Pese a caída de la actividad económica, desde el BCP esperan un “repunte” en los próximos meses
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Los datos del Indicador Mensual de la Actividad Económica del Paraguay (Imaep) muestran que la actividad económica mensual sigue en “picada”, ya que en mayo volvió a caer 4,7%. Esto se repite ya por cuarto mes consecutivo, en los primeros cinco meses del 2022. Los datos del BCP muestran que en lo que va del año, la actividad acumula una disminución de 3,8%.
Ante esto, analistas locales destacaron que es necesario propiciar medidas que incentiven la economía en el corto y mediano plazo. Sin embargo, desde la banca matriz aseguran que para los próximos meses se espera un “repunte” nuevamente.
El economista Humberto Colman, miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay, mencionó que el indicador mensual conforme al mes de mayo dejó una caída acumulada de casi 4% debido a diferentes factores, entre estos la sequía registrada en el primer semestre. Señaló que esto estaba visualizado y que esperan una mejora para los meses entrantes.
“Esta caída a mayo está influenciada por la sequía que afectó a la agricultura y a la soja particularmente. En términos de volumen fue afectado el sector ganadero por la situación Rusia – Ucrania. En las ventas vemos un indicador de caída del 1%”, dijo en comunicación con 1020 AM.
Aseguró que esto estaba dentro del presupuesto y que de aquí en adelante mirando las expectativas esperan desde el BCP ver mejoras. La banca matriz espera un crecimiento del PIB de 0,2% para fin de año, dicha proyección será corregida a la baja o al alza a fin de julio, de acuerdo adelantó Miguel Mora, economista jefe del BCP.
Por otro lado, los técnicos del BCP argumentaron que en el comportamiento interanual incidieron principalmente los desempeños negativos registrados en la agricultura, la construcción, una parte de las actividades manufactureras y los servicios. No obstante, los resultados positivos de la generación de energía eléctrica y de la ganadería atenuaron la caída de la actividad económica.
Con base en los últimos datos disponibles del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la actividad agrícola verificó una fuerte reducción en sus niveles de producción, principalmente en la soja, como consecuencia de las condiciones climáticas adversas (sequía) imperantes a finales del año anterior e inicios del 2022.
Dentro de las manufacturas, las actividades que más incidieron negativamente fueron la producción de aceites, azúcar, molinería y panadería, lácteos, fabricación de productos metálicos, cueros y calzados. No obstante, estos resultados fueron mitigados por las variaciones positivas registradas en la producción de carnes, bebidas y tabaco, químicos, textiles y prendas de vestir, productos de papel, fabricación de metales comunes y minerales no metálicos.
En los servicios verificaron desempeños positivos la actividad comercial, restaurantes y hoteles, servicios a las empresas y servicios inmobiliarios. Sin embargo, mostraron resultados negativos los servicios gubernamentales, transportes, intermediación financiera, servicios a los hogares, telecomunicaciones y servicios de información. La construcción presentó una disminución interanual explicada por el mayor número de días con lluvias en el mes de mayo, que incidió en el menor ritmo de ejecución de las obras.
La agricultura sigue incidiendo en convergencia de precios al productor
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El Índice de Precios al Productor (IPP) mostró una leve suba en marzo; no obstante, en términos interanuales sigue mostrando desaceleración. Los precios de los productos del sector agrícola continúan contribuyendo a la reducción de este indicador.
Según el Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre de marzo de este año, el Indice de Precios al Productor aumentó un 0,5 %. Sin embargo, al hacer una comparación con el mismo periodo del año pasado se verifica una reducción de 3 %. El análisis realizado por la consultora Mentu detalla que con esta nueva disminución, el indicador ya acumula 14 bajas interanuales consecutivas.
El resultado interanual es explicado principalmente por la variación negativa de 3,8 % en el Índice de Productos Nacionales. En dicho segmento, se destaca la baja del 23,2 % de los bienes utilizados en la agricultura y de 1,2 % de los productos metálicos, maquinarias y equipos. En tanto, los precios de los demás componentes aumentaron entre 1,8 % y 11,8 %.
