Rebote de la actividad económica se vuelve más fuerte que el proyectado, afirman
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El economista y extitular del Banco Central de Paraguay (BCP), Carlos Fernández Valdovinos, emitió una apreciación acerca de las proyecciones de la actividad económica del mercado local, y señaló que el rebote está siendo más fuerte que el inicialmente proyectado.
Esto, conforme a los últimos datos de las proyecciones del Indicador Mensual de Actividad Económica (Imaep), que registró un crecimiento de 0,9% en julio frente al mismo periodo del año anterior, logrando así por segundo mes consecutivo un crecimiento interanual pese a la pandemia, conforme al reporte preliminar del BCP.
Si bien, explica a través de un posteo en Twitter, que el crecimiento mensual iría desacelerándose en los próximos meses, y que podría ser incluso negativo, pero no obstante, la contracción del Producto Interno Bruto (PIB) en 2020 sería mucho menor y estaría en un rango entre -1% y -2%.
En ese sentido, hay que mencionar que de acuerdo con el Imaep, en el comportamiento interanual de julio incidieron desempeños positivos registrados en la agricultura, la construcción y algunas ramas de la industria, pero también se observaron resultados negativos en los servicios, la ganadería, electricidad y agua.
Datos positivos
Al respecto, Fernández Valdovinos señaló que si bien los datos están siendo favorecedores, el retorno a la normalidad no es homogéneo en todos los sectores, ya que algunos recuperaron todo su dinamismo, pero otros permanecen en un nivel de actividad muy por debajo al observado en la pre-pandemia, lo que también tiene un impacto diferenciado en el mercado laboral.
Es así que en base al reporte señalado, se observa que la producción de algunos cultivos como la soja y el maíz fue ajustada al alza, dando como resultado un desempeño más favorable en la agricultura, al igual que en la construcción, que registró un importante crecimiento interanual, explicado por la mayor ejecución de las obras, sobre todo públicas.
En tanto que en el sector industrial, los registros dan signos positivos en la producción de lácteos, molinerías y panaderías, otros alimentos, químicos, maderas, maquinarias y equipos, la fabricación de minerales no metálicos, metales comunes y productos metálicos.
“Vemos que empieza a ganar gradualmente mayor peso el objetivo de consolidación fiscal y monetario versus una política totalmente laxa de reactivación en primer lugar, y segundo, que las políticas focalizadas serán más relevantes en la coyuntura que las agregadas contracíclicas como ser las obras”, explicó Fernández Valdovinos, respecto a las implicancias de las políticas públicas.
La reactivación de las obras tras una mejora en el sector de la construcción repercute en las compras de maquinarias que crecieron 23 % a marzo. Foto: Gentileza
Reactivación de obras impacta positivamente en importación de maquinarias
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Desde la Cámara Vial Paraguaya (Cavialpa) señalaron que se registra un mayor dinamismo en la compra de maquinarias viales y de construcción, generando un crecimiento del 23 %. La reactivación de las obras sería uno de los principales factores que incide en la importación de estos artículos del sector.
Según el informe que compartió el gremio, al cierre de marzo se registraron 434 maquinarias viales y de construcción importadas, lo que representa un aumento del 24 % en relación a marzo del 2023, manteniendo así una tendencia positiva en el año.
Los segmentos con mayor incidencia positiva fueron las motoniveladoras que crecieron en torno al 167 % con 16 unidades adquiridas, seguidas de las retroexcavadoras con un aumento del 157 % con 36 unidades. El ingreso de minicargadoras creció 100 % con 29 máquinas y motocargas subió 27,3 %, totalizando 182 unidades compradas, mientras que el de pala cargadora creció 3 %.
Desde la Cavialpa señalaron que la recuperación del sector importador es un indicador importante que refleja el impacto positivo de la reactivación de obras, que además de generar empleos, incentiva a la comercialización de insumos y equipos en todo el rubro de la construcción.
