de “concienciar al personal de la Organización, y al mundo en general, acerca de la historia, la cultura y el uso del español como idioma oficial”. La efeméride fue establecida como recordación al aniversario de la muerte del más grande exponente de las letras españolas, Miguel de Cervantes, acaecida en 1616.
Tomando la conmemoración casi como un pretexto, abordamos con Aguilera algunos aspectos sociolingüísticos del Paraguay, los usos del idioma español y su relación con el guaraní, que configura una de las principales características de la sociedad paraguaya: un bilingüismo asimétrico en el que existe una lengua escrita de prestigio y otra oral de uso popular de tal suerte que se piensa y se habla con una de ellas, pero se escribe con la otra.
–¿Cómo nota usted que afecta el uso de la lengua la masificación de las plataformas virtuales?
–Para empezar, y en general, yo creo que es importante señalar que nadie habla bien o habla mal una lengua si no es en comparación con una variedad prestigiosa, culta, de la misma. O sea que si alguien dice de otra persona “qué bien habla” o “qué mal habla” la está juzgando desde el conocimiento de esa variedad de prestigio, que es la que tan trabajosamente nuestros profesores han tratado de inculcarnos en el colegio y la universidad. Esta variedad estandarizada precisamente tiene el prestigio ganado porque posee un lenguaje más elaborado, más rico en matices, etcétera. Se suele decir que las redes sociales no multiplican nada, solo hacen más visible lo que antes no se podía ver por falta de difusión. Y esto alcanza a la gente más necesitada de comunicarse que por escribir de acuerdo a las reglas. En las plataformas virtuales yo creo que hay muchos factores a considerar como, por ejemplo, la rapidez con que la gente se comunica, donde lo más importante es que le entiendan a uno y no tanto la corrección con que ha de escribir, aun sabiendo escribir bien. Por ese lado, hay un retorno a la oralidad en nuestra época, donde los gestos, los emojis y otros signos vuelven a estar de moda, como ya lo estuvieron en las cavernas hace unos 36.000 años, según algunos estudios arqueológicos.
–¿Cómo evalúa el rol de los medios de comunicación en cuanto a las prácticas lingüísticas?
–Los medios de comunicación siempre han utilizado la forma estándar de la lengua, es decir, la de prestigio, tratando de evitar incluso los localismos (palabras que solo se entienden en un lugar) en la comunicación con la gente. Por ese lado, la función didáctica y de difusión del “buen hablar” es innegable en los medios de comunicación, aunque en los últimos años las redes sociales les hacen una fuerte competencia. Los medios digitales creo que tienen sus pros y contras, porque a veces dejan pasar cosas que nos hacen pensar que no pasaron por un corrector, como en los viejos tiempos. El dominio de una lengua, en sus posibilidades más completas, lastimosamente es producto de un esfuerzo personal y constante, y no se puede transferir o heredar a otro.
BILINGÜISMO
–¿Cuáles le parece que son las principales particularidades del castellano paraguayo respecto a otras variantes americanas y la peninsular?
–El bilingüismo en Paraguay tiene características muy particulares. El padre Bartomeu Melià escribía que el guaraní fue la lengua española de Paraguay en tiempos de la Colonia. De entrada parece un sarcasmo, pero históricamente, no tanto. Aplicando a la realidad de entonces, quiere decir que los colonos españoles absorbieron la lengua guaraní y la hablaron junto con sus descendientes, hispanizándola aceleradamente, tanto en su base cultural como en lo lingüístico, como efectivamente ocurrió. Mientras que la lengua española se reducía a la forma escrita, a cuestiones de la administración pública, una educación de élite y los negocios formales. La exposición a la forma hablada del español era muy difícil para la gente, la práctica oral, en un entorno donde todo el mundo hablaba guaraní y no existían los medios de comunicación. Es lo que técnicamente se llama hoy día la diglosia. El bilingüismo paraguayo nació diglósico por esta realidad del uso dispar de los dos idiomas. De ahí que se ha señalado en el castellano paraguayo su marcado conservadurismo, es decir, algunos vocablos y giros se siguen usando aquí, mientras que, en otros lugares, ya no.
–¿A qué se debe esto?