Por otro lado, el Índice de Productos Importados tuvo una variación de -1,9 % interanual, explicada por la variación de cerca de -5 % de los precios de los bienes transportables no metálicos y los destinados a la agricultura, mientras que los precios de los otros componentes subieron.
De esta manera, añadieron los expertos que el IPP mantuvo su dinamismo interanual negativo, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó un aumento interanual de 3,6 % en el que incidió principalmente la suba de precios de los combustibles y ciertos productos alimenticios.
Octavo, con mejor crecimiento entre 30 países. Leé la verdad
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Pablo Alfredo Herken Krauer
pabloherken@yahoo.com
Analista de la economía
En una economía mundial cuya producción aumenta al ritmo del 3,2 % (6,5 % en 2021), nuestra región madre América Latina y el Caribe (ALC) lo hace al paso del 2 % con un peso en el global mundial del 7,3 %, esto es comparando el valor del tamaño de las economías, con un dominio de fuerza de chinos y norteamericanos del 34 % en la cancha internacional.
En el mundo, la economía conjunta del Mercosur participa con un 3,2 % en la torta tierra. Y dentro de Latinoamerica, la economía conjunta del Mercosur pesa 43,4 % marchando a la velocidad del 1,1 %. Brasil y México poseen las economías grandes: en el primer caso 2,5 % y 33,8 % de suma en el mundo y en la región madre, respectivamente, con un crecimiento del 2,2 %. El país hispano en América del Norte, México, participa en la distribución del tamaño económico con un 2 % en el mundo y 27,1 % en la región mayor, avanzando a un ritmo del 2,4 %.
Dentro del Mercosur naturalmente el mayor tamaño económico corresponde a Brasil con 73,6 % (ya dijimos, con un ritmo de crecimiento del 2,2 %), ubicándose luego Argentina con 22,5 % (caída del -2,8 %), Paraguay con 2,1 % (3,8 %) y Uruguay con 1,8 % (3,7 %). En la economía mundial como un todo nuestra economía representa el 0,07 % del valor global. Valor que permite fijar su peso. Pero ojo, un país puede “ser más” o “tener más” o “vivir mejor” que lo que las estadísticas consolidadas establecen como su valor o su peso. O puede ocurrir lo contrario, para peor.
Pero más allá de lo mucho que no se dice con los valores y pesos y participaciones, es importante saber cuán grande o pequeño somos al andar, nadar, navegar, transportar, e integrarnos al mundo, y el mundo con nosotros. ¿Cómo jugar en un mundo con una tarjeta del 0,07 %? Para ganar. Brasil es actualmente la octava economía mundial por el valor de su tamaño en producción. La octava, con un peso del 2,5 %. En superficie, Brasil es el quinto país más grande el mundo, y tercero en América después de Canadá y Estados Unidos.
Con una población de 218 millones de habitantes. En conclusión: el 2,5 % de Brasil es una medida de una medida mayor, muy difícil de cuantificar en cuanto valor e importancia. Contar lo que se produce con sus precios en los distintos mercados en un año no es tarea fácil, pero se puede hacer y se hace. Lo demás, demorará. Por último, pero no por ello, menos importante: la economía paraguaya y sus tarjetas de peso en el mundo: 0,07 % (mundo), 0,9 % (América Latina y el Caribe), 2,1 % (Mercosur). En 44 años, desde 1980, las economías de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se agrandaron 94 %, 153 %, 377 % y 140 % respectivamente.
La economía paraguaya, según dos estadísticas internacionales, crecería este año 3,8 %. El Banco Central del Paraguay (BCP también se suma con esa misma proyección: 3,8 %). El pronóstico internacional del 3,8 % de expansión económica surgió en la reciente reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada en Washington, en la que como corresponde se divulga el informe “Perspectivas de la economía mundial” (World Economic Outlook, WEO) con la actualización de los datos de las economías y las proyecciones en cuanto al comportamiento futuro, fundamentalmente en producción y precios.