Añadieron que se registraron caídas en las categorías de compactadora en torno al 59 %, de la topadora que bajó 67 % y excavadora con una reducción del 8 %. “El Paraguay necesita impulsar el desarrollo sostenible de toda la cadena de valor detrás de la construcción”, remarcaron.
Es importante mencionar que después de la caída del año pasado de este segmento económico, para este 2024 mejoraron las perspectivas para el rubro de construcción, teniendo en cuenta que el Banco Central del Paraguay aguarda un repunte del 4,7 %. Indicaron que los mayores proyectos de obras tanto públicas como privadas estarían explicando el buen pronóstico.
La agricultura sigue incidiendo en convergencia de precios al productor
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El Índice de Precios al Productor (IPP) mostró una leve suba en marzo; no obstante, en términos interanuales sigue mostrando desaceleración. Los precios de los productos del sector agrícola continúan contribuyendo a la reducción de este indicador.
Según el Banco Central del Paraguay (BCP) al cierre de marzo de este año, el Indice de Precios al Productor aumentó un 0,5 %. Sin embargo, al hacer una comparación con el mismo periodo del año pasado se verifica una reducción de 3 %. El análisis realizado por la consultora Mentu detalla que con esta nueva disminución, el indicador ya acumula 14 bajas interanuales consecutivas.
El resultado interanual es explicado principalmente por la variación negativa de 3,8 % en el Índice de Productos Nacionales. En dicho segmento, se destaca la baja del 23,2 % de los bienes utilizados en la agricultura y de 1,2 % de los productos metálicos, maquinarias y equipos. En tanto, los precios de los demás componentes aumentaron entre 1,8 % y 11,8 %.
Por otro lado, el Índice de Productos Importados tuvo una variación de -1,9 % interanual, explicada por la variación de cerca de -5 % de los precios de los bienes transportables no metálicos y los destinados a la agricultura, mientras que los precios de los otros componentes subieron.
De esta manera, añadieron los expertos que el IPP mantuvo su dinamismo interanual negativo, mientras que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) presentó un aumento interanual de 3,6 % en el que incidió principalmente la suba de precios de los combustibles y ciertos productos alimenticios.
Octavo, con mejor crecimiento entre 30 países. Leé la verdad
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Pablo Alfredo Herken Krauer
pabloherken@yahoo.com
Analista de la economía
En una economía mundial cuya producción aumenta al ritmo del 3,2 % (6,5 % en 2021), nuestra región madre América Latina y el Caribe (ALC) lo hace al paso del 2 % con un peso en el global mundial del 7,3 %, esto es comparando el valor del tamaño de las economías, con un dominio de fuerza de chinos y norteamericanos del 34 % en la cancha internacional.
En el mundo, la economía conjunta del Mercosur participa con un 3,2 % en la torta tierra. Y dentro de Latinoamerica, la economía conjunta del Mercosur pesa 43,4 % marchando a la velocidad del 1,1 %. Brasil y México poseen las economías grandes: en el primer caso 2,5 % y 33,8 % de suma en el mundo y en la región madre, respectivamente, con un crecimiento del 2,2 %. El país hispano en América del Norte, México, participa en la distribución del tamaño económico con un 2 % en el mundo y 27,1 % en la región mayor, avanzando a un ritmo del 2,4 %.
Dentro del Mercosur naturalmente el mayor tamaño económico corresponde a Brasil con 73,6 % (ya dijimos, con un ritmo de crecimiento del 2,2 %), ubicándose luego Argentina con 22,5 % (caída del -2,8 %), Paraguay con 2,1 % (3,8 %) y Uruguay con 1,8 % (3,7 %). En la economía mundial como un todo nuestra economía representa el 0,07 % del valor global. Valor que permite fijar su peso. Pero ojo, un país puede “ser más” o “tener más” o “vivir mejor” que lo que las estadísticas consolidadas establecen como su valor o su peso. O puede ocurrir lo contrario, para peor.
