Tras la gestión de productoras locales y articulación de esfuerzos, trabajadores del rubro que quedaron sin trabajo durante la pandemia recibieron ayuda.
Desde que el Gobierno anunció la suspensión de conciertos y eventos de concurrencia masiva en marzo pasado, mozos, utileros, ayudantes, artistas, electricistas y jornaleros se quedaron sin la posibilidad de trabajar.
Por eso y ante la difícil situación, días pasados productoras locales se unieron para hacer un censo entre las mipymes y trabajadores independientes del rubro para conocer la cantidad de familias que dependen de manera directa e indirecta en esta industria. Así, obtuvieron una base de datos con más de 500 personas.
Hacemos EventosPy es la denominación del grupo de trabajadores del rubro de la producción de eventos que se reunió para articular esfuerzos y ayudar a las personas que conforman su cadena de valor y que debido a la cuarentena no tienen trabajo.
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Al respecto, la vocera y una de las impulsoras de Hacemos EventosPy, Maika Rasmussen, de Maikena, explicó que en el ámbito de eventos ellos se caracterizan por ser ágiles y rápidos en solucionar urgencias e imprevistos. “Así que, ante un problema como el de la pandemia, nuestra reacción de hacer algo fue instantánea”, sostuvo.
Kit Esperanza
Se trata de un combo de alimentos básicos que armaron para sostener 15 días a una familia de cuatro personas. “Nos pusimos la meta de conseguir de manera privada 330 kits de alimentos básicos, equivalentes a G. 49.500.000, para ayudar a las personas que según los datos arrojados por la encuesta son las más necesitadas. De esta forma, el 28 y 29 de marzo los distribuimos a las familias censadas, teniendo los cuidados de higiene y evitando la aglomeración de personas”, manifestó.
Del mismo modo, hoy la organización realizará una segunda entrega de 350 kits y su objetivo ahora es hacer entregas cada 20 días hasta agosto, así como distribuir abrigos, ropa de cama, juguetes, zapatos.
Otras iniciativas
Además, explicaron que los organizadores de fiestas ofrecieron sus carpas para fungir de hospitales de contingencia. Herreros y fabricantes locales elaboraron las camas que el Hospital General Barrio Obrero necesitaba de manera urgente, mientras que otros pequeños empresarios donaron sábanas, colchones, almohadas, entre otros.
“Cada uno, desde su posición, empezó a colaborar, algunos juntaron ropas y abrigos; otros donaron víveres y muchos, su tiempo. En el caso del hospital conseguimos 40 camas, sábanas, colchones, entre otros”, aseguró.
Hasta la fecha consiguieron la puesta de 500 m² de carpa, 504 m² de piso, 124 focos, 80 m de cable, conexiones eléctricas y ventiladores, 100 litros de lavandina y alcohol, material para 2.000 viseras para personal y 40 camas, además de los 680 Kits Esperanza.
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De igual manera, la organización busca nuevas formas de recaudar fondos para los kits y que en lo posible sean acciones que además generen ingresos a las personas afectadas de su rubro. Una de estas acciones involucra a artistas, quienes pintan cruces y bolsos que se encuentran a la venta con un porcentaje destinado a kits de alimentos.