Al menos el 50% de los asociados a la Federación Paraguaya de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Fedemipymes), que se estima serían más de 1.200 mipymes, llama a la solidaridad de las autoridades, a fin de hacerse escuchar respecto a las complicaciones del sector que, sin dudas, fue muy golpeado por la pandemia, todavía no experimenta una recuperación económica por lo que no pueden cumplir con los compromisos financieros y solicitan refinanciar las deudas.

Es lo que señaló Guillermina Imlach, presidenta de la Asociación de Mipymes Industriales (Asomipymes), miembro de la Fedemipymes, en contacto con el diario La Nación/Nación Media, respecto al contexto actual de prácticamente el 90% de la fuerza productiva del país.

“Lo que nosotros pedimos es que el Banco Central y el Ministerio de Hacienda nos escuchen, puedan recibirnos para que podamos transmitirle nuestra realidad, que no tenemos flujo de caja porque no hay una reactivación y así no estamos pudiendo pagar nuestros créditos que asumimos durante la pandemia”, expresó Imlach.

Las mipymes no generan ganancias por la caída del consumo. Foto: Emilio Bazán.

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Respecto a la cantidad de mipymes que precisan de este nuevo apoyo, mencionó que no tienen identificadas con exactitud a las afectadas, pero teniendo en cuenta que la federación aglutina a unos 25 gremios, y cada uno en promedio a 50 socios, serían unas 1.250 micro, pequeñas y medianas empresas adeudadas sin margen para ponerse al día.

La referente gremialista indicó que muchos de los préstamos fueron otorgados vía Fogapy y otros créditos particulares, así como más recientemente se puso a disposición un fideicomiso proporcionado por el Banco Nacional de Fomento (BNF), pero según Imlach solo fue desembolsado un 15% en promedio a todas las mipymes del país.

Otro escenario que también afecta al sector es que muchos de las pequeñas y medianas empresas que son proveedoras del Estado no están cobrando sus haberes, lo que afecta a toda la cadena productiva a la vez agravada por la caída del consumo y la pérdida del poder adquisitivo, pues muchas de las microempresas trabajan con estas y se genera todo un efecto dominó de deudas que no pueden ser cumplidas.

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