Pero más allá de lo mucho que no se dice con los valores y pesos y participaciones, es importante saber cuán grande o pequeño somos al andar, nadar, navegar, transportar, e integrarnos al mundo, y el mundo con nosotros. ¿Cómo jugar en un mundo con una tarjeta del 0,07 %? Para ganar. Brasil es actualmente la octava economía mundial por el valor de su tamaño en producción. La octava, con un peso del 2,5 %. En superficie, Brasil es el quinto país más grande el mundo, y tercero en América después de Canadá y Estados Unidos.
Con una población de 218 millones de habitantes. En conclusión: el 2,5 % de Brasil es una medida de una medida mayor, muy difícil de cuantificar en cuanto valor e importancia. Contar lo que se produce con sus precios en los distintos mercados en un año no es tarea fácil, pero se puede hacer y se hace. Lo demás, demorará. Por último, pero no por ello, menos importante: la economía paraguaya y sus tarjetas de peso en el mundo: 0,07 % (mundo), 0,9 % (América Latina y el Caribe), 2,1 % (Mercosur). En 44 años, desde 1980, las economías de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay se agrandaron 94 %, 153 %, 377 % y 140 % respectivamente.
La economía paraguaya, según dos estadísticas internacionales, crecería este año 3,8 %. El Banco Central del Paraguay (BCP también se suma con esa misma proyección: 3,8 %). El pronóstico internacional del 3,8 % de expansión económica surgió en la reciente reunión anual de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) celebrada en Washington, en la que como corresponde se divulga el informe “Perspectivas de la economía mundial” (World Economic Outlook, WEO) con la actualización de los datos de las economías y las proyecciones en cuanto al comportamiento futuro, fundamentalmente en producción y precios.
Después de un crecimiento del 4,5 % (FMI), 4,6 % (Banco Mundial), 4,7 % (BCP) en 2023, que dejó atrás la pálida del estancamiento del 0,2 % en el 2022, en gran parte gracias a la muy buena cosecha de soja, se pronostica una desaceleración para este año estimándose un crecimiento económico del 3,8 %. En términos de inflación, el FMI maneja un escenario de alza de precios del 4 % (fin de año) para este 2024 (3,7 % en 2023) y 2025. En términos de promedio anual, la inflación sería del 3,8 % y 4 % respectivamente (4,6 % y 9,8 % en 2023 y 2022).
El FMI incorporara en sus estadísticas los datos de 30 países de América Latina y el Caribe (ALC). Si confeccionamos un ranking por orden de mayor crecimiento económico en este 2024, tenemos a la economía paraguaya ocupando el octavo lugar con su 3,8 %. El año pasado ocupamos el noveno lugar con la tasa de crecimiento del 4,5 %. Nos situaríamos en la sexta posición con el ritmo del 4,7 %.
Hay que valorar nuestras tasas de crecimiento económico, sin exagerar en sus reales impactos positivos para la gente, en un escenario de muchas dificultades sociales, porque al mundo se le está haciendo cada vez más difícil crecer a velocidades que necesitamos. Si ya teníamos dificultades antes de 2020, con la pandemia del covid-19 las economías y sus gentes recibieron un golpazo que dañó, destruyó, desequilibró y cambió el escenario económico mundial de una manera nunca antes vista. Y aún se está en proceso de cura y arreglo, en un ambiente muy cambiante y desequilibrante. A lo que se agregó, en el peor momento, la invasión en Ucrania, fruto de la ambición imperial del dictador Vladimir Putin.
Analistas del FMI en su informe “La economía mundial sigue mostrando resiliencia (fortaleza, resistencia), pese a la disparidad del crecimiento y los retos por delante” señalan que las autoridades deben dar prioridad a las iniciativas para mejorar la resiliencia económica, como el fortalecimiento de las finanzas públicas y la revitalización de las perspectivas de crecimiento económico. Pese a las predicciones sombrías, la economía mundial sigue mostrando una resiliencia notable, el crecimiento se mantiene firme y la inflación se reduce casi con tanta rapidez como aumentó.
