Pese a la situación económica, la morosidad en el sistema permanece
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La economía paraguaya arrancó el 2022 con situaciones desfavorables que disminuyeron la dinámica, afectando fuertemente a la producción y direccionando a recortes de las proyecciones de crecimiento para este año. La actividad económica cayó duramente y los indicadores de corto plazo mostraron algunos resultados desfavorables. Sin embargo, el nivel de morosidad en el sistema financiero permanece bajo, según los últimos datos del Banco Central del Paraguay (BCP).
En un análisis de la consultora privada Mentu se resalta que si bien la coyuntura actual es compleja y desafiante, en particular para los sectores que lograron recuperarse con dificultades luego de la pandemia, la tasa general de morosidad del sistema bancario sigue por debajo de lo registrado en el 2021, aunque vino aumentando durante los últimos meses.
“Considerando el hecho de que las proyecciones estiman una mejora recién a partir del segundo semestre del corriente año, la morosidad de algunos sectores podría incrementarse”, agregaron los economistas de la institución.
En ese sentido, el análisis de las tasas de morosidad de los sectores no tradicionales, como construcción, servicios, venta y reparación de vehículos, servicios personales y otros sectores económicos verificaron aumentos, que si bien fueron mitigados por la caída en las tasas de morosidad de los demás sectores, reflejan señales de atención.
Por el lado de los créditos al consumo y al comercio (los de mayor participación en la cartera), pese a que sus tasas de interés se han incrementado en los últimos meses, sus tasas de morosidad bajas aún permiten un margen para trabajar con herramientas que ayuden a los agentes a cumplir con sus obligaciones, añadieron.
Consumo
Por su parte, el funcionario del Departamento de Estadística del BCP, Bernardo Rojas, mencionó que al desglosar la morosidad por sector, continúa centrado en lo que respecta a los créditos más riesgosos, como el de consumo, que se ubica por arriba del 4%. “Este es uno de los sectores que siempre registran altas tasas de morosidad, mientras que los demás mantienen niveles bajos, incluso por debajo del promedio”, dijo.
“Hay que mencionar que en el consumo, sobre todo en la parte del crédito en moneda nacional, es el más importante, por lo que la mayor tasa que se observa influye en el promedio que finalmente se reporta”, especificó.
El uso de tarjeta de crédito alcanza un nuevo récord
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El uso de las tarjetas de crédito rompió un nuevo récord en marzo de este año, tras alcanzar un crecimiento de casi 12 %, en comparación con el 2023. Los analistas indican que esta dinámica responde a la disposición de los agentes financieros, a través de este medio de pago con beneficios ante las alianzas comerciales.
Según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre de marzo de 2024, el saldo contable de las tarjetas de créditos en el sistema financiero, considerando bancos y financieras, se ubicó en G. 3,95 billones, equivalentes a USD 534,3 millones.
Los analistas de la consultora Mentu mencionan que este número significó un aumento del 11,7 % interanual, siendo uno de los niveles más altos de los que se tiene registro y cerrando así aproximadamente con dos años y medio de dinamismo continuo. Mencionaron que para lograr este importante incremento habría contribuido la disposición de los agentes de retirar y utilizar tarjetas de crédito, que persiste y se fortalece no solo con el objetivo de mantener sus niveles de consumo, sino también para financiar los gastos relacionados con actividades de ocio.
Los cada vez mayores beneficios otorgados por alianzas con comercios inciden en la evolución, generando una mayor atracción de los agentes por este medio de pago. En este periodo de análisis, se registró un total de 1.220.977 plásticos activos en el mercado, una cantidad 24 % superior al mismo mes del año pasado, siendo a la vez la cifra más alta registrada.
El saldo promedio fue de G. 3.237.000 por plástico, siendo el 10 % menor al del mismo periodo del año anterior, denotando el mayor acceso a este instrumento. Se espera que esta dinámica se siga manteniendo en los próximos meses teniendo en cuenta las buenas condiciones del mercado.