–Para esto juega mucho también el papel del guaraní, que conserva muchas formas antiguas del español y los hablantes bilingües las volvemos a usar hablando en castellano, completando un círculo donde se conservan esas formas antiguas. Hace poco escuché decir a un joven hablando en castellano, en un medio de comunicación, que él “no le debe fineza a nadie”, pero “fineza” es una reacuñación del guaraní, porque en el castellano ya está en desuso en este sentido. En España, un profesor de la universidad donde yo estudiaba se maravillaba de que en Paraguay (y en algunos otros lugares de América) se siga usando la palabra “predio”, por ejemplo, ya que, por lo que él manifestaba, en España hace mucho tiempo dejó de usarse.
INFLUENCIA RECÍPROCA
–¿Cómo calificaría la interferencia del guaraní en el español paraguayo?
–El contacto entre el castellano y el guaraní ha sido intenso y extenso en el tiempo, pues ya llevamos cinco siglos conviviendo entre ambas lenguas. Entre nuestros dos idiomas ha habido una influencia recíproca en todos los aspectos lingüísticos, es decir, el guaraní ha entrado en el español y viceversa. En el léxico, el sonido y la estructura del castellano paraguayo hay huellas del guaraní en todos los niveles sociales de uso. Es decir, prácticamente los hablantes de todas las clases sociales utilizamos algo de guaraní hablando en castellano, pero la mayoría no nos damos cuenta. Y el guaraní fue alterado en gran medida por el castellano, fonológica y gramaticalmente, pero sobre todo en la base cultural de la lengua es donde la influencia del castellano ha sido mucho mayor. Prácticamente, desde el primer momento de la colonia española el guaraní precolonial fue vaciado de los significados que tenían las palabras en el contexto indígena y se fue “recargando” de la nueva cultura colonial, completamente hispánica. Las palabras guaraníes quedan, pero el contenido ya es otro.
–¿Español paraguayo y yopará pueden tomarse como términos equivalentes o son dos cosas distintas?
–Primero tendríamos que objetivar un poco a qué llamamos yopará y para eso no hay nada mejor que recurrir a la fuente o el significado más antiguo que tiene la palabra. El yopará es una comida típica paraguaya en la que se mezclan el locro, el poroto (o el poroto-manteca), las verduras (a veces lleva también carne) y, casi siempre, queso. Lo que podemos rescatar del significado de la comida en el campo lingüístico es que los elementos son distintos, diferenciables en el todo, y juntos hacen el yopará. En principio y en general, todas las lenguas son un yopará en el sentido señalado. Cada lengua se compone de capas (algunos comparan la lengua con la cebolla) y depende de los acontecimientos de su historia para incorporar los cambios. Por ejemplo, en este sentido, un país conquistado por una potencia extranjera que habla otra lengua, de seguro que la lengua local acusará ese evento, incorporando nuevas palabras, nuevos giros, nuevas modas, hasta incluso puede desaparecer (como efectivamente lo hicieron las lenguas europeas que antecedieron al latín).
–¿Cuál es el peso y aporte de América en la evolución y reconocimiento mundial del idioma español?
–La yoparización de las lenguas depende en gran medida de su extensión o hegemonía. No hay yopará más grande que una lengua hegemónica, como el español o el inglés, porque no solo las lenguas de los conquistados reciben influencias, sino que las de los conquistadores hacen lo mismo que las de los conquistados y su lengua termina enormemente enriquecida por efecto de la colonización. En este sentido, el español ha recibido las “capas” de las lenguas indígenas, en su léxico sobre todo, tras su largo periodo de conquista y colonización de América. Algunos hablan de unas 7.000 palabras nuevas que entraron de las lenguas indígenas al español.
ORALIDAD Y ESCRITURA
–Haciendo un balance entre lo normativo y la pragmática, ¿le parece que los paraguayos hablamos mal y escribimos peor?
–En Paraguay, sobre todo desde nuestra independencia de la corona española, nunca se asumió el bilingüismo paraguayo o, más exactamente, nunca se asumió la existencia del guaraní desde la sociedad civil y el Estado, a los efectos educativos, de la comunicación y, sobre todo, como factor de desarrollo humano. Yo suelo decir –y parece un trabalenguas– que en Paraguay siempre hemos hablado una lengua que no escribimos y escribimos una lengua que no hablamos. Y en esta situación, obviamente, no podemos escribir bien o hablar bien ninguna de las dos lenguas. Históricamente, el guaraní es la lengua en la que casi todos los paraguayos nos comunicamos por más tiempo a lo largo de nuestras vidas, es la lengua del entorno familiar (razón por la que no ha desaparecido). Y justamente en esta lengua de mayor significación para la construcción de la personalidad, de la identidad personal y social, en esta lengua somos analfabetos. Es decir, Paraguay es un país analfabeto en su lengua propia, lo cual no se puede revertir solo por pasar a la otra lengua.