El accidentado camino comenzó con los trastornos en las cadenas de suministro como consecuencia de la pandemia, una crisis energética y alimentaria mundial desencadenada por la guerra de Rusia en Ucrania y la considerable escalada de la inflación, a la que siguió una contracción monetaria sincronizada a escala mundial. La resiliencia del crecimiento y la rapidez de la desinflación pueden explicarse por la favorable evolución de la oferta, en particular la disipación de los shocks de los precios de la energía y el notable repunte de la oferta de mano de obra al que han contribuido los importantes flujos migratorios en muchas economías avanzadas. Las medidas de política monetaria han contribuido al anclaje de las expectativas de inflación.
En lo que respecta a nuestra vecindad, el FMI expresa que la región de América Latina y el Caribe ha dado muestras de una resiliencia notable ante los recientes desafíos mundiales, y se ha recuperado de la pandemia con más fuerza de lo esperado. Ahora, el crecimiento se está moderando, de 2,3 % en 2023 a 2,0 % en 2024, ya que la mayor parte de las economías se encuentran en su nivel potencial.
Esta moderación también se debe a una coyuntura exterior más débil y al impacto que se está sintiendo de las políticas restrictivas dirigidas a frenar la inflación. La inflación se encuentra en una trayectoria descendente gracias a las prontas medidas de los bancos centrales de la región y a las tendencias de desinflación a escala mundial. Con la remisión de las presiones inflacionarias, la distensión de la política monetaria puede continuar de forma que equilibre la reducción duradera de la inflación hacia la meta y evite una contracción económica excesiva.
La política fiscal debería centrarse en acelerar los esfuerzos de consolidación para recomponer el espacio fiscal mediante la movilización de ingresos, sin descuidar los gastos sociales esenciales para mantener la cohesión social. La pobreza y la desigualdad todavía son altas en la región, así que es imperativo impulsar el crecimiento potencial, cuyo promedio de aproximadamente 2,5 % está al zaga de los de economías semejantes.
Las reformas estructurales para elevar el crecimiento deberían centrarse en reforzar el Estado de derecho, mejorar el clima empresarial, impulsar la participación en la fuerza laboral —en especial de las mujeres— y resolver el tema de la informalidad. Abordar los problemas de delincuencia y violencia también puede redundar en importantes beneficios sociales y económicos. La verdad, si es verdad, es verdad. Was gesagt werden muss, muss gesagt werden. Duele decirlo, pero hay que decirlo. DDPHQDPH1885.
¿Cuáles son los efectos negativos de morderse las uñas y cómo evitarlo?
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El hábito de morderse las uñas, que se denomina “onicofagia”, puede ser una respuesta común al estrés y la fatiga. Se trata de una manía que afecta a personas de todas las edades. Aunque tiende a iniciarse en la infancia, su persistencia puede llevar a problemas dentales y estéticos significativos: conocé cómo combatirla.
Los efectos nocivos de morderse las uñas van más allá de las heridas y lesiones en los dedos. También puede provocar problemas oclusivos dentales, que pueden requerir incluso tratamientos ortodónticos para corregir, según estudios médicos. Los signos de este hábito en las manos y la boca pueden afectar además la autoestima.
Por este motivo, el tratamiento contra esta manía abarca varias dimensiones: la principal es la contención de un profesional de la psicología. La ayuda psicológica es fundamental para identificar las causas subyacentes del hábito, generalmente causado por estrés y ansiedad, y desarrollar estrategias para controlarlo.
En paralelo, acudir con un odontólogo también es fundamental. Estos profesionales pueden ofrecer soluciones prácticas como, por ejemplo, la fabricación de aparatos de ortodoncia que impiden el contacto entre los dientes para evitar el corte de las uñas y corregir los defectos estéticos.
Además de recurrir a profesionales de salud, los productos de farmacia como esmaltes de uñas amargos pueden ayudar a disuadir el hábito al provocar una respuesta de rechazo al sabor. Superar el hábito de morder las uñas requiere paciencia, determinación y un enfoque integral, que aborde tanto los aspectos físicos como emocionales del problema.