En la última edición del Índice de Mejores Trabajos realizada por el BID queda en evidencia que el 70 % de la fuerza laboral en la región está ocupada, pero a 3 de cada 10 trabajadores no les alcanza para tener los ingresos necesarios para superar el umbral de la pobreza, además el 55 % trabaja en la informalidad. Foto: Archivo
Trabajo de calidad es una “deuda urgente” en América Latina, según informe del BID
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Cuando este 1 de mayo se celebra el Día Internacional de los Trabajadores, un contundente informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) revela que a pesar de que en América Latina y el Caribe hay empleo, sin embargo, destaca que “es urgente aumentar su calidad”, más aun teniendo en cuenta que la última edición del Índice de Mejores Trabajos de la organización internacional coloca a la calidad del empleo en la región en 41,2 en una escala del 1 al 100.
La misma fuente agrega que el estudio realizado incluye recomendaciones de políticas para mejorar la calidad del empleo cultivando y fortaleciendo las habilidades de la fuerza laboral, entre otras.
Por si fuera poco, el documento también evidencia un hecho de injusticia: las mujeres de América Latina tienen empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos en el Índice de Mejores Trabajos.
La informalidad
A pesar de todos los avances sociales y laborales conquistados en las últimas décadas, aun falta mucho por lograr teniendo en cuenta que según las cifras casi un 55 % de los trabajadores de América Latina y el Caribe tiene un empleo informal, sin contrato ni cobertura de seguridad social, y 3 de cada 10 no alcanzan a tener los ingresos necesarios para superar el umbral de la pobreza, esto según la más reciente edición del Índice de Mejores Trabajos del BID, que cada dos años mide la calidad y cantidad del empleo en América Latina.
El estudio que abarca datos para 17 países de la región indica que el 70 % de las personas en edad productiva trabajan, pero con el índice la calidad del empleo es apenas de 41,2 sobre 100. “La dimensión de calidad del índice está compuesta por los indicadores de formalidad laboral y suficiencia salarial para superar la pobreza”, reza el dossier.
“Si bien la dimensión de calidad del Índice se ubica en su nivel histórico más alto desde 2010, su bajo nivel promedio subraya la urgencia de mejorar la calidad del empleo en la región. El Índice de Mejores Trabajos 2024 también refleja importantes brechas en los mercados laborales de la región. Las mujeres de América Latina tienen empleos de peor calidad que los hombres con una brecha de 16 puntos en el Índice de Mejores Trabajos. A su vez, los jóvenes de la región tienen empleos de peor calidad que los adultos con una brecha de 15 puntos en esa dimensión del Índice de Mejores Trabajos.
Grandes brechas
A continuación el informe deja en claro que los países con puntajes elevados en el Índice global presentan las mayores brechas en esos grupos vulnerables. Costa Rica, por ejemplo, que ocupa el número tres en el ranking de la última edición del Índice de Mejores Trabajos, presenta a la vez una de las mayores brechas de género y la menor brecha entre adultos y jóvenes en la región. Uruguay, por su parte, lidera en el Índice de Mejores Trabajos en la región, pero presenta la brecha más grande de calidad y cantidad entre adultos y jóvenes.
Para Laura Ripani, jefa de la División de Mercados Laborales y Seguridad Social del BID, “en una región en la que 70 % de las personas dependen exclusivamente de su trabajo para vivir y mantener a sus familias, la calidad del empleo tiene que aumentar rápidamente. Eso significa generar y conectar a más personas con más empleos formales que les permitan ahorrar para el retiro y tener coberturas de seguridad social frente a riesgos”.
Evolución de la calidad del empleo
En el estudio, según el informe Índice de Mejores Trabajos 2024, la evolución de la calidad del empleo ha sido lenta desde 2010 y, al ritmo actual de crecimiento, llegar a unos 70 puntos tomaría casi 48 años. La dimensión de cantidad ha tenido un comportamiento más o menos estable con una caída en 2020 producto de los efectos de la pandemia en el empleo, recuperándose para 2022.
