Este lunes se procedió a la instalación del rotor en la unidad generadora N°1 de la Central Hidroeléctrica Yacyretá. Con la colocación de la pieza, de unas 600 toneladas, aproximadamente, se concluye los trabajos de mayor envergadura en cuanto a la rehabilitación total de las unidades 01 y 03 de las 20 que posee el complejo hidroeléctrico de la EBY.
La rehabilitación y modernización implicaron una inversión de US$ 27.000.000. Desde la EBY se informa que las obras son ejecutadas con el objetivo de renovar totalmente las primeras unidades que habían entrado en servicio, de tal forma a garantizar la generación de energía (de ambas unidades) en un lapso de 25 a 30 años, estimativamente.
Las operaciones en la unidad generadora N° 01 fueron acompañadas por los miembros del consejo de administración de la Entidad Binacional Yacyretá, Víctor Miranda Ocampos, Víctor Almirón Achar, Nemesio Lichi Leguizamón y Marco Caballero Giret.
“Hoy se está montando el rotor de la unidad 01, es la segunda unidad generadora que estamos rehabilitando, en este sentido en la unidad 03 ya se ha instalado el rotor y se está complementando todos sus equipamientos y ahora estamos haciendo la misma cosa con la unidad 01”, explicó el ingeniero Leopoldo Melo, jefe del departamento técnico.
Los trabajos son realizados cumpliendo los protocolos sanitarios exigidos en el marco de la pandemia del COVID-19. Y la puesta en servicio de la unidad 01 está prevista para febrero del próximo año. En tanto que la unidad 03, con proceso más avanzado por tratarse de la primera unidad en rehabilitación, estaría disponible para su operación comercial en diciembre del presente año.
Se destaca que las rehabilitaciones de las citadas unidades generadoras son realizadas teniendo en cuenta las previsiones de un año con escaso caudal hídrico, de tal forma a no afectar la producción de energía. “Son trabajos bien cronometrados para no afectar la producción, esa es la primera instancia”, aseguró Melo.
Por último mencionó que con la instalación del rotor de la unidad 01 se concluye una etapa de la rehabilitación de ambas turbinas, en cuanto a la instalación de piezas de gran envergadura.
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Paraguay, llave que abre las puertas de Asia
Paola Subeldía lidera la misión estratégica que impulsa a Paraguay como un socio clave para Asia-Pacífico. Apoyada en el Corredor Bioceánico y una visión sostenible, el país despliega nuevas rutas comerciales y atrae inversiones en sectores innovadores, consolidándose como un hub de oportunidades en la región. Este mes, la mirada está puesta en el sector agroalimentario, anticipó en exclusiva desde Tokio, la agregada comercial.
Mientras otros países destinan recursos a enfrentamientos bélicos, bloqueos comerciales e incertidumbre energética, Paraguay, desde el corazón de Sudamérica, apuesta por reposicionarse globalmente como una potencia silenciosa. Lejos del ruido, pero con determinación estratégica, comenzó una ofensiva internacional con miras a redefinir su lugar en el tablero económico mundial.
El epicentro de esta transformación se encuentra en la región Asia-Pacífico. Con más de 630 millones de habitantes, un crecimiento proyectado del 4,7 % del PIB regional en 2025, y el liderazgo de países como Singapur, Vietnam, Japón e Indonesia, esta zona representa hoy el nuevo motor del mundo. Y Paraguay apunta a jugar en las grandes ligas.
Al frente de esta operación diplomática y económica está Paola Subeldía Blasco, agregada comercial de Paraguay ante Japón, Nueva Zelanda, Australia, Singapur, Indonesia, Tailandia, Vietnam, Filipinas, Brunei y Laos. Su misión es clara: abrir mercados, atraer inversiones y posicionar a Paraguay como un socio confiable, verde, productivo y estratégico.
“Representar a Paraguay en esta región es una gran responsabilidad, pero también la oportunidad concreta de abrir puertas que generen empleo, inversión y crecimiento”, afirmó con seguridad, dejando entrever que el país ya no busca simplemente vender más commodities, sino integrarse a las cadenas de valor globales, ofreciendo alimentos con trazabilidad, energía limpia, créditos de carbono y un entorno de negocios previsible.
