La situación actual por la que atraviesa el país con relación al tema de los altos precios del combustible es una cuestión que de alguna manera natural o, más bien, que en cualquier momento puede golpear de esta forma, debido a que Paraguay es un importador nato de carburantes por no producir petróleo o no contar con refinerías.
Ahora bien, la cuestión debería centrarse en generar soluciones a mediano y largo plazo, de modo a dejar la dependencia de los combustibles fósiles, más aun contando Paraguay con un enorme potencial para diversificar su matriz energética a través de la producción de energía verde.
Sobre el punto, fue el economista y exministro de Hacienda, Manuel Ferreira, quien abordó la posibilidad de ir tomando más en serio nuevas alternativas, pues de lo contrario, la problemática será igual siempre. “Tenemos que ser nosotros conscientes que la situación no va cambiar hasta que no cambiemos nuestra matriz energética”, expresó en entrevista con la R800 AM.
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Pico de precio
El especialista explicó que el combustible cruza actualmente una especie de pico de precio, que deriva del mercado internacional y que afecta de manera significativa a Paraguay, y que, de alguna manera, todo está relacionado al conflicto bélico en Ucrania, debido a la ocupación de tropas rusas.
Hay que mencionar que, a la fecha, el precio del petróleo Brent se sitúa en US$ 111.40 el barril, según el sitio Petróleo Net, y señala una leve baja, mientras que el precio medio del barril de crudo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) es de US$ 114,18, frente a los 94,21 $ del mes febrero, lo que supone un 21,2% de subida hasta el último 25 de marzo.
Asimismo, como medidas más inmediatas, consideró que lo que efectivamente se debe evitar es que haya subas tan pronunciadas que generen incertidumbre en la ciudadanía, teniendo en cuenta que los cambios que se dan en el mundo se están acelerando de manera notoria, y que se agrava aún más al no producir combustible a nivel local, por lo que se convierte en un mercado exclusivamente tomador de precios, apuntó Ferreira.
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Combustibles podrían bajar en los próximos meses, pero menos importaciones limitarían la reducción
Los precios de los combustibles en nuestro país reflejan en parte la tendencia al debilitamiento en los precios internacionales que se observa en el mercado global, lo que hace que en los pronósticos persistan presiones bajistas. A nivel local, se observó una marcada contracción en las importaciones de combustibles, principalmente en diésel.
De acuerdo con StoneX, la reducción aplicada por Petropar en agosto, de G. 250 por litro en todos sus combustibles, tuvo su impacto en la inflación de los combustibles del mes anterior, que el Banco Central del Paraguay (BPC) reportó que fue del -2,7 %, lo que sugiere que la baja internacional del crudo tuvo su impacto también en el mercado local.
No obstante, señalan que tras el ajuste, los precios del petróleo se estabilizaron en torno a los USD 67 por barril, que limitó la posibilidad de nuevas rebajas inmediatas. Pero pese a tal escenario, la tendencia bajista podría abrir nuevos márgenes para revisiones a la baja en los próximos meses.
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Por otra parte, el informe señala que en agosto hubo una reducción drástica de la importación de diésel, en torno al 33 % respecto a julio, totalizando 114.000 metros cúbicos, el más bajo en lo que va del año. En el acumulado, las compras suman 1,1 millones de metros cúbicos, es decir, 10,6 % menos que en el mismo periodo del año anterior.
De acuerdo con el informe, esta reducción de las importaciones estaría vinculada a la menor actividad agrícola, principalmente en el transporte de soja y otros granos hacia los puertos de exportación.
En cuanto a las naftas, también se registró una reducción del 25 % en las importaciones en agosto respecto a julio, pero el volumen fue 22 % en comparación al mismo mes del 2024. En el acumulado anual, se observó una reducción del 9,4 %, mientras que las ventas al consumidor crecieron 9,1 %, alcanzando los 931.000 metros cúbicos.
Con estos componentes, la firma pronostica que si la tendencia bajista de los precios se consolida, los distribuidores e importadores podrían verse forzados a ajustar los precios a la baja en los próximos meses.
No obstante, consideran que la sostenida demanda interna podría ejercer presión sobre la disponibilidad de stock, obligando a un equilibrio delicado entre costos de importación, precios al consumidor y nivel de reservas.
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Inicia nuevo capítulo en la economía paraguaya con instalación de paneles solares flotantes
La Itaipú Binacional dio un paso clave en su estrategia de diversificación de la matriz energética con el inicio de la instalación del primer conjunto de flotadores de la futura Planta Solar Flotante (PSF), en el embalse de la hidroeléctrica.
La iniciativa refuerza la apuesta de la entidad por incorporar nuevas fuentes de energía limpia en Paraguay, complementando la generación hidroeléctrica que históricamente constituye la base de la producción eléctrica nacional.
El proyecto apunta a sumar capacidad instalada en un esquema innovador que combina aprovechamiento del embalse y generación solar, lo que representa no solo un avance tecnológico, sino también una mayor seguridad energética para el país.