Recomendaciones
Algunas de las soluciones e iniciativas que impulsa el BID para aumentar la calidad del empleo en la región se refieren a equipar al capital humano con habilidades alineadas a las necesidades de talento de los sectores productivos de cada país, promover el empleo formal con menores costos haciendo universal parte de la seguridad social, e impulsar el acceso a empleos fortaleciendo los servicios públicos de empleo
“En Bolivia, por ejemplo, el Programa de Apoyo al Empleo ha facilitado el acceso a empleos de calidad en empresas a más de 50.000 personas trabajadoras, la mayoría mujeres y jóvenes, con capacitaciones laborales en planta”, refiere el informe.
Indicadores
El Índice de Mejores Trabajos es una de las herramientas del BID para identificar las áreas de oportunidad para desarrollar e impulsar la productividad en América Latina y el Caribe. Evalúa cómo son los empleos de los países a través de dos dimensiones: cantidad y calidad.
La dimensión de cantidad está compuesta por dos indicadores: la tasa de participación laboral y la de ocupación. La de calidad se construye con las tasas de formalidad y de trabajos con salario suficiente para superar la pobreza. Así, el índice es la media ponderada de estos cuatro indicadores y sus puntuaciones van de 0 a 100. Para que un país obtenga 100 puntos, todas las personas que participan en la fuerza laboral deben estar empleadas con un trabajo formal que les aporte un salario suficiente.
Uso de tarjeta de crédito alcanza nuevo récord en marzo
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El uso de las tarjetas de crédito rompió un nuevo récord en marzo de este año, tras alcanzar un crecimiento de casi 12 %, en comparación con el 2024. Los analistas indican que esta dinámica responde a la disposición de los agentes de financieros, a través de este medio de pago con beneficios ante las alianzas comerciales.
Según los datos del Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre de marzo del 2024, el saldo contable de las tarjetas de créditos en el sistema financiero, considerando bancos y financieras, se ubicó en G. 3,95 billones, equivalentes a USD 534,3 millones.
Los analistas de la consultora Mentu mencionan que este número significó un aumento del 11,7 % interanual, siendo uno de los niveles más altos de los que se tiene registro y cerrando así aproximadamente con dos años y medio de dinamismo continuo.
Por otro lado, mencionaron que para lograr este importante incremento habría contribuido la disposición de los agentes de retirar y utilizar tarjetas de crédito, que persiste y se fortalece, no sólo con el objetivo de mantener sus niveles de consumo sino también para financiar los gastos relacionados con actividades de ocio.
Así también, los cada vez mayores beneficios otorgados por alianzas con comercios inciden en la evolución, generando una mayor atracción de los agentes por este medio de pago. En este periodo de análisis, se registró un total de 1.220.977 plásticos activos en el mercado, una cantidad 24 % superior al mismo mes del año pasado, siendo a la vez la cifra más alta registrada.
Por consiguiente, el saldo promedio fue de G. 3.237.000 por plástico, siendo el 10 % menor al del mismo periodo del año anterior, denotando el mayor acceso a este instrumento. Se espera que esta dinámica se siga manteniendo en los próximos meses teniendo en cuenta las buenas condiciones del mercado.
Si bien en casi todos los sectores se observó una disminución, el comercio al por menor y el consumo siguen siendo los de mayor morosidad con más del 5,5 %.FOTO: ARCHIVO
Paraguay tiene un nivel de morosidad estable, resaltan
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La morosidad en el Paraguay está retrocediendo y los expertos del sector financiero coinciden en que este retroceso está relacionado con la recuperación de la economía y los niveles de crecimiento con el que se cuenta desde el año pasado. Destacan incluso que se trata de una de las tasas más estables a nivel regional. Según los indicadores financieros del Banco Central del Paraguay (BCP), la tasa de morosidad a febrero de este año se ubicó en 3,21 %; es decir, 0,16 puntos porcentuales menos que lo registrado en el mismo mes del año anterior. Si bien en casi todos los sectores se observó una disminución, el comercio al por menor y el consumo siguen siendo los de mayor morosidad con más del 5,5 %.
