Planificar las compras semanales, cambiar de marca, diferenciar caprichos de necesidades, cocinar el almuerzo en casa, son pequeños hábitos que se pueden implementar para hacer frente a la crisis. Foto: Christian Meza.
Inflación: “No hay plata que aguante, ya es pesada la mochila”, sostiene economista
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El contexto actual de precios altos en todos los segmentos, con una tendencia de continuidad según las estimaciones económicas, genera una crisis que la ciudadanía más allá de solo recibir o esperar asistencias gubernamentales o subsidios, debería contar también con herramientas para poder sortear estos momentos. Es lo que transmite la economista Gloria Ayala Person, con relación a la situación económica por la que atraviesa el país, que según la profesional estaría perdurando entre 11 y 18 meses más o menos.
“Con esta inflación no hay plata que aguante, no es un tema de percepción, sino de realidad. Es exógeno el efecto, nos viene de afuera, por el aumento de precios de todo. Y ya es como pesada la mochila, ya lleva mucho tiempo después del golpe de la pandemia”, expresó Ayala Person en contacto con la 650 AM.
Es así que con base en el conocimiento y las experiencias anteriores, la especialista considera que sería importante aprender con la crisis, con pequeñas acciones como cambiar de hábito que incluso podría ser algo bueno, aplicando el concepto de aprovechar una situación y tomarlo como oportunidad.
Esto, teniendo en cuenta que muy a pesar de todo, esto (la crisis) va a perdurar, lo que ya nos da la pauta de tener que tomar acciones como la señalada, evaluar opciones y no actuar con impulsos.
La economista recomienda ir con tiempo al supermercado y programar las compras para toda una semana, quincena o mes. Foto: Pánfilo Leguizamón.
Tips para afrontar crisis
Entre algunas de las recomendaciones o tips que compartió la economista, se destaca la propuesta de conversar con la pareja, hijos o padres; es decir, sentarse en familia a conversar como grupo sobre estos cambios a implementar.
Es muy importante también diferenciar la necesidad de caprichos, por lo que será necesario evitar ponerle rótulos incorrectos a ciertos gustos, o de lo contrario se corre el riesgo de ahogarse en una situación incontrolable, dijo.
Otra sugerencia es crear el menú de la semana con anticipación, pues lo que la mayoría comete es el error de ir al supermercado sin lista, ocasionado luego problemas como comprar demás y que se pudra todo o incluso tener que ir varias veces a la semana, por lo que se gasta mucho más.
Cambiar de marcas también es una opción válida, empezar a verificar costos, diferencias y plantearse cambiarlo, cocinar y no comprar el almuerzo o media mañana, tratar de cocinar en la casa, son pequeños hábitos que se pueden retomar, pues todo saldrá más barato, aconsejó Ayala Person.
En similar contexto, señaló que también hay que ser conscientes de que hay un 50% de informalidad en empleos, apoyado en subempleos, o lo que significa que trabajan para otros en negro, punto en el que se tiene mucho por hacer en cuanto a lo moral.
Por último, un factor fundamental es acordarse del ahorro en la medida de las posibilidades de cada uno, así también tener claridad de cuánto se tiene para hacer frente a los gastos del mes, no sobrepasar el salario o nivel de endeudamiento que cada salario permite, acotó.
Recuerdo cuando estaba en la primaria y mis padres me daban G. 1.000 para el recreo en la escuela. Me alcanzaba justo para un mixto, o dos Yes Yes, o incluso dos palitos salados (una delicia). Corría el año 2002, hace no tanto -aunque ya pasaron más de 20 años- y recuerdo mi infancia con mucho cariño. Pero de ese recuerdo quiero rescatar lo más importante: el valor del dinero en el tiempo.
El dinero tiende a valer menos a medida que pasan los días, los meses y los años. En ese entonces, G. 1.000 me alcanzaban para una merienda feliz; hoy, si le damos ese mismo monto a un niño, con suerte alcanza para un chupetín. Y este es, justamente, el concepto de inflación: la pérdida del poder adquisitivo del dinero con el paso del tiempo.