En otras palabras, “quiere dejar de ser una simple plataforma de producción para convertirse en una de integración productiva, comercial y ambiental”.
Dos pilares sostienen esta estrategia. El primero es el Corredor Bioceánico, una autopista que conectará el Atlántico con el Pacífico, reduciendo tiempos logísticos y abriendo nuevas rutas hacia Asia. “Permitirá la reducción de tiempos y costos logísticos para el comercio entre ambas regiones”, subrayó Paola.
Sin dudas, esta obra posicionará a Paraguay como punto de conexión logística privilegiada, con efectos inmediatos en la atracción de industrias, inversiones portuarias y cadenas de suministro más eficientes.
El segundo pilar es la sostenibilidad. Paraguay fue uno de los primeros países en firmar un Acuerdo de Implementación con Singapur para el comercio de créditos de carbono bajo el Artículo 6 del Acuerdo de París. Esto no solo le permite monetizar su aporte ambiental bajo reglas internacionales, sino que lo posiciona como un actor de referencia en los mercados globales de carbono.
“Este instrumento crea nuevas oportunidades para atraer inversiones sostenibles”, explicó la agregada comercial, y señaló que “Paraguay puede integrarse con competitividad y estabilidad a la región”.
La agenda incluye, además, agroindustria con valor agregado, hidrógeno verde, movilidad eléctrica, biotecnología y manufactura de precisión. Todos sectores en auge, alineados con la transición energética global, la descarbonización de las cadenas productivas y la innovación digital.
Diplomacia económica con resultados. Los efectos de esta estrategia ya se empiezan a ver. En los últimos meses, Paola tuvo la oportunidad de acompañar misiones del presidente Santiago Peña y la agenda económica del ministro del MIC, Javier Giménez, coordinando agendas con Toyota, Yazaki, House Foods Group, ArkEdge Space, Temasek, Tradirgura, PSA International, además de otras empresas y entidades de gran relevancia en Japón, Singapur e India.
La apertura del mercado cárnico en Singapur fue apenas el comienzo ya que el país asiático podría convertirse en un hub de reexportación para productos paraguayos en toda la región.
Como infidencia, reveló que en este mes un nuevo sector comienza a despertar interés. Se trata de la carne porcina. De hecho, por la tenacidad y el indescriptible brillo de sus ojos, se presume que el primer potencial comprador de cerdo paraguayo para Singapur ya tiene previsto viajar al país, abriendo una nueva puerta para la diversificación del portafolio agroalimentario.
En paralelo, se desarrollan vínculos con Tailandia, Filipinas y Malasia para fomentar inversiones en seguridad alimentaria, tecnología y energía limpia. “Estamos trabajando con organismos multilaterales, generando espacios de diálogo y construyendo relaciones de largo plazo”, afirmó.
Tres metas claras. Paola reiteró que su enfoque está puesto en atraer inversiones productivas que hagan de Paraguay una puerta de entrada a Sudamérica; diversificar las exportaciones hacia Asia y posicionar al país como socio confiable dentro de las cadenas globales de valor, convirtiéndolo en un hub regional.
“Todo esto requiere trabajo técnico, diálogo constante con empresas e instituciones y una mirada estratégica sobre dónde Paraguay puede generar más valor”, anticipó.
Lo más destacado de esta estrategia es que no se limita a buscar divisas. También transformará la demanda de talento dentro del país. Y es que medida que se concreten los acuerdos, serán necesarios más profesionales en sostenibilidad, políticas ESG, ingeniería de procesos, comercio exterior, ciberseguridad, big data y logística internacional.
Este cambio ya se está preparando mediante alianzas académicas, misiones empresariales y acuerdos técnicos, donde el capital humano se convierte en el recurso más estratégico para el desarrollo sostenible.
“Salir al mundo requiere preparación y constancia, pero las oportunidades están ahí”, insistió Paola.
