El gasto público que sigue en aumento y se volvió insostenible más la alta inflación actual es de mucha preocupación para los integrantes del Club de Economía de la Universidad Nacional de Asunción (UNA) quienes pronostican un futuro desolador para la economía del país. Señalan que no están esperanzados si el contexto actual continua de la misma manera.
Martín Zayas y Nahir Alvarenga, miembros del Club de Economía de la UNA hablaron acerca de la situación económica en radio 1000 AM y admitieron no sentirse esperanzados de salir del estancamiento en el caso de que se mantenga la situación actual. Los estudiantes indicaron que el futuro se pronostica desolador ante un gasto público insostenible y una inflación galopante.
Argumentaron que actualmente estamos viviendo un fenómeno del gasto en donde se está consumiendo el dinero que debía ser destinado para el futuro económico. Para los estudiantes, el sector primario es el único que hasta la actualidad mantuvo a flote a la economía más allá de las malas políticas públicas.
Te puede interesar: Black Travel ofrece asesoramiento y financiación para un viaje planificado
Nahir Alvarenga, una de las estudiantes explicó que en la actualidad son más mujeres las que están desarrollando la carrera, mientras que el desempleo sigue afectando de sobremanera a las mismas. Añadió que la pandemia tuvo un impacto negativo sobre el sistema educativo al que accedieron los niños, lo que para ella, sigue condicionando mucho más el futuro económico y productivo del país.
Además de Asunción, indicaron que Ciudad del Este, a pesar de ser considerada un polo económico muy importante para el país, su futuro también luce mal atendiendo a muchos factores que deben ser mejorados en el comercio. Mencionaron que se están llevando adelante luchas contra el contrabando y la informalidad, lo que esperan resulten positivas para la ciudad.
Leé más: Economía no repunta tras caer la actividad casi 3% a julio
Dejanos tu comentario
Paraguay llegó al rango de neutralidad de la política monetaria, destacan
El presidente del Banco Central del Paraguay (BCP), Carlos Carvallo, explicó que en abril decidieron pausar los recortes de Tasa de Política Monetaria (TPM) debido a que consideran que ya se encuentra en un rango neutral con una inflación totalmente controlada. Señaló que existe relativa incertidumbre en el mercado internacional.
En comunicación con la 650 AM, el titular de la matriz bancaria justificó la decisión del Comité de Política Monetaria (CPM) que en su reunión del lunes pasado decidió mantener la tasa de referencia en 6,00 puntos base, luego de ocho meses consecutivos de recortes.
Carvallo indicó que incrementaron el ritmo de baja de tasas en noviembre y diciembre porque vieron condiciones más benignas en el contexto internacional en términos de riesgos inflacionarios. Las condiciones económicas en Estados Unidos, al principio, daban cuenta de una convergencia; sin embargo, sorprendió con la presión registrada en los últimos meses.
“Ahora decidimos pausar el proceso, mantener la tasa en 6,00 % y los fundamentos que están por detrás de esa decisión tienen factores de diferentes dimensiones, corresponde a motivos varios, uno de ellos es el hecho que ya estamos nosotros en una zona de neutralidad”, dijo.
Sobre este último punto, el titular del BCP indicó que significa que el país, de alguna forma, ha llegado a lo que se entiende como una situación de normalidad en la política monetaria, con una inflación que está controlada. “Básicamente, no tenemos una política monetaria, digamos que no es expansiva ni contractiva”, añadió.
Otro elemento, según mencionó, está relacionado con las últimas noticias sobre el desempeño económico en los países más desarrollados, principalmente Estados Unidos, donde la actividad, el nivel de empleo y la inflación se ubicaron en niveles por encima de lo esperado por el mercado provocando una sorpresa inflacionaria.
Leé más: Inflación controlada impulsa cartera de créditos en el primer trimestre del año
Esta situación impacta directamente sobre la decisión de la Política Monetaria de la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed, por sus siglas en inglés), generando incertidumbre sobre cuánto tiempo más permanecerían altas las tasas de referencia en dicho país.
Por otro lado, Carvallo mencionó que los otros elementos serían los conflictos en Medio Oriente, algunas fricciones en la cadena de suministro que introducen aspectos de volatilidad en determinados precios. “Eso da más incertidumbre económica a futuro en el corto plazo. Todos esos elementos juntos entraron dentro de la valoración para que el banco decida pausar ese proceso de recortes”, añadió.
Leé también: UE buscará implementar acuerdo sin efecto negativo en el comercio
Dejanos tu comentario
¿Por qué Uruguay es caro?
Con 3,4 millones de habitantes, Uruguay tiene el costo de vida más elevado de América Latina, según la plataforma global de estadísticas Statista. En la capital uruguaya, hogar de la mitad de la población del país, el pan cuesta tres veces más que en Asunción, una docena de huevos más del doble que en Tokio, y un capuchino un 66 % más que en Madrid.