En Paraguay, la inflación del año 2024 fue del 3,8%, y la meta para el 2025 es de 3,5% (con un rango de tolerancia de ±2%). Otro ejemplo son los saldos de las tarjetas de créditos de los bancos y financieras, en el año 2020 había un total aproximado de 2.800,00 mil millones de guaraníes, en la actualidad ha aumentado más del 80% ascendiendo a más de 5.000,00 mil millones de guaraníes.
Desde hace unos años, el salario mínimo mensual se ajusta cada mes de julio, generalmente tomando como referencia la inflación del año anterior. Esto refleja una realidad simple: los precios suben, y necesitamos ganar más que el año anterior solo para mantener el mismo nivel de vida.
Pero, ¿qué ocurre cuando nuestros ingresos no se actualizan en la misma proporción? No me detendré a debatir si el salario mínimo es suficiente o no. Sin embargo, hay algo claro: muchas personas cuentan con ingresos activos o pasivos que, aunque al inicio pueden parecer altos, corren el riesgo de quedarse estancados si no se reajustan. Tal vez en los primeros años no se noten los efectos, pero con el tiempo se vuelven evidentes.
Es ahí donde puede aparecer lo que me gusta llamar “dismorfia financiera”. No es un diagnóstico clínico, pero lo uso para describir a quienes tienen una percepción distorsionada de su situación económica. Alguien que cree que aún vive en abundancia, cuando en realidad su capacidad adquisitiva ha disminuido con los años.
La comodidad de un ingreso fijo puede dar sensación de estabilidad, pero si ese ingreso no crece al ritmo de la inflación, cada año alcanza para menos. Y lo que antes parecía abundancia, con el tiempo se transforma en escasez. No podemos predecir el futuro, pero sí podemos prepararnos. Un paso clave para evitar este sesgo económico personal es simple pero poderoso: nunca dejar de ahorrar.
Alguna vez escuché que la vida es como una rueda: a veces estamos arriba, otras veces abajo. Así también funcionan las finanzas. No sabemos qué momento exacto de nuestra vida estamos viviendo, pero sí podemos aprovecharlo de forma estratégica: no gastando todo lo que entra, sino guardando una parte para ese futuro incierto.
Los muñecos Labubu, con su estética traviesa y su aire de cuento oscuro, han irrumpido con fuerza en el universo del coleccionismo. Los juguetes ya no son solo cosa de niños: esta nueva fiebre viene de la mano de la Generación Z y se mueve entre el diseño artístico, la cultura pop y el fenómeno viral en redes.
El trono del juguete más deseado tiene ahora un nuevo ocupante: Labubu, una criatura peluda, de orejas puntiagudas, grandes ojos y una sonrisa afilada que mezcla lo adorable con lo inquietante. La estética de estos muñecos, nacidos en Asia y viralizados en Occidente, parece haber conectado mejor con los gustos de una generación que busca lo raro, lo visual y lo personalizable.
Más de 300 versiones para coleccionar
Labubu no es solo un muñeco, sino todo un universo. La criatura fue creada en 2015 por el artista hongkonés Kasing Lung como parte de su serie ilustrada The Monsters, inspirada en la mitología nórdica y los cuentos europeos. En 2019, la empresa china Pop Mart dio el salto al formato físico con figuras de vinilo y peluche, apostando por el exitoso modelo de cajas sorpresa (blind box).
Desde entonces, se han lanzado más de 25 series diferentes y 300 variaciones, que van desde ediciones temáticas -como circo, bosque, Halloween o Navidad- hasta colaboraciones especiales. Además de los muñecos, hay Labubus convertidos en llaveros, adornos de bolso e incluso vestidos con ropa intercambiable.