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Empieza a tomar forma la primera ruta con pavimento de hormigón
El Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) informó que los trabajos iniciales para la reconstrucción del tramo Pozo Colorado–Concepción, sobre la ruta PY05, ya están en plena ejecución. Esta vía, que comprende más de 90 km, se convertirá en la primera ruta del país hecha con pavimento rígido, con una inversión de G. 611.196 millones.
Las tareas se están desarrollando en dos tramos. El lote A, que abarca desde el km 318,9 hasta el km 372,2 (53,3 km), está a cargo del Consorcio Avanza Chaco, integrado por las empresas Tecnoedil S.A., Ocho A S.A. y Construpar S.A. Allí, tras la firma de contrato en mayo pasado, las primeras labores consistieron en la movilización, instalación del campamento y mantenimiento de caminos auxiliares.
El mes pasado se realizaron trabajos de limpieza y preparación de los accesos a lo largo del trazado y tras las tareas ya se cuenta con una pista de asiento para carga totalmente liberada, lo que habilita el siguiente paso: el movimiento de suelos, precisó el MOPC.
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Por otro lado, en el lote B, que comprende 36,2 km desde el km 372,2 al km 409,1, está siendo ejecutado por la empresa Ecomipa S.A. En este tramo se realizaron tareas similares de instalación de campamento y logística, junto con el acondicionamiento de caminos auxiliares. Los trabajos se centraron en la estabilización de taludes y la mejora de accesos, fundamentales para la seguridad operativa y futura durabilidad de la vía.
El proyecto, que se enmarca en la Ley 5841/17 que fomenta el uso del pavimento rígido en obras públicas, tiene un plazo de ejecución de 20 meses por lote y apunta a mejorar la conectividad del norte y la logística en una de las regiones consideradas estratégicas por su alto potencial productivo.
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Yacyretá: las obras de Aña Cuá ya no deben interrumpirse hasta concluir
Después de más de dos años de interrupción, en setiembre se volverán a reactivar las obras de Yacyretá que se están realizando en la zona del brazo Aña Cuá del río Paraná, hecho muy celebrado porque implica la continuación de un proyecto de gran envergadura.
Gracias a los acuerdos que surgieron de las conversaciones del presidente paraguayo, Santiago Peña, y el argentino, Javier Milei, se logró desbloquear el problema de financiamiento existente y continuarán los trabajos que estaban paralizados desde 1923, por decisión del Gobierno argentino. El consejo de administración de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) suscribió la semana pasada la resolución de continuar las obras donde se instalarán las turbinas que darán una mayor potencia de generación a la usina paraguayo-argentina.
El viernes 1 de agosto la empresa constructora adjudicada volverá a instalarse en Aña Cuá para preparar los equipos y adoptar las medidas administrativas necesarias para que en setiembre se reanuden los trabajos necesarios. De ese modo, luego de dos años y ocho meses se reanudarán las obras que se habían suspendido en diciembre de 2023 provocando centenares de despidos de trabajadores en Ayolas, lado paraguayo, e Ituzaingó, zona argentina.
La obra consiste en instalar tres nuevas turbinas en la margen derecha del Paraná, en territorio paraguayo, fuera de la isla de Yacyretá, para aprovechar el brazo del río donde existe un embalse cuyas aguas transcurren por el segundo vertedero hasta caer en el cauce secundario que va por tierras nacionales.
Con la maquinización de esta arteria fluvial se espera generar alrededor de 270 megavatios adicionales, con lo que aumentará cerca del 10 % la actual potencia de la hidroeléctrica. Como este brazo del río pasa por territorio paraguayo la energía que produzca se generará en jurisdicción de nuestro país.
Esta obra en construcción implica una inversión total de 450 millones de dólares, dinero que no se obtendrá de ningún préstamo, como ha sido con el resto de las obras de la hidroeléctrica, sino de los fondos propios de la EBY. De acuerdo con los planes que se tienen previstos, la primera turbina podría entrar en funcionamiento en 2026, y se espera la conclusión del proyecto para principios de 2029.