“Lo que más me llama la atención es el precio del champú, el desodorante, la pasta de dientes. Pero también el de la fruta, la pasta, ¡el café! En el supermercado es flagrante la diferencia”, dice María Chaquiriand, radicada en Europa hace 28 años y siempre que visita a su familia se sorprende de lo caro que es todo en Uruguay.
A esta mujer de 48 años, gerente de mantenimiento de edificios industriales, también le resulta caro el transporte, los medicamentos, los artículos de bazar o los materiales de construcción en Uruguay. Según Numbeo, una base de datos colaborativa con precios de todo el mundo, Uruguay es el país más caro de Sudamérica, y ocupa el lugar 37 en esa escala entre 146 economías, por encima de Japón (47) o España (54).
Lea más: Dinero y asado, entre los mejores regalos por el Día del Trabajador
IVA de 22%
Los economistas señalan razones estructurales. “Uruguay tiene un Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 22%, uno de los más altos del mundo. Y como no tiene buenos acuerdos comerciales, paga aranceles de hasta 25% a 35%. Si a eso se suma una tasa consular del 5%, un producto importado puede tener una carga tributaria del 50%”, dice a la AFP Alfonso Capurro, de la consultora CPA Ferrere.
En el combustible y los automóviles hay gravámenes adicionales. La gasolina en Uruguay es la más cara del continente americano y una de las más caras del mundo, a 76,5 pesos por litro (2 dólares), según Global Petrol Prices. Numbeo ubica a Uruguay quinto entre casi un centenar de países por el costo de un auto Volkswagen Golf 1.4 0km.
“La mitad del precio de un automóvil son impuestos”, resume Javier de Haedo, director del Observatorio de la Coyuntura Económica de la Universidad Católica del Uruguay. En el precio del combustible inciden también costos de distribución y comercialización, añade en diálogo con la AFP.
Lea también: Inflación controlada impulsa cartera de créditos en el primer trimestre del año
“Happy problem”
Además de la presión fiscal, en Uruguay existen subsidios cruzados, como el 10% de retención en el precio del diésel para financiar el transporte público, apunta Capurro. Y pesan las regulaciones, protecciones y mecanismos de registro, que en la práctica implican barreras a la importación de frutas y verduras, y falta de competencia en el mercado de productos de higiene personal y limpieza.
Por otra parte, Uruguay se está transformando en un país de renta media alta, con lo cual el sueldo medio es elevado y los servicios, que tienen mucho componente de salarios, se encarecen, explica Capurro. “Somos más caros, obviamente, aunque en realidad eso es un ‘happy problem’, porque queremos ser ricos, no pobres”, aclara.
Uruguay tiene un Ingreso Nacional Bruto (INB) per cápita de 18.000 dólares, el mayor de Latinoamérica, según la última clasificación del Banco Mundial. El salario mínimo nacional actualmente equivale a unos 580 dólares. En Paraguay, el país con menor costo de vida de Sudamérica según Numbeo, está en 370 dólares.
“¡Carísimo es este país!”, exclama José Luis Díaz, un uruguayo de 54 años, empleado en una peluquería en Montevideo. “Aumentan los sueldos, pero la canasta básica aumenta mucho más. No alcanza la plata para vivir acá”. ¿Su estrategia para llegar a fin de mes? “Me cuido con el consumo de energía eléctrica, no salgo tanto a comer afuera, me fijo en las ofertas”, relata a la AFP.
Atraso cambiario
Uruguay es caro además por factores macroeconómicos. “En este ciclo 2020-2023, se combinaron muy buenos precios de exportación con una importante inversión extranjera directa, lo cual generó un flujo de dólares muy grande que terminó fortaleciendo el peso”, apunta Capurro. El combate a la inflación, prioridad del gobierno de centroderecha de Luis Lacalle Pou que asumió en 2020, también contribuyó a apreciar la moneda uruguaya.
Para restringir el consumo, el Banco Central subió su tasa de política monetaria. Y aunque la inflación en marzo se moderó a 3,8% a 12 meses, su nivel más bajo desde agosto de 2005, la tasa de interés de referencia se mantiene alta, en 8,50%. “El precio del dólar en términos nominales bajó 3% en el último año móvil y acumuló una disminución de 15% en los últimos tres años”, indicó días atrás el Instituto Cuesta Duarte, que asesora a sindicatos.
El desfasaje cambiario hace que Uruguay pierda competitividad frente a sus socios comerciales y se vuelva más caro en comparación, desatando reclamos de productores rurales, industriales y del sector turístico. “Si tomo como base 100 el promedio de lo que va del siglo XXI, estamos hoy en 28% de atraso cambiario con países de fuera de la región”, advierte De Haedo.
Fuente: AFP.