Tienda de Pop Mart, que vende juguetes de Labubu, recientemente inaugurada en un centro comercial de Berlín, el 25 de julio de 2025. Foto: Tobias Schwarz/AFP
Un fenómeno de redes (y celebridades)
El auténtico estallido viral de Labubu llegó en 2024, impulsado por su presencia en redes sociales como TikTok e Instagram, y por el respaldo de celebridades como Lisa de Blackpink, quien mostró su colección en stories, según la revista Elle India. Desde entonces, el interés se ha multiplicado en todo el mundo.
Con su mirada traviesa y sus dientes afilados, las muñecas Labubu de la marca china Pop Mart triunfan por todo el planeta, desde las tiendas neoyorquinas a las bolsas de Rihanna y Dua Lipa, un gran éxito de la diplomacia blanda de Pekín. Con sede en Pekín, esta cadena de tiendas, conocida por las figuras coleccionables de distintos personajes que vende, se inscribe en la creciente gama de productos culturales chinos con éxito más allá de sus fronteras.
Las muñecas son “un poco raras, feas, pero muy inclusivas porque la gente se identifica” con ellas, afirma a AFP Lucy Shitova, una interiorista en una tienda Pop Mart de Londres. Por temor a la aglomeración de clientes frente a sus tiendas, ahora las Labubu se venden únicamente en línea.
Contrariamente a Japón y Corea del Sur, reconocidos en el mundo por su cine, su moda y su música, China apenas exporta sus productos culturales, a menudo frenada por la censura impuesta por el Partido Comunista. Tampoco las empresas de moda consiguen colocar sus marcas en el mercado de alta gama, lastradas por el prejuicio de mala calidad asociado al “made in China”.
Vanity Fair entrevistó a la cantante tailandesa Lisa de Blackpink sobre su "obsesión" por Labubu. Foto: Captura de video
El efecto TikTok
Pop Mart consiguió vencer los estereotipos y ahora es incluso víctima de falsificaciones. También en los últimos años, marcas de alta gama como Shushu/Tong de “prêt-a-porter” o Songmont de bolsos se hicieron hueco en el mercado internacional.
“Es difícil para los consumidores del mundo percibir china como una nación creadora de marcas”, señala Fan Yang, profesora de la Universidad de Maryland en Estados Unidos. “Es solo cuestión de tiempo antes que otras marcas chinas sean reconocibles a escala mundial”, agrega.
Gracias a éxitos virales como el de las Labubu, “los productos y la imagen (de China) ganan atractivo entre los jóvenes occidentales”, estima Allison Malmsten, analista del gabinete Daxue Consulting. Si las redes sociales ayudan, la imagen del gigante chino podría evolucionar positivamente como ocurrió con “Japón entre los años 1980 y 2010 con los Pokémon y las Nintendo”, augura.
Antes que Labubu, la aplicación TikTok, concebida por la firma china ByteDance, había abierto el camino al convertirse en el primer producto chino casi indispensable para la juventud mundial. La plataforma “probablemente contribuyó a cambiar la percepción de los consumidores hacia China”, afirma Joshua Kurlantzick, experto del centro de reflexión estadounidense Council on Foreign Relations.
Kasing Lung, un artista nacido en Hong Kong y criado en Países Bajos, diseñó al personaje en iluestraciones de una serie de cuentos. Foto: Archivo
Labubumanía
En TikTok existen más de 1,7 millones de videos sobre las muñecas Labubu. Esta red se ha convertido en un vector importante de difusión de las tendencias provenientes de China. Todos estos productos culturales pueden “mejorar la imagen de China como país capaz de producir bienes y servicios atractivos a escala mundial”, declara Kurlantzick.
En paralelo, el desgaste de la imagen de Estados Unidos bajo la presidencia de Donald Trump puede estar beneficiando también al gigante asiático, estima Fan Yang. “El vínculo que muchos establecen entre el aparente declive del poder blanco estadounidense y la mejora de imagen de China refleja hasta qué punto están entrelazados en la mente de la gente”, apunta.