La prosecución de las obras en el brazo Aña Cuá, luego de la pausa que comenzó en 2023, es un acontecimiento que hay que celebrar con alegría. Porque cuando concluya, asegurará una mayor potencia a la hidroeléctrica binacional, en el futuro, mientras tanto, en el tiempo actual generará empleo a miles de trabajadores que quedaron a la deriva, lo que contribuirá fuertemente a la economía de la zona afectada, como es el caso del departamento de Misiones, Paraguay, y la provincia de Corrientes, Argentina.
Desde el inicio, la construcción de las obras de Yacyretá ha sufrido las vicisitudes que ha tenido el vecino país en las últimas décadas, con los problemas ocasionados por la inestabilidad económica y política. La firma del Tratado de Yacyretá se produjo en diciembre de 1973 y las obras de la construcción de la represa se iniciaron en 1983. Once años después, en setiembre de 1994, se puso en funcionamiento la primera turbina. Por lo cual la hidroeléctrica comenzó a operar 21 años después de la firma del tratado binacional correspondiente.
La lentitud de la obra hidroeléctrica que se tiene con Argentina es notable si se hace la comparación con la historia de Itaipú, que se ha construido con Brasil. Yacyretá ha tardado casi el doble del tiempo que Itaipú para producir energía.
La suscripción del Tratado de Itaipú fue en 1973 y comenzó a generar electricidad en 1984, luego de once años. La capacidad de generación actual de Itaipú es de 14.000 megavatios (MW), en tanto que la de Yacyretá es de 3.200 MW, que recibirá de Aña Cuá 270 MW más.
Teniendo en cuenta la historia de retrasos en las obras de Yacyretá es que el anuncio de la reanudación de los trabajos en Aña Cuá representa una excelente noticia. Una obra de tanta trascendencia, que aumentará en 10 % el potencial de generación de la usina, no debe sufrir ya ninguna dilación y debe continuar hasta concluir. Porque su aporte en la generación de electricidad será de un enorme valor en términos económicos y sociales para ambos países.
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Alliana destaca generación de empleos con la reactivación de Aña Cuá
El vicepresidente de la República y presidente en ejercicio, Pedro Alliana, destacó este martes la próxima reactivación de las obras de Aña Cuá, de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY), que permitirá generar oportunidades laborales para miles de compatriotas, así como más energía desde el próximo año. Este viernes 1 de agosto está previsto que la empresa contratista retorne al predio con tareas administrativas y preparación de equipos.
“La Entidad Binacional Yacyretá retoma las obras de maquinización del brazo Aña Cuá, un proyecto estratégico que aumentará la generación de energía limpia y renovable en el país”, expresa la publicación realizada por Alliana en redes sociales. “Más de 1.000 empleos directos entre Paraguay y Argentina. Cerca de 3.000 puestos de trabajo para hombres y mujeres, impulsando el desarrollo de diversas comunidades”.
El temporal titular del Poder Ejecutivo, debido a una visita de Estado de Santiago Peña a Finlandia, puntualizó estas características técnicas del proyecto: tres turbinas Kaplan de eje vertical, adaptadas para operar con caudales variables; 270 MW de potencia instalada adicional a la capacidad del complejo Yacyretá; 2.000 GWh de generación media anual estimada.
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“Un reflejo del compromiso de los gobiernos de Paraguay y Argentina con la integración energética y el desarrollo regional”, remarcó Alliana. El 9 de abril pasado, el mandatario Peña recibió en Asunción a su par argentino, Javier Milei, en un encuentro que permitió destrabar la continuidad de las obras, que estaban suspendidas desde diciembre de 2023, así como la primera definición conjunta de un presupuesto para la central hidroeléctrica.
“El valor de referencia inicial era de 350 millones de dólares, pero se había adjudicado por 190 millones, lo que claramente no alcanzaba para finalizar el proyecto. Esa fue la causa de la paralización. Ahora, con los números ajustados, se puede continuar con normalidad”, explicó el consejero correntino Facundo Palma al diario Época, acerca de la resolución aprobada por el Consejo de Administración de la EBY, el pasado 25 de julio.
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