Desde el BCP mencionaron que la tasa alcanzada al cierre del 2023 sigue siendo una de las más bajas de los últimos años, teniendo en cuenta las diferentes complicaciones económicas que experimentó el país y el mundo. Miguel Mora, economista jefe del BCP, señaló que la actividad económica ha mejorado de forma considerable con niveles de inflación y expectativas que se han reducido, por lo cual, los agentes tienen una menor percepción de riesgo hacia adelante. “Los préstamos se están pagando y eso hace que se mantengan esos niveles de morosidad bastante bajos”, añadió.
Hernán Pariso, CEO de Equifax Paraguay, el buró de crédito recientemente habilitado por el BCP, señaló que cuando le toca hablar con sus pares de los países de la región, les llama bastante la atención el nivel de morosidad con que cuenta Paraguay. “Les llama mucho la atención el índice de morosidad controlado que tiene Paraguay”, reiteró. Opinó que, sin dudas, existen sectores de la economía que cuentan con niveles más altos, como lo que sucede con el comercio y el consumo, que siguen por encima del 5 %. Explicó que la pandemia dejó bastante golpeado a los clientes financieramente, por lo cual se había disparado la tasa.
El BCP había adoptado medidas transitorias para generar menor impacto en las calificaciones de crédito tanto de las empresas como de las personas, además de las que fueron implementadas en la sequía del 2022, especialmente para el sector agrícola que registró una de las caídas más importantes de la historia. “Comparando con países de la región, la morosidad es controlada, si comparamos con situaciones con Ecuador y otros países como Argentina, que es una economía supergolpeada, a pesar de que la inflación se está acomodando”, añadió Pariso.
Pariso resaltó que la macroeconomía de Paraguay es relativamente estable y con niveles de inflación que se consideran más bajos que los países vecinos en medio de complicaciones económicas como las registradas en la pandemia.
Aumento de créditos impulsa activo
Al cierre del primer trimestre del año totalizaron G. 218,8 billones, equivalentes USD 29,5 millones.
Los créditos crecieron de forma importante durante el primer trimestre de este año y generan un importante impacto en los activos totales del sistema bancario. Los ratios y solvencia de las entidades siguen mejorando en línea con el crecimiento que se espera de la economía nacional. Según los datos de la Superintendencia de Bancos del Banco Central del Paraguay (BCP), al cierre del primer trimestre del año los activos de los bancos totalizaron G. 218,8 billones, equivalentes USD 29,5 millones, lo que representa un aumento del 14,8 % frente al mismo periodo del año anterior. El informe de la consultora Mentu menciona que las entidades de propiedad local mayoritaria tienen la mayor parte de los activos bancarios con el 45,4 % del total, mientras que las de propiedad extranjera mayoritaria poseen el 42,7 %. Indicaron que la mayor incidencia en la evolución de los activos tuvo el aumento de 14 % de las colocaciones netas y el de 23,8 % de los valores en el Banco Central, que incluyen las reservas legales por los créditos, seguido en importancia por las inversiones en valores.
Por otro lado, los pasivos crecieron 14,7 % interanual hasta G. 190,8 billones, es decir, unos USD 25.800 millones, impulsados principalmente por los depósitos que se incrementaron a una tasa similar. Específicamente, los depósitos alcanzaron un nivel de G. 153 billones, es decir, 14,4 % superior al mismo periodo del año anterior. El patrimonio neto se ubicó en G. 28 billones, igual a USD 3.800 millones, nivel con el que el ratio de solvencia que lo relaciona con los activos y contingentes totales se ubicó en 12 %, aumentando 0,04 puntos porcentuales en forma interanual.