Las asociaciones y cámaras de negocios formales del Paraguay como Capasu, Capaba y Apesa, solicitaron al ministro de Salud, Julio Mazzoleni, una audiencia con el motivo de la instalación urgente de una mesa para alcanzar un consenso de las medidas más efectivas que se deben tomar para prevenir el virus y dinamizar de vuelta la economía y el comercio minorista.

Esto ante el nulo control que reciben los negocios informales que se dedican a la venta de bebidas alcohólicas de origen de contrabando, lo que genera un grave daño a los negocios formales que se ven obligados a cerrar o en muchos casos a la dolorosa realidad de tener que suspender o prescindir de colaboradores, generando un impacto económico y social a un sector importante de la población.

El contrabando de bebidas alcohólicas es uno de los principales problemas actuales. Foto: Gentileza.

En el contexto de la restricción horaria establecida en el Decreto del Poder Ejecutivo N° 4.455 que limita la venta y el expendio de bebidas alcohólicas hasta las 22:00 es de público conocimiento y de gran difusión en las redes sociales, un auge inusitado de venta en lugares físicos que incumplen las reglas, además de ventas por teléfono, Whatsapp y envíos de delivery a cualquier hora de la noche y madrugada sin ningún tipo de control ni sanción por parte de las autoridades encargadas de hacer cumplir el decreto.

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En la mayoría de los casos estos productos son comercializados de forma ilegal, sin ningún tipo de cumplimiento de las normativas ni el pago de los impuestos correspondientes, con lo cual no solo dañan a los negocios formales sino a toda la población paraguaya, incluyendo a las arcas del Estado.

Todo esto en el contexto de un creciente nivel de contrabando que está causando grandes pérdidas para los fabricantes e importadores nacionales que se ven afectados por una disminución importante en sus volúmenes a causa de la gran desventaja comercial al que se enfrentan.

Los gremios exigen al Gobierno Nacional el cumplimiento de las normativas y, en caso de que la misma sea de control imposible, solicitan la eliminación de la restricción teniendo en cuenta que controlar las aglomeraciones es más eficiente que controlar la venta en los negocios formales en los cuales se cumplen todas las normativas y los protocolos en materia sanitaria.

De igual manera, se busca establecer un criterio de equidad con la norma, dado que hoy, con este sistema, no se contribuye con el cuidado de la salud y la prevención del virus, ni se cuida la economía y los empleos de la población.

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