En el caso de las Labubu, su éxito está despertando un interés creciente por China entre los más jóvenes. En un pequeño parque de atracciones de Pop Mart en Pekín, una catarí de 11 años, Maryam Hammadi, posaba con su familia esta semana ante una estatua de estas muñecas. “En mi país, todo el mundo adora a las Labubu”, aseguró a AFP.
La cantante albanobritánica Dua Lipa fue captada en un aeropuerto con Labubus decorando su bolso. Foto: Archivo
¿Puedo dar a mi hijo un muñeco Labubu?
El pediatra paraguayo Robert Núñez abordó este fenómeno en su cuenta en la red social X ante las constantes consultas de los padres acerca de si estos muñecos son aptos para niños: “Desde el punto de vista pediátrico, el valor de un juguete no está solo en su apariencia, sino en lo que aporta al desarrollo del niño. Labubu no tiene un componente lúdico claro ni fomenta el juego simbólico, el lenguaje o la motricidad. Además, su aspecto puede no ser comprendido por todos los niños pequeños, generando miedo o confusión”.
El doctor puntualizó los aspectos que deben tener en cuenta las familias, como: “Es una moda viral, sin un contenido educativo asociado. No todos los juguetes que circulan en redes están pensados para la infancia. Lo importante es que el juguete sea seguro, acorde a la edad, y promueva el juego saludable. Siempre que se ofrezca algo nuevo, es fundamental acompañar y observar la reacción del niño”.
“Como cuidadores de la infancia, recomendamos priorizar juguetes que estimulen el desarrollo cognitivo, emocional y social. Si tu hijo te pide un Labubu, es una oportunidad para conversar con él, entender lo que le gusta, y decidir juntos desde el criterio y no desde la presión social”, explicó Núñez. “Usar estas modas como oportunidad para conversar y compartir con nuestros hijos, no solo para comprar. Porque más allá de las tendencias, el mejor regalo para un niño es nuestro tiempo y acompañamiento”.
El precio de la carne a nivel mundial muestra una tendencia al alza y Paraguay no escapa de este fenómeno, según la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC). Foto: Archivo
Altos precios de la carne responden a una tendencia global de apreciación, aseguran
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Los precios altos de la carne en nuestro país están en línea con la tendencia global de incremento, de acuerdo con la Cámara Paraguaya de la Carne (CPC). No obstante, señalan que en la medida en que se vayan abriendo más mercados para la exportación, los precios continuarán al alza.
Randy Ross, presidente de la CPC, se refirió a la situación de precios altos de la carne, señalando una tendencia en todos los mercados de incrementos en la carne vacuna.
“Si analizamos el marco macro de lo que está pasando en el mundo y en Sudamérica, es el mismo fenómeno”, explicó Ross a la 1000 AM.
Reconoció que, a la par que se abran más mercados para la exportación de la carne paraguaya, mayores serán los precios. No obstante, explicó que si se compara con los precios de países de la región como Argentina, Uruguay y Brasil, los precios locales son más equilibrados.
“Siempre lo venimos diciendo, a medida que venimos habilitando más mercados va a subir el precio de la carne y es lo que está sucediendo actualmente. Pero comparado con Uruguay, Argentina y Brasil estamos muy bien, no hay nada fuera de lo normal”, sostuvo.
Dijo que los precios de la carne varían dependiendo del corte, desde G. 13.000 hasta G. 110.000 el kilogramo. “Es importante mencionar que se tiene una oferta muy grande de cortes a disposición de los consumidores”, detalló.
Referencia internacional
Consultado sobre cómo se cotiza la carne a nivel local, dijo que existe una referencia internacional pero que a nivel interno no se basa solo en tal marco, sino que se tienen en cuenta más variables como el tipo de cambio y los otros productos derivados del ganado vacuno, como los cueros.