La primera etapa contempla el montaje de 1.584 paneles solares bifaciales sobre 4.199 flotadores, con una potencia total estimada de 1.105,44 kilovatios pico (kWp). Los módulos cuentan con una vida útil de 30 años y fueron diseñados para resistir condiciones climáticas severas.
En esta fase inicial se realizó el lanzamiento de 132 paneles de 705 vatios (W) en la Margen Derecha, marcando el inicio del montaje de segmentos. El proceso consiste en unir los distintos tipos de flotadores, instalar los paneles sobre estructuras de aluminio y armar las filas que luego son empujadas hacia el embalse.
El clima favorable permitió acelerar esta etapa, mientras que los trabajadores, previamente capacitados, avanzan con mayor experiencia en el ensamblaje y optimizan los tiempos de ejecución.
De forma paralela, las obras civiles y el tendido de cables de media tensión que conectarán el sistema flotante con la sala de celdas ya se encuentran en un estadio avanzado. Una vez operativa, la planta reforzará el liderazgo de Itaipú en el desarrollo de proyectos que amplían el portafolio energético paraguayo y que abren nuevas oportunidades para el uso de fuentes renovables.
Para la entidad, la PSF se inscribe en un esquema de innovación que combina sostenibilidad y diversificación, aspectos estratégicos en un contexto de creciente demanda eléctrica regional.
Con esta apuesta, Itaipú busca no solo garantizar el suministro a largo plazo, sino también posicionar al Paraguay como un país que desarrolla alternativas energéticas más allá de la hidroelectricidad.
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Energías renovables y su potencial para transformar la industria paraguaya
Las energías renovables se posicionan hoy como una potencial solución de cara al desafío que enfrenta la matriz energética del Paraguay de cara al 2030. Con una cantidad importante de recursos naturales que de forma sostenible pueden aprovecharse, el país puede suministrar tanto a la industria como a la ciudadanía de energía a costo competitivo y previsible, según visualizan desde la Asociación Paraguaya de Energías Renovables (APER).
Víctor Giménez, vicepresidente de APER, manifestó que Paraguay debe pasar de ser un exportador de energía eléctrica a bajo costo a utilizar toda su disponibilidad para impulsar la industria e incluso potenciar la matriz energética con fuentes renovables a través de numerosos recursos naturales con los que cuenta.
El desarrollo de las energías renovables en Paraguay, fuera de las hidroeléctricas, aún es lenta, según Giménez, pero con un enorme potencial que puede ser alcanzado con un marco jurídico que abra las puertas a inversiones importantes. Con tal visión mencionó que se fundó APER, con un grupo de pequeñas empresas que impulsaban soluciones solares en comunidades sin acceso a la red eléctrica.
Con el tiempo, el organismo se transformó en un actor de referencia, articulando al sector privado, instituciones públicas y el Congreso en torno a un desafío común: diversificar y modernizar la matriz energética nacional.
De acuerdo con Giménez, existen iniciativas privadas que ya utilizan alternativas energéticas renovables como la energía solar, eólica, biomasa reforestable y biogás. Agregó que las empresas ya comienzan a ser conscientes de las ventajas que aportan las energías alternativas renovables, por lo que subrayó el potencial para la industria.
“Hoy, las iniciativas privadas muestran lo que podría ser el futuro del sector. Una colonia menonita montó un parque solar de 5 megawatts para abastecer a su comunidad. Un frigorífico incorporó paneles para reducir su dependencia de la ANDE. Ingenios azucareros transforman residuos en biogás y electricidad, mientras plantas de chips de madera en el interior generan calor y energía a partir de biomas”, destacó.
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El potencial que espera
El ingeniero Giménez mencionó que, según el Atlas Hidroenergético de Itaipú, se estima que Paraguay puede desarrollar unos 800 megawatts adicionales con pequeñas centrales hidroeléctricas, cuya inversión total se estima en unos USD 3.000 millones. Señaló que el desarrollo de estos proyectos no solo beneficiarían a la matriz energética sino que dinamizarían la economía y los empleos.
“No es solamente construir la presa, acceso de camino, habitacional, el desarrollo que va a traer esta industria de la energía, es algo que realmente no estamos sabiendo medir y no estamos sabiendo aprovechar”, destacó.
Pero más allá del recurso hídrico, el vicepresidente de APER destacó que el país cuenta con una radiación solar “envidiable” que puede generar energía de forma previsible y óptima, teniendo en cuenta las características del verano paraguayo.
El potencial, señaló, es suficiente como para convertir techos de instituciones públicas en verdaderas subestaciones urbanas. A esto se suma la abundancia de biomasa en el sector forestal y agroindustrial, y un potencial aún incipiente en energía eólica.
Oportunidades para mantener sello verde
En la visión de la APER, Paraguay puede convertirse en un polo regional de energías limpias, capitalizando su sello verde para atraer inversiones y acceder a financiamiento climático internacional, pero el desafío ya no se limita a lo técnico, sino que incluye también el ámbito regulatorio e incluso cultural.