Después de un crecimiento del 4,5 % (FMI), 4,6 % (Banco Mundial), 4,7 % (BCP) en 2023, que dejó atrás la pálida del estancamiento del 0,2 % en el 2022, en gran parte gracias a la muy buena cosecha de soja, se pronostica una desaceleración para este año estimándose un crecimiento económico del 3,8 %. En términos de inflación, el FMI maneja un escenario de alza de precios del 4 % (fin de año) para este 2024 (3,7 % en 2023) y 2025. En términos de promedio anual, la inflación sería del 3,8 % y 4 % respectivamente (4,6 % y 9,8 % en 2023 y 2022).
El FMI incorporara en sus estadísticas los datos de 30 países de América Latina y el Caribe (ALC). Si confeccionamos un ranking por orden de mayor crecimiento económico en este 2024, tenemos a la economía paraguaya ocupando el octavo lugar con su 3,8 %. El año pasado ocupamos el noveno lugar con la tasa de crecimiento del 4,5 %. Nos situaríamos en la sexta posición con el ritmo del 4,7 %.
Hay que valorar nuestras tasas de crecimiento económico, sin exagerar en sus reales impactos positivos para la gente, en un escenario de muchas dificultades sociales, porque al mundo se le está haciendo cada vez más difícil crecer a velocidades que necesitamos. Si ya teníamos dificultades antes de 2020, con la pandemia del covid-19 las economías y sus gentes recibieron un golpazo que dañó, destruyó, desequilibró y cambió el escenario económico mundial de una manera nunca antes vista. Y aún se está en proceso de cura y arreglo, en un ambiente muy cambiante y desequilibrante. A lo que se agregó, en el peor momento, la invasión en Ucrania, fruto de la ambición imperial del dictador Vladimir Putin.
Analistas del FMI en su informe “La economía mundial sigue mostrando resiliencia (fortaleza, resistencia), pese a la disparidad del crecimiento y los retos por delante” señalan que las autoridades deben dar prioridad a las iniciativas para mejorar la resiliencia económica, como el fortalecimiento de las finanzas públicas y la revitalización de las perspectivas de crecimiento económico. Pese a las predicciones sombrías, la economía mundial sigue mostrando una resiliencia notable, el crecimiento se mantiene firme y la inflación se reduce casi con tanta rapidez como aumentó.
El accidentado camino comenzó con los trastornos en las cadenas de suministro como consecuencia de la pandemia, una crisis energética y alimentaria mundial desencadenada por la guerra de Rusia en Ucrania y la considerable escalada de la inflación, a la que siguió una contracción monetaria sincronizada a escala mundial. La resiliencia del crecimiento y la rapidez de la desinflación pueden explicarse por la favorable evolución de la oferta, en particular la disipación de los shocks de los precios de la energía y el notable repunte de la oferta de mano de obra al que han contribuido los importantes flujos migratorios en muchas economías avanzadas. Las medidas de política monetaria han contribuido al anclaje de las expectativas de inflación.
En lo que respecta a nuestra vecindad, el FMI expresa que la región de América Latina y el Caribe ha dado muestras de una resiliencia notable ante los recientes desafíos mundiales, y se ha recuperado de la pandemia con más fuerza de lo esperado. Ahora, el crecimiento se está moderando, de 2,3 % en 2023 a 2,0 % en 2024, ya que la mayor parte de las economías se encuentran en su nivel potencial.
Esta moderación también se debe a una coyuntura exterior más débil y al impacto que se está sintiendo de las políticas restrictivas dirigidas a frenar la inflación. La inflación se encuentra en una trayectoria descendente gracias a las prontas medidas de los bancos centrales de la región y a las tendencias de desinflación a escala mundial. Con la remisión de las presiones inflacionarias, la distensión de la política monetaria puede continuar de forma que equilibre la reducción duradera de la inflación hacia la meta y evite una contracción económica excesiva.