“Hay una serie de productos adicionales que tenemos y que afectan al rendimiento de la industria frigorífica. En el caso de los precios, afectan los precios internacionales y el tipo de cambio, que actualmente nos está afectando fuertísimo con la baja en los ingresos”, explicó Ross.
Acerca de una supuesta concentración de mercado por parte de algunos frigoríficos, Ross detalló que se llevó adelante la investigación de la Comisión Nacional de Competencia (Conacom) y se concluyó que no existía tal escenario y que se opera dentro de la legalidad.
“Según la legislación actual no hay concentración de mercados, está todo dentro de la legalidad y creemos que, como Paraguay está buscando fortalecer la inversión extranjera en el país como factor de desarrollo, deberíamos tener cuidado a la hora de soltar comentarios porque son industrias que apostaron por Paraguay e invirtieron millones de dólares”, sostuvo.
Concluyó que la industria funciona perfectamente y que en escenarios de variación de mercado se pudo demostrar si existieron sobreofertas, falta de ofertas o variaciones de precios. “A nuestro entender, el mercado está funcionando perfectamente”, dijo Ross.
Los precios altos de la carne no surgen desde la ganadería, que vende su ganado por debajo del precio internacional, según Mario Apodaca, vicepresidente de la ARP. Foto: Archivo
Ganaderos se desmarcan de los altos precios de la carne y piden analizar la cadena de valor
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El sector ganadero manifiesta que no tiene ninguna participación en los precios altos de la carne, ya que afirman recibir precios bajos por el ganado. Consideran que la apreciación que se observa en los valores finales ocurre en algún momento de la industrialización o comercialización.
El vicepresidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), Mario Apodaca, afirmó que los altos precios de la carne no es una situación ajena al sector ganadero, pero mencionó que son tomadores de precios, es decir, venden su ganado al precio que fija la industria.
“Hay una cadena de valor larga de la carne, donde participan muchos actores. El 90 % de la producción de carne lo hace el ganadero, la industria lo que recibe es un producto semiterminado”, dijo al programa “Cara o cruz” de Unicanal.
Sostuvo que se debe analizar en qué tramo de la cadena de valor ocurre la suba de los precios, señalando que los valores que reciben por el ganado están por debajo de la cotización internacional.
Según Apodaca, el mercado es libre en el sector cárnico, por tanto, la ley de la oferta y demanda también rige para la carne, no obstante, no descartó que existan distorsiones en los precios.
Contar con un instituto
En esa línea, el ganadero mencionó que es relevante la presencia de un instituto de la carne, ya que considera que ayudará a transparentar el rubro cárnico, facilitar información tanto a productores como a consumidores, además de impulsar la carne paraguaya en los mercados internacionales.
“Lo que va a solucionar el instituto de la carne es que va a transparentar todo esto, puede señalar que la carne va a estar barata o bien que señale que en tal fase de la cadena productiva de la carne está siendo cara”, manifestó.
Situación del hato ganadero
Sobre la cantidad de ganado en Paraguay, Apodaca mencionó que alrededor del 80 % de los productores tiene 100 cabezas de ganado, por lo que consideró que el rubro tiene mucho espacio para seguir creciendo.
En este año, la reducción del hato ganadero fue de 300.000 cabezas debido a los precios y los embates climáticos, de acuerdo con el vicepresidente de la ARP.
“El hato va a seguir bajando. Vemos que este año bajó 300.000 cabezas y posiblemente el año próximo baje más o menos la misma cantidad. Va a seguir bajando hasta que realmente hagamos algún proyecto de mejorar la situación”, sostuvo.
Agregó que, no obstante, la reducción del hato ganadero no necesariamente está en directa proporción con la producción de carne, ya que con menor cantidad de ganado también se puede producir más carne dependiendo de la productividad de los ganaderos.
“La baja del hato ganadero no está directamente en proporción de la producción de carne. Uno con cierta cantidad de ganado puede producir también mayor cantidad de carne”, afirmó.