Dejanos tu comentario
Inflación controlada impulsa cartera de créditos en el primer trimestre del año
Los créditos bancarios en el primer trimestre del 2024 siguieron registrando un importante dinamismo, alcanzando un nivel del 16 % por encima del mismo periodo del año pasado. Con este nivel indicaron que se logró alcanzar una cifra récord de la cartera y responde, especialmente, a una inflación controlada en el país.
Según los datos de la Superintendencia de Bancos del Banco Central del Paraguay (BCP), al cierre del primer trimestre de este año, la cartera de créditos del sector bancario cerró en G. 146,2 billones, lo que equivales a USD 19.800 millones.
Estos niveles representan un 16 % de crecimiento frente a lo registrado en el mismo periodo del 2023. Según los analistas de la consultora Mentu, el valor alcanzando también representa una cifra récord para el sistema bancario.
Indicaron que esta situación se da en un contexto de incorporación de más entidades al sistema bancario, que fortalece el dinamismo de la cartera. De igual manera, al excluir la cartera de la última entidad acoplada en marzo, el crecimiento interanual de la cartera total es de 13,7 %, lo que refleja que continúa el dinamismo en el sector.
Te puede interesar: Dinero y asado, entre los mejores regalos por el Día del Trabajador
Los expertos comentan que este ritmo de crecimiento más acelerado se registra en medio de una coyuntura económica con inflación más controlada, lo cual permite una mayor concesión de créditos. Por otro lado, el nivel de actividad económica genera buenas perspectivas para la toma de créditos.
Por segmentos de créditos, la intermediación financiera, el sector de los servicios, la industria, otros sectores económicos y los servicios personales han sido los sectores más dinámicos, incrementándose en más del 20 % interanual al cierre del primer trimestre.
El informe señala además que parte de estos segmentos más dinámicos están vinculados con la ejecución de proyectos de mediano y largo plazo, destacándose además el aumento de los créditos a la vivienda. No obstante, la cartera de consumo sigue siendo la de mayor participación con el 13,6 % del total.
Leé más: Acuerdo UE: Paraguay apunta a contribuir al medioambiente sin afectar avance de economía
Dejanos tu comentario
La baja inflación y el menor déficit fiscal son logros de respeto hacia el pueblo
Los últimos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) dan cuenta que Paraguay estaría cerrando el presente año con una inflación del 2,4 por ciento acompañado de un crecimiento de su economía medido por el producto interno bruto (PIB) de casi el 4 por ciento. Esto significa contar con la primera posición en crecimiento en el Cono Sur, seguido de Uruguay con un 3,7 por ciento.
A este prometedor panorama se agrega el saldo fiscal del primer trimestre del presente año. Los reportes de organismos públicos y privados indican una tendencia a la baja del déficit fiscal hasta llegar al 3 por ciento anual, en un contexto que resulta sumamente interesante a la hora de analizar la tarea del gobierno actual a la hora de calificar su gestión.
La gestión gubernamental desde el Ejecutivo nacional resulta aleccionadora e incentiva a los mercados nacionales como extranjeros para atraer inversiones que se requieren, en un entorno internacional del cual no podemos sustraernos. En efecto, los precios de los combustibles, el comercio en el Oriente Medio, así como la coyuntura propia de nuestros commodities ligados a la producción de otros países de mayor escala muestran que en Paraguay vamos haciendo bien los deberes.
Los deberes, en efecto, se hacen bien desde un gobierno cuando la inflación es de un dígito, el déficit va bajando y la producción del sector privado. Y serán mejores aún con más seguridad. Sobre este último punto desde luego que hay mucho por hacer y se está haciendo, pero lo que no se deja de decir es que el Gobierno está haciendo lo mejor con relación a cuidar el bolsillo de la población.
Además, apenas días atrás el ranking de la consultora argentina CB lanzó los resultados de los 10 mejores presidentes de la República mejor posicionados y nuestro primer mandatario, Santiago Peña, se encuentra en el tercer lugar con imagen positiva.
Es de resaltarse que tanto el control inflacionario como la reducción del déficit fiscal no provienen de un acto mágico como esperar a que suceda algo dejando que las cosas pasen y estén mejor.
De ninguna manera, la inflación y el déficit son provocados por los Gobiernos al desnaturalizar sus funciones al servicio del pueblo, en consecuencia, si tenemos control inflacionario y se viene al mismo tiempo bajando el déficit fiscal, quiere decir que se está trabajando a diario y de modo perseverante para que el dinero del pueblo sea respetado manteniendo su poder adquisitivo, situación que no ocurre en otros países, lamentablemente erosionados por medidas erróneas de política económica.
Los resultados en las cuestiones más arriba citadas, por tanto, provienen de las actividades de un gobierno como el actual cuyo Ejecutivo –por encargo de la Constitución Nacional– tiene bajo su gestión el poder administrador del Estado, motivo por el cual quiere decir que se están utilizando de un modo eficiente y transparente los recursos proveídos por los contribuyentes. Sin lugar a duda, la baja inflación y el menor déficit fiscal son logros que muestran respeto hacia el pueblo.