La política fiscal debería centrarse en acelerar los esfuerzos de consolidación para recomponer el espacio fiscal mediante la movilización de ingresos, sin descuidar los gastos sociales esenciales para mantener la cohesión social. La pobreza y la desigualdad todavía son altas en la región, así que es imperativo impulsar el crecimiento potencial, cuyo promedio de aproximadamente 2,5 % está al zaga de los de economías semejantes.
Las reformas estructurales para elevar el crecimiento deberían centrarse en reforzar el Estado de derecho, mejorar el clima empresarial, impulsar la participación en la fuerza laboral —en especial de las mujeres— y resolver el tema de la informalidad. Abordar los problemas de delincuencia y violencia también puede redundar en importantes beneficios sociales y económicos. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.
MEF y BCP conformarán mesa técnica para impulsar la ciencia
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El presidente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), Benjamín Barán, se reunió con el ministro de Economía y Finanzas (MEF), Carlos Fernández Valdovinos, para analizar el Plan Estratégico Nacional 2030, los avances al respecto y las metas por cumplir. La reunión resultó muy productiva porque se acordó establecer una mesa técnica de trabajo entre ambas instituciones, además del Banco Central del Paraguay (BCP).
“Acordamos volver a chequear el Plan Estratégico actualizado hasta el 2030. Salgo muy satisfecho, veo que están todas las condiciones dadas para poder seguir desarrollando y madurando la ciencia en Paraguay”, manifestó Barán al término del encuentro celebrado el jueves pasado en el despacho del ministro, acompañado de la viceministra de Capital Humano y Gestión Organizacional, Andrea Picaso.
El titular de Conacyt resaltó que queda mucho trabajo en materia de ciencias y que en esta mesa de diálogo se buscará definir todas estas líneas estratégicas y acordar los números exactos que podrán ser destinados a investigación y desarrollo desde el Consejo de Ciencia y Tecnología.
Además, comentó que la reunión desarrollada en la víspera con el ministro Fernández Valdovinos y la viceministra Picaso fue más bien conceptual y estratégica, pero que en la mesa de trabajo se afinarán los números para tener un plan completo que asegure el desarrollo de la ciencia, sobre todo en el mediano y largo plazo.
Depósitos a largo plazo crecen e impulsan cartera total en el primer trimestre
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La cartera de depósitos del sistema bancario siguió creciendo y mantiene el dinamismo ganado desde el final del año anterior. En los resultados se puede observar que la mayor liquidez y la incorporación de entidades son los principales factores que contribuyen al incremento.
Según los datos de la Superintendencia de Bancos del Banco Central del Paraguay (BCP), la cartera de depósitos total del sistema bancario aumentó en torno al 14 % al cierre del primer trimestre del año. En términos nominales, ascendió a G. 153 billones, equivalentes a USD 20,8 millones.
Los analistas de la consulta Mentu señalan que este dinamismo, si bien se mantiene en línea con lo que se registra desde el año anterior, responde principalmente a la mayor liquidez del mercado en este periodo, además de la incorporación de entidades al sistema.
No obstante, excluyendo la reciente entidad sumada al sistema, el nivel de crecimiento sigue siendo importante dado que supera el 13 %. Por tipo de depósito, los analistas indicaron que como reflejo de la intensión de los agentes, de tener una mayor previsibilidad los Certificados de Depósitos de Ahorro (CDA) crecieron en más del 41 % interanual.
No obstante, creció el valor de los depósitos a la vista, con una variación interanual de 13,5 % y de cuenta corriente, con 0,5 %, cuyos saldos sumados representan el 56,5 % del total. Estos datos reflejan que existe una buena dinámica en los ahorros en todo el sistema bancario.
En relación con el análisis de los depósitos por divisa y tomando los saldos expresados en guaraníes, los ahorros en moneda nacional y en moneda extranjera crecieron 18,8 % y 9,4 %, respectivamente. En los últimos habría incidido la evolución del tipo de cambio, dado que al considerar su saldo en dólares su aumento es de 6,4 % interanual.