–¿Por qué nos cuesta tanto el español al punto de que en los exámenes de ingreso a las universidades es considerada la materia “colador”?
–En parte por lo dicho precedentemente, aunque actualmente haya una masiva exposición al español a través de los medios de comunicación y las redes sociales, el guaraní sigue siendo la matriz de nuestra comunicación diaria, aun hablando en castellano. El aprendizaje comparado de nuestras dos lenguas sería un método bastante más ameno para aprender el castellano o también el guaraní. Hace algunos años, un alumno mío de la cátedra de guaraní en una universidad privada me dijo que por fin a través del guaraní aprendió, habiendo pasado la primaria y la secundaria sin haberlo logrado, qué significan los verbos transitivos e intransitivos.
–¿Qué se podría o se debería hacer para mejorar la enseñanza y el aprendizaje del español en la escuela y colegios?
–La naturalidad es la mejor maestra del aprendizaje de cualquier idioma. Hasta ahora la ciencia no puede dar con todos los factores que hacen, por ejemplo, que el aprendizaje de la lengua materna sea tan perfecto por parte de todos nosotros. Nadie tiene error en el aprendizaje de la primera lengua, que se da en el entorno más natural que tenemos los humanos, la familia. Así que el aprendizaje de cualquier lengua debería imitar este entorno. Eso sí está probado científicamente.
PERFIL
Domingo Adolfo Aguilera Jiménez (José Fassardi, Paraguay, 1967). Investigador lingüístico y cultural independiente, periodista, escritor y docente. Sus trabajos se centran en el bilingüismo paraguayo y el mestizaje cultural guaraní-castellano, las lenguas de inmigración de Paraguay, las lenguas y culturas tupí-guaraníes, entre otros temas.
Publica regularmente artículos científicos en revistas especializadas de distintos países; es autor de unos cuarenta títulos, publicados en los últimos 25 años, que abarcan recopilaciones en lengua guaraní, poemas, una novela, un ensayo, traducciones y materiales didácticos.
Entre 2008 y 2013 obtuvo los títulos de máster y doctor en Filología Hispánica en la Universidad de Valencia, España. Asimismo, es graduado en Lengua Guaraní y Ciencias de la Comunicación en la Universidad Nacional de Asunción (1989-1995).
Dejanos tu comentario
Productora logra eficiencia mediante crédito del Fogamu
Una emprendedora de la ciudad de J. Augusto Saldívar compartió su historia en la actividad hortícola, y cómo logró la eficiencia en la producción al incursionar con cultivos avanzados como la hidroponía y la puesta en marcha de un invernadero.
Se trata de Angélica Vega, dedicada preferentemente a la producción de lechuga, quien contó que pudo acelerar significativamente el tiempo de cosecha de 3 meses en plantación a tierra por 22 días mediante el cultivo hidropónico. Ahora se prepara con una plantación de 10.000, dijo
“Lo que hice fue acceder a asistencia financiera, a través del Crédito Agrícola de Habilitación, y con eso fue que poco a poco pude levantarme y hasta mandar a construir un invernadero. A la par también estoy incursionando ahora con el tomate”, expresó.
Oportunidad para mujeres
Vega aseguró que es un rubro bastante interesante, en especial para las mujeres, que bien pueden emplear el cultivo tanto para consumo como para renta, además de las ventajas que existen actualmente en las instituciones para el acceso a créditos destinado a emprendedoras.
Fue así que la productora conoció el Fondo de Garantía para la Mujer (Fogamu), que está diseñado para este segmento, cuya principal característica del producto financiero es la baja tasa de interés y el plazo largo. Esto último es lo que motiva a las productoras, pues les permite poder cosechar incluso primero antes de los pagos, mediante el periodo de gracia de un año.
Vega accedió al programa Kuña Ñamombarete Hagua, con la garantía del Fogamu, uno de los fondos administrados por la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD), crédito otorgado por el CAH en este caso para el segmento de las mujeres productoras y emprendedoras.
De esta forma, Angélica Vega instó a más mujeres a animarse a recurrir a estos programas, que sin duda, son un gran apoyo para emprender y generan confianza para que como productoras puedan empoderarse y generar sus propios ingresos.
Puede interesarle: Dnit apoyará al IPS a ser más eficiente en recaudaciones