“Hoy en día hay una conciencia verde en cada uno. La juventud está apoyando mucho eso. En la eficiencia, había mencionado también que aparte de la energía renovable, usar inteligentemente nuestra energía”, reflexionó.
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Menos dependencia de las hidroeléctricas
Las represas hidroeléctricas del país, si bien siguen siendo un símbolo de energía limpia y renovable que posiciona al país a nivel internacional, enfrenta desafíos cada vez más importantes debido a las sequías, por lo que la diversificación se va imponiendo como una necesidad estratégica.
La dependencia casi total de las represas se sintió con fuerza durante las sequías recientes, que redujeron la producción hidroeléctrica y encendieron la alerta sobre la fragilidad del sistema. Diversificar no es un lujo, sino una necesidad estratégica.
En ese sentido, Giménez señaló que el costo de energía podría ser mucho mayor en un futuro con un saturado sistema eléctrico, por lo que la inclusión de nuevas fuentes de energía renovables es necesaria para garantizar el suministro y mantener el estatus de país con energía verde.
Si bien reconoció que nuevas fuentes de energía renovable podrían implicar un incremento del precio acostumbrado, manifestó que se tiene que tener en cuenta que se pagaría por un servicio ininterrumpido, previsible y sostenible.
La energía renovable en el futuro
Paraguay tiene un desafío a corto plazo: en 2030 se pronostica una saturación del sistema eléctrico. En ese sentido, Giménez auguró que el papel de las energías renovables será protagónico en el próximo quinquenio para soportar el desarrollo industrial que requiere previsibilidad frente a la volatilidad climática.
“Va a abaratar costos y va a garantizar el servicio de energía. Es determinante, de base esencial, y muchas de esas empresas ya se dieron cuenta, por eso están iniciando ese proceso, de laboratorio o de probar, y se dan cuenta que es exitoso, es válido y es financieramente interesante”, manifestó.
¿Qué es necesario para avanzar?
De acuerdo con Giménez, es imperativo avanzar en términos legislativos y reglamentarios hacia una ley que permita que la ANDE no se limite a adquirir la energía más barata, para entonces atraer más capitales para explotar energías renovables.
“Vender energía hoy a la ANDE no representa un negocio. La ANDE hoy está regida por la Ley 2.051, que le exige comprar la más barata, y ninguna de estas energías va a competir con una energía ya amortizada como Itaipú”, sostuvo.
En ese sentido, insistió en que se debe generar conciencia sobre la necesidad de que se debe pagar un poco más por la energía y así establecer un mercado más competitivo e innovador.
“Tenemos que realmente concienciarnos que todo lo nuevo va a costar más, pero va a pagar una garantía, no va a tener cortes, no va a tener una calidad de energía”, sostuvo.
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Lluvias oportunas y precios en alza abren un escenario alentador para el agro paraguayo
La campaña 2025/2026 arrancó con señales alentadoras en el campo paraguayo. Las lluvias registradas en agosto y la mejora de los precios internacionales de la soja generan un escenario que ilusiona al sector agroindustrial. El análisis se presentó en la conferencia “Zafra 2025/2026: análisis climático y tendencias del mercado de granos”, organizada por la Cámara de Comercio Paraguay Brasil (CCPB), en Ciudad del Este.
El especialista brasileño, Marco Antonio Dos Santos, de Rural Clima, explicó que el clima se mantiene en neutralidad, sin fenómenos activos, pero con la posibilidad de que La Niña se instale desde octubre con intensidad débil a moderada.
“Agosto aún trae lluvias importantes que benefician a los cultivos tempraneros, pero septiembre puede ser más seco. Lo ideal es planificar la siembra para aprovechar las lluvias de fin de septiembre y octubre, evitando estrés hídrico en la granación”, advirtió.
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En el plano económico, Paulo Molinari, de Safras & Mercado, apuntó que se prevé récord de producción de maíz y una buena campaña de soja, pero aclaró que los precios dependerán de la demanda internacional, sobre todo de China. “El regreso de China a la compra de soja estadounidense puede impulsar la cotización en Chicago, dando a los productores paraguayos una oportunidad de asegurar mejores precios antes de la campaña”, señaló.
Molinari recomendó que los agricultores adopten una estrategia de venta ordenada. “Cada vez que la soja supere los 10,75 dólares por bushel en Chicago, conviene vender una parte de la nueva cosecha. Eso asegura ingresos y evita que una gran producción en 2026 presione los precios a la baja”, remarcó.
El presidente de la CCPB, Fabio Fustagno, destacó la utilidad de este tipo de encuentros. Mencionó que los productores accedieron a información clave para planificar la siembra y tomar mejores decisiones comerciales. “Esa es la base para lograr eficiencia y rentabilidad”, dijo.
El evento concluyó con un mensaje claro: la próxima campaña ofrece una oportunidad, pero será clave combinar la información climática con una buena estrategia de venta. Con lluvias a tiempo y precios firmes, el agro paraguayo puede volver a posicionarse con fuerza en un mercado internacional cada